Manoseada, con un familiar adulto

Para mi fue una época de cambios, tanto en mi cuerpo como en mi forma de pensar, deseos por descubrir y por explorar. Muchas veces, he estado pensando en mis relaciones, o más bien he estado reflexionando sobre ellas.

Manoseada, con un familiar adulto

Hola lectores, ante todo me voy a presentar me llamo Susana. Os estoy muy agradecida a todos aquellos que me leéis, y más a los que me habéis escrito.

Soy una ardiente chica del sur de Andalucía, de 21 años, soy bisexual, morena (pues se diría, que soy de bote, pues en verdad soy pelirroja). Me definiría como extrovertida, una sin vergüenza integral, simpática, muy buena gente, bastante loca... Vamos una chica con la que se puede pasar un buen rato. Me gusta conocer gente, descubrir cosas nuevas, divertirme, lo típico (tengo una manera especial de ver la vida creo, que os habéis dado cuenta). Soy conciente que mi forma de vestir, me hace ser más destacable para ser manoseada, aunque no soy ni fetichista, ni exhibicionista, simplemente me gusta vestir de forma que realce mi cuerpo.

Como he comentado, en mas de una vez, no es por pecar de pesada, pero prefiero a los chicos que sean de fuera de Sevilla capital, me da igual, que estos solo estén aquí por estudios, a ver si entendéis es por evitar malos rollos. Por lo que, os agradecería que en la calle no me digáis nada, por fa. Me gusta mucho mi intimidad, creo que tanto como a vosotros la vuestra. Si queréis dirigiros a mí, que sea por email o por el Messenger (sino, atento a las consecuencias). Como sabéis soy una chica muy morbosa, me atraen los sitios públicos, me gusta dejarme hacer, tanto a los chico como a las chica. Aunque procuró que mis experiencias sean solo buscadas por mí.

No comprendo, por que cuando tenemos pareja, esta no te da, la misma libertad que cuando salía en un principio, como amigos. Actualmente estoy saliendo con un chico, el cual me da la libertad que tanto pido, pues tanto el como yo somos bisexuales, y eso me hace estar mas tranquila a la hora de poder disfrutar de mi sexualidad, de mi cuerpo y del que no es mió (otra cosa, os tengo que advertir, que "NO", por decirme que soy un "tío", antes acabare "follando" con vosotros, una ya esta un poquito harta, de repetirlo). Os debo reconocer que soy infiel por naturaleza, pues mantengo una relación, no le importa mis aventuras, siempre que sea discreta.

Suelo frecuentar los fines de semana, club de intercambios de parejas, o incluso me suelo desplazar (sobre todo, con los contactos con parejas que mantengo). A veces, me excita que me vean como soy manoseada (por que estos observadores, no hacen nada disfrutan de cómo soy humillada), e incluso cuando me penetran en sitios que puede haber publico. Solo de recordarlo, me humedezco, buscando la necesidad de darme remedio, incluso en mas de una ocasión me he tenido de ir al aseo (para introducirme la funda de mi escalímetro, dejándome bastante satisfecha). He de explicaros que mis gustos son en general, por la morbosidad que me produce ser manoseada, sentir caricias y demás dejadez.

Cierta vez fui a un psicólogo, el cual me diagnostico que mi problema referente al sexo. Es la sensación, de buscar el placer por la morbosidad, el placer de sentir lo prohibido, mas que de los orgasmo producido por el sexo (es decir, para la mayoría de las personas, la practica del sexo es un placer, para mi, es una necesidad). El cual, cada vez que empiezo a recordarlo, comienzo a calentarme, comenzando a rozarme mis muslos, notando la humedad de mí pubis. Creo que la culpa, de ser como soy, en parte os por la educación dada por mis padres. Los cuales, siempre me han inculcado, que la mujer es ante todo fiel a su pareja, la educación, la casa y la familia es ante todo (aunque el matrimonio, no va conmigo y mucho menos los hijos).

