Manoseada por un extraño en el camión (1)
Les contaré como fue mi experiencia en un camión donde un extraño empezó a tocarme.
Hola, es la primera vez que escribo espero que les guste mi relato. Todo es real, nada de ficción.
Empezaré presentándome con ustedes. Mi nombre es Jannette, tengo 21 años, alta, morena, un poco llenita, nalgona y sobre todo de senos grandes.
No tengo mucha experiencia en cuanto al sexo, de hecho solo he tenido tres parejas sexuales y una de ellas es sobre la que hablaré en esta ocasión.
Todo empezó hace unos meses, me habían aceptado en una zapatería donde metí mi solicitud de empleo, ese lugar quedaba lejos de mi casa así que debía tomar el camión que hacia unos 50 min para llegar hasta allá.
Debido a la falta de transporte debía tomar el camión muy temprano, aun estaba medio oscuro. Total que ese día me levante temprano, me arreglé y me vestí con un pantalón negro medio ajustado y una blusa blanca, y debido al frío llevaba un suéter.
Salí de mi casa para esperar el camión.
Al subir vi que apenas había unas cuantas personas en él así que me fui hasta atrás y me acomodé en uno de los asientos que está pegado a la ventanilla. Más adelante subió un tipo. No le presté atención, ni siquiera cuando se sentó a mi lado.
Como era temprano, y yo no estaba acostumbrada, decidí dormir un poco.
En realidad no iba completamente dormida, digamos que únicamente dormitaba. A los pocos minutos sentí algo en mi pierna, no hice mucho caso y solo me moví un poco. Después pasó lo mismo, pero todo me pareció más raro cuando sentí "algo" ya en mi entrepierna, fue cuando miré al tipo que iba a mi lado. Supongo que se percató de que prácticamente lo había sorprendido porque se levantó de inmediato y tocó el timbre para bajar del camión.
Al principio todo fue un shock para mí, me sentía rara... Pero con el paso de los días no podía dejar de pensar en lo que habria ocurrido si yo le hubiese permitido seguir... Fantaseaba una y otra vez con eso. Incluso, en el camión, deseaba que se subiera y que intentara tocarme de nuevo... Y así fue.
Había pasado cerca de un mes cuando de nuevo coincidimos. Se sentó de nuevo a mi lado y me hice la dormida.
Yo estaba deseosa, ansiosa y mojada. Así que no pude evitar estremecerme cuando sentí su mano en mi pierna luego lentamente se acercó a mi entrepierna intenté tomar su mano para que se diera cuenta de que yo lo dejaría, pero se asustó y retiró su mano. Lo intentó de nuevo pero ahora en mis tetas. Estiré mi mano de nuevo y se apartó, otra vez. JODER.
Pero supongo que sí se dio cuenta porque esperó y apoyó su mano en mi pierna. La tomé y la dirigí hasta mi entrepierna. Supo que era una abierta invitación. Acaricio suavemente esa zona y yo estaba muy muy excitada. Yo alargué mi mano para tocar su pene por encima de la tela de su pantalón, pero él se puso de pie y me invitó a bajarnos. Lo dudé, tenía miedo, pensaba en que podría ser un violador o un secuestrador, pero la calentura fue más y me bajé con él.
No dijimos nada. Caminamos hacia unas casas, en puso su brazo alrededor de mi cuello y me acarició una teta. Yo ya ansiaba porque me tocara más. Nós detuvimos detrás de unas casas. Empezó a besarme y a masajearme las tetas suavemente. En un momento dado me bajó el pantalón y mis bragas. Observó un momento mi vagina depilada y la acarició lentamente o más bien, solo mi monte de venus, sus dedos bajaron un poco más a mi clítoris y sintió mi humedad. Me acarició más rápido y de pronto metió sus dedos provocando que yo gimiera. Sacó y metió sus dedos de mi vagina una y otra vez, a su antojo, yo estaba cada vez más mojada y a punto de correrme. Me levante el suéter y la blusa exponiendo mis senos aun cubiertos por el brasier, lo baje exponiendo mis enormes tetas. Las chupó, lamió y mordió mientras me masturbaba. Yo gemía cada vez más fuerte. Así estuvimos hasta que me corrí.
Luego, fue mi turno de darle placer.
Abrió el zipper de su pantalón y sacó su pene, era de tamaño promedio. Lo acaricié, estaba durísimo, movía mi mano de arriba a abajo mientras lo besaba y él continuaba acariciando mis senos.
—Chupalo —me dijo.
No me negué. Me agaché y lo metí a mi boca, lo chupé despacio saboreandolo.
—Que rico —gimió.
Lo hice más rápido, pasaba mi lengua por todo su pene y volvía a chuparlo, lo pasaba por mis senos y seguí así hasta que me avisó que se vendría. Lo saqué de mi boca y lo masturbé hasta que sentí su semen escurriendo en mi mano.
Me abrazo y me besó lentamente.
—Lo haces muy rico —dijo.
Me sonrojé.
—Gracias —fue todo lo que pude responder.
Nos acomodamos la ropa y fuimos de regreso a la parada del camión. Esperó ahí hasta que llegó mi camión. Nos despedimos y me fui. Ha sido una de mis más emocionantes y deliciosas experiencias sexuales.
No nos dijimos nuestros nombres pero sí se repitió esto muchas veces más y eso se los contaré después.
Espero y sea de su agrado.
Gracias y mil besos.