Mañana será

Lo he decidido, mañana será, me lo prometo a mi mismo, no importa lo que pase.

Mañana será.

Estoy acostado en el pasto, con él, si con él. Ya con unas copas encima (borrachos), desvariamos él, unos cuantos amigos y amigas y yo en la fiesta en mi casa un viernes. El juego era voltear una serie de cartas, depende de lo que saliese seria la cantidad que tomaramos. Tomamos mucho, seguimos en la 'peda' un rato. Bailamos, debrallamos e hicimos la sarta de idioteces que acostumbran hacer los borrachos. Después de unas horas y siendo ya casi de madrugada, cansado mi amigo, mi mejor amigo (hermano diría él) se acostó él y una amiga con la que intentaba ligar en el pasto del vasto jardín de aquella enorme y vieja casa.

• Mira, esa es la osa mayor, creo, jeje, o ¿o menor? sirve para orientarnos hacia el norte, como una brújula.

• Si y ¿quién te dijo eso?

• Manuel, si el guey sabe un buen de esto.

Me vio pasar a lo lejos y grito - Manueeeeel, ven - desde que él me empezo a gustar lo buscaba inconcientemente y habia dado con él y me acercaba para ver que hacia y con quien estaba.

-Que pasó

-Oye ¿cuál era esa?

-¿Cual?. Me recosté junto a ellos.

-Esa

-Esa es la osa mayor.

-Ves te dije.

-Que frió hace les dije

• Si verdad, dijo la chava - Voy por un suéter

Se fué dejandome a solas con él. Yo me estremecí a propósito del frio y me acerqué a el

como para no sentir tanto frío, el me vió temblando de frío y compadeciéndose se replegó hacia mí. Sentí su calor, me sentía tan seguro. No me mortificaba que fueran a pensar mal de nosotros, por que ya a esas horas y esa cantidad de alcohol habia varios tirados en el pasto unos sobre otros, como bultos inconcientes. Pero nosotros no.

-¿Y esa cual es?

-Esa es la luna, lo bromeé

-jaja, no seas pendejo, esa.

Esa no se, igual y es marte.

Lo he decidido, mañana será, me lo prometo a mi mismo, no importa lo que pase.

Mañana será. pensé. Aunque me rechace, me golpee, arruine mi vida, le diga todo el mundo.

No importa, mañana será, le diré que soy y que siento por él. Ya no aguanto, es una apuesta, tengo 1 en un millon de probabilidades de ganar. O me rechaza o por coincidencia divina le gusto también a el y ya la hicimos. Pero no pensaré en cosas irreales.

Le diré lo que siento no con esperanzas de que tengamos sexo, que me toque, ni siquiera que me acpete, sólo por que antes de mi suicidio social que eso representará quiero que sepa lo que siento. No quiero se vaya algún dia sin saber lo que siento por él.

Lamento que tenga que llevarse un último mal recuerdo de mi, aparte de la incomodidad que se siente que le gustes a alguien y a ti no te gusta, al contrario, y claro con el insignificante agravante de ser hombre igual que el.

La fiesta acabó, nos fuimos cada quien a su casa, por que al día siguiente habría otra fiesta esta vez en casa de mi susodicho amigo, si Eugenio, no estaban sus papas. Quedamos antes de irnos, nos veríamos allá para hacer algo.

Ya en mi casa en mi cama reflexionaba que pasaría después de la confesión.

¿Le diría a todo el mundo? ¿Lo sabría mi familia? o mi mejor esperanza.

¿Le daría pena decir que la gustaba a un maricón y sólo me golpearía y me amenazaría?

Me dormí con esas reflexiones.

Desperté ya muy tarde, faltaban unas horas para la fiesta, aun así fue el día mas largo y aterrador de mi vida, pero no desetaria, el lo sabría hoy.

• Que pex genito, si va a haber party

• Si a huevo, vas a venir?

• Obvio, quieres que llegue antes para ayudarte a preparar todo.

• Pues no es mucho que hacer pero ok.

