Maquinaciones divinas 2

Una mujer casada con problemas, un chico enamorado y una divinidad pendiente de ambos.

-vamos, vamos, dijiste que no habría problema si me hacías ese pequeño favor.-exclamo Miriam algo frustrada y nerviosa, a pesar de que fue ella misma que lo solicito aún tenía miedo de ser criticada por su amigo.

-sí, sí, ya se, ya se y yo te prometí que si necesitabas algo podías contar conmigo, aun así esto es un poco estresante, ¿sabes lo raro que es un hombre comprando esto?-respondió Theo, su mejor de hace varios años, agarrando una pequeña caja en la mano.

-mira ya pásamelo.-termino Miriam quitándole la caja de la mano.

-no sabes lo mucho que esperaba esto, de verdad te lo agradezco.-exclamo la chica para luego lanzarse en un abrazo hacia su amigo que casi era un hermano para ella.

-sí, sí, espero y lo disfrutes.-respondió aun con la cara enrojecida por toda la situación,  considerando el aprecio que le tenía era obvio que nunca le molestaría complacerla en algún favor, el problema consistía en entrar a una tienda erótica y comprar varios consoladores femeninos.

Detestaba estresarse con las cosa que hacía y esto generalmente hacia que desistiera de cualquier acción, por suerte para él, él siempre fue una persona con suerte en la vida evitando o resolviendo los problemas de alguna forma simplista, desgraciadamente el comprar varios juguetes sexuales aunque se pueda decir que no tiene nada de mal le incomodaba.

-si este será perfecto, realmente que si.-pronuncio muy contenta Miriam, lo cual aunque  un tanto alegre por lo feliz que se veía su amiga le era un tanto incomodo tener como tema de conversación algo referente a lo sexual con su amiga, no le molestaba pero habían pasado años y nunca hablado de algo referente a ese tema, por lo que ver a su amiga tan abierta le era un tanto extraño, confirmando aún más las sospechas del estado del matrimonio de su amiga.

-oye, oye, ¿estamos en las nubes hoy que tanto piensas?-pregunto su amiga al ver el estado pensativo en que se encontraba su amigo-¿no me digas que también querías uno?

-por favor Miriam no seas ridícula.-respondió alegando el juguete que ella le acercaba en tono humorístico.

-es solo que nunca habíamos tocado el tema de lo sexual, hasta parecía que no te gustara que hablemos de eso y me llamas hoy con que si podía entrar a una tienda de erotismo y comprarte varios juguetes, se me es un tanto extraño.-dijo lo mejor que podía, aún tenía varias preguntas pero no quería atosigarla con estas, considerando la fuerza que debió tener para decirle y pedirle algo así debió ser mucha y es que a pesar de los buenos amigos que eran había temas que no tocaban ya sea por vergüenza o porque la otra persona no era acta para eso, cosa que tal parece podría cambiar desde ahora en adelante.

-¿te… molesto? oye mira lo hice porque confiaba en ti y no quería que nadie más supiera de esto y eres siempre mi mejor confidente.- exclamo un tanto nerviosa, quería de verdad esos juguetes pero aún no tenía la valentía de ir ella misma a comprarlo ni mucho menos aceptar lo que pensarían de una mujer casada entrando sola a lugares así por lo que él era su mejor opción.

-no, no para nada, no me molesta en serio supongo que es por no estar acostumbrado con estas cosas, mira es más, si necesitas ayuda con otra cosas puedes contar conmigo.- ¿porque dijo eso sabiendo lo mal que se podía interpretar? había ocasiones en que hablaba de más o no sabía lo que decía, siempre había tenido la suerte de nunca decir nada que lo pusiera en problemas ni siquiera en las peores situación pero de esta no estaba seguro.

Al escuchar esto su amiga solo quedo callada y lo miro fijamente para luego pasado un rato que le parecieron las entrada al infierno a theo, Miriam sonrió y acercándose a el procedió a darle un tierno beso en la mejilla.

