Marcas de ayer 6
Le dirigí la mirada a sus labios, la forma de su boca me fascina. Elevé una de mis manos para rozar su mejilla, trazando así la delicada curva de su mandíbula con mi pulgar; las puntas de mis dedos se deslizaron sobre su mentón hasta encontrar la sedosa perfección de su labio inferior.
Habían pasado ya unas semanas después de esa charla con Ela, y yo pasaba más tiempo en casa de Adri que en mi casa, Ela cuando estábamos sola me llamaba mami, esa niña había revolucionado mi vida, y podía hacer que yo quedara roja como un tomate con tan solo unas cuantas oraciones que resumía en: “Fer, ya cúmplele a mamá para que no me regañe”, o “Fer, mamá necesita cariñitos”.
Una tarde de abril estábamos almorzando las tres (Adri, Ela y yo) en un restaurante, como era ya costumbre almorzar juntas, Adri se fue al baño un momento y Ela y yo aprovechamos a intercambiar información.
Ela.- ¿Traes el anillo, mami?
Fer.- ¿Cuál anillo? Mmm ¡Así el anillo! no es anillo es cadena hija, estoy nerviosa.
Ela.- Lo que sea pero ¿lo traes? y no tienes porque ponerte nerviosa mamá te dirá que sí.
Fer.- Sí.- (espero que Adri me acepte como su novia).
Adri regreso del baño y continuamos con el almuerzo, Ela decía unos chistes que no entendí porque estaba hechizada escuchando la risa de Adri la cual era suave, atractiva, una melodía que uno desearía escuchar durante toda su vida, estaba tan hechizada que no escuche cuando Ela me hablaba, y esta como vio que no contestaba me dio una patada en el pie el cual hizo que regresará en sí.
Fer.- Ela ¿Porqué me golpeaste?
Ela.- No me hacías caso, ¿verdad Mamá?
Adri.- Así es cariño, no le hacías caso a la niña. (Se veía tan tierna en su mundo, ¿En que tanto pensará? En definitiva estoy enamorada de ella).
Fer.- y Alcé mi cabeza para que nuestras miradas se encontraran pero parecí perderme en su atrayente mirada. Nunca había deseado tanto a una mujer como a ella, estaba enamorada, mi sonrisa creció por aparte en mi rostro y sus ojos se iluminaron, toque la cajita que llevaba en mi bolsa y me dije es el momento. Miré así donde el lugar de Ela, y no estaba, y Adri me dijo fue al baño.
Fer.- Adri desde el momento en que te vi supe que tenías que ser la persona destinada para mí. Jamás había escuchado una voz tan hermosa como la tuya. Y sé que sentiste lo mismo por mí cuando me viste, mi corazón me lo dice. No tengo una fortuna que darte, tal vez algunas cosas materiales no pueda dártelas, pero no te faltará amor, cariño, ni protección, Te Amo con tus defectos y virtudes, amo a Gabriela como si fuese mi hija. ¿Quieres ser mi novia?
Adri.- ¡Oh- dios mio! Sí acepto ser tu novia. (Mis lagrimas están apunto de salir, pero son lágrimas de felicidad, fue tan sincera y realmente cuando la vi supe que era la persona destinada para mí.
Ela.- ¡Sí, tengo dos mamás¡ que feliz estoy, mamá ya no estará triste y yo seré única por aquí al tener dos mamás que me aman. (¿Me les tiro y le interrumpo su beso o espero a que terminen de besarse? Escojo la primera opción.
Ela.- ¿Mamá ya le dijiste a Mami que mañana me voy de campamento? O ¿interrumpí algo?
Fer.- (¿un campamento?, estaré sola con Adri estos días, Eres un diablillo Ela, por eso querías que le pidiera ser mi novia hoy) No interrumpes nada, nene.
Ela.- No me digas nene.
Adri.- (Estaré sola con Fer, me hago responsable de todo lo que pueda pasar, esperó y pase algo porque tan solo ese beso ya me hizo desearla con todo mi ser.) No interrumpes nada ya que tu estas enterada de todo por lo que veo. Y mi amor, la niña se va a un campamento escolar por tres días.
Fer.- ¿Y ya tienes todo organizado?
Ela.- No, ¿me ayudan? Las quiero mucho.
Al día siguiente Fer acompaño a Adri a dejar a Eli a la escuela (El cual era el punto de reunión para la salida al campamento). Cuando se estaban despidiendo Fer y Eli esta última le susurra en su oído, cuida a mamá y no me hagas un hermanito. Fer.- ¿Cómo carajos te haré un hermanito? Y así se despidieron. Fer estaba muy nerviosa ya que se quedaría sola con Adri.
Adri.- ¡Esta mujer me va a matar! Se ve espectacular con esos jeans ajustados (resaltan sus piernas y pompas) y esa playera en cuello V hace que quiera perderme en ese final.
Ese día ninguna de las dos tenía trabajo, ambas descansaba. Así que Fer invito a su novia a comer unos helados y luego a caminar por aquel parque hundido lleno de arboles y flores. Después de caminar por ese parque decidieron descansar a la sombra de unos árboles con vista a un pequeño lago. Fer tenía abrazada a Adri por la espalda así que apoyo su quijada en su hombro y empezó a cantarle en su oído muy bajito:
Siento que te conozco hace tiempo,
De otro milenio, de otro cielo.
