Mañana oscura, tarde segura

En esa epoca de invierno en que el trabajo es lo único interesante que hacer, yo me llevé una gran sorpresa. Un verdadero relato, con mi prima.

Trabajaba yo en un negocio de alquiler de trajes. Era temporada buena pues estábamos casi agotados y aún así seguían preguntando si habían tallas disponibles. Una tarde en especial es la que me inspiró a relatarles esto. Esa tarde llovía, como nunca. Hacía frío por lo que cerré la puerta de vidrio y deje la luz del letrero "abierto" encendida.

Estaba solo, aburrido. La radio solamente ponía tonadas viejas y bastante cursis. El teléfono me despertó de mi estado de dormidez. Era mi prima. ¿qué haces todavía allí? Estás solo? Querés compañía un rato?

  • Aah, mi prima. Si vieran ustedes a mi prima. Es de esas primas que todos deseamos tener, además de ser la única prima bonita que tengo. Pero bonita es palabra pequeña cuando de ella se trata. Debería ser mas como frondosa, generosa, espectacular. A pesar de ser bajita su cuerpo es bastante atractivo a vista de cerca o de lejos. Tiene un semblante de trigueña preciosa cuya dulce inocencia hace presumir que ignora totalmente el mal que la rodeo, aunque no sea así. Claro, yo sí la conosco. Y mucho.

Sus sostenes son talla 38, es mucho sobre lo que se podría hablar. Tiene unos pechos preciosos, que reaccionan a cualquier movimiento que ella realiza.

Solo le gustan las tanguitas chicas, de hilo, muy bueno, si de verdad muy bueno. Mas cuando se compra una nueva y me la modela. Dice que soy su asesor de imagen. Yo paso hasta por perro faldero si tuviera que hacerlo, con tal de verla en bragas cada vez que puedo. Es normal que como hombre sea un arrastrado cuando se trata de chicas, mas de una delicia como mi adorable prima. –

Pues si adri, tengo un poco de hambre, pasas a la cafetería y me traes algo. Te lo pago acá.

Es fue mi respuesta a una propuesta tan irresistible de su compañía.

Seguro, pero tranquilo que yo te invito.

Por que eres tan bueno, Dios? Je, su compañía y tras de eso con comida incluída.

Al paso de cuarenta minutos toca la puerta, toda empapada.

Que no traías sombrilla?

No, preferí venirme corriendo..

Como así, que atarantada eres. Te vas a resfriar.

No, estoy muy saludable! Deja de desearme mal. Préstame una toalla. Aquí esta tu comida.

Y a qué se debe tu agradable visita adri?

Es que necesitaba unos consejos... y quien mejor que tu.

Pero estoy trabajando ahorita.

Nooo, nada mas cierra y ya... tu patrón no va a venir, con esta lluvia no.

Puse seguro por dentro, y apagué las luces de afuera y del letrero. No estaba muy seguro de la idea, pero el día había estado tan aburrido que de verdad necesitaba una distracción... y que manera de distracción.

Atrás en los vestidores, me instalé en la sillita mas comoda que encontré.

Consejo de qué necesitas.

Aah, sabes, es que no se cual combinación puedo usar de mi ropa interior. Y me gustaría escuchar tu opinión. Son muchas así que espero que tengas tiempo.

Para ti siempre tengo tiempo, no te preocupes. La verdad a veces me averguenzo de mi, pero cuando la veo en bragas, simplemente no soy yo..

Ella dentro del vestidor me recordaba muchas cosas de años atrás. ¿te acuerdas de la primera vez que me viste en bragas? Apenas si tenía pecho..

Como no recordarlo. Fue tan gracioso. Fue tu culpa por no cerrar bien la puerta del baño.

Aah, mi culpa!? Tu que eres una chicharra, siempre tiene que ir a orinar a cada rato. hahaha..

Su risa me hacía sentir muy cómodo en el momento cuando por fin sale. Negro, muy provocativo, agresivo en el escote, realza tu trasero, sexy. Esas fueron mis palabras para ese juego.