Me inicie, con un chico demasiado joven, tendría unos 15 años. Fue mi primera vez, que hice el "amor" (fue el mayor error de mi vida, ya que es una palabra vacía y sin sentido). Exactamente, lo único que hice fue perder la virginidad, hoy día pretendo olvidarlo, fue un desastre en todos los sentidos, después dicen las ilusas de mis amigas que ha sido algo maravilloso (que panda de hipócritas), lo peor de todo, es que apenas recuerdo ni como comenzó. El sujeto bueno el "chico", fue a perder su virginidad (y de paso, hacérmela perder a mí), fue a proporcionarse su propio placer (sin importarle el mió, ni pregunto si me gusto, aunque hoy día las cosas apenas han cambiado).

Como ocurrió, en mis primeras experiencias, que mis inicios en este mundo de caricias a escondidas, en manoseos forzado y en placeres morbosos, exactamente no recuerdo, ni cuando y ni como comenzó a gustarme. Aunque creo, que fue por mi época estudiantil, por aquellos tiempos de colegio de primaria, a que chica no se le ha puesto, un tío detrás y se he refregado. Pero creo, que la mejor experiencia fue mi iniciación con una chica, gracias a mi dulce amiga, mi confidente Andrea (pero pensándolo bien, creo que fue ella, quien me ayudo de cierta forma a probar casi todo en sexo). Aunque creo, que lo que yo hago, es casi una cruzada, estoy en busca de mi chico ideal.

He hecho cosas que ruborizarían a más de uno, pero a lo pasado no debo avergonzarme, pues he gozado haciéndolas, aun más he disfrutado con ellas y aun lo hago. Soy todavía muy joven, para no dejar de probar cosas, creo que tengo un cuerpo hermoso y ardiente (como dicen algunos de pecado), y una mente abierta para seguir con mis experiencias (de zorra caliente, o mas bien una calientapolla).

Para mi fue una época de cambios, tanto en mi cuerpo como en mi forma de pensar, deseos por descubrir y por explorar. Muchas veces, he estado pensando en mis relaciones, o más bien he estado reflexionando sobre ellas. Comencemos pues después de tantas presentaciones, y tantos pensamientos inútiles, es una experiencia que tuve hace bastante tiempo. En el abuelo, veía siempre un hombre bueno, amable y bastante alegre, casi se podría decir que era el eje de la familia. En el no veía al hombre serio, autoritario, desagradable y hasta violento, que tenia como imagen a mi padre.

Desde pequeña, mi cuerpo se ha desarrollo más rápido que otras chicas, sería las circunstancias o los acontecimientos de aquel tiempo. Pero siempre he notado, que desde mi época de pubertad, los chicos ya se fijaban en mi, los mayores e incluso algún familiar mió. Hoy día, todavía tengo en mente, lo ocurrido con mi tío, aunque creo que el fue el culpable del tipo de chicos que me gustan. En esa época, la cual tuve mis roces con mi tío, fue también cuando tuve la pelea con mi chico de entonces, y mas tarde mi dulce experiencia con Andrea.

Lo que si recuerdo, fue los consejos que me daba mi abuelo, comentaba que debía ser conciente, de que mi cuerpo puede provocar a cualquier hombre. El siempre, ha sido una persona muy especial para mí. Desde mi niñez, se que los cuidados por parte de mi abuelo no eran muy normales, pero de cierta manera me gustaba, su manera de tratarme, de cuidarme, lo veía como un padre, a alguien que de cierta manera me protegía. Nunca lo he culpado, pues si hubiera de buscar culpables, pues lo verdaderos culpables serían mis padres, pues no estaban cuando debían de estar, y aun mas, cuando se escudaban de mí, y me echaban de su lado por sus peleas.