-lo sé, por eso eres mi mejor amigo y confidente.-dijo en un tono que si no estuviera nervioso por haberle sugerido una infidelidad a su mejor amiga casada le parecería de lo más excitante e incluso una insinuación recordándole los sentimientos y la verdad sea dicha, las pajas que le dedico cuando estaba enamorado de ella o por lo menos cuando sus sentimientos por ella no estaban tan disminuidos como ahora.

-sí, lo soy, estaré siempre que lo necesites.-respondió con una sonrisa hacia su amiga.


-llegare un poco tarde por culpa del trabajo, si estás muy cansada avísame si quieres que lleve comida a la casa-hablo el esposo de Miriam desde el teléfono, por lo ruidos de fondo se notaba que aun iba en la autopista.

-no, no, no te preocupes hoy fue un día calmado y Theo me ayudo con algunas cosas para que salgamos rápido del trabajo.

-ya veo, deberías invitarlo a algunas de nuestras fiestas cuando tengamos tiempo de preparar alguna, se escucha como buen sujeto.

-sí que lo es, bueno cariño te dejo iré a prepararme la cena ya que no llegaras a tiempo, cuídate cariño, besos.

-besos, cuídate-respondió el marido para segundos después colgar.

-y apuesto que me follaria mejor que tu cabronaso- exclamo Miriam al aire mientras arrojaba el celular luego de confirmar que su marido había cerrado la llamada.Estaba exhorta tanto en el video porno que estaba viendo como probando sus nuevos juguetes.

-sí, sí, dios follate esa polla, maldita puta-pronuncio salvajemente con las piernas abiertas y metiéndose todo lo que podía un dildo al ver como una chica en el video cabalgaba salvajemente a un chico recostado en la cama con sus brazos sujetados por las manos de su amiga, dejándose hacer y disfrutando de las embestida que la propia chica se daba.

Llevaba semanas así, en su adolescencia pues si bien era normal el hecho de quedarse mirando porno durante un rato desde que se casó hacía tiempo que no lo hacía, uno por respeto su esposo y otra por el hecho de que pensaba que cualquier necesidad seria suplido por él. Vaya giros que da la vida demostrando que uno no puede prever nada.

-esto debe subir más alto, joder.-exclamo tratando de ver si podía aumentar la intensidad en el vibrador que tenía metido en gruñendo al ver que ya estaba en la velocidad más alta.

-dios por favor necesito más, mas-pronuncio fuera de sí presa del placer y del orgasmo que aún no llegaba, con una mano se sobaba sus senos apretándolos y estrujándolos mientras que con la otra se golpeaba el coño con el dildo mientras a la vez tratara de mover sus caderas hacia arriba y abajo buscando la posibilidad de aumentar la intensidad de su masturbación.

Fue entonces que presa de la excitación se lanzó a la cama y en la posición del perro se sacó el vibrador de su ano y se metió el dildo más grande, desde hace unos días había probado la masturbación anal quedando encantada con las sensaciones que experimentaba por lo que siempre que podía se metía algo en el ano, claro era curioso verla en su situación un corto tiempo atrás le era imposible darse placer tan frenéticamente como lo estaba haciendo ahora pero hace tiempo que se sentía diferente, cosas que nunca se había atrevido a probar los veía con una nueva perspectiva.

-follame más fuerte, hazme tuya-gritaba hacia ella misma sin importarle si sus vecinos la escuchaban, a pesar de que tenían cierta distancia aún era posible que escucharan su gemidos pero en vez de sentir pudor el hecho de que alguien la escuchara gemir le aumentaba la excitación

-métemela más profunda, Alberto, Theo quien sea-exclamo, estaba tan excitada que fantaseaba con personas que la follaban, a veces era su esposo que de un día para otro se la cogía sin ningún pudor contradiciendo la imagen estoica y seria que siempre tiene encima, otra era su amigo de toda la vida, este último quizás por el morbo de cometer una infidelidad o por el hecho de los años que tenía conociéndolo le producía cierto morbo y la verdad es que debía admitir que llevaba días en que el objeto de sus masturbaciones era su amigo y no su esposo.

