Manoseada por un taxista
Argumentaba que no era nada malo, además ha sido un momento llevado por la satisfacción, y que debía de hasta agradecida.
MANOSEADA POR UN TAXISTA.
Hola, me llamo Susana, ante todo gracias a todos los que me habéis leído, sobre todo aun más agradecida a aquellos que me habéis escrito. Agradezco de corazón, que os haya gustado e incluso que os haya sido tan placentero, como a mí relatarlos.
Ante todo me debo disculpar, pues no siempre puedo responder a todos los que me habéis mandado vuestro email, pero os aseguro que los leo con el mayor de las satisfacciones, y en la manera de lo posible os contestare. Pero lo más difícil es responderos por el Messenger, pues ante la cantidad de pestañas que delatan vuestra presencia. Llegando a veces hasta 150 pestañas aclamando mi presencia, llegándose incluso a colgarse el Messenger, por lo que desde aquí os doy las gracias y muchos mandos un beso muy tierno en esa parte de vuestro cuerpo que mas deseéis. Os recordaré que soy una ardiente chica del sur de Andalucía, de 23 años, morena, de ojos castaños, de 1.75m de altura, 90/59/88 aprox., y bisexual. Me considero una chica simpática, abierta, extrovertida, atractiva, inteligente, en otras palabras una sin vergüenza integral, muy buena gente, simpática y bastante loca... vamos una chica con la que se puede pasar un buen rato (joder, algo más de 15 minutos bocazas absteneros).
Me gusta conocer gente, descubrir cosas nuevas, divertirme, lo típico de una chica de mi edad (tengo una manera especial de ver la vida creo, que os habéis dado cuenta). Me gusta salir, hacer locuras, aunque me sea difícil de reconocer que me gusta beber (joder, no soy alcohólica pero debería de controlarme algo). Soy conciente que por mi forma de vestir, me hace ser más destacable para ser manoseada, aunque no soy ni fetichista, ni exhibicionista, simplemente me gusta vestir, de forma que realce mi cuerpo (joder, como decía mi abuelo tengo un cuerpo de perdición), me gusta que las partes mas sensuales de mi cuerpo sobre salgan, aunque a veces me digan que parezco un "zorrón". Dicen que tengo un hermoso cuerpo (como decía mi difunto abuelo de pecado), me considero una mujer ardiente, de mente muy abierta, siempre deseosa de ampliar y probar nuevas experiencias. Me considero lo bastante joven como para disfrutar del sexo, de gozar de todas las diferentes formas y posturas, pues mi adicción me hace a veces a llegar tal punto, que incluso yo misma me ruborizo, y no os digo a vosotros.
No me considero una estrecha, pero me molesta muchísimo que me pidáis que conecte mi Cam sin saber al menos si la tengo (ostias, salidos de mierda os deberían de capar a todos). He de explicaros, que mis gustos en general, aunque lo niegue es la morbosidad de ser manoseada en publico, de sentirme acariciada, siempre que sean lugares públicos (coño, es tal la morbosidad, que es difícil describirla, pero os la intentare relatar). He mantenido relaciones con hombres maduros (joder, por que coño no van a disfrutar ellos también, es una sensación morbosa ser manoseada por viejos, no es vicio solo es puro morbo). Deberíais de aprender de ellos, pues muchos de ellos tienen la experiencia necesaria como para hacernos disfrutar. E incluso muchos de ellos, no tiene nada de envidiaros pues con semejantes maquinas nos hacen llegar, a diferentes tipos de satisfacciones y disfrute que a veces me hacen no solo perder el norte sino, el tiempo, pues algunos son verdaderos machos a la hora de dar placer.
No os ofendíais de la verdad, aunque os duela pero lo importante no es que la tengáis muy grande, sino que sepáis darnos satisfacción, Que nada mas salgáis de la cama, digamos hay va mi hombre. No siempre buscamos cantidad sino más bien calidad, que hoy día ya no os preocupáis de esos minutos preminilares que tanto deseamos, lo que deseamos es que disfrutemos pero ambos, pues incluso después de habernos echo al menos llegar a dos hermosos y geniales orgasmo, lo que mas deseamos es que disfrutéis vosotros, nos gusta que os venga en un tiempo prudencial y dentro de un preservativo (joder, que no queremos problemas dentro de unos 9 meses, y aun menos que nos peguéis algo raro). Lo que me he dado cuenta a veces, que no os dais cuenta de cuando nos viene, e incluso menos cuando los disimulamos. Muchos de vosotros pensáis, que entre vuestras manos tenéis la consola de la "Game" (joder, que somos personas), que ha veces nos tratáis peor que a un animal (ojo, no todos).