Hoy día recuerdo, como siendo muy chica, le gustaba que me sentara sobre sus rodillas, cogiendome de la cintura, tiraba de mi, hasta tenerme pegada, comenzaba a frotarme contra el, imitando según el, a una "locomotora", hasta notar una cierta humedad mojar mis nalgas, y sentir como su cuerpo se relajaba. Aunque, esto solo me lo hizo durante un tiempo. Sabía que mi abuela lo sospechaba, pero nunca hizo nada por evitarlo, y lo peor, que creo que ella, lo escudaba en mas de una ocasión. De alguna manera, sabía que eso no estaba bien, era una sensación que me gustaba, y que cada vez lo deseaba más.

Mi abuelo, siempre ha sido un cachondo mental, un viejo verde, pero como en la vida todo cambia. Hace 3 años que enviudo (por desgracia para el y para todos, mi abuela nos dejo), desde entonces mi abuelo se dejo ir, ha cambiado su forma de ser, da la sensación que ha pasado al menos 10 años delante de el. Lo peor de todo, es que yo deje de cuidarle, deje de ser su niña, cuando el más me necesitaba le di la espalda (la verdad, es que también tenía mis problemas).

Tengo entendido, que mi abuelo, eso de canita al aire nada de nada. Se, que le gusta mirarme, que sus ojo ha veces por mi forma de vestir son de deseo e incluso de lujuria (no es por el echo de que soy una pervertida, que lo soy, o como dicen algunos una calentona), pero desde que me cojia para jugar a la locomotora, mas de una vez se me ha pasado por la cabeza, el saber como tendría mi abuelo el "rotor de la locomotora".

Ha veces, cuando en este ultimo año, mi abuelo llegaba a casa, me veía salir y llegar, cuando llegaba la hora de comer, y ayudaba a mi madre, a poner o quitar la mesa, me colocaba al lado suya (aposta os juro que no), este en forma cariñosa, comenzaba a darme unas palmadas sobre mis nalgas e incluso me pasaba la mano, por mis muslos a modo de caricias, recorriéndolas de arriba hacia abajo, soltando algún cumplido, algo que yo siempre le dejaba, correspondiéndole con una sonrisa y mis padres nunca lo vieron con mala fe. E incluso en mas de una ocasión, cuando estaba apoyada en cualquier sitio, el venia desde atrás y me daba un abrazo muy tierno, y muy caliente

Pero lo que os voy a contar, me ocurrió, cuando mi abuelo enfermo o sería una excusa por no quedarse solo en casa. Mi madre, comenzó a ir a su casa por la mañana (muchas veces, venia mas sofocada o incluso alegre de cómo salio). Un cierto día, mi madre me mando que fuera a su casa, antes de ir a la facultad, pues me daba tiempo de darme unas medicinas, ya que ese día mi madre no podía. Como tengo las llaves de la casa, nada mas llegar, entre dirigiéndome directamente a su dormitorio, este extrañado por la hora de mi aparición, mas aun que fuera yo. Pero bastante agradeció, no solo por mi visita, sino por mi forma de vestir, comenzó a comentarme lo guapa que estaba ese día, con una gran sonrisa (aunque estaba, algo sonrojado, y no el por que).

Como ese día tenía clase, fui a su casa con falda a cuadros a medio muslo, una blusa negra con encajes, medias de ligas (ya por ese tiempo, ya las utilizaba), braguitas y sujetador. Bien peinada y pintada. Lo primero que hice, fue acercarme hacia el, me incline para darle un par de besos, fijándome que sus ojos estaban fijos en mis pechos, dada mi posición que al inclinarme veía con claridad mi pechos, oculto bajo mi blanco sujetador. Nada mas incorporarme, me fije que sobre la mesita de noche, estaban las dos pastillas que debía de tomarse mi abuelo. Me gire a recogerla, al mismo tiempo, que intente coger el vaso de agua, pero este me dio un manotazo antes que cogiera el vaso, cayendo estas al suelo. Entre excusas, por su comportamiento, me comento que todavía no se las quería tomar, que lo dejara, pues estaba bastante cansado.

