Mapy y la tía Mónica (1)

La inocente intercepción fortuita de una llamada telefonica, dio como resultado un cambio sustancial a la normalidad en el seno familiar.

Mapy y la Tía Mónica I

Por Georgina del Carmen

Mi nombre es José Fernando, pero todo el mundo me llama Jofe, actualmente tengo 20 años, soy estudiante, vivo con mis padres, así como con mi hermana Mapy de 19 años, también estudiante y con nosotros vive mi tía Mónica a quien cariñosamente le llamamos Mony, ella es la hermana menor de mi padre, actualmente tiene 32 años de edad por lo que se puede decir que es una mujer joven, trabaja de medio turno como secretaria en una empresa y luego de su fallido matrimonio llegó a vivir con nosotros en tanto superaba los estragos de su divorcio, pero al paso del tiempo se quedó a residir definitivamente con la complacencia de todos y de ella misma.

Hasta hace dos años todo en casa marchaba normal, hasta que un día al tratar de comunicarme por teléfono levanté el auricular y la línea estaba ocupada por mi hermana Mapy quien conversaba con una amiga, como broma y por pura curiosidad me quedé escuchando su plática para en un momento dado "cotorrearlas" y colgar, pero el tema era de índole sexual y Mapy le decía a su amiga que la noche anterior estuvo a punto de tener sexo con su novio ya que le excitaba muchisimo que le besaran los hombros o el cuello, y eso le había estado haciendo su galán, que estaba hirviendo y si le hubiera propuesto ir a la cama lo hubiese aceptado.

Una vez que cambiaron de tema de conversación silenciosamente colgué y no se dieron cuenta que les había escuchado, con inocencia me propuse bromear con mi hermana y como si no supiera nada le besaría los hombros para ver que reacciones tenía, ese día no lo hice ya que vestía una blusa de manga larga y no tendría los mismo efectos, así que tendría que esperar el momento oportuno.

Pasaron dos o tres días sin que recordara aquella broma que le tenía preparada a mi hermana, pero al recordarlo dio la casualidad que Mapy traía puesta una blusa con los hombros descubiertos, me senté junto a ella, le abracé y entre jugueteos, a los que estabamos acostumbrados, le besé en el hombro, ella solo reaccionó quitándose, pero insistí varias veces y si se notaba que ella sentía algo especial al recibir los besos en esa parte tan poco usual para las caricias, cuando menos eso creía en aquel tiempo, así lo hice varias veces durante el día, me divertía verla como hasta se le erizaba la piel y me alejaba de ella empujándome tratando de ocultar la sensación que experimentaba con aquellos mimos que para mí eran inocentes, aunque ya sabia lo que sentía con ellas.

Por algunos días continúe haciendo lo que hasta entonces era una simple broma, pero un día que tal vez ella amaneció un tanto excitada, aprovechando que vestía una camiseta con tirantes delgados, le abracé por la espalda sujetándole los brazos y le besé los hombros, en principio Mapy se resistía y me decía que la dejara, pero poco a poco fue cediendo sin protestar, ya no hablaba y solo su respiración se agitó notablemente, sacaba su cadera repegando intencionalmente sus redondas nalguitas en mi vientre y sus movimientos en lugar de ser para liberarse de mí eran de fricción entre nuestros cuerpos, yo mismo me empecé a excitar ante sus reacciones y la verga se me empezó a erectar, por lo que la solté y traté de disimular lo acontecido.

Ese mismo día me empecé a fijar en el cuerpo de mi hermana, ella es de piel blanca, es muy bajita de estatura debe medir aproximadamente 1.50 metros, es delgada pero muy bien formada, se puede decir que está "buenota" pero en miniatura, empecé a pensar sexualmente en ella, como lo hacia fantaseando con mi tía Mony desde que llegó a vivir con nosotros, y se me paraba la verga tremendamente teniendo que masturbarme pensando en Mapy.