• Llevo algo

• Chupe ya sabes y chescos (alcohol y refrescos)

• Ok nos vemos en un rato

Llegé a su depa, muy lujoso, cada segundo mi corazón latía mas rápido, me bajaba el pulso, sudaba, estaba palido. Subía en el elevador, me parecieron, mil pisos, me dio claustrofobia, estaba a punto de salir corriendo del edificio y abortar mi plan. Toqué. Abrió. Entre.

Cómo me gustaba su presencia. Sentirlo cerca era lo mejor que me pudiera pasar, disfrutaba, pese a los nervios los últimos instantes de amistad que me quedaban con él, pronto me desconocería y me rechazaría.

-Llegaste bien temprano, todavía ni me baño, van a llegar hasta las diez, diez y media. Me voy a meter a bañar, agarra algo del refri si quieres.

-No quieres que te ayude en algo

-No guey, gracias, a que, te dije que no hacie falta hacer mucho.

¿Tan temprano? Era apenas suficiente para mi declaración y salir corrienda antes que alguien mas llegara a la fiesta. No queria que justo despues de mi confesión tocara alguien la puerta. Me arrepentí de mi plan. Depues que le dijera y me fuera para siempre de esa casa le contaría (ya borracho) a todos lo que le habia dicho. Pero ya estaba ahi, esperando, me parecíó un siglo otra vez, pero disfrutaba esa casa que probablemente no volveria a entrar y que me traia tan buenos recuerdos.

Pero sólo paso media hora y salió lo mas guapo que lo había visto jamás. Salió corriendo.

-Que onda, ¿me ayudas a poner la botana en la mesa? - Agarré la botana y la puse en la mesa. Es ahora o nunca. Lo seguía poco a poco mientras caminaba por todo el departamento arreglándolo.

Me subía el corazón a la garganta.

Me latía el corazón tan fuerte que sentía cada arteria en mi cuerpo

Me sentía muy débil, temblaban mis manos, me sudaban, tragaba saliva, quería huir, sentía que la boca del estómago me ardía, tenía colitis, sentía que me faltaba el oxígeno, jadeaba.

Palidecí. Se detuvo en la cocina. Me acerque poco a poco. Conté mis pasos.

Diez, nueve...ocho...siete...seis.....cinco.....cuatro....tres.....dos.uno. Ahora o nunca

-¿Que pasó? Estaba adelante de mi en la barra de la cocina arreglando unas cosas, dándome la espalda.

• Este..... Nada

Volteó y me miró, se espantó de verme en ese estado.

• Estás bien, te sientes bién.

• Si

• Seguro

• Si...... Oye......

• Que pasó

• Oye este, tengo que decirte algo - Ya caminaba a la sala y lo seguía, por un momento se nubló mi vista, casi me desmayo. me senté en el sillón. Se espantó de verme así y se sentó en el sillón frente al que yo estaba y me vio fijamente, asustado.

-Que pasó guey, dime.

No contestaba, no lo miraba, miraba al piso, evadía su mirada. Se espantó más.

-Guey que pasa, que te pasa, ¡¿pasó algo malo?!

-No guey, no es nada olvídalo.

-No mames dime, ya me espantaste, que pasa, te pasa algo.

-No no pasa nada malo, no te espantes sólo soy yo. Olvídalo

-No guey ahora me dices, te que pasa, estas muy raro desde que llegaste.

-Es que, te tengo que decir algo.

-¿Qué?

-Es que, soy....soy gay.

No habló, tenía la vista perdida, pasaron como cinco minutos y temío oír la siguiente palabra y la oyó. Pareció sentirse indispuesto también.

Y.......(como lo temía el)

y......me gustas, te amo. Perdóname.

-No guey, no jueges con esas cosas, no bromees, tu no eres puto, eres normal, yo te conozco.

-Soy gay

-No digas eso, cállete que ya mero llegan. No eres gay sólo estas confundido.

-Soy gay

Noo, guey, no es cierto - vociferaba, camiba en círculo y manoteaba. Me desesperé. me levanté y le dije

-Quieres ver que es cierto. Perdóname por esto. Te amo.

