Maravillas con una septuagenaria 3° Parte

Ya llevo unos meses sin escribir pero hoy os vuelvo a contar mi relación con mi amiga de casi ya 71 años.

Después del fantástico polvo nos fuimos a la ducha, el agua calentita nos empezó a caer por el cuerpo mientras abrazados nos besábamos en un caliente beso. Sus tetas se rozaban en mi pecho y su mano jugaba con mi polla mientras las mías acarician su culo y su coño.

Ella cogió el gel y empezó a ponérmelo por la polla y huevos y esto hizo que  mi polla empezara a recuperarse. Mientras me hacía una rica paja con su mano llevo dos dedos de su otra mano a mi culo metiéndolos dentro de mi ojete. Aquello acabó por terminar de ponérmela dura.

Comenzó a chupármela y es que es una experta en hacerlo. Me la comía como si fuera a acabarse mi polla, quería follármela de nuevo. La puse de pie y la puse dándome la espalda y la incliné mientras el agua seguía cayendo.

Me arrodillé y metí mi cara dentro de su culo. Aún tenía el culo abierto y con restos de mi leche aún saliendo de mi corrida anterior. Se lo limpié a conciencia con mi lengua y luego con mis dedos llenos de jabón. Ella se tocaba el clítoris sin parar y no paraba de pedirme que le abriera más y más el culo.

-          Párteme en dos,  méteme la mano entera hijo de puta. Me voy a correr.

Cuando mi mano entró toda dentro de su ojete tuvo un orgasmo muy intenso donde incluso se llegó a mear.

Sin darle tiempo a recuperarse, así inclinada  y apoyada con sus manos en la pared de la ducha como estaba  para no caerse le metí en su encharcado coño toda mi polla hasta que mis cojones hicieron tope.

Ella gritó y empecé a follarla cada vez más rápido.

-          Follame, follame cariño quiero toda tu leche para mi. Méteme toda la polla en el coño y la mano en mi culo que lo noto todo abierto cabrón. Lléname toda.

Así lo hice y ella tuvo otro orgasmo y con sus contracciones de vagina y culo me corrí llenándola y preñando su viejo coño.

Tanto a ella como a mi nos temblaban las piernas pero nos abrazamos y nos besamos bajo el agua.

Terminamos la ducha como pudimos y nos sentamos en el sofá a recuperar fuerzas. Abrazados y besándonos.

-          Estoy muy feliz con lo nuestro mi amor y quiero más y mas. Quiero aprovechar todo lo que me quede de vida para estar junto a ti. Vente a vivir conmigo.

Que creéis que le dije a esta propuesta de vivir juntos.

Eso en otro relato.

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