La calma me duró poco, por la tarde nuevamente empecé a tener deseos por mi hermana y aprovechando la situación repetí lo hecho horas antes, le abracé de la misma forma besándole los hombros, la reacción de ella fue la misma, solo que ahora no me retiré y le dejé sentir mi erección en sus lindas nalgas, para lo cual tenia que arquear mi cuerpo un poco para igualar la estatura, ayudado por las zapatillas de altos tacones que siempre usa debido a su corta estatura, Mapy jadeaba sin dejar de friccionar sus nalgas contra mi falo mientras yo hacia lo mismo sin dejar de besarle los hombros y parte de la clavícula buscando su cuello, mi hermana se dejaba complacida, no hablábamos solo jadeábamos, ya ninguno de los dos hacía esfuerzo alguno entregándonos al placer que con esa simple caricia y roce nos proporcionábamos, no sé ella hasta donde llegaría en su disfrute, pero yo terminé por venirme en seco mojando de esperma mis calzoncillos y los pantalones, fue hasta entonces cuando la solté y sin decir palabra nos retiramos uno del otro.

Esa noche estuve pensando en lo sucedido con mi hermana y aun en contra de mi voluntad la verga se me endurecía espectacularmente, tener fantasías eróticas con mi tía Mony no era nuevo, incluso como la mayoría de los adolescente acostumbraba masturbarme con sus sensuales pantaletas sucias y aspiraba el delicioso aroma de su sexo y era constante protagonista estelar de mis fantasías sexuales, y es que la verdad mi tía esta riquisima, tiene un cuerpazo de campeonato sin que haga ningún tipo de ejercicio, es una muñequita adorable y super encamable, aunque ya es mayor se viste como jovencita con minifaldas y pantalones a la cadera y la verdad se ve exquisita, pero lo inconcebible era la lujuria que súbitamente se me había despertado por Mapy, mi linda hermanita.

A la mañana siguiente creí que sería normal que ella se pusiera una blusa de manga larga para evitar se repitiera lo del día anterior, pero para mi sorpresa Mapy lucia un sweter de corte "ojal" que se sujeta en la parte superior por amplio resorte por debajo de los hombros dejando éstos totalmente descubiertos aun siendo de manga larga, y era evidente que no traía sostén dado el bamboleo de sus encantadoras chichitas, que por cierto son de un tamaño medio, 34-B es su talla de brassiere, muy adecuados a su corta estatura, y unos pantalones a la cadera en color blanco que dejaban ver por encima de la pretina las tiras del resorte de sus pantaletitas rojas y resaltaban sus hermosas nalgas, en las que apenas me estaba fijando, como en todo su pequeño y sabroso cuerpo.

Antes de irse al colegio, yo voy en el turno vespertino, nos quedamos solos en la cocina y no pude contenerme, nuevamente le abracé por la espalda y dándole besitos en los hombros le preguntaba si iríamos a una fiesta a la que habíamos sido invitados para esa noche, Mapy no oponía resistencia a mis cariños y como en la ocasión anterior friccionaba sus nalgas contra mi endurecida verga, esta vez ni hubo necesidad de sujetarle los brazos ya que se dejaba complacida, con una de mis manos le frotaba suavemente el vientre muy cerca de su zona vulvar y con la otra justo debajo de sus lindos senos pero aun sin tocárselos, Mapy con sus brazos en los costados solo tocaba levemente mis piernas sin dejar de palpar mi entiesada verga con sus encantadoras nalguitas.

No había duda mi rica hermanita estaba dispuesta al cachondeo sin importar nuestro parentesco, era urgente avanzar en los toqueteos lúbricos y aprovechar la aceptación que Mapy estaba manifestando, así que en un arranque decisivo baje la mano tocando su vulva por encima de su pantalón sin dejar de besarle los hombros, se acrecentaron sus jadeos pero no impedía mis caricias, animado subí la otra mano a sus chichitas para acariciarlas solo sobre el sweter ya que comprobé no portaba sostén, ella se dejaba manosear plenamente y solo decía con voz entrecortada por la excitación, "Jofe voy a llegar tarde al colegio", queriendo no echar a perder las cosas por precipitado le solté y un tanto apenada se fue y yo quedé con la verga queriéndome estallar, así que fui a buscar las pantaletas sucias de la tía Mony, que se acababa de bañar, para masturbarme con ellas como hacía tiempo lo estaba haciendo.

