Manual para reducir a una esposa

.si hay algo, que decida el éxito empresarial, tras una crisis, bien podría ser la inteligencia, trabajo y perseverancia, para de nuevo salir a flote.

_

MANUAL PARA REDUCIR A UNA ESPOSA

….si hay algo, que decida el éxito empresarial, tras una crisis, bien podría ser la inteligencia, trabajo y perseverancia, para de nuevo salir a flote.

La cuestión, es que habían corrido buenos tiempos para Alicia, y Alberto, en el terreno económico, y prácticamente, todo rodaba por si solo.

Después de un tiempo, la pareja decidía montar su propia empresa de gestión de proyectos sobre robótica, ya que estaban inmersos en una gran burbuja económica, tras la suma de ingresos hasta el momento,

Alberto de 42 años, poseía estudios avanzados en electrónica y diversas ramas, y la trayectoria de Alicia con 38 años,venia relacionada con la administración empresarial.

Durante los primeros 5 años de trayectoria, gracias a una gran selección de empleados, todo funcionaba de la mejor manera, bien dicho está, que esa plantilla formada por 20 personas cualificadas, cobraba un suculento sueldo,

Alicia en su papel de subdirectora, y realmente sin capacidad para tomar decisiones acertadas, se veía en la obligación de avanzar y maniobrar, según estos empleados la indicaban, junto con Alberto, en el que su cometido principal, radicaba en expandir los negocios, y buscar clientes.

Pasados esos 5 años, comenzó una gran crisis, la cual se tradujo, en una gran paralización del negocio para ellos.

El tiempo avanzaba, y el proyecto, comenzaba a hacer aguas por todos lados, ya que la facturación caía hasta unos niveles mínimos.

A esto, las cuentas de la empresa acompañaban la situación, dejando de manifiesto el descontento de la plantilla, que como no pudo ser de otra manera, fueron abandonando la empresa, hasta verse en una situación delicada.

Alberto, preocupado por dicha situación, optó acertadamente, por contratar a jóvenes universitarios, que con una carrera recién terminada, ansiaban por lograr una experiencia y un currículum para un futuro.

El papel de Alicia, en cambio era muy distinto, ya que su aporte para reflotar la empresa, prácticamente era nulo.

De inmediato Alberto se dispuso a realizar entrevistas a multitud de esos universitarios, contratando así a un grupo, hasta poder así, completar la plantilla necesaria.

En un principio, todos quedaron contentos por el pacto acordado, y salvo el primer mes cobrado, comenzaron los primeros problemas, para las siguientes mensualidades, ya que era una solución, pero no a corto plazo, para poder reflotar.

Llegaban los primeros contratiempos con los chicos, debido principalmente a ese malestar, a lo que Alberto trataba de contrarrestar con promesas dada la poca capacidad de margen con la que contaba.

Durante los siguientes días, después de las nuevas preocupaciones por perder a estos también, junto con Alicia, decidieron buscar el perfil de alguna persona, con la capacidad, para hacer un seguimiento de la empresa, y así recibir asesoramiento, aunque debía ser algo que encajara en el presupuesto.

Tras una búsqueda meticulosa, apareció una joven, con un currículum académico extraordinario, aunque carecía de experiencia dada su temprana edad, ya que era similar a la de los chicos.

Sin dudarlo, Alberto se lanzó a contactar con ella, a lo que después de la conversar durante minutos, confirmaba que vendría a entrevistarse.

A la mañana siguiente y puntual, aparecía por la puerta, una jovencita de aspecto a lolita, medía 1.65, de cuerpo delgado, con unos pechos que aunque no eran voluminosos, encajaban muy bien bajo una pequeña blusa para llegar hasta su pequeña cintura, y continuar así, apreciardose un culo redondito, respingón bajo unos pantalones de tela fina, que junto a su piel blanca y pequeña melena, hacían de su aspecto, una muñequita, que con sus gafas, hacían que su rostro transmitiera confianza.

Alicia la recibía en el holl, presentándose como Cristina, la cual traía bajo el brazo una carpeta de documentos.

Alicia, es una mujer alta, morena, de cabello largo y con un físico envidiable, en parte por su vida acomodada, en la que no le faltaba de nada, sin renunciar a sus clases de gym.