Demostrarnos que nos amáis, hacernos disfrutar y sonreír (coño, que estoy cansada). Cabrones, si tenéis más ternura con el puto móvil de las narices que con nosotras, y joder menos correr que ni sois Fernando Alonso, ni nosotras somos Hamilton (Joder, haber si sois más sensibles). Bueno basta de tantas palabrerías, os voy a relataros mi nueva confesión, me ocurrió hace bastante tiempo, la verdad es una de la experiencia más inusual que me ha ocurrido, e incluso absurdas. A veces pienso que nunca llegó a ocurrirme, que posiblemente sea producto de mi imaginación, e incluso comentándolo a modo de sueño o fantasía entre mis amigas y algunas compañeras de trabajo (coño, eso si con cierta cautela que no parezca tan real), las cuales acaban riéndose de mi comentándome la gran fantasía que tengo o incluso la necesidad tan penosa y degrinante que tengo, comentándome que si tanto deseo sentirme degradada. Jode, la verdad de haberlo sabido aunque la verdad imagine la situación, e incluso podría haberla evitado pues me resultó bastante bochornosa.
Aunque os debo confesar, que aunque la gran mayoría comento que no tenía esa clase de desviaciones ni en sueños, otras que en cambio me comento que a muchos les había pillado, mirándolas por el espejo retrovisor su entrepierna. Pero menos mal que en casa, cuando delante de mi PC suelo entrar en distintos foros , los cuales me dejaron bastante mas tranquila (www.hoymujer.com, www.ragazza.es, www.amigas.es, www.enfemenino.com, etc.), pues me comentaron que no piense que soy la única mujer, a la cual le ha ocurrido tal situación, por lo que la sensación de bicho raro que tenia se me fue desapareciendo, e incluso llegaron a comentarme que otras chicas no han tenido tanta suerte, pues esos sueños se les ha por desgracia realidad. De lo sucedido lo que más recuerdo fueron sus palabras, comentarios o reproches, pues aunque en su momento me resultaron de los mas ofensivo e incluso despreciable. Me comentó que fui yo, ya incluso en la forma de llamar su atención, quien motivo su conducta e incluso comento que mi forma de vestir tan provocativa e inapropiada para una chica de mi edad, de introducirme en su taxi enseñándole todo e imaginándose el resto, o incluso mi manera de hablar según el tan picara le había dado alas.
El muy cerdo no dejaba de comentarme, que desde que me monte en su taxi no había dejado ni un minuto de insinuarme, que le había puesto de tal manera que joder que no es de piedra, sino un ser humano. Que incluso llegué a tal límite por mi parte, que cuando ocurrió lo que ocurrió en ningún momento puse objeción alguna, ni proteste y mucho menos luche, sino mas bien todo lo contrario (joder, con el pedazo de cabron, que cantidad de lindezas, dejo caer en un momento). Os admito, que la verdad es que en aquel tiempo era muy ingenua para algunas cosas, sus comentarios aunque para nada eran ciertos me hizo dudar, pues es cierto que la manera en que fui vestida no era la apropiada y eso significaba un punto a su favor e incluso sus palabras me convencieron a mí (coño, en verdad dude que me pudieran creer, y con la edad que tenía como que tuve que aguantar y tragarlo todo, menos mal que al menos no me dejó secuela). Bueno comenzare a relataros mi confesión, cuando cumplí los 17 años no pude celebrarlo con mis amigas en ese momento, por que cayó entre semana con el pretextó perfecto para mi padre, para interponer primero los estudios a la celebración de mi cumpleaños.
Pasándome la mano un poco por intercesión de mi madre, por lo que al menos lo festejamos en plan familiar (joder, estaréis conmigo que no es lo mismo). Para mas inri, el muy cerdo apareció pasada la una en mi cuarto, dándome su regalo personal, entre los comentarios jocosos me prometió que el fin de semana era todo mió, que podría ir con mis amigas donde me apeteciera y podría llegar en la noche cuando quisiera, por lo que le deje muy a pesar mía que disfrutara. Bueno a lo largo de la semana hice planes para el sábado, pues como he comentado antes me prometió que podría hacer lo que me diera la gana, siempre que no diera la nota. Por fin llego el sábado, por la mañana había quedado con unas amigas para irnos de compra, en Amichi me compré una blusa blanca con encajes muy escotada, tanto que dejaba mi espalda casi desnuda por no deciros al completo, en H&M me compré una falda de a cuatros en roja o para ser exacta una mini falda, en Woman Secret algo de ropa interior ya sabéis (nada de tanga sino más bien braguitas tipo short y de encajes, y un sujetador con sujeción al cuello). En Calzedonia varias medias de ligas con encajes y calcetines o leotardos largos de esos que quedan justo por encima de las rodillas, y para finalizar en el Corte Inglés unos zapatos, bolso y algún que otro complemento.
Cuando llegué a casa estaba muerta, además necesitaba un baño sí era caliente, con un par de horas en aceite y sales aromáticas de baño mejor que mejor. De todas forma quedé con una amiga la cual me recogería sobre las 20.00 horas en mi casa, por lo que tendría tiempo para descansar, y para arreglarme. Por lo que después de comer y una buena siesta, tocó tiempo para poder arreglarme desde depilarme las piernas hasta casi depilarme mi pubis, me arreglé les uñas pues algo de manicura necesitaba para finalizar por pintármelas. Cuando me marché de casa por fin, mis padres en general me comentaron que tuviera cuidado, mi madre me dijo que iba demasiado provocativa pero que iba muy guapa, que me divirtiera. Mi padre como no en el, sus piropos no iban precisamente en esa dirección, pues incluso llego a comentarme que parecía una zorra (hijo de puta, siempre tan sutil). Hoy día aun recuerdo sus comentarios hacia mi, dejándome caer que para que buscar en la calle y pagar por el, cuando lo tiene en casa y gratis, acabando por comentarme que soy su putita. Continuo, nada mas aparecer Anabel, me despedí de mis padres en el transcurso del viaje no dejamos de adularnos mientras está conducía (joder, con la muy zorra aun iba mas provocativa que yo, comentaba que no quería perder tiempo en quitarse la ropa).