-aahh si, si, -grito al ver que ya se acercaba su orgasmo, buscaba repetir y lograr la misma intensidad en su corrida que la otra vez de manera infructífera hasta ahora.

-sí, sí, sí, me corrooo-dijo cayendo de espalda hacia la cama rendida frunciendo el ceño segundos después de que el orgasmo haya acabado, este no se acercaba en nada al anterior y eso la molestaba, llevaba masturbándose incluso más que cuando era más joven todo por repetir las sensaciones que sintió hace unos días pero le era imposible, por más que lo intentara, por más que probara cosas nuevas no lo lograba.

Levantándose de la cama empezó a limpiar y guarda todo, a pesar de que su esposo iba a llegar tarde ella sabía bien que esta nueva faceta no le iba a gustar mucho ¿cuándo me volví tan hedonista? hace unos días ella era solo una chica normal que luchaba por mantenerse en el trabajo y complacer a un esposo que se distanciaba cada vez mas de ella, volvió a sentir mal.

Era cierto que llevaba semanas, ya casi un mes, desde que no dejaba de estar excitada y su mente se llenaba de pensamientos lujuriosos, siempre había tenido cierto interés en el ámbito sexual pero nunca había llegado al nivel que tenía ahora, lo peor era que siempre que se masturbaba sentía como si alguien la observara.

Como alguien que no creía en nada de lo sobrenatural era obvio que no tendría en cuenta cosas como fantasmas o entidades y es que ciertamente un fantasma voyerista era de lo más ilógico y surrealista pero entonces siempre recordaba de manera leve el suceso tan extraño que justamente paso cuando obtuvo el orgasmo que tanto anhela conseguir nuevamente.

Recordaba unas manos agarrándola una lengua pasando por sus senos y ciertamente a alguien follandosela pero siempre que recordaba no había nadie cuando sucedió eso, es más, recordaba que ni siquiera vio a alguien cuando estaba recibiendo todo ese placer, su marido estaba completamente dormido por lo que él estaba descartado y era imposible que ella simulara sola  darse todo ese placer como si una follada de verdad estuviera ocurriendo.

Casi sin darse cuenta su mano volvió a posicionarse en su entrepierna, se estaba empezando a tocar nuevamente, estaba pensando en algo hace unos segundos pero no le importaba ya, ¿seguro que era tan importante? se preguntó Miriam quien inconscientemente trataba de no olvidar el hilo de pensamiento en el que estaba “no, no lo es, ahora mismo lo que necesitas es una buena polla para tu coño” escucho mentalmente Miriam presa nuevamente del placer quien volvía nuevamente a masturbarse frenéticamente.

-dios, si, como quiero una polla ahora mismo-berreaba Miriam presa del placer, esa curiosidad introspectiva es peligrosa, pensó Zeus al ver como ella cada vez notaba la influencia que el ejercía en ella, por suerte para él aunque se encontraba débil por los siglos que habían pasado aun podía ejercer presión sobre los mortales cosa que por lo menos le hacia mínimamente feliz.

Aun así era deshonroso el estado en que se encontraba, anteriormente el dios más importante de su panteón hecho una energía etérea sin importancia que luchaba por mantenerse a flote en un mundo en donde las personas dejan en manos de todo a la ciencia pero a cambio creen en un único dios. Todo era ridículamente ridículo en su opinión.

Dejando al objeto de su placer visual y diversión traslado su conciencia hacia otro lugar, no podía negarlo, estaba disfrutando como nunca el jugar asi con la pobre chica, la verdad aunque encontraba extraña la similitud su situación con la chica le recordaba su época de cuando bajaba al mundo de los mortales para tener relaciones con alguna chica que captara la atención y la verdad era que aunque provocara a Miriam por razones diferentes a obtener su propio placer le estaba cogiendo cariño, tanto que deseaba volver a tener su cuerpo para disfrutar el mismo de la belleza que representaba la chica.