Esa noche nos preparamos para asistir a la fiesta, Mapy apareció enfundada en un vestido largo ceñido a su cuerpo que la hacia ver maravillosamente excitante, no era casualidad que tuviera los hombros descubiertos y provisionalmente se cubría con un fino chal español de mi madre, tan solo de verla ya tenia la verga parada. Ya en la fiesta no conocíamos a casi nadie de los asistentes así que estuvimos todo el tiempo como pareja y ocasionalmente ella bailaba con algún chico que la invitara así como con los anfitriones que nos habían convidado al festejo, así que cada que podía la abrazaba por la espalda besándole los hombros y gozando las reacciones de mi hermana similares a las que había obtenido en casa, solo que no la manoseaba como la ultima vez en virtud de estar en publico, solo le hacia sentir mi erección en sus nalguitas y ella correspondía frotando discretamente sus nalgas contra mi erecta verga.

A temprana hora decidimos retirarnos, para abordar el auto le abrí la puerta y antes de que se subiera le abracé besándole incansablemente los hombros y parte del cuello, Mapy de dejaba sumisa a mis caricias, solo que ahora le palpaba con toda la mano su abultada vulva y con la otra sus deliciosa tetas, ella sacaba la cadera para sentir mas ostensiblemente mi verga en su trasero, así permanecimos varios minutos, yo sentía que podría eyacular en cualquier momento por lo que decidí marcharnos pero sin abandonar la labor iniciada, en cada señal de alto de los semáforos le besaba el hombro mas cercano a mí y parte del cuello mientras mis manos recorrían el contorno de su cuerpo y en especial sus senos carentes de brassiere, ella solo se dejaba soltando de vez en vez apagados jadeos que me indicaban que mi hermanita estaba muy caliente, sin decir palabra le tomé su mano y la puse sobre el bulto que hacia mi hinchada verga bajo el pantalón, ella la oprimía levemente como si no quisiera que yo lo registrara.

En un arrebato de lujuria le subí el vestido metiendo mi mano por debajo para acariciarle de inicio sus piernas y con rumbo a su vulva, mi hermana no oponía resistencia física pero me frenaba diciendo "Aquí no, nos pueden ver", me contuve para no forzar lo que evidentemente conseguiría al llegar a casa, aun así seguí acariciando la parte baja de sus muslos sin intentar subir mas y ella continuaba con su mano en mi verga ahora frotando con un poco mas de intensidad.

Al llegar a casa no pude esperar a bajar del auto y ya en el garaje le metí la mano hasta el fondo de su entrepierna para darme cuenta de que Mapy no llevaba pantaletas, su vello pubico era suave como la seda y sus labios vaginales estaban muy mojados de su flujo intimo, ahora le besaba el cuello descaradamente y ella me frotaba con vigor la verga, estabamos al mayor grado de excitación, sin impedir mi accionar me sugirió, "Vamos a entrar no se vayan a asomar, mejor te espero en mi recamara", sin darle tiempo a rectificar bajé del auto y le abrí la puerta, entramos a casa y ya en la parte alta de la casa me dio un tímido beso en los labios diciéndome que me esperaba en quince minutos.

Justo en el tiempo pactado entre a su recamara sin tocar, Mapy estaba sentada en su cama aun vestida, yo ya me había desnudado y solo me puse un pantalón de los pants deportivos que en nada disimulaban la tremenda erección que mi verga tenia, me senté junto a ella besándole los hombros para, si fuese necesario, reavivar su fuego interno, ella misma puso su mano sobre el bulto de mi erección acariciándola, mis besos subieron por su cuello en tanto que mis manos recorrían su cuerpo especialmente sus firmes senos, Mapy busco mi boca con sus labios besándonos apasionadamente chupando mutuamente nuestras lenguas.