Me acerqué, lo tomé de la cabeza con mis dos manos y lo acerqué a mis labios. Pero, no pude, me quede a escasos centímetros de besarlo.

Era sólo para convencerlo que era cierto. Y lo convencí se calló y sento en el sofá otra vez con la mirada perdida y palideció. Yo ya no sentía miedo, todo estaba hecho. Sólo me deprimía lo que pasaría, pero no me importaba que me golpeara, me corriera, le dijera a todo el mundo. Pensaba en irme muy, muy lejos, me esforzaba para no llorar. Pasaron como diez minutos.

-Perdóname era sólo para que me creyeras, nunca te faltaría el respeto ni haría algo en contra lo que a tí te guste.

[silencio]

-Si en algo me estimaste alguna vez, porfavor, no le digas a nadie, yo prometo nunca decirle a nadie y no volveré a molestarte ni vendré ni te hablaré nunca. Perdóname, se lo incómodo que esto debe ser para ti.- Me levanté y me fui hacia la puerta.

-¡Guey!- Él no sabia que hacer. Me detuve, ya me queria ir, ya se me salían las lágrimas.

-¡Eras mi mejor amigo, me engañaste, sólo querias coger conmigo! (querias sexo)

-No no es cierto, te quiero como amigo, como hermano, pero pues soy puto. Perdóname por decirtelo y hacerte pasar un mal rato pero no pude llevarme el secreto a la tumba.

Giré la chapa de la puerta.

-Guey, yo tambien te quiero, por que cambiaste.

-No cambié, simpre he sido así, pero no lo sabias, ni yo lo sabía. Pero soy así y no tendría por que cambiar nada entre nosotros si siempre he sido asi. Solo que hoy le puse un nombre. Me gustatía seguir siendo tu amigo.

-Yo tambien quiero ser tu amigo, pero ahora que sé...

-No importa, no cambia nada por que siempres he sido asi y ...siempre te he amado.

Se acerco a mi, me apartó de la puerta, cerró con llave y me abrazo. Yo rompí en llanto.

Le pedia perdón. y el dijo

-No perdóname tú. No me importa lo que seas pero me dió miedo perder tu amistad o pensar que sólo me querias por que estoy galan.

-No guey.

-No le voy a decir nunca a nadie, pero no te vayas, quiero que siguas viniendo y siendo mi amigo. Que todo sigua igual.

Si guey.- Estaba tan feliz que lloraba como loco. Nos sentamos y me tranquilicé un poco. Fue ese el mejor abrazo que alguien me ha dado, no con intención sexual, si no de comprensión y tolerancia.

-Oye entonces, ¿me amas?

• Si guey. Te amo

-Se siente bien chido que alguien te ame, aunque seas tu.

-Pues ya vez que dicen que la amistad es amor sin sexo.

-Jeje pero tu quieres sexo y yo no eh?, jeje

Jejeje. Me sonrojaba.

-Pues si es asi, entonces yo tambien te amo. Me agarro de la cabeza como yo le habia hecho, me acerco hacia el y me besó..... en la frente. Hubiera querido más pero ya era demasiado en una sola noche.

-Querías beso en otro lado verdá cabrón.

-Jejeje.

-Ya se tardaron estos cuates, a ver si vienen.

• Si verdad. Evadia su mirada, me daba pena.

-Oye mírame a los ojos, que no te de pena. Lo miré y le sonreí.

-Y eres virgen o ya te tiraste a un cabrón?

-Como crees, soy virgen.

-En serio? Y quien te gusta?

-Pues tu.

-No pero aparte quien? Artista o...?

-Tom Cruise

-Está galán no?. Y que te gusta de él,o... de mi?

-Pues.......

Siguió así la platica hasta que se oyó un timbre del portero, eran ellos, venian subiendo.

Nos levantamos

-Oye límpiate esas lagrimas no querrás que..

-No

-Oye, cierra los ojos.

Los cerré y sólo sentí el mejor beso de me vida, en la boca.

-Es que a ti te gusta y a mi no me afecta. Una vez al año no hace daño.

-Gracias. susurré

Tocaron el timbre. Nos levantamos. Me tendió la mano:

¿Amigos?