De cuerpo delgado, aunque dada su altura y su masa muscular, nada que ver con Cristian, esta era mucho mas mujer físicamente, dejando ver su poderío con un escote, que parecía luchar contra la fuerza de sus pechos por abrirse camino, para continuar hacia un pantalón de vestir ajustado, que recalcaban unas piernas de gran fortaleza , que congeniaban extraordinariamente con un buen culo, a lo que hacían del conjunto, una mujer en toda regla.

De inmediato, se personaron en la oficina de Alberto, un hombre de apariencia firme y decidida, en la que debajo de ese pantalón de vestir y camisa oscura, se escondía un cuerpo de 1.87 , con un físico corpulento, que hacía peligrar un estallido de su camisa, dejando ver así que su robustez era de principio a fin por igual,, todo acompañado de un rostro serio, bajo un corte de pelo estricto, y barba de dos días, que hacían que con una mirada penetrante, te pensaras bien lo que ibas a decir.

Comenzaron los primeros días para Cristina, adentrándose en la empresa, para conocer así de primera mano, cualquier tipo de información,

Ya había conocido a la plantilla, en especial, a la que era un as bajo la manga, un chico llamado Lucas, que había llegado a lo más alto, y cuyo historial, hacían de el, una persona deseada por multitud de empresas,

Cristina charlaba con el, largo y tendido, se empapaba de información de todo tipo, conociendo así de primera mano, que la empresa acabaría dando unos frutos impresionantes.

A medida que Cristina afianzaba cada vez más confianza, este se dejaba llevar, de una manera ascendente, para así ponerla al día, ya no solo en asuntos de su cometido.

Mientras Cristina, ponía sus manos sobre los hombros de Lucas, transmitiendo sensación de complicidad, este confesaba lo que Cristina quería saber, es decir, puntos negativos de Alicia,de ámbito laboral y personal.

L _ Espero que no me defraudes, ya sabes que Alicia es un lastre, y además nos pone las cosas difíciles.

C_ Puedes estar tranquilo, Alberto no sabrá que me lo has contado tu.

Cristina, bajo una actitud serena, seguía en su cometido, pasando en un momento dado al despacho de Alicia, y pidiéndole a esta información precisa para evaluar, a lo que esta tajantemente la negó, hablando a esta en un tono despreciable.

Pasaban los primeros días, y Alicia trataba de convencer a su marido, del gasto improductivo, para mantener a Cristina, esta se mostraba nerviosa, ya que había cosas que iban funcionando mejor, incluyendo así el ambiente laboral y afectivo con su marido.

A la mañana siguiente, el día comenzaba sin Alberto , ya que este asistiría a una reunión fuera de la ciudad, a lo que Alicia como cada mañana se disponía a tomar un café, prolongado en el tiempo.

En uno de los momentos en el que Alicia abandonó el despacho, Cristian aprovechaba para pasar y dejar caer en el café un sobre diluido de polvos.

A su vuelta, todo fue esperar, llamar a la puerta, y dado que no contestaba pasar para verla así dormida sobre su mesa.

Sin perder un momento y a puerta cerrada, Cristina hacía una llamda.

C_ Todo según lo previsto, acabo de entrar en el ordenador y ya lo tengo conectado.

¿?_ Perfecto, dame un minuto más y accedo a toda la información, después de eso manipularé sus registros.

Ya dispones en ese pen drive de todo .

C_ Bien, buscaré sus tarjetas, carnet identidad y te lo enviaré todo. ¿ quieres ver cual será mi futuro despacho ?

¿?_ Vale, date prisa

Cristina mostraba en video desde su móvil, todo, incluyendo a Alicia a la que enfocaba de cerca una y otra vez, mientras agarraba su pelo, haciendo que sus manos se deslizaran a través de el, para así, acto seguido, posar sus manos sobre su camisa, a la altura de su escote, desabrochando los botones necesarios, que hicieron liberar una enormes tetas, con unas aureolas proporcionadas y unos pezones, a los que enfocaba bien de cerca, para así mostrar como su lengua se deleitaba con ellos, presionando con fuerza, para a a continuación, hacerlos desaparecer dentro de su boca, mostrando una sonrisa .