Con la mano que me quedaba libre empecé a bajarle el cierre del vestido haciendo que la parte superior cayera sobre su regazo y dejando ante mi vista sus hermosas chichitas las que de inmediato procedí a besarlas y chupar sus endurecidos pezones, mi hermana no dejaba de friccionar mi pene sobre los pants por lo que bajándomelos hasta las rodillas liberé mi falo, mi hermana lo miraba sorprendida pero lo tomó con su mano frotándolo a manera de masturbación, minutos después le pedí que se pusiera de pie quitándole el vestido, quedando ante mí totalmente encueradita, ya que Mapy no llevaba pantaletas, solo sobre las zapatillas de tacón alto que portaba.

Se veía deliciosa ya que tiene muy buen cuerpo, proporcional a su reducida estatura, dócilmente adoptaba las poses y ángulos que le solicitaba exhibiéndome su encantador cuerpecito, me deshice de los pants y me arrodillé ante ella acariciando y besando todo su cuerpo, especialmente sus nalgas y frotando mis mejillas con su suave vello pubico, metía mi lengua entre sus labios vaginales lamiéndole el clítoris y parte de los flujos vaginales que su vulva excretaba, nuevamente me puse en pie para reanudar el besuqueo en la boca y acariciar a dos manos lo que alcanzaba de su cuerpo y ella frotaba incansablemente mi pene.

Llegó el momento y me recosté en la cama atrayéndola a mí, se montó sobre mi cuerpo y ella misma colocó la punta mi falo entre sus labios vaginales haciendo presión con su cadera para que el glande de mi verga penetrara en su vagina, ella seguía presionando para meterse mas mi verga en tanto yo hacia movimientos de vaivén de mi pene en su sexo, pronto mi verga había sido devorada en su totalidad por la hendidura sexual de mi cachonda hermanita, quien se inclinaba para besarme en la boca y en momentos acercaba sus chichitas para que se las mamara, todo ello en absoluto silencio de ambos y solo se podían escuchar los jadeos que el placer incestuoso nos provocaba.

Aunque no me dijo nada era evidente que se estaba "viniendo" en intenso orgasmo, pude sentir como mi verga era bañada por sus jugos íntimos en el interior de su vagina, no obstante Mapy seguía moviéndose ondulatoriamente disfrutando mi miembro en su interior, los chasquidos que el movimiento de mi falo producía al friccionarse con sus jugos íntimos me excitaban aun más y sin pensarlo la separé de mi cuerpo para tenderla en la cama y separarle las piernas dispuesto a beber su néctar personal, empecé por lamer el que escurría entre sus muslos hasta llegar a su húmeda y candente vulva en donde metía mis labios mamándole su rajita de placer, no tarde mucho en que mi hermanita se estuviera "viniendo" nuevamente en forma directa en mi boca paladeando su exquisito licor íntimo.

Con un señal Mapy me indicó que me montara en ella hasta alcanzar con su boca mi verga que ya babeaba el translucido liquido lubricante previo a la eyaculación, introdujo mi falo en su boca y lo mamaba con ansiedad y pericia jugueteando su lengua alrededor de la cabeza de mi miembro, no pude aguantar mucho y los chorros de mi esperma llenaron la boca de mi hermana que tragaba lo que podía y lo demás lo derramaba en su rostro y chiches hasta que salió la última gota de leche.

Luego de un breve reposo nos pusimos en pie y poniéndome los pants me retiré de su habitación previo prolongado beso en la boca y una señal de que deberíamos guardar silencio de lo sucedido y aunque no lo dijimos estabamos seguros los dos que se repetiría cuantas veces tuviéramos oportunidad.

Llegué a mi recamara confiado y satisfecho de lo realizado y creyendo que nadie se había dado cuenta de lo sucedido, sí, solo creyendo, ya que lo que me esperaba a la mañana siguiente seria impactante y daría un giro espectacular a la vida cotidiana en familia.

Continúa...

Georgina del Carmen