El segundo en fila. Feo, aburrido, infantil.

Sale por tercera vez, de blanco, asombroso, increíble, me dejó estupefacto, me dejó boquiabierto, me dejó... con una erección tremenda, eeh, bastante difícil de ocultar.

Como se ve este? Me dice, poniendo cara de inocente, pero con una mirada que no era nada inocente.

Uff!, ese está fenómeno, le dije. No sabía ni como elogiarle ese cuerpo, lo que tenía frente a mí, era como la fantasía de cualquier ser humano que le gustare lo bueno, lo muy bueno.

Con mucho esfuerzo pude abrir la boca para decir algo. Demostrando gran tartamudez por la fuerte impresión al fin lo único que pude decir fue.. o, o, aaao..., ojalá no fuéramos pri, pri, primos..

Porqué? Se queda mirando... que tiene de malo que seamos primos...

Yo con ese entumecimiento cerebral, solo pensaba en las mil maneras de hacerla tener un orgasmo. No podía pensar en nada que no fuera verla desnuda sobre mí.

No sé. Solamente lo dije, respondí. Es como para decirte que has crecido demasiado desde la primera vez que te ví así. Has cambiado demasiado.

Con una sonrisa se acerca a mí, se para exactamente en el centro, con sus rodillas directas a mi entre pierna. ¿de verdad piensas eso?, que ojalá no fuéramos primos? O pensás que el ser primos es un obstáculo para algo?

Ya yo no pensaba muy coherentemente, y menos en la posición en la que estaba. Incomodo, no, para nada me sentía incomodo. Lo único incómodo era que mi pene exigía salida, oxígeno. Yo ya estaba a mil, y ella ni siquiera había comenzado. ¿qué te pasa primito...? porqué tan nervioso?

Es que, trataba de explicarle, es que, sabes prima, para serte honesto, he visto pocas mujeres como tú. Que hablada por la gran putaaa, nadie podría creer las estupideces que decía. Saben a veces cuando recuerdo se me viene un poquito de pena, al ver que tonteras le decía yo a ella.

Que me querés decir..? querés pedir algo? Ponía su carita un poco seria pero sin dejar de sonreír. Yo estaba desesperado, y tras de eso ella acariciaba mis pelotas con su rodilla. Era la caricia mas asexual, carajo, una rodilla en las bolas, pero me estaba volviendo loco solo con eso.

Que te puedo pedir yo a vos? Si de momento creo que estoy bien, no hace falta nada.

Que no? Y que tenés acá? Un clavo mal puesto? Y un golpecito muy leve en mi pene me hizo ver que me tenía, y me tenía como nadie. Y volvió a su caricia con la rodilla. Me estaba matando con eso.

Yo ya me estaba calentando de verdad, y decidí dejar las palabras tontas, y recobraba el control de mi cabeza, pues pasaba el efecto deslumbrante de las bragas.

Querés que te pida algo? De verdad eso querés?

Pues, parece como si quisieras. De todas formas, cualquier cosa que pidieras, no la terminás por miedo.

Miedo, para que dijo miedo... miedo tenés vos. Te lo veo en la cara. Mentiraaa, en la cara solo veía una sonrisa malévola de una mujercita que terminó siendo alguien que yo no esperaba.

Miedo yo, jaja, que tonteras. Y seguí con su masajito divino.

Miedo, parece que vos tenes miedo, miedo de venirte dentro de tu pantalón por una caricia que te hace tu prima.

Eso piensas? Mal, prima, mal. Si te hace falta muchísimo para hacerme venir a mí, ademas a vos te da pavor tocar un pene, y sin manos, muchísimo menos que podes. Me hace gracia esta parte saben, porque de verdad me estaba cagando por sacarmela ahí mismo y terminar. Ya tenía rato de estar en ese juguetito y me tenía, lo admito, me tenía.

Es eso una peticióm primo?

No no, como va a ser una petición, solamente te estaba aclarando que..