¿?_ uff ! Menudo ejemplar ! .. ten cuidado con ella, te podría comer de un bocado ( entre risas ).

C_La haré caer pronto, y la tendré a mis pies.

Después de dejar todo como estaba, a los pocos minutos salía Alicia del despacho.

A_ uf, como va todo Cristina ? , me he ausentado un poco, me encuentro cansada, un poco mareada.

C_ Bien, tranquila, es normal entre el estress, y tantas cosas para hacer.

A la mañana siguiente Alberto, ya en su despacho llamó a Cristina para felicitarla por su trabajo, ya que todo iba poco a poco en una línea ascendente, bajo sus consejos.

A_ Estoy contento por haberte encontrado, eres puro nervio, incansable, estoy valorando, el poder gratificarte como mereces.

C_ No hay de que D. Alberto, estoy mentalizada para conseguir las metas.

A_ Me contaste que estuviste una temporada ayudando al negocio de tu ex novio.

C_ Sí así fue, de hecho el me enseñó a ser muy eficaz y competitiva.

No se si debo contárselo, verá, el era muy exigente conmigo, y cuando las cosas no me salían bien,me azotaba, una y otra vez, así a cada error, hasta que acabé comprendiendo que merecía verme así., de ahí aprendí a ser responsable, y aceptar lo que me imponga siempre mi superior.

Espero que no me haya llamado ahora para eso.( sonriendo )

Alberto la miraba intentando guardar la respiración, sin saber que decir ,a la vez que apuntaba su mirada, al rostro de Cristina, y las mallas finas que envolvían ese culo aparentemente duro, respingón y bien formado.

En ese momento, parte de los documentos que Cristina portaba, caían al suelo, haciendo que esta, se agachase de una forma pronunciada para recogerlos, y hacer así que destacase ese culo, ante la mirada de Alberto.

C_ uy ! Al final me gano su castigo, D Alberto

A_ Tranquila, no te preocupes.

C_ Aunque he de decirle, para ser sincera, que estoy tan acostumbrada, que me acabó gustando

A_ ¿ en serio ?.. resulta difícil,de creer.

C_ Algún día meteré la pata y me tocará, ya lo verá como es cierto.

Alberto tragaba saliva mientras recopilaba la situación, que sin esperarlo, había hecho que se excitase.

C_ le traía documentos corregidos, apunto de echar abajo dos ventas importantes.

Tienen la firma de Alicia, aunque no le he dicho nada, ya que se que no le caigo muy bien, y sinceramente la tengo miedo D. Alberto.

No le he querido decir nada, pero no reconoce sus errores, volviéndose así muy agresiva conmigo, y no me apetece volver a llorar.

A_ No me lo puedo creer ! Dos proyectos tan importantes !..y para colmo me entero de su actitud hacia ti .

C_ Con todo mi respeto D Alberto, quizás no sea cosa mía, pero al igual que mi ex novio, quizás tenga que tomar medidas con ella, antes de que sea tarde y fracasen mas proyectos.

A_ ¿ que puedo hacer ?

C_ Obligarla a cambiar su actitud, ayer Lucas me dijo lo disgustada que estaba con ella, hasta el punto de que ella sería la culpable si se marcha.

Lucas es imprescindible, lo sabe.

Después de una larga conversación y bajo proposición de Cristina, Alberto llama a Lucas y Alicia.

Una vez juntas y bajo la mirada de Cristina, este de forma contundente, inicia la conversación de lo sucedido entre ambos, elevando el tono hasta dejar claro quién manda, y a lo que deberá atenerse cualquiera si lo incumple sea quien sea.

En ese momento Alberto desvía la mirada hacia Cristina, haciendo que esta bajo un gesto con la cabeza, parezca dar el visto bueno.

Alb_ Alicia, pide perdón a Lucas ahora mismo.

Alic_ Bueno, tendré mas cuidado.

Alb_ Me has escuchado ! ?

Alic_ si, pero ya está..no querrás que me ponga de rodillas

Alb_ así es ..ponte de rodillas...yaa !

Alic_ ¿ quee ?