Pero seguí en mi empeño, me gire para ver donde habían caído las píldoras, nada mas verlas, me agache un poco para recogerlas, observando por el espejo del armario, el reflejo de di mi abuelo, como este me miraba con todo detalle mi trasero (como todo hombre que es), se incorporo un poco para no perder detalle de la visión. Puesto que me incline, para recoger las pastillas del suelo, la falda se me levanto un poco, dejado a la vista mis medias (los encajes de esta), y parte de mis nalgas cubierta con mis braguitas. Me di cuenta, la cara de cara de asombro que puso, pero sin esperarlo de el, rápidamente dirigió su mano hacia mis nalgas, comenzando a acariciarlas por encima de mi falda (es algo, que siempre he deseado que hiciera).

Por mi parte, le deje, es el abuelo y de cierta manera estaba acostumbrada (además lo admito, me gusta, y no voy a ser yo, quien le diga que no). Además, ese día seria que mi abuelo me dio lastima, por lo que ni apenas lo mire, cuando note su mano acariciarme las nalgas. Cuando vio, que no ponía impedimento y aun menos obstáculos a las caricias que me daba sobre mis nalgas, siguió pero poco a poco descendiendo hacia mis muslos (fue una sensación muy extraña, y muy placentera). Ante mi silencio, mi abuelo que ya no me trataba como su nieta por el tacto de sus caricias, bajando sus manos hasta el final de mi falda, para de nuevo ascenderla, acariciando mis muslos por encima de mis medias, notaba el temblor de su mano, por el temor a que en un momento dado le pudiera mandar a la mierda de un grito, pero si supiera el, lo húmeda que me encontraba en ese momento, no temería tanto.

Note como esa mano, finalizo encontrando el final de mis medias, como con la yema de sus arrugados dedos recorrió los encajes de la ligas sobre mis muslos, notando como me transmitía calor, sentí un cosquilleo y como mi piel se erizaba, la note como subía por la parte interna de mis muslos hacia el final de mi ingle, y notar como sus dedos, recorrer por encima de mis braguitas, mis nalgas. Comencé a excitarme, imágenes "sucias" comenzaron a pasarme por mi mente, la manera que lo estaba haciendo, me había puesto que deseaba hacer una locura. Poco a poco, por la incomodo de la posición, fui colocando uno de mis pies a la cama, subiendo una de mis rodillas, mientras mi abuelo, no dejaba no dejaba de acariciarme.

No dejaba de decirme lo buena que estaba, lo bien que me parecía a mi madre (no se, por que tanto lo decía), mientras que una de sus manos acariciaba mis nalgas, la otra la fue descendiendo hacia mi pubis (fue incorporándose el, facilitando sus movimientos), echo hacia un lado, mis braguitas, estaba asombrado por dejarle hacer (creo que quien estábamos asombrada, era yo, me estaba comportando como una "puta caliente", era mi abuelo. No se, como estaba dejando que pasara). Comentaba, lo suave que estaban mis muslos, la delicadeza de mi piel, lindezas que en ese momento me gustaba oír, y deseaba escuchar.

En un momento, me comento si tenía la pastilla a mano, que se la diera, como una autómata eso hice, nada cojerla con la mano que estaba acariciando mi pubis, comenzó a pasármela por mi encima de mis braguitas a la altura de mi vagina, recorriendo mis labios vaginales, comento a decirme que estaba hirviendo, que era yo quien necesitaba las medicinas y que debería ser yo quien debía de estar en la cama. Por lo que se levanto, sin dejar de acariciarme, echo la ropa de la cama que le tapaba a un lado, quedándome asombrada, pues estaba desnudo, estaba su miembro, tan erecto como cualquier chico joven (nunca lo había visto desnudo).

Se que pensareis, que soy una degenerada, una viciosa y cosas peores, pero no puedo justificar mis acciones, y menos lo que sentía en ese momento y lo que mi cuerpo deseaba. Se levanto de la cama, me sujeto de la cintura, fue girándome y dirigiéndome hasta que me hizo sentarme, encima de la mesita de noche. Me agarro de a faldita de cuadros, me la levanto hasta mi cintura, arrodillándose delante mía, e introdujo su cabeza entre mis piernas, comenzándome a lamer mi vulva por encima de las braguitas (dios, comente a gemir, que bien lo hace y como lo deseaba), mi comportamiento era la de una zorra.