Fue a parar a una casa que sin llegar a decirse que resaltaba sobre las demás si decía sobre la acomodada situación que tenía su inclino el cual estaba como de costumbre leyendo sobre cosas sobrenaturales tanto en libros como en internet.

Ese era Theo, el mismo amigo de Miriam y para Zeus y cualquier entidad parecida a él una de las persona ms importante que podrían encontrar en un tiempo.

Lo había investigado, de hecho, cualquier entidad como el que lucha por sobrevivir en el mundo moderno tenía muy pendiente a las personas como el, personas con la capacidad de creer muy firmemente en seres como el, personas que, si se le demostraba bien la existencia de seres como el podrían regresarlo a su antigua gloria, claro hacía falta mucha fe para eso, pero por algo se empezaba y este chico era una fuente bastante buena de esta, si de por si era raro encontrar en los tiempos que corren a personas que mantuvieran la fe en seres antiguos, las pocas que habían eran muy bien tratadas con la esperanza de que con el tiempo estas logren regresar a la antigua gloria a los seres antiguos.

Es entonces así como Zeus planeo de regreso su ascenso utilizando al ignorante Theo y Miriam.

Esa noche como de costumbre Theo se encontraba leyendo, cualquiera que lo conociera atentamente sabia de su afición a los libros en especial a los que trataran sobre seres de fantasía, mitos o religiones antiguas todo lo abarcaba ¿cuál era la razón de esto? ni siquiera él lo sabe, solo que desde pequeño leyó un libro sobre las diversas mitologías y de ahí no pudo parar, es tanto que uno de sus secretos mejor guardados es que en algún momento había tonteado con la magia, grimorios y libros que hablaban sobre la magia en diferentes culturas, egipcia nórdica, todo lo abarcaba dejándola pasado un tiempo, no porque no creyera en ella si no por miedo y respeto a algunos seres que se mencionaban en sus escritos.

Y es que proviniendo de una familia abiertamente atea los gustos de Theo no dejaban de ser extraño, le rezaba a los dioses viejos casi tal cual miembro de una iglesia, lo único que no se atrevía era a realizar los rituales de algunos considerándolos un tanto anticuados por no decir peligrosos en los tiempos que corren, aun así a pesar de ir en contra de los pensamientos de su familia Theo fue aceptado viviendo una juventud de lo más placentera obteniendo generalmente cualquier cosa que era deseada por él, alegando que era producto de la suerte y de los dioses que adoraba desconocía la verdad que se escondía dentro de sus propias palabras.

El primero en encontrarlo fue Zeus, este se encontraba vagando por diversas ciudades hasta que su atención fue captada por las palabras de adoración de un chico, traspasando su conciencia hacia el lugar en que se encontraba lo encontró rezando en su cama hacia seres como el, aparentemente pedía tener la suerte de pasar un examen.

Como las palabras del chico eran dichas desde el fondo de su corazón Zeus no pudo evitar recordar con nostalgia como era adorado en la antigüedad y aprovechando parte del poder que el chico le otorgaba y en agradecimiento por creer en el en estas fechas hizo cumplir sus designios, grande fue su sorpresa unos día después cuando el chico regreso alegre contándoles a sus padres como había aprobado con mejor nota los exámenes y por consiente aumentando todavía mas el suministro de fe que el chico le otorgaba a él, desde este momento Zeus se dio cuenta del tesoro que había encontrado.

Pasado un tiempo ya era imposible quitarle un ojo encima, el joven Theo no solo representaba una fuente bastante decente de fe en ellos si no que si lo adoctrinaba bien podría regresar, por lo menos en menor medida la fuerza de alguno dioses, con el tiempo incluso algunos de ellos habían llegado a administrarse los caprichos del joven, todo con la intención de aprovechar de lo que el joven Theo podía dar, claro, sin la suficiente fuerza para presentarse en persona hacia el todo lo tenían que hacer de cierta forma que, sin llegar a demostrar su existencia se notara la mano divina en hechos.