Me interrumpe con su movimiento dirigiendo su mano hacia mi bulto. La agarra muy firme, con mucha fuerza. Vaya vaya, pero que me encontré por aquí. El señor controlado no maneja ni su palito.

Palito? Palito me dijo?, si, leyeron bien, me dijo que tenía un palito. Que patada al orgullo... hasta aquí. Era hora de poner las cosas en su lugar. Ya bastante rato estaba sometido a los encantos de diosa, y tenía que despertar. Despertar y dejarla tendida en el suelo de cansancio, después de la cogida que le iba a dar!

Te advierto prima, que de esa puerta a la que tocas no hay regreso. Y te puedes arrepentir...

Se reía, sin soltarme el miembro. Anda primo, no seas aburrido. Enseñámelo que quiero ver que tan chiquito es.

Que? Te da miedo? Baja el zipper tu sola si querés. Y ahí fue cuando se pudrió todo! Mi calzoncillo ya no era jaula, estaba libre. Mi pene saltó de inmediato al ser liberado de sus ataduras, a toda extensión. Ella que pretendía reírse, solo dejo su mirada de asombro al verlo, ahí, imponente, fuera de su expectativa.

Tengo una petición, entonces. Le dije con vos muy quebradiza. Quiero verte desnuda.

Ella, aún con su mirada fija en mi pene, me decía que si con el movimiento de su cabeza.

Se puso en pie, y su mirada por fin subió a mi cara. Ya calmado un poco, le pregunte, alguna vez habías visto uno?

Si, como no. Porqué?

No sé, de pronto como que enmudeciste. No que querías ver lo pequeño que es? Y bien?

No nada, tal vez no es tan pequeño, si?, es que cuando lo toqué antes, sobre tu pantalón, tu bulto me dio otra impresión.

Bueno, que me dices, me vas a complacer la petición?

Si, algo más?

Nada, dale, espero. Querés que ten enseñe todo el paquete? Es decir, que te enseñe todo, total, ya viste lo que más oculto.

Dale.

Jaja, me hacés gracia prima. Que nunca te habías fijado en el, por lo menos sobre la ropa?

Si, de hecho me preguntaba como te verías desnudo además. Pero nunca me atreví a perditelo.

Yo pienso igual prima, y me mata la ansiedad de responder esa pregunta.

Al agacharse sus senos saltaron de su sostén, con la ayuda de un pícaro dedo de mi mano, mientras ella bajaba su tanga.

Que atrevido, eeh!,

Atrevido yo? Como, vos me lo acabas de tocar, y me decis atrevido?

Bueno, quien está llevando la cuenta de todas formas. Sacate la camisa, igual te toca también. Como hace para que se ponga tan duro?

La verdad , es natural, al ver a alguien realmente sexy o provocativo, simplemente, se engarrota, y la verdad no hay forma de bajarlo hasta que se baje solo. Ni una paja me ayuda.

Ya desnuda se sienta sobre mí. Mi pene pegado a mi ombligo, empujado allí por la parte superior de la vagina de adri.

Primito, de verdad te gusto? Y me acariciaba el rostro.

Verás, comencé a responderle, en eso se prende de una de mis orejas. Si me gustas, no lo puedo ni ocultar.

De verdad, verdad? Ya para ese momento mi mano estaba sujetando un pecho, y mi boca comenzaba a jugar con uno de sus pezones.

Hhmmm, "uhu"... asentí con ese sonido, sin poder ni valvucear por tener toda mi boca ocupada con esa teta tan deliciosa.

Y me querés primo? Seguía mordiendo mis orejas, me estaba desesperando demasiado, me iba a reventar.

"Uhummm", volví a asentir, y ella frotaba los vellos de su monte de venus con mi pene, un poco mas fuerte cada vez.

En serio, primo? Insistía con sus preguntas necias, carajo, como cuesta!