Alb_ Alicia, desde este momento, dejas de ser subdirectora, pasarás a ser secretaria

Alic_ noo, por favor ! ..vamos a calmarnos..lo haré si es lo que quieres

Alicia acercándose a Lucas, se arrodilla ante el entre lágrimas por lo ocurrido, sin esperar que Alberto actuaría como nunca con ella.

Una hora más tarde, Alicia es trasladada a otro despacho por orden de su marido.

Allí aparece Cristina, con rostro decaído, para sentarse al lado de ella.

C_ Siento mucho lo ocurrido Alicia

A_ No te preocupes, estoy bien, solo es algo que no hubiera esperado

C_ Bueno, todo irá bien, animate

A_ Gracias, siento haberme portado así comtigo

Cristina la abraza, mostrándola así afecto, a lo que esta actuá recíprocamente envolviéndose así las dos, en un abrazo

C_ No llores, debería ser al revés, no una niñata como yo consolando a una mujer como tu.

A_ No digas eso, no eres ninguna niñata.

C_ Por cierto, cuando estabas arrodillada ante Lucas, te habrás dado cuenta de lo que tiene entre las piernas.

A_ ¿ quee ! ?? ..noo, noo ¿ por qué ? ( con una sonrrisa )

C_ ¿ noo ?? ...es enorme ! Estaba a punto de estallar sobre tu boca., ,,no me extraña, tienes un cuerpo deseable.

Después del número de Cristina, esta se dirigió al despacho de Alberto.

Este se encontraba algo serio, delante de su ordenador, pero tranquilo.

C_ Siento lo ocurrido, quizás no tenía que haber dicho nada.

A_ ¿ qué ? ..noo..para nada, creo que he acertado gracias a ti.

C_ No se D. Alberto, me siento culpable.

´

En ese momento, Cristina se dirige hacia la puerta cerrando así con llave, para seguidamente caminar hasta un escritorio cercano, colocándose de espaldas hacia Albero, ante la atenta mirada de este, dejando caer sus mallas hasta el suelo, y a la vista un tanga negro que ya en muchos momentos se dejaba notar bajo esa tela fina, el cual acto seguido bajó, agachando su espalda sobre el escritorio, dejando así expuesto un culo difícil de mejorar en su cuerpo.

A_ ¿ Pero que haces ?, no te he pedido eso Cristina.

C_ Ya le dije, que he sido culpable y esto es lo que espero.

Pórtese como un hombre D Alberto y deme mi merecido, en su empresa solo usted manda, nadie más, y debe actuar en consecuencia-

Acto seguido y ante el nerviosismo de la situación, y pensando en que todo acabe cuanto antes, D. Alberto, comienza a dar movimiento a esa gran mano, con leves azotes, que le hacen comenzar a sentirse seguro de si mismo.

C_ No tenga miedo, sea enérgico y deme una lección

D Alberto ante sus palabras sentía cada vez más excitación, dejándose llevar para ser más drástico.

Después del momento, y dándose la vuelta Cristina mientras llevaba sus manos a su culo enrojecido , entre algunas lágrimas pero con una gran sonrisa, esta se despojaba finalmente de toda su ropa, ante la mirada de D Alberto.

C_ Ahora ya sabe que voy a ser fiel a la empresa y que me debo a usted.

Ya estoy más tranquila, y dispuesta a sacar el trabajo de Alicia adelante.

A_ uf Cristina, desde luego que sí

C_ No se corte, me debo a usted

En ese momento D Alberto coloca a Cristina en la postura anterior, extendiendo totalmente sus brazos para llevar sus labios sobre su espalda, y comenzar a recorrer su espalda de arriba abajo, hasta llegar a su cintura y abrir sus piernas, para continuar besando y mordiendo sobre su pequeño culo, hasta hacer que sus manos dejen margen al abrirlo y así llevar su lengua con un movimiento de juego potente sobre su agujero, a la vez que sus dedos acariciaban ese coñito depilado el cual era incansable, haciendo que su gran mano actuase como una mordaza sobre el, para así levantarse y extender sus brazos hasta alcanzar sus pechos, a los que secuestraba una y otra vez, apretándolos y presionando con el dedo sobre los pezones.