Os comento que una vez llegamos al restaurante, cenamos y fuimos la atención tanto de los camareros como de algunos clientes, e incluso os digo mas, nosotras mismas ensalzamos algunas situaciones bastantes comprometidas, como por ejemplo en la misma puerta de los servicios, una amiga y yo comenzamos a darnos una serie de piquitos con lengua y paramos por no echar más leña al fuego, pues la cosa se caldeaba. Nada más acabar de cenar nos dirigimos a la discoteca ADUANA actualmente llamado ADN, donde nos lo íbamos pasando de puta madre, enrollándonos con quien nos viniera en gana. Me lié con un chico el cual su afán eran mis pechos y sobre todo mi culo, y que nada mas entrar en un reservado para llamarlo de alguna manera, este manojo de nervio intento sacársela del pantalón, viniéndose todo y manchándome toda. Por lo que me eche a la pista de baile, entre cubatas me acerque a los aseos pues me picaban bastantes los ojos del humo del local, a modo de enjuagarme la cara, dándome cuenta de la hora que era, pues eran cerca de las 4.30 de la mañana, y aunque mi padre no me puso hora, tampoco quise jugar con mi suerte.
Recuerdo que comencé a buscar a mi amiga Anabel, la cual precisamente no estaba como para llevarme, no por que estuviera borracha sino por que estaba digamos con "la palanca de cambio", por lo que tuve que buscar a otra amiga a ver si me pudiera acercar pero todas estaban en ese momento liadas, ya sea arriba o debajo de estos. Recuerdo que me aconsejaron el coger un taxi para volver, pues ante ninguna solución tuve que aceptar. Despidiéndome de las chicas salí por la puerta de la discoteca a la calle, donde observé a varios taxi optando por coger uno de ellos. Antes de poner este el coche en marcha me senté justo detrás del conductor, lo que rápidamente me comentó cambiar que me moviera de posición, pues me comentaba que era mas por mi seguridad que por la suya, pues no se fiaba ni de su madre por lo cual me moví hasta colocarme sentarme en medio del asiento, de está manera estaba más cerca ante una posible conversación, y me tenia bien vigilada sobre todo observándome por el espejo interior mi entrepierna. Inclinándome hacia delate le comente al taxista mi dirección, o sea la calle donde vivía en La Motilla (Joder, no os voy a mentar también la calle, no soy tan tonta aunque a veces lo parezca, además es la dirección familiar).
Recuerdo que nada mas poner el coche en marcha, puso también el contador conduciéndome hasta mi casa, estuve muy atenta por donde me llevaba a ver si este iba a ser un listillo, y me estuviera llevando por el camino mas largo de esta manera me sacaría mas dinero. Normalmente mi padre, esta ruta lo hace en 20 minutos aproximadamente (joder, no hay mas de 12 kilómetros). Me fije como continúo hacia el norte por la Avenida de la Raza hacia Calle del Corpus Christi, llegando a una rotonda, toma la primera salida en dirección a la Avenida de Molini le comente un camino opcional el cual me podría llevar mas rápido al cual me respondió de manera (joder, en plan ofendido por que mas mire por mi bolsillo, seguramente por que toque el suyo). Continúo girando a derecha en el Paseo de la Palmera, siguiendo por Avenida de Jerez hasta llegar a una nueva rotonda girando a la derecha en Avenida de Jerez/N-IV, continúa hacia N-IV pasando 2 rotondas más, en la última rotonda toma la segunda salida en dirección Avenida de la Motilla. Os digo la verdad, el muy cabron me llevo por el camino mas largo, aunque le comente en varias ocasiones que se había equivocado, me increpo que si yo sabia hacer mejor su trabajo, el cual llevaba 20 años ejerciéndolo, que vergüenza me hizo sentir.
Cuando me moví hacia un lado, no me di cuenta que parte de mi ya corta falda se me hacia subido, dejado ver parcialmente por no decir totalmente mis braguitas tipo short, es cual el muy cerdo no me quitaba ojo, creyendo por mi parte que en verdad miraba otra cosa, este no dejaba de comentarme lo guarra y putas que somos las chicas de hoy en día de mi edad, que nos abrimos de piernas ante cualquier tío solo por dinero. Aunque le comentaba que todas las chicas no somos a sin, el no dejaba hasta argumentando con escenas que salían en la misma televisión, sus comentarios. Comentándome que las chicas de su tiempo eran más recatadas, que nunca irían solas por las calles, por que según a su parecer eso solo lo hacen las putas, sus palabras e insinuaciones fueron pareciéndome de lo mas ofensivas. Comencé a sentirme incomoda ante tal sujeto, por que no dejaba de insultarme de forma indirecta en mi propia cara, hasta me comentó que sí podría moverme hasta situarme detrás del asiento del acompañante, una vez me haya subido la falda y haya cerrado mis piernas pues llevó al menos 20 minutos enseñándole mi entrepierna, provocando una situación difícil de sofocar (joder, que vergüenza me hizo sentir).