Dime si me recuerdas aun,
Solo con tocar tus manos
Puedo revelarte mi alma.
Dime si reconoces mi voz...
Siento que me desnudas la mente,
cuando me besas en la frente.
Dime si traigo marcas de ayer.
Solo con tocar tus manos
puedo revelarte mi alma.
Dime si reconoces mi voz...
Siento que te conozco,
y siento que me recuerdas,
dime si reconoces mi voz .
(Andriana Mezzadri)
Adri pensamientos.- ¡esto es un sueño, es muy hermoso todo lo que despierta Fer en mí, tengo que vivir mi vida pero lo quiero todo con ella! Quiero comerte a besos, pero hasta que termines de cantarme.
Le parecía que estaba tardando una eternidad, cada minuto transcurría tan lento que parecía una hora, dándole demasiado tiempo para pensar e imaginarse arriba de Fer comiéndosela a besos. De un momento a otro Fer termino de cantarle y Adri se voltio para enfrentar la mirada de su novia y el silencio se hizo presente, era un silencio cómodo lleno de ternura y amor, ninguna de las dos queríamos romper el momento.
Adri.- Deja de mirarme así, por lo que más quieras. Esto ya es bastante difícil.
Fer.- ¿Qué es difícil?
Adri.- Esto. (Y seguido le beso, fue un beso lleno de ternura y entrega)
Sintió su
boca deslizándose sobre la piel desnuda de su cuello, Sus dientes mordisqueaban, su lengua acariciaba...
Adri.- Vamos a casa cariño.
Su voz fue como un susurro sobre mi piel, extendí mi mano para que la tomara y estaba muy consiente de que mi mirada estaba cargada de deseo ya que para mí era tan sensual, tan atractiva que me dejaba sin aire. Le dirigí la mirada a sus labios, la forma de su boca me fascina. Elevé una de mis manos para rozar su mejilla, trazando así la delicada curva de su mandíbula con mi pulgar; las puntas de mis dedos se deslizaron sobre su mentón hasta encontrar la sedosa perfección de su labio inferior. No pude resistirme y acerque mis labios a los suyos, quería demostrarle que era solo suya y que no tenía ojos para nadie más, pero un contacto electrizante me recorrió toda y mi corazón se detuvo por unos segundos para luego imitar el ritmo del de Adri. Me sentía en las nubes.
Caminamos hacia el auto, le abrí la puerta del copiloto y ella subió cerré la puerta y me dirigí al lugar del copiloto, estando ya en el carro la mire y me sonrió, fue una sonrisa tierna y coqueta, arranque y me dirigí a casa, todo el camino estuvimos platicando de Ela, pero hubo un momento que ella pregunto ¿Qué si cuanto tiempo tengo a la Habichuchis conmigo? Sude frío y el miedo se apoderó de mí, pero le pude contestar que era una nene cuando me la regalaron y que me la dieron para que no este sola.
Llegamos a mi casa, le invite a pasar y apenas cerré la puerta cuando ella se me abalanzó a besarme, los besos estaban subiendo de temperatura cuando ella se separó, grito y se me subió encima, ¡Algo le había lamido su tobillo! Ambas volteamos a ver y vimos a la Habichuchis brincando a nuestro alrededor, nos empezamos a reír.
Adri.- ¡Habichuchis ve a tu casa! No puedes molestarnos o te puedes traumar.
Habichuchis bajo sus orejas y se fue a su casa a dormir, parecía un perrito regañado y con la cola entre las patas, una vez que se hecho en la puerta de su casa nos miró muy dulcemente y tristemente para luego voltear a otro lado.
Fer.- Fuiste muy dura con ella mi amor, ahora te tendrá miedo.
Adri.- Me dio el susto de mi vida cariño, ya que nunca me había lamido un conejo.
Fer.- Es que Habichuchis no es normal mi amor.
Adri.- ¿En qué estábamos Ferrr?
Fer.- (que sexi cuando me habla en ese tono y alarga la r) nos estábamos besando mi amor.
Adri.- Fernanda Te Amo, me enamore de ti sin quererlo.
Cuando escuche esas dos palabras pude sentir que algo había cambiado dentro de mí, era incapaz de describir mis sentimientos en ese momento pero de algo estaba segura y era que había dejado de sentirme como un único ser, que solo estaría completa con ella a mi lado. Había salido del fondo donde había vivido por años y la superficie es maravillosa llena de color, de aromas, de sabor, de textura y sobre todo de sentimientos.
Fer.- Fuiste la luz de mi oscuridad y ahora siento que eres mi oxigeno para vivir, terminaste con mi sufrimiento. Yo también Te amo Adriana. Ven aquí conmigo.
Adri pensamientos.- Su voz fue como un susurro sobre mi piel y no pude resistirme y fui a sentarme en sus piernas.
Nuestras miradas se atraparan entre sí y el deseo se presento de una manera aguda y dulce. Apoye mi cabeza sobre ella para saborear la proximidad de su cuerpo y su aroma. Sentía sus suaves dedos sobre mi piel los cuales enviaban oleadas ardientes por todo mi cuerpo mientras que Adriana se humedecía los labios con la lengua y se mordía nerviosa el labio inferior.