Cristina dándose la vuelta, despojaba de sus ropa a D Alberto para dejar al descubierto un gran pene, ya casi listo, en el que Cristina atrapó al instante para deslizar sus pequeñas manos sobre el, manteniendo la mirada firme hacia arriba, fijamente sobre el rostro de D Alberto, y así llevarlo a su boca, demostrando una gran perseverancia, pese a que no podía hacer que se perdiera dentro de su boca.

Tras lo acontecido, D Alberto prosiguió hasta tumbar sobre la mesa boca arriba a Cristina y con sus piernas sujetas, suspendidas en el aire, ese gran pene trataba de abrirse camino en lo que parecía muy difícil, dado que ese coñito tenía apariencia de marcar límites pronto,

Con cierto cuidado, y ante la mirada viciosa que mostraba Cristina, a la vez que mordía sus labios, esta le retaba ante semejante envergadura, a lo que D Alberto empujaba cada vez con menos cuidado, despejando sus dudas, mientras veía como ya casi practicante, su verga era absorbida.

Entre quejidos casi sin poder mediar palabra, Cristina trataba de incitarlo aun más.

C_ te gusta como siento dolor a la vez eh ! No tengas compasión, me debo a ti. Entra toda !

A_ Umm..no me lo puedo crrer ! Está superando a Alicia de nuevo

Ya finalizado el gran momento y vestidos, D Alberto dice que tiene que marcharse un par de horas, y le propone salir con la excusa de una reunión si le pregunta Alicia, a lo que esta le contesta que no se preocupe.

A_ Se que sabrás desenvolverte Cristina

C_ Lo haré D Alberto, ha sido un gran momento para mí, creo que debería probar la terapia del castigo Alicia.

A_ ¿ Tu crees ?

C_ Desde luego, déjelo de mio mano.

Dejará de ser una fiera.

A_ Ten cuidado.

Nada más irse D Alberto, Cristina recorre los pasillos, hasta que en el momento justo aparece de su oficina Alicia

Esta le pide que pase cerrando así la puerta con llave.

Nada más preguntarle, Cristina agacha la mirada al suelo, con cara triste y haciendo que salten lágrimas de sus ojos.

Esta viendo la situación le pregunta preocupada, hasta que Cristina le cuenta que dado el trabajo mal hecho, su marido le ha propinado un castigo.

Alicia sin saber como reaccionar le pregunta, hasta que Cristina baja sus mallas, dejando ver así su culo enrojecido, a lo que Alicia lleva sus manos tapando, su cara sin saber como reaccionar,

Pasados unos días, Cristina ya preparaba meticulosamente un plan, para acabar definitivamente con Alicia.

Hablaba a menudo con Lucas, con el que mantenía una relación muy estrecha.

Otro de los días en los que no estaba D Alberto, Cristina fue hasta la oficina de Alicia, algo nerviosa, a lo que esta reaccionó de inmediato, levantándose y sin saber mucho más, siguió a Cristina hasta los vestuarios.

Allí, permanecía Lucas sentado sobre el suelo desnudo, bajo una de las duchas mientras caía el agua sobre el, con semblante serio, abatido.

Cristina le comenzó a contar a Alicia, que había tenido un encontronazo con D. Alberto y este, se había enzarzado en una discusión muy seria, que había hecho destrozar a Lucas moral y anímicamente.

Cristina acercaba su mano hasta el pelo de Lucas para animarle, dejando llevar su mano hasta su hombro, para seguir frotando su espalda mientras daba ánimos.

Esta y con la mirada dirigida a Alicia le daba a entender que hiciera lo mismo, a lo que reaccionó igualmente sobre sus piernas.

Tratando de llevar conversación Cristina marcaba el camino a Lucas, en el que todo iba encaminado a D Alberto, del que Lucas se lamentaba de haber pensado que era buena persona, y Alicia lo contrario.

Entre más lamentos, Cristina posaba sus manos sobre los muslos de Lucas, cogiendo las manos de Alicia, para acercarlas igualmente, a lo que Cristina continuaba su ofensiva abriendo las piernas del joven Lucas y con la mirada puesta en Alicia hacer que esta se quedara perpleja, más aun cuando la relación con su marido no era la óptima últimamente.