Joder me sentía de lo mas avergonzada por sus comentarios, no dejaba de decirme que ha estado deleitándole con tal panorama mientras con una de sus manos se frotaba por encima de su pantalón, que más le parece una insinuación por mi parte que otra cosa, acabando por reírse ante mi cara enrojecida que puse a sus palabras, comentándome que estaba bromeando. El sonido prominente de mi falta de batería, me hizo mirar en el interior de mi mini bolso, para no sólo mirar el móvil sino de pasó para coger el monedero e ir preparando el dinero, pues pensaba que cuanto ante bajara mejor que mejor. Observando lo poco su me quedaba, intranquila eché una ojeada al contador, viendo que no tenía mi siquiera para pagar la mitad del trayecto echo. La voz grave del taxista me sacó del trance que estaba, comentándome que era lo que me ocurría, la verdad no supe que decir y menos comentarle lo que me ocurría (coño, como para decirle que me había quedado sin dinero, sabiendo su reacción aun más por la manera que me hablo y trato previamente). Este hombre de aspecto corpulento, no de físico cachas sino todo lo contrario de grande y gordo (quizás por la cantidad de horas que se lleva sentado al volante), con papada en su garganta, casi calvo con cabellos blanquecino y despeinado, con gafas y con grandes manos con anchos dedos, le echo una edad de entre 50/55 años.
Bueno no se como lo adivino, quizás por la incesantes miradas que me echaba por el espejo interior, girando bruscamente y frenando en seco me pregunto dinero tenía (dios, trágame). Cuando le comenté lo que me quedaba, me dijo de todo menos bonita, y lo peor que me tuve que callar sin decir palabra alguna, pues en parte por que tenía razón y en parte por no ensalzar aún más la situación. Cuando parecía que se iba calmando después de haberle comentado que una vez me haya llevado a casa, no solo le pagaría sino hasta buena con propina. Este girándose en su propio asiento hacia atrás, de forma violenta y con mirada intimidatoria me comentó que no, pues estaba pensando en tres opciones que de alguna manera tenga algún benefició. Me comento la primera sería dar de nuevo la vuelta hasta conducirme donde me había recogido y dejarme allí tras unos minutos de silencio me comento, que perdía el doble de dinero tanto en las carreras como en la gasolina. Que quien salía ganando era yo, y por la expresión de su cara y los movimientos de su cabeza, como que renuncio a esta opción.
Continuo comentándome su segunda opción, comentándome que me llevaría a alguna comisaría cercana, que tras la oportuna denuncia, me haría llamar a mis padres a modo que supiera la hija que tenían, que les contaría como llegué a insinuarme por no pagarle entre otras cosas aunque fuera mentira, para ver solo sus rostros, pero de nuevo tras unos minutos de silencio, me comento que aunque le satisfacía ver la cara de mis padres, perdía también dinero por lo con un leve movimiento de cabeza volvió a declinar la opción. Recuerdo que con rostro picaresco me comentaba la tercera opción, opinaba que era algo mas personal, iba en torno a un favor el cual no sólo me perdonaría el costo total del viaje, e incluso me dejaría en la puerta de mi casa. Al principio no supe que contestarle, pues ignoraba de que favor se trataba, cuando le comenté por el "favor" me respondió, que llevaba al menos dos meses sin haber tenido relación alguna, ni con su mujer y mucho menos con alguna chica de pago. Me comento que desde que se fijo en mi carita, se le había puesto tan dura que hasta le dolía (joder, que grosero), que pensara rapidito en mi decisión pues el contador corría, incesantemente me preguntaba por mi decisión (Joder, estáis conmigo que es una decisión difícil de tomar, y aún más tomarla a la ligera sobre todo por este viejo repugnante).
Con tono suave quise reprochar su decisión a la opción que debía de tomar, inclinándome a modo de coger mi bolso del suelo y ofrecerle la tarjeta de mi padre, con cierta sorpresa me fije que estaba fuera del coche abriendo precisamente la puerta trasera (joder, era increíble la agilidad de ese hombre con la con esa corpulencia). Me comentó que sólo me pedía una "limpieza de sable" (coño, no dejaba de repetir esa palabra, me tenía ya hasta los mismos ovarios), parecía de lo mas sencillo. Me comentaba, que no pretendía nada más de mí, que una vez haya acabado con mi cometido, esto solo habrá quedado como una anécdota que nadie más que nosotros sabremos. Mientras me lo comentaba no dejaba de tocársela, marcándose cada vez mas su bulto, el cual me tenía nerviosita. De nuevo insistió en su proposición, a lo que bajando la cabeza tuve que aceptar con cierta resignación. Recuerdo como nada más escuchar mis palabras, rápidamente se introdujo en el coche ante su volante, sin llegar a colocarse el cinturón de seguridad giro la llave, poniendo el coche en marcha, y de nuevo en la autopista para en no más de veinte metros, volvió a salir en la salida de servicio en dirección en dirección al Polígono Industrial la Palmera, metiéndose por una de sus calle la cual me fije que ponía calle de la palmerita, para de nuevo volver a girar a su izquierda cuyo cartel indicaba que era calle del palmito.