No fue hasta que afrodita los reunió a todos y le explico como podrían aprovechar el potencial que el chico poseía, habían quedado en tentarlo con algo, algo que deseara con todas sus fuerzas pero que no podría conseguir, por lo menos no hasta pasado un tiempo en el que el de verdad pusiera su fe en ellos, esto efectivamente fue la joven Miriam.

-enseñémosle algo que desee con todo su corazón pero que no pueda obtener con medios normales, inclinémoslo a pensar que la única forma de obtener lo que desea es a través de nosotros-pronuncio con una bella y calmada voz afrodita que a pesar de ser un cuerpo etéreo de todo el poder que había perdido aun podía trasmitir una belleza deslumbrante a través de los sentidos.

-o podríamos perder nuestra mejor fuente de poder en la actualidad hasta quien sabe cuánto tiempo, si es que volemos a tener esta oportunidad-hablo Poseidón, no fueron necesario fijarse en su etéreo rostro para darse cuenta de que no confiaba en el plan.

-no darle lo que quieren generalmente hace que te tomen rencor, no es la primera ni la última vez que un mortal culpa a un dios por no cumplir con algo que quiere-volvió a hablar y aunque tuviera parte de razón era obvio para todos en el grupo que a Poseidón no le gustaba la idea de depender tanto de un humano y jugarse su poder por un tiempo con la esperanza de volver a tener una pisca de su poder original.

-¿sugieres que nos quedemos en nuestro estado hasta que por casualidad las personas decidan creer en dioses viejos sin motivo aparente? en lo personal diría que si quieres que se logre algo debes empezar por ti mismo más que esperar que el destino lo haga por ti, después de todo a mí me funciono varias veces ya-por fin hablo Zeus, no siendo el primer dios que tenía la humanidad pero si el primero en tener mucha influencia en las personas y es que desde que derroco a su padre crono Zeus y la grandeza eran inseparable, por lo menos hasta que fue perdiendo su influencia por humanos que solo utilizaban su nombre para invocar terror en personas débiles incluso llegando a cambiarle el nombre por otro cuando ya no invocaba el miedo que infringía antes.

Fue entonces cuando por fin su influencia cayo, un nuevo dios, uno único que al contrario de los demás el solo había creado todo el mundo sin ayuda externa, el alfa y el omega en donde el único que podía equipararlo en grandeza era su hijo y junto a una campaña exitosa su fama fue creciendo en todo el mundo opacando a todos los demás dioses, es fue el comienzo de la caída de los dioses antiguos, obligados a mendigar por fe y utilizando el poco poder que le queda no para hacer milagros o dirigir el mundo si no para quedarse en el consiente colectivo existiendo solo su nombre a través de medios escritos o visuales con la finalidad de no ser olvidados y por lo menos seguir existiendo, una existencia sin gloria ni grandeza, pero existiendo al fin y al cabo.

-hagan lo que quieran-concluyo finalmente Poseidón al ver que no podía convencer a los demás luego de que Zeus y afrodita hayan hablado, no le gustaba la idea, ni siquiera le gustaba el depender de humanos convirtiéndose el anterior temido dios de los mares en uno de los pocos dioses que no mendigaban por fe, no porque no la necesitaba si no por orgullo y es que uno de los defectos que más dioses tenían y los habían llevado al olvido era el orgullo, el mismo que no les permitía darse cuenta de que al igual que los humanos dependen de su creencia en ellos para avanzar ellos depende de los humanos para seguir existiendo, solo pasando unos cuantos siglos acepto a regañadientes intentar obtener un poco de creencia para recuperar su poder.

Recordando todo el revuelo que se armó en Troya y Grecia solo por la captura de una mujer de gran belleza, quedo decidido, utilizarían a una mujer para engatusar a Theo y es que a ¿que no estaría dispuesto una persona motivada por amor? ni siquiera fue difícil, habían encontrado a la persona perfecta para Theo y es que sin creer en cosas como el destino vinculado de dos personas era obvio el vínculo que podía formarse entre Theo y esa persona, efectivamente esta era Miriam.