Cristina seguía conversando con Lucas, le hablaba de Alicia, de sus bondades lo buena que era en el fondo, a lo que Lucas la alagaba dándole las gracias, y pidiéndole perdón por lo equivocado que estaba.

En ese momento Cristina acercaba su mano a la de Alicia para así cogerla y llevarla con gran cara de sorpresa por su parte hasta la verga de Lucas.

Esta con sus labios entreabiertos con cara de sorpresa ante Cristina, comenzaba a dejarse llevar por los movimientos que le marcaba ella.

Cristina le hablaba a Lucas, y le decía dejarse llevar pues esto era en agradecimiento por parte de Alicia.

Esta estaba tan mojada que ya no le hacía falta la mano de Cristina, en un vaivén continuo, esa verga parecía no tener final, a lo que Cristina empujaba su cabeza hasta llevarla a la boca de Alicia, la cual no dudó en lamer por partes hasta entrar en su boca.

Cristina de apartaba a un lado en ese momento, mientras Lucas se ponía en pie, despojándola salvajemente de su ropa, dejando ver unas enormes tetas, las cuales solo dejaban actuar a la fuerza de la gravedad, lo justo, portando a su vez,un coño no totalmente depilado, el cual marcaba una línea y un culo bien duro que Lucas no dudó en apretar con fuerza mientras que le sacudía un azote al igual que a sus tetas.

Cristina se acercaba en ese momento a ella.

C_ Es tu momento Alicia, ¿quieres que te haga una mujer el chico ?

A_ Sii sii. lo necesito

Lucas hacía que sus manos, trabajasen a marchas forzadas.

Mientras Alicia perdía la noción del tiempo y no se dio cuenta que Cristina ya no estaba presente.

Los gritos de Alicia eran un escándalo, que por suerte no la delatarían al estar solos en esa planta.

Pasado el día Alicia acabó, feliz y destrozada después de tanto tiempo, dando así con un joven enérgico de esa condición.

Cristina buscaba el momento perfecto, el cual sería cuando D Alberto no estuviera de humor, para así hacer que Lucas pasara al despacho de Alicia e hiciera que esta se enfadase por algo, como así ocurrió.

Acto seguido y aparentemente enfadado, Lucas visitaba el despacho de D Alberto poniendo un ultimátum, para corregir a su esposa o marcharse el de la empresa.

Lucas demostrando un plan, ponía en conocimiento de D Alberto otras cuestiones que no eran reales, mientras Cristina observaba tras haber llegado por el escándalo.

Alicia se alteraba ante esas mentiras, a las que la mirando a Lucas, si todo llegaba a más, temía encontrarse con que se destapara lo acontecido en la ducha con el.

Alicia aun alterada, trataba de defenderse como fuera aun teniendo que aceptar como verdad, lo que no era.

Después de abandonar Lucas el despacho, quedaban los tres, y bajo la mirada cómplice de Cristina,

D Alberto en voz alta le decía.

Alb_ Cristina, ven y firma tu contrato indefinido de subdirectora.

Estarás a cargo, aparte de lo reflejado, en tener bajo disciplina a Alicia, para cumplir con sus funciones.

Esta se hundía al escuchar todo, y D. Alberto le preguntaba a Cristina.

Al_ Quizás yo dado mi enfado no sepa decidir...Hazlo tu Cristina y decide un castigo para mi mujer.

Cristina se acercó a Alicia mirando sus ojos abatidos y llorosos por todo.

C_ Bien Alicia, con unos azotes será suficiente por hoy.

Al_ ¿ quéen! ? ..no por favor Cristina, no me hagas eso !

C_ No debes preocuparte por quien lo hará.

En ese momento D Alberto acercándose a ella comienza a despojaba de su ropa, a lo que eAlicia no reaccionaba, llevando sus manos para taparse la cara, para así acabar desnuda con su cuerpo inclinado, dejando así sus grandes tetas sobre el escritorio, para que en ese momento volviera a pasar alguien al despacho.

Este era Lucas, que de frente a ella se mostraba quitándose el cinturón, para dar así una lección a Alicia, la cual duró varios minutos, en los que no podía dejar de patalear, mientras a su espalda D Alberto propinaba un morreo a Cristina mientras acariciaba su pelo.