Os juro por Dios, que no pude reprimir mis lágrimas pues sabía que iba a hacer (joder, e intruso estaba hasta mellado el viejo, como esperaría este que se la hiciera como dios manda con semejante facha, ostias que más que excitarme se me quitan las ganas). Una vez detuvo el coche se bajo, para abrir la puerta trasera e introducirse en su interior, comentándome que valla poniéndome cómoda pues incluso podría estar en la misma posición un buen rato. Comenzando este a estirarse sobre el asiento estirándose hacia atrás, se abrió el cinturón, desaboto el botón del pantalón y se bajo la bragueta, para continuar por elevar levemente su trasero y bajarse los pantalones y calzoncillos hasta los tobillos. Joder, salio tal olor tan nauseabundo del interior de sus ropas, que hasta sentí ganas de vomitar (coño, no se que olor era eso que olía, quizás a orín de casi varios días), al tiempo que yo me tapaba la nariz el se sacaba de su interior su miembro semi erecto. Tras girarse en su rostro se reflejaba su sonrisa, me comentaba que cuando yo quisiera, podría comenzar pero me recomendaría que me pusiera lo mas cómoda posible, pues como me comento antes podría tardar un rato, en referencia hacia la chaqueta que llevaba pues me iba a molestar (joder, la verdad es que tenia razón), por lo que sin decir palabra alguna me quité la chaqueta, como pude más por el poco espacio que había.
Nada más verme el taxista dejó caer tal exclamación, que la verdad no supe como tomármela si como ofensa o como halago, comentándome como se me ocurría salir desnuda a la calle. Aunque después se retracto comentándome, que los mayores culpables son mis padres por permitirlo, por la educación que me dan, pues deberían de ser un ejemplo. Pero por otro lado los elogio por lo hermosa y bien echo que estaba. La verdad es que viendo ahora la blusa creo que no ha sido una buena idea, bajando la mirada observaba la blusa blanca decorada con encajes, con un escote de lo más sugerente, tanto que dejaba totalmente mi espalda desnuda al completo. Echando su brazo por detrás de mi espalda, comentó que menos palabrería que comenzará que iba a coger frío su miembro. Como explicaros lo que me corto al principio, cuando me iba inclinando sobre su entre pierna, a medida que me iba acercando a su miembro el olor tan nauseabundo que desprendía (joder, imaginaros las arcadas que sentí, y lo que tuve que aguantar por no vomitar).
Recuerdo que comenté algo referente a su falta de aseo, e incluso que me dejara algunas toallitas húmedas a modo de poder limpiarle, me comentó que era demasiado refinada, que se notaba que era una niña de buena familia, pero le gustaba pues le ponía aún más, pero que quizás era debido a la cantidad de horas sentado al volante hace incluso a veces que no tenga ni tiempo para poder orinar tranquilo. La verdad tras mostrarse comprensivo me dio un par de toallitas, las cuales las utilice para limpiar no sólo su miembro sino sus genitales, allí donde podía. Cuando me comento que si ya podría comenzar, fui dejándome caer poco a poco sobre sus piernas, de modo que la punta de su miembro chocara contra mis labios, a modo de llamar para poder entrar. Mientras fui acomodándome, colocando mi brazo izquierdo apoyándome como pude sobre el asiento, mientras con el brazo derecho extendido me apoyaba con la mano al suelo del coche (joder, que asco). Continuo poco a poco fui tragando, a medida que me iba inclinaba sobre su entre pierna, iba desapareciendo parte de su tronco. Hasta notar el peso de una de sus manos sobre mi nuca, presionando a modo de hacer fuerza, la otra el la poso sobre mis nalgas.
Rápidamente me incorpore, comentándole sus palabras referente a que sólo pretendía "una limpieza de sable", respondiéndome que aún no había comenzado por lo que había pensado que quizás necesitaba yo, una alguna manera de estimularme. Que de todas formas no hay nada de malo, en acariciarme las nalgas, quien sabe si al final me gusta que además, dios me había dado el don de un cuerpo bonito, a lo que de nuevo y ante sus palabras tuve que tragar y ceder. Por lo que de nuevo comencé a intentar introducirme su miembro, no se por que causa me costaba más que antes, quizás la causa podría ser su grosor, que podría haberse excitado aún más endureciéndose, comencé de nuevo a notar la presión de su mano sobre mis cabellos, a modo como el mismo me explicaba me la debía de tragar en su totalidad, para poderlo satisfacer completamente. Por la falta de aire comencé a sentir arcadas, comentándome el taxista que ni se me ocurra vomitar sobre la tapicería del coche, pues me lo haría tragar en su totalidad. Joder que situación, comencé a abrir la boca como pude aún más, sintiendo dolor en las comisuras de mis labios. Notando como iba entrando, mientras me forzaba mientras comentaba que aguantara que faltara poco, sintiendo también la sequedad de mis labios al no podérmelos humedecer.