Comenzó a descender, sus lamidas desde mi vulva hacia mi vagina, mientras yo comencé a dirigir una de mis manos, hacia mi pubis, comenzando a pasarme uno de mis dedos sobre mi vulva, frotándome en círculos. Se detuvo, alzo la mirada hacia mi rostro, me miro a los ojos, los tenia casi cerrado, por el placer que me estaba dando, sus manos las subió hacia mi cintura hasta sujetar los bordes de mis braguitas, viendo que por mi parte le dejaba hacer, que seguía sin poner obstáculos, comenzó a tirar de ellas hasta quitármelas. Dirigiendo de nuevo una de sus manos hacia mi vagina, acariciándome con sus dedos, y su otra mano la puso sobre mis pechos, empezó a acariciarme los senos, yo disfrutaba y estaba deseosa de que no se detuviera.

Poco a poco fue bajando las manos para acariciar mis nalgas, subiendo mi falda para acariciarme por mis nalgas, siguió, y me empezó a acariciar los pechos, comenzó a desabrocharme completamente la blusa, yo aun permanecía con la blusa puesta aunque abierta, la falda puesta, el sujetador bajado pero abrochado. Sus manos calientes y húmedas por haberlas tenido dentro de mi vagina, comenzaron a acariciar mis pechos, se detuvo para despojarme de mi blusa, dejándola caer sobre el suelo, siguió desabrochando mi sostén y de igual manera lo dejo caer al lado. Bajo su cabeza hacia mis pechos, note su respiración acelerada sobre mis pechos, y comenzó a besar mis senos. Cuando me vi sin la blusa, sabía como acabaría esto.

Pero no se detuvo, siguió con mis pechos, notando sus dientes morder sobre mis pezones duros, hasta que de nuevo, volvió a descender besándome por mi cuerpo, a la vez que sus manos acariciaban mi espalda, hacia mis nalgas y de aquí, descendían aun mas hacia mis muslos. Volviendo a ascender hacia mis glúteos, metiendo sus dedos ahora por la parte interior de la línea de mis glúteos, llevándome al clímax, obteniendo uno de mis orgasmos, mas intenso que había alcanzado últimamente, me dejo extasiada, pero quería mas, pues no dejaba de pedírselo, casi se lo suplicaba.

Note, como uno de esos dedos, fue introduciéndose en mi agujero anal, otro fue introduciéndose poco a poco dentro, del interior de mi vagina encharcada, comenzaba a jugar con mis labios mayores, recorriéndolo para acabar en el inferior, y a modo de círculos notando como entraba y volvía a salir, tuve que sujetarme fuertemente a el, pues conseguí un segundo orgasmo. Que maestro era mi abuelo, todavía sin penetración, ya me había echo llegar a un nuevo orgasmo.

Cuando noto mi reacción, saco sus dedos de mí, me desabrocho la falda, que cayo al suelo encima de mi blusa. Entonces yo, coji su miembro comenzando a acariciarlo, sentía una carne fibrosa, dura y caliente entre mis dedos. Cuando comenzó, de nuevo a introducirme su dedo, de nuevo pero esta vez, no era uno sino dos, tuve que pedirle que fuera con cuidado, que no tuviera prisa que no iría ese día a las clases, por lo que podría hacer de mi, lo que quisiera, comenzó a coger su miembro, y a posarlo sobre mi pubis, a rozármelo de arriba hacia abajo. Le pedía, no más bien le suplicaba que me la introdujera, mi abuelo estaba siendo muy malo conmigo (ahora mismo, escribiendo esto, si supierais como estoy, como deseo a un macho bien dotado cerca, que digo uno... muchos).

