Manolon (07)

Manolón 7

por Pipo

Una vez en el camión y de camino para casa, Manolo volvió a interrogar a su hijo sobre como había ido su pérdida de la virginidad.

El chico le contestó que le había encantado que solo pensarlo se le ponía la polla dura otra vez.

El padre muy en su papel se continuó dando lecciones de la vida.

Mira hijo en esta vida para joder hay que trabajar. ¿Te crees tu que Brigitte haría lo que hizo por tu cara bonita? Quien no trabaja no come ni jode ni es feliz. Cuanto más sepas más fácil será que encuentres un empleo y el sueldo será más alto. O sea tu decides tu vida lo que quieras hacer con ella.

Hablando y corriendo por la autopista se les hizo de noche casi sin enterarse. Pararon en una area de servicio y el padre le propuso a su hijo darse una ducha pues dormirían mejor después de un día tan especial.

Todas las duchas estaban ocupadas, todos los camioneros se asean antes de cenar y dormir. Solo una estaba libre y Manolo invitó a su hijo a compartir la misma ducha. Nunca se había duchado juntos ni cuando era un chiquillo. La propuesta le hizo gracia y aceptó.

El padre se desnudó primero se mojó y empezó a enjabonar su enorme cuerpo de oso. Primero su barriga de camionero de la cual estaba muy orgulloso, luego sus huevos, su polla, su culo, en fin todo el cuerpo

Pasa, - dijo. Mientras él se hechaba a un lado para que su hijo empezara a ducharse.

El cuerpo del joven era un cuerpo joven, es decir con poco pelo, sin barriga. Disimuladamente, mientras se enjabonaba miraba de reojo el cuerpo de su padre y le causa admiración.

De pronto su padre le pidió que le enjabonara la espalda pues él apenas llegaba. Suavemente le pasó jabón por aquella espalda llena de pelo.

Al girarse su padre advirtió que la polla de su hijo presentaba una erección nada desprediable o sea que su cuerpo serrano no había dejado indiferente a su hijo. Esto le gustó. Con las manos llenas de jabón lavó la verga y los huevos de su hijo y este paralizado dejó a su padre hacer lo que quisiera pues sabía que no se iba a arrepentir. Separa las piernas – le dijo, y continuó: el culo hay que limpiarlo a conciencia y un dedo de dedicó a ello pero sin penetralo.

Terminemos de una vez que tengo hambre, dijo el hombre para terminar con la ducha.

Una vez límpios cenaron y se volvieron al camión a dormir.

La cama del camión es suficiente para una persona pero para dos es estrecha.

Los más de cien kilos de Manolo ocupaban casi todo el espacio. El chico casi no cabia. Los dos estaban desnudos así dormían más cómodos. El padre se puso de lado para dejar más espacio a su hijo. Éste le imitó y así echados uno frente al otro desnudos, Manolo volvió al tema del dia: ya eres un hombres, mi hijo ya es un hombre.

Recordando su primer polvo a Manolito se le volvió a empinar la verga. El padre al darse cuenta de la calentura de su hijo se prestó a ayudarlo.

Ponte el chandal y vayamos a la caja del camión a resolver la calentura que te abrasa.

Una vez el dentro del furgón y ajustada la puerta, se desnudaron. Manolito boca arriba presentaba una polla en camino de tener una estraordinaria erección. Su padre se colocó entre sus piernas y con cariño y suavidad se la llevó a su boca.

Sin prisas pero sin pausas, con suavidad, la chupó, la sorbió. Su lengua recorrió todo su glande, se entretuvo en el fernillo. La lengua de su padre castigando su frenillo volvió loco a Manolito. Estaba en el séptimo cielo, le faltaba un paso para explotar definitivamente. Manolo lo advirtió y paró.

Ponte a cuatro patas

El hijo obediente y con una polla dura como el hierro y pegada a su cuerpo se colocó como le habían ordenado.

Desde atrás, Manolo separó las piernas de su hijo. Tiró de sus pelotas que también estaban duras y le acarició la verga con una de sus grandes manos. La otra le acariciaba las nalgas. El dedo pulgar subia y bajaba entre sus glúteos.

De pronto Manolín notó que le separaban el culo y que una lengua le hacía cosquillas en su ano. Parecía como si la lengua de su padre quisiera follarlo. Aquellas carícias lo trasportaron a placeres nunca imaginados.

Cuando estaba a punto de tener un orgasmo de campeonato un dedo lo penetró. La sorpresa, el miedo o lo que sea abortaron su eyoculación. El dedo no se retiró sino todo lo contrario entró y salió varias veces hasta el punto que llegó un momento que estaba tan a gusto que no molestaba nada. Entonces este dedo tuvo un compañero y dos dedos entrando y saliendo ya se notaban, no dolían pero molestaban. Tres dedeos grandes de un camionero en un culo virgen duelen.

Cuando Manolín iba a protestar por los tres dedos que tenia en su culo, estos se salieron y él suspiró satisfecho.

Cuando se recuperaba notó que algo nuevo ocupaba el lugar de los dedos en su ano. Era la gran polla de su padre.

Solo pudo decir: papá, con voz angustiada.

• Tranquilo, la primera vez duele pero después será un nuevo lugar de placer. No todo el placer está en la polla. Aguanta hijo como un hombre.

Solo el glande de Manolo estaba dentro del culo de hijo, había que tranquilizarlo pues quedaba todo un grueso cilindro de carne para penetrar.

Manolín apretó los dientes, bajó la cabeza y confió en su padre.

Manolo con sus manazas se asió a las caderas del muchacho y lentamente y sin parar atrajo el cuerpo del joven al suyo.

El joven notó que los pelos de la barriga de su padre le hacían cosquillas en sus nalgas. Su culo ardía. Tenía metida en su interior la gran verga de su padre. Había perdido su otra virginidad.

Que culo tan estrecho tienes hijo. Que placer que me estas dando. Voy a terminar pronto, no quiero prolongarlo más de la cuenta ya que te podría lastimar. De pronto Manolín notó que el pene de su padre se inchaba todavía más y de pronto notó el orgasmo de su padre. El placer de su padre le provocó el suyo. Sin ningún toque su verga también empezó a soltar leche como un surtidor.

Después de las convulsiones postorgásmicas, los cuerpos de los dos hombres se derrumbaron en el suelo del furgón del camión. Minetras tanto su respiración se fue normalizando.

Continuará

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