Sin poderlo evitar roce con los dientes la piel de su miembro, emitiendo está tal grito de dolor, que de forma casi salvaje golpeó con unas series de golpes mis nalgas. Entre balbuceos me iba disculpando, pidiéndole perdón, asegurándole que no volvería a pasar. Mientras notaba mi nalgas doloridas, e incluso por raro que parezca sentía mis braguitas húmedas, y os puedo asegurar que no me orine encima, ni tan siquiera cuando sentí temer por mi situación. Me comentó que tuviera cuidado, que me aconsejaba más atención admitiendo que quizás se había pasado a la hora reprenderme. Os debo de admitir que me costo bastante tragármela, pues al principio casi no me entraba en la boca, daba la sensación que cuanto más se excitaba más se ensanchaba, incluso os digo que llegó un momento que casi apenas pude respirar faltándome aire, quizás fuera por la incomodidad de la posición en la cual yo me encontraba o la suya, pero a veces por la manera en la cual respiraba, su pelvis se presionaba contra mi rostro tanto que me costaba hasta respirar, llegando a pensar por unos momentos que me iba a ahogar.
Pero no todo fueron momentos duros, pues había ciertos momentos casi de paradoja, en la cual sentía unas cosquillas en mi barbilla, producidas por sus vellos púdicos, haciéndome hasta reír. Os comentó, como al principio no me cabía en la boca, a modo de que me fuera entrando a modo hasta que me fuera adaptando, o mejor dicho que las comisuras de mis labios se fueran adaptando a su grosor, no sólo presionaba mi cabeza el muy cabron sino a veces agarrando de mis cabellos tiraba tan fuerte que hasta creí que me los arrancaría. Poco a poco comencé a cogerle el ritmo, o sea el tranquillo sacando su miembro de mi boca para que minutos después volviera a entrar.
A medida que me fui sintiendo más cómoda, comencé a ayudarme con una de mis manos, a modo de seguir sus precisas indicaciones, pues me indicó como podría facilitar mi labor para darle mayor satisfacción. Comencé a primero a manosear sus genitales pues eran como pelotas de pim pon en mi mano, continúe posando mi mano sobre la base de su tronco, sujetándosela suavemente mientras echaba una y otra vez su prepusicio de arriba hacia abajo, para continuar por recorrer a lo largo del tronco de su miembro con la punta de mi lengua, no sólo humedeciéndola sino tallándola con la punta de la lengua.
E incluso lamía sus marcadas venas, recorriéndolas desde la cabeza hasta la base de su miembro, lamiendo y chupando sus genitales. Mientras le escuchaba mascullar, comentándome que había notado lo rápido lo bien que se me daba la esgrima, entre otros sonados comentarios y jocosas carcajadas. El muy perdón, quizás llevado por la satisfacción, presionaba mi nuca con su mano tan fuerte que no podía coger aire a través de mi nariz, sintiendo al mismo tiempo golpear su miembro mis amígdalas, produciéndome arcadas e incluso tal cantidad de saliva que apenas pude tragar. Recuerdo que cerré mi boca, a modo que mis propios dientes marcaran sobre su miembro y este se diera cuenta de la situación (joder, si se dio cuenta), tras darse cuenta, y recuperar el aliento, volví a reanudar la "limpieza". Aunque al principio me obligaba a chupársela, pero fui notando como la presión de sus manos fueron desapareciendo. Escuchaba al Taxista como gemid, más parecía un animal que un ser humano. Había comenzado hace mas de diez minutos a manosear mis nalgas, aunque recriminaba su manoseo, tanto verbalmente tras sacarme su miembro de la boca al cual no le gustaba nada, como echando una de mis manos hacia atrás (la derecha la cual la tenia mas libre), a modo de apartarla.
El taxista argumentaba que no era nada malo, además ha sido un momento llevado por la satisfacción, y que debía de hasta agradecida por que sólo había sido por encima de la falda en vez de por debajo, pues debía de tener mis inocentes nalgas más que duritas, sus comentarios al principio fueron a modo de quitarle importancia pero después fueron inapropiados. Pero lo que más me molestaba del muy cerdo, era que cuanto más se lo decía más insistía. Continuando con sus magreos por mis nalgas, ascendiendo sus manos por mí desnuda espalda al tiempo que me acariciaba estimulaba mis sentidos, hasta sentirlos llegar al inicio de mi cuello, sus caricias no solo me estremecían sino que lograra que se me pusiera mis vellos de punta, sintiendo una serie de escalofríos y de repelucos. No os puedo negar que no me gustara, pues visiblemente era evidente, tampoco podía permitir su magreó mas por que no pareciera una calentona, por lo que nuevamente eché mi brazo hacia atrás, intentando apartar su mano. Consiguiendo todo lo contrario, que me sujetará por mi muñeca con su mano izquierda, presionándomela nuevamente sobre mi cabeza, mientras sentía su fuerza al atragantarme con su miembro.