Sentía, ese grueso miembro una y otra vez, pasando por mi vagina sin introducirse, pero lo que si notaba como esos dos dedos si estaban introducido en mi, como me estaban destrozando como de nuevo comenzaba a sentir un nuevo orgasmo, notándolo el comenzó a acelerar su ritmo, a la vez que mis gemidos iban marcando el ritmo, cuando note como que me estaba viniendo, saco rápidamente sus dedos, introduciéndome su miembro dentro de mi, alcanzando un orgasmo muy intenso, pero se detuvo y la saco, húmeda de mi néctar.

Entonces, me baje de la mesita de noche, e hice algo que estaba deseando, me anime, como se dice a la fiesta, coji su miembro entre mis manos, me arrodille ante el, mire su miembro, como por la punta salía algo de liquido y brillante por la humedad de mi néctar, me dijo que si lo quería era todo para mi, mi abuelo siempre ha sido muy bueno. Comencé a acariciárselo, comencé mirándole a los ojos a pasarle la lengua por ese miembro. Como, con la punta de la lengua, recogía ese liquido que salía, y me lo introducía dentro de mi boca, saboreándolo con los labios (estaba siendo realmente mala), abrí mi boca, comenzando a introducirme ese palo de carne dentro, sacándolo limpio mientras acariciaba sus testículos, colocando su mano sobre mi nuca, me sujeto fuertemente, casi me hace ahogarme.

Cuando note, como un chorro acido chocar con mis amígdalas, se estaba viniendo, no dejaba de comentarme, lo agradecido que estaba conmigo, que lamenta que no hubiera durado mas, seguía echando mucho néctar (se notaba que estos 3 últimos años, estaba toda reservada para mi), pero en vez de retirarme, como me gusta el sabor de semen, aunque sea requesón, seguí hasta que le ordeñe hasta la ultima gota, dejándola de nuevo lista. Mientras me miraba, me pregunto si era virgen, comentándole que no, que hacia bastante tiempo que lo deje de ser, sus palabras era titubeantes, hasta recuerdo que tuve que ayudarle a que me preguntara lo que deseaba, mi abuelo deseaba penetrarme, pero por algo que deseaba desde que yo era muy niña, por mi culo.

Dándole un beso, le pedí que me lo hiciera, pero con ternura y amor. Me tomo de la mano, pero sin dejar que me levantara, me guió hasta la cama, para tumbarme sobre ella dejando mi trasero listo, agacho sus labios hasta besar mis nalgas, comenzando a pasarme su lengua por mi orificio, tuve que sujetarme a las sabanas, joder como lo hacia "el abuelo", se arrodillo pero abrió el cajón de la mesilla sacando algo, un bote que después de quitarle el tapón vertió, algo frió que salía de el, sobre mi orificio, y ayudado por uno de sus dedos comenzó a introducirlo dentro de mi agujero, primero uno luego dos y mas tarde tres.

Por los pocos quejidos que di, se dio cuenta que mi esfínter anal, ya había sido traspasada, cuando noto que mi agujero, estaba lo bastante dilatado, se fue colocando detrás mía, note como esa cabeza en mi entrada y sin prisa fue entrando, unas dimensiones y un grosor que es la envidia de mi chico. Comenzó a montarme, con un vaivén típico de dentro hacia afuera, marcando el ritmo con la ayuda de una mano sobre mi cintura, mientras que la otra estaba entre mi vagina, mis pechos o dentro de mi boca, pero cuando me hacia incorporarme arqueando mi espalda hacia atrás, notando ese cuerpo viejo y velludo sobre mi húmeda espalda, me sujetaba del cuello para besarme, que hasta ese momento no llego a besarme en todo ese dulce momento.

No sentí dolor, ni en un primer momento, pero mis gritos eran de placer, hasta comenzó a dolerme mi orificio, sentía como entraba y salía de mi cuerpo, pero esa sensación era la que me hacia disfrutar, me hacia gemir de placer. Seguía metiéndome ese miembro dentro de mi, me tenia dominada, note que en una de sus embestidas, la saco volviendo a introducirla, pero dentro de mi vagina, no estuvo mucho dentro de mi hasta alcanzar un nuevo orgasmo, perdí hasta la cuenta, pero sacándola otra vez la volvió introducir en mi orificio anal, cuando comenzó a gemir, a gritar, sentí como dentro de mi, su amor, note su semen caliente muy dentro de mi, e intruso como salía de mi, no con tanta cantidad, como el primero.

