Marcas de ayer 7

Aquí la continuación llena de amor y sensualidad.

Adri recorrió el interior de mi boca, buscando mis puntos débiles en un solo beso, yo estaba que ardía en deseo, mis manos no estaban quietas, tenían vida propia, cuando nos separamos de ese beso, en nuestras miradas estaba tatuado el deseo y nuestra ropa empezó a desaparecer de nuestros cuerpos para aparecer en el suelo. Ya no había marcha atrás.

Nuestras bocas se  volvieron a unir y yo me encontraba explorando toda su boca; acariciando, exigiendo, calmando y dominando el momento. Abandoné sus labios para dejar una estela de besos sobre su garganta, sobre sus hombros, y más abajo... hasta encontrar sus senos. Ella enredó sus manos en mi pelo, agarrando suaves puñados mientras mi lengua trazaba un sendero que le aceleraba el pulso. Mis dientes mordisquearon suavemente sus  pezones, y moviendo mi lengua una y otra vez sobre ellos acariciándolos logre hacerla gritar y  estremecerla de placer.

Sus pechos suaves y perfectos me estaban volviendo loca. ¿Tenía que ser su torso tan pequeño y delicado?... No sólo la deseaba la necesitaba. Adriana tenía los ojos cerrados, y en un momento de embelesamiento ella deslizó su boca sobre la piel de mi cuello descendiendo muy lentamente hasta mi pecho, mis músculos se tensaron debido a las fuertes sensaciones  que me estaban proporcionando sus labios y lengua; mi cuerpo clamaba por ella.

Adriana llevo una mano a mi cara, dibujando mi perfil, tocándome, llevándome con ese simple y pequeño contacto al cielo. Mientras mi humedad iba creciendo a la par de su calor corporal.

Adriana.- Eres exactamente lo que a mi me gusta.

Fer.- Te deseo con cada célula de mi cuerpo, con mi mente y mi corazón. Tu alma es la otra mitad de la mía.

Me coloque encima de ella, aprisionándola, mientras situaba una de mis rodillas entre sus piernas para separarlas. Mi propio cuerpo se estremeció de deseo cuando empecé a presionar contra ella, duro e insistentemente. Su humedad aumentaba y sus gemidos y jadeos se escuchaban por toda la sala. Entonces mi mano ocupo el lugar de mi rodilla, acaricie suavemente su intimidad pero sus movimientos de cadera buscaban mis dedos para calmar su necesidad así que agarre sus caderas y nuestras bocas se volvieron a unir, cuando lentamente introducía mi dedo medio en su interior.

En la sala solo se escucho un grito de placer por parte de Adri y un grito gutural salió de mi garganta al escucharla a ella, el amor de mi vida (estaba cien por ciento segura de eso), pedirme más; yo me movía lentamente en su interior debido a que la notaba tan caliente y apretada... aquella deliciosa fricción amenazaba con llevarme a la locura. No aguante más y le metí otro dedo  moviéndome con mucho cuidado, con ternura, en una erótica danza diseñada para seducirla y darle el máximo placer.

Los músculos de su interior se apretaron alrededor de mis dedos mientras empujaba hacia delante, hundiéndome hasta el fondo de su intimidad. El resto del mundo dejó de tener importancia, sólo percibía el sonido de nuestras respiraciones, y el latido de nuestros corazones.

Queríamos más así que nuestros movimientos se hicieron más pero más rápidos, los gemidos y jadeos de ambas eran muy fuertes, estábamos a punto de llegar al paraíso. AAAAhhhhhhh y sus paredes vaginales estrangularon mis dedos, nuestra respiración era entrecortada y fuerte.

Adriana.- Te amo Fer

Fer.- Yo igual mi amor

Adriana.- Ahora es tu turno de llevarte al cielo.

Fer.- Ya estoy en el cielo

Adri se volvió a apoderar  de mis labios vorazmente – cuanto te amo – dijo y en seguida volvió besarme y empezó a bajar lamiendo cada centímetro de mi cuerpo  llegando hasta mi fuente de placer comenzando a lamer, succionar y a introducir su lengua en mi interior mis gemidos no se hicieron esperar.