No os lo vais a creer, no se por que y aun menos como, pero me sentía nuevamente excitada, siendo dominada por este viejo taxista, y encima contra mi voluntad (joder, pues aunque pareciera todo lo contrario, debéis de saber que estaba coaccionada). Comencé nuevamente a sentir, como el muy hijo de puta pasaba las yemas de sus dedos, descendiéndola desde mi desnuda espalda, al tiempo que se me erizaba el vello hasta mi cintura. Recuerdo su risa jocosa cada vez que lo hacia, continuando con su mano derecha descendiéndola hacia mis nalgas y continuando hasta mis muslos, repitiendo esta acción una y otra vez. Aunque en cierto modo me sentía incómoda, mas por la posición que por los manoseos, le comenté que deseaba moverme pues me dolía el costado, el taxista me comentó que tuviera cuidado, no vaya a hacerme al final daño. Dejándome moverme, lo primero que hice fue ponerme derecha mientras me estiraba, echarme sobre el asiento. Quedando con el cuerpo tendido sobre el asiento, menos desde mis hombros que lo tenia sobre su entre pierna, y mis piernas las cuales las tuve que tener flexionada, con la mala fortuna que se me bajo la faldita, enseñándole mis braguitas tipo short que me compré en Woman Secret.
Cuando me di cuenta de la situación, no supe reaccionar, e incluso hubo unos segundos de silencio, llegue a pensar que erré en mi decisión al buscar mi comodidad. Pues creo que de forma inocente, le di pie a sus más oscuros deseos al quedar expuesta como un cochinillo en el matadero. Recuerdo como me comentó, que tal hecho era una clara insinuación, para comenzar a manosear mis nalgas. Sintiendo su mano masajeando mis nalgas, de arriba hacia abajo haciendo que se me subiera la falda hasta por encima de mis nalgas, recuerdo sus comentarios sobre el tipo de medias que llevaba, comentándome casi entre insultos lo que parecía. Sentía su mano magrear de forma incesante mis nalgas, sin importarle que llevara aún braguitas para continuar por descender por mis muslos al tiempo que los manoseaba, pues e incluso al sentir el tacto de esta en piel se me erizaba aun mas el solo notar los encajes rozar mis labios vaginales, me producía tal sensación que tuve un orgasmo. Cuando el muy cabron, introdujo su mano entre mis muslos noto cierta humedad en mis braguitas, jactándose nuevamente de mi, comentándome la caliente que soy e intruso lo zorrona, mucho de niñita inocente y después resulta que soy de lo más puta, que me corro con cualquier caricia.
Recuerdo cuando quise protestar, presionó fuertemente mi nuca a modo que ni llegara a separar mis labios de su carne. No pude luchar por que os recuerdo que aún me mantenía agarrada por mi muñeca sobre mi cabeza con su mano izquierda, y bastante tenía la derecha, pues me apoyaba mientras sujetaba su miembro a modo de no tragármela no en su totalidad. Comencé a sentirme asqueada al sentir como su mano, se introducía entre mis muslos, como me acariciaba a sus anchas desde mis nalgas hasta mis rodillas e intruso se paseaba entre mis orificios. Comencé a sentirme engañada, pues previamente solo deseaba una "limpieza de sable", y ahora el muy cabron tenía en mente "enfundarla", que aunque mi enfado aumentaba por otro lado mi excitación también. Quise protestar, de la única manera que podía murmurando, pues con semejante miembro en mi boca imposible emitir sonido legible alguno, notaba como posaba su mano sobre mis nalgas. Sus manoseos suaves fueron convirtiéndose en magreos, pellizcando mis glúteos con fuerza hasta hacerme con toda seguridad moratones. Notaba con cierta repugnancia como introducía con violencia su mano entre mis glúteos, presionando sus dedos e introduciendo mis braguitas por la unión de mis nalgas.
Continuando sin dejar de sentir sus dedos, ya no solo eran roces leves sobre mi pubis, sino de forma mas incesante presionar sobre mi orificio a modo de saca corcho, introduciéndome solo la yema de mi dedo para sacármelo de nuevo (coño, menos mal que en mi boca la tenia llena, pues me faltó poco por dejar soltar un quejido de gozo. Joder, sin poderlo evitar estaba gimiendo de placer). Pues he de reconocer que eso me gusto, aún más tuvo que notarlo el también pues continuo haciéndolo un par de veces más. Joder, imaginaros como introducía su ancha y áspera mano entre la unión de mis glúteos, tanto introdujo mis braguitas entro mis nalgas que hasta la sentí como en un momento me lo introducía en uno de mis orificios. Comenzando a manosear de forma ascendente su mano, haciéndome sentir tal placer que hasta me detuve mientras le proporcionaba tal placer, que fui sintiendo nuevamente el preludio de un nuevo orgasmo. Creo que poco le tuvo que importar, cuando el continuo dándome placer aún sabiendo que yo, ya ni se lo daba. En cuestión de minutos fue retirando su opresión sobre mi nuca, quedando hasta libre mi mano. Recuerdo como comenzó el a acariciar mis cabellos, notando como mi respiración acelerada, justificaba sus caricias.