Sonriendo, la saco de mí, tirándose al suelo, intentando recuperarse, yo me tendí al lado suya, después de descansar durante un rato, me comento que era hora de que regresara a casa, a ver si se iban a preocupar. Me levante, dirigiéndome al baño para darme una ducha, antes de que acabara, de limpiarme le pedí una toalla, apareció mi abuelo con la toalla en la mano, y de nuevo su miembro estaba erecto, solo con la visión de como me frotaba. Volvió a acercarse, alargue mi mano hacia su miembro, sujetándolo fuertemente hacia mi, salí de la ducha, y sentándome sobre la tapa del wc, me abrí de piernas comenzando a pasarme mis dedos por mis labios hasta introducirlos.

Comenzó, a decirme cosas obscenas, acercándose hacia mí, descendiéndose mientras que con sus manos me sujetaba, por mi costado, tiro de mí hacia arriba, sintiendo como ese miembro se metía dentro de mí. Pero, los nervios seguramente le traiciono, pues no duro más de 5 minutos, comenzando a correrse dentro de mí. No es, por ser una cabrona, pero la cara de mi abuelo, era de risa, casi en plan burlón comencé a tranquilizarle, pues temió que pudiera quedar embarazada. Le comente que no se preocupara, pues yo tomo la píldora, desde hace bastante años, o para ser exacta desde que perdí, la virginidad.

Pero lo que mas me asombro fue, nada mas llegar a casa, la pregunta de mi madre, me comento como había dejado a mi abuelo, que si le había alegrado el día, y si se había quedado más satisfecho. Hoy día, sigo pensando, que si mi madre lo había preparado o quizás, mi abuela le habría comentado a mi madre, lo que mi abuelo hacia conmigo de pequeña. Bueno, de todas formas ambos salimos satisfecho, a día de hoy os puedo decir que mi abuelo, no esta entre nosotros y que me dejo una pequeña herencia (no es coña, a veces me siento como una golfa, como si me hubieran pagado por mis servicios). Os puedo asegurar, que coger no ha vuelto a

Ante todo, debo deciros referente a los comentarios de mi forma de explicaros mis historias. Que si mi escritura, no esta bien redactada, que apenas es legible, que tiene dificultad a la hora de leer o incluso que da mal sentido, a la hora de explicar los placeres obtenidos o sentidos. Lo siento enormemente, pero intentare redactaros lo mejor que pueda mis experiencias, me cuesta a veces escribir todos mis sensaciones, pues el plasmarlas creo que es lo mas difícil.

Espero que os haya gustado, si queréis que siga contaros me lo comentáis pues me gusta mucho recibir vuestros email. Aquellos que queráis contactar conmigo hacedlo a mí dirección de email: susanabix@hotmail.com

Otra cosa, referente al comentario de mi anterior relato "Siendo manoseada, en familia", puesto por un lector (triplomio). Primero, no obligo a nadie a leer mis relatos. Segundo, lo ocurrido en mi infancia es una verdad como una catedral, pero si hubiera de leer entre líneas, se podría ver que si ocurren estos hechos, es por que si hay un adulto al lado, o este es el causante o es tan culpable como el que lo hace, por dejarlo hacer. Tercero, en mi persona cuando me ocurrieron los hechos, en vez de traumatizarme, me ha servido para poder disfrutar de mi sexualidad.

Por lo que creo, que los lectores, que leen mis relatos, tienen dos dedos de frente de no dejarse llevar. No como comentas que inducen a "dar pié, o a motivar a personas enfermas o viciosas a cometer delitos sexuales". Otra cosilla, la próxima vez, que me comentes algo, por favor pásale el corrector ortográfico.