Fer: ahhh Adri ahhh no ahhh te ahhh detengas ahhh sigue ahhh

Coloque mis manos dentro de su cabello y la empujaba más para que se adentrara por completo en mi ser.

Fer.- ahhh Adri ahhh.

Adri  sentía como  estaba a punto de llegar al orgasmo y salió de mi, para después comenzar a acariciar mi clítoris con sus dedos los cuales se introdujeron en mi interior y adquirieron un ritmo lento y cuidadoso no paso mucho tiempo para que ambas gritáramos rendidas de placer.

Una vez recuperadas nos fuimos a la habitación y entre besos y caricias nos quedamos dormidas.

Fui la primera en despertar, y me tope con la imagen más bonita que mis ojos hayan contemplado antes, Adriana, mi mujer, dormida con una apariencia de ángel, tenía una sonrisa dibujada en su rostro, estaba soñando bonito, eso imagine,  quería despertarla y que mejor que con  mi mano derecha entre sus piernas y el pulgar en su clítoris.

Me tendí sobre ella le apresé ambos pechos y los chupé suavemente, primero uno y luego el otro, le separe un poco más sus piernas para poder entrar en ella, alce mi vista y me encontré con su cara llena de placer.

Fer.- Buenos días amor

Adri.- Ahhhh no ahh te ahhh deten ahhh gas ahhhh

Fer.- No lo are mi amor, te amo.

Adri.- MMMM Ahhhhhhh

Sonreí y le bese la oreja, realmente su cuerpo es mi perdición, mis dedos no podían dejar de tocarla y de penetrarla, nuestros cuerpos estaban sudorosos y no dejábamos de gemir. Hasta que sentí mi mano empapada y se me antojo tomarme su jugo (Pueden llamarme pervertida)  saque mis dedos de su interior y la mire fijamente mientras chupa mis dedos bañados con su jugo, su mirada era de placer, no me contuve y la empecé a besar, primero su frente, luego sus parpados, a continuación deje un beso en sus labios y pase a besar su cuello para deslizarme dejando besos en el camino entre sus pechos hasta su abdomen, siguiendo con un beso en su monte de venus, para después pasarme a sus piernas y luego a sus pies.

La mire y le sonreí, ella me miro y me dijo ven con su dedo índice mientras me iba a cercando a ella, se abrió y pude contemplar su sexo el cuál estaba rosadito y húmedo, no pude evitarlo y pase mi lengua por mis labios.

Adri.- Soy toda tuya mi amor, ¿qué esperas para comerme?

Fer.- De la vista nace el amor, y estoy contemplando algo maravilloso

Adri.- Ven y pruébame mi amor.

No me lo dijo dos veces y me abalance sobre su sexo, lo olí y su aroma casi hizo que yo tuviera un orgasmo, pase mi lengua por sus labios vaginales y la sentí estremecerse, su jugo empezó a llenar mi paladar y mi lengua adquirió vida propia, mmm, ella enredó sus manos en mi cabello y me obligo a permanecer allí, entonces me dedique a saborearla, lamerla, chuparla y penetrarla con la ayuda de mis labios y lengua, Cuando llegó al orgasmo su grito se escucho creo que por toda la casa, y yo no desperdicie ni una gota de su jugo.

Adri.- Buenos días Mi amor, que placentera forma de despertarme.

Fer.- Eres maravillosa mi amor.

Adri.- No quisiera levantarme, estoy agotada

Fer.- ¿Por qué estas agotada mi amor?

Adri.- Porque cierta personita que amo me llevo al cielo y más allá.

Fer.- Iré a preparar el desayuno, mientras usted se baña. Tenemos que trabajar.

Adri.- Lo bueno es que entró tarde hoy.

El desayuno fue ameno y lleno de miradas cariñosas y cómplices, me bañe y nos arreglamos para ir cada quien a su trabajo.

Todo marchaba bien en mi vida pero no contaba que la mitad de un problema es como la mitad de un temor, de todas maneras va creciendo sino lo cortas de raíz, y yo tenía dos mitades de problemas, uno con mis padres y el otro con Claudia.


Gracias a todas las personas que se toman su tiempo para leerme, hago lo mejor posible para sientan que no desperdician su tiempo. Gracias por sus comentarios y correos.