Cuando llego el momento en el cual se iba a venir me aviso, comentándome casi a modo de ruego que desearía venirse dentro de mi boca pues le excitaba mucho, con gestos de mi cabeza me negué pues no quise tragarme su semen, por lo que tras notar como se le hinchaba su miembro, tan rápido como pude eche mi rostro hacia atrás, sacándome al tiempo su miembro del interior de mi boca, sin darme tiempo a retirarme del todo, pues sin poderlo evitar recibí de forma directa sobre mi rostro, su primera y abundante descarga de semen sintiéndola toda caliente y viscosa, la cual lleno en su totalidad mi cara, diluyendo hacia abajo e inevitablemente hasta mi boca, por lo que al final tuve que apartarla con la lengua llevarla hacia el interior de mi boca para al final probarla, el segundo chorro no tan abundante como el primero se estrello contra mis pechos diluyéndose por mi cuerpo, el resto de sus chorros ya ni siquiera importaba, pues al incorporarme llegue a sentirlos llegar hasta mi vientre. Al final cumplió con su palabra, me comento que no me penetraría que solo se trataba de una limpieza de sable y así fue, pero os aseguro que me dejo mas que satisfecha, no se como explicaros pero su manera de tocarme, la excitación que me hizo sentir quizás mas seria por el miedo a lo que me pudiera pasar mezclado por la satisfacción del momento no se la verdad.
Bueno sigo, cumplió su palabra hasta en dejarme en la puerta de mi casa, eso si mientras conducía no pude evitar dejar de manosear su miembro, era como si estuviera prendida aun del momento o ese trauma que tanto escucho de las secuestrada. Lo cierto es que nada mas arrancar y no mas de cinco minutos, me incline de nuevo sobre sus piernas, de modo que no obstruyera ni molestara el cambio de marcha y tras sacar su miembro de su pantalón, comencé a juguetear con el metiéndomelo en la boca y sacándola (joder, obviamente no estaba erecta del todo, pero aun así permanecía lo bastante dura para chupársela un rato mas). Tras un rato recorriéndola con la punta de la lengua, metiéndomela en la boca incesantemente, duchándola con mi saliva para al final absorber mi saliva y dejársela seca, en eso estaba cuando casi con voz de pito me comentaba, que ya habíamos llegado (joder, que morbazo delante de mi casa). Ostias, no se que me ocurrió pero si me comporte como el quería, pues en vez de sacármela de la boca y marcharme hacia casa, continué hasta que se vino mientras el taxista se había girado de nuevo hacia mi, a modo de sentir de nuevo sus dedos perforándome mis orificios si ambos, y comentándome lo que pagaría por penetrarme sobre todo mi culito, pues lo tenia muy durito y estrecho (coño, no se como me contuve en ese momento, hoy día lo hubiera pasado al asiento trasero y no hubiera dejado pasar la oportunidad).
Después de un rato, tras posar una de sus manos sobre mi nuca me comento que no aguantaba mas y que volvía a venirse, como ni hice gesto alguno, este entendió que dejaba que se corriera dentro de mi boca, y tras pegar un grito de satisfacción (joder, que me asusto pues ni me lo esperaba), al tiempo que se venia presiono fuertemente su mano a modo que me tragara en su totalidad sus líquidos, y posiblemente por si cambio de opinión. Bueno os debo admitir que esta ultima lecha, me agrado bastante tanto que tras incorporarme aun continuaba, con resto en mis labios y goteaba incluso por mi barbilla. Tras bajar del taxis, me despedí del taxista tras recibir una nalgada por su parte, me comento a ver si teníamos suerte en otra ocasión, y os digo que a hoy día no he tenido la suerte de volvérmelo a encontrar, no se la causa pero si el lee este pagina de relatos sabrá quien soy (y sino búscame por susanabix), por si quieres escribirme y poder quedar, quien sabe si podemos hacer algo más. Bueno me despido hasta una nueva confesión, besos donde queráis y me dejéis, pero siempre húmedos.
Bueno mi confesión ha llegado a su fin, intentare no tardar demasiado en mandaros mi próxima confesión, aunque el posible fallo en mi PC, el cual ha dejado casi k.o. mi disco duro, pues lo ha dejado el disco casi borrado, por lo que de nuevo debo de redactarlo, o sea copiarlo desde mi diario. Bueno ante todo, debo deciros referente a los comentarios de mi forma de explicaros mis historias. que si mi escritura, no esta bien redactada, que apenas es legible, que tiene dificultad a la hora de leer o incluso que da mal sentido, a la hora de explicar los placeres obtenidos o sentidos. Lo siento enormemente, pero intentare redactaros lo mejor que pueda mis experiencias, me cuesta a veces escribir todos mis sensaciones, pues el plasmarlas creo que es lo mas difícil. Espero que os haya gustado, si queréis que siga contaros me lo comentáis pues me gusta mucho recibir vuestros email. A aquellos que queráis contactar conmigo hacedlo a mí dirección de email: susanabix@hotmail.com. O si queréis pasaros por mi blogs, aunque se que no esta actualizado, si os muestro con varias fotos: susanabix-misconfidencias.blogspot.com