Se conocieron en la universidad ambos cursando la misma carrea, fue solo cuestión de tiempo para que la amistad si diera entre ellos no llegando a mas por el matrimonio de la chica y el amor que ella le predicaba a su joven esposo, mortificando cada día al joven Theo que veía como el “amor de su vida” estaba con otra persona, todo iba de acuerdo al plan de los dioses.

No fue hasta que un pensamiento cruzo por la mente de Theo que se decidió a esperar y ser su amigo, algo le decía que esperara, que las cosas podría cambiar si era paciente y principalmente si mantenía su fe como siempre lo había hecho, se sentía un tanto culpable a veces ¿cómo podría estarle deseando la ruina matrimonial a su mejor amiga para el quedarse con ella? sin duda el amor y el deseo por algo no correspondido puede corromper una mente.

Así paso el tiempo en donde ambos quedaron como amigos, el, porque no quería perderla y se conformaba con ser un amigo con el único consuelo de ser considerado su mejor amigo y ella porque en cierta forma disfrutaba tenerlo cerca, admitiendo en sus adentros que si no estuviera comprometida no le molestaría tener una relación con su mejor amigo.

Y así llegamos hasta este momento, las ultimas partes del plan ya estaban en movimiento y muy pronto obtendrían lo que querían…o no obtendrían nada, perderían la fe de Theo en ellos y deberían buscar a otra persona, en caso de que dicha persona existiera en primer lugar y dejando a su joven adorador volvió con el objeto de deseos del joven y por qué negarlo también el últimamente y la encontró desnuda recostada en su cama, sudada y con varios juguetes sexuales repartidos por toda la habitación y al juzgar por el estado de estos claramente los había utilizado.

La había dejado masturbándose frenéticamente con la imposibilidad de correrse recordó con malicia la deidad, en los ojos de la chica se podía ver como necesitaba correrse entendiendo que no lograría nada a menos que tuviera una polla adentro, este juego de control sobre ella le estaba encantando cada día mas, verla sufrir por no correrse desesperada por hacerlo y llegando cada vez más bajo con la finalidad de lograrlo, lo más divertido era ver cómo sin ningún esfuerzo ella acedia a cualquier cosa que él le implantara en mente y es que esta chica era una fiera sexual luego de haber roto sus cadenas mentales.

Poso su conciencia en las cercanías, su esposo ya estaba cerca de la casa, y posando su conciencia en su mente solo basto fijarse un poco en el para darse cuenta de que su atención estaba en otra chica, razón principal de porque rara vez hacia algo con Miriam últimamente, claro también influía sus maquinaciones pero cuando la mente ya no quiere algo solo basta una leve distracción y ya no podría ser negado, así fue como sin ayuda divina el esposo había dejado a Miriam por su vecina.

El olor a ella aun persistía en el, había empezado como una pequeña aventura, algo que le recordara que aun tenia habilidad con las chicas y porque no sentirse libre desde que empezó a trabajar y se casó rara vez tenía tiempo para hacer algo por lo que desde que obtuvo la oportunidad de estar con su vecina que tanto furor causaba por sus calles fue una oportunidad que no pudo rechazar, desgraciadamente así como de rápido cayo lo volvió a hacer una y otra vez.

Se sentía mal obviamente, Miriam le había dado todo hasta ahora y el también la amaba, pero su corazón ya no era de ella. Ahora todo le pertenecía a su amante.

“¿cuándo piensas dejarla para estar conmigo? le había dicho hace unas semanas, el también quería estar con ella pero aun no tenía la valentía de pedirle un divorcio a su esposa, pero tenía que hacerlo en algún momento, el ya no era feliz con ella y anhelaba estar con su amante, lo peor es que sabía que Miriam sospechaba de su infidelidad, ”lo mejor es terminar con esto antes de que sea tarde“ se le curso un pensamiento por su mente, concluyendo con que tenía razón, en algún momento debía hablar con su esposa y terminar esto, sería lo mejor para ambos.

“sería lo mejor para ambos, ya solo falta Miriam” pensó Zeus con malicia.