Otra vez, pero muy sonoro, le respondí con el ya patentado "uhummmmm". Adri solamente se frotaba, pero muy fuerte y rápido, ya no solo su monte de venus, el paraíso de su clítoris lo sentía rozar cual saludo, muy frecuentemente la punta de mi pene.

Aah, primo, decía... y repetía ese dulce gemido a mi oído. El segundo gemido me asustó, ella apresuró sus movimientos, gimió mas fuerte. Rozaba toda su vagina sobre la base de mi pene y subía hasta la punta. Sus lìquidos vaginales, calientes y viscosos, se esparcían sobre mi erecto pene.

Que afrodisíaco mas fenómeno son esos jugos. No he conocido nada mas poderoso, honestamente.

Aah, ah, aaaah.. cada vez mas prolongados. Lo demás sobrevino de relámpago. Rápidamente soltó mi oreja, y me besó en la boca, con desesperación. Frotó un poco mas su vagina sobre mi, tomó mi pene con una mano, y sentada incomodamente sobre mí, me masturbaba de una manera increíble! Ni yo mismo lo hacía tan rebien. No dejaba de besarme.

Volvió al rozamiento, con su vagina más húmeda, con desesperación, mis manos pasaron de sus pechos a sus nalgas, y un dedo quisquilloso se coló por detrás hasta el orificio de su vagina. Medio dedo y ella se retorcía de asombro. Contrajo su abdomen, dejando su vagina hacia mí. Yo con una mano en sus nalgas, buscaba afanosamente su hermoso culito. Mientras la otra solo atinó a ubicar mi pene justo debajo de su clitorís... y al ritmo de un "primo, este, yo no seee, eeh... siiiiiiiiiiiiii...", tomé sus dos nalgotas y la atraje hacia mi con mucha fuerza mientras su peso la clavaba sobre mi pene.

La humedad dentro de ella era el cielo. La levanté para una segunda caída. Fuera abajo!

Ella me sonrió al final de la deliciosa caída. Me dejó escuchar un "hhmmmmmm" y sus piernas empezaron a hacer su trabajo. Subía y bajaba, rápidamente. Más rápido lo intentaba cada vez, más fuerte. Mis manos prendidas sobre sus tetas apenas podían seguir su paso. Las apretaba fuerte, cual temor de que se me fueran a escapar.

Sudamos, mucho. Pero su sudor era mi combustible, me estimulaba al doble sentirla a ella sobre mi. El teléfono sonó, estaba al alcance de mi mano y solo atiné a reventarlo contra el suelo.

Ya con la noción perdida, estaba fuera de mí mismo. La sujete contra mi, y me puse de pié.

Que haces? Nada, adri, vamos al suelo.. si, responde, exigiendo prontitud.

Y ya una vez en el suelo, ella debajo de mi, yo aún dentro de ella, sus piernas parecían arcos amenazantes, tomé sus muslos por detrás, de la única manera posible, las presionaba hacia arriba contra ella, dejandole espacio a sus pechos. me hizo escuchar otro "hhhmmmm", y simplemente me volvió loco. Saqué mi pene casi totalmente, y empecé a embestirla con fiereza, como si mi vida dependiera de que tan fuerte me la cogiera. Sus tetas, no exentas de la ley de la física, saltaban de un lado a otro sin control ni rumbo, ella las tomo por detrás y las presionó fuerte. Y mi bestial cogida tomó un rumbo nuevo, más velocidad, menos golpe, lo hacía tan rápido como me lo permitían mis piernas y cadera. Rápido, más, fuerza, aguante...

Ella no se pudo contener y empezó a gritar, cerró sus ojos y gemía fuerte, tomó mi cabeza con sus dos manos, y me rogaba que no parara, como si por mi mente fuera a pasar tan siquiera la idea de detenerme. Una lágrima salió de su rostro junto con una carcajada, una cara de placer mientras sus ojos se cerraban, los abría solo para mirarme, yo podía sentir su emoción, y cuando sus manos presionaron muy fuerte mi cabeza la embestía con mas fuerza todavía.

Me miró, sonrió, empezó a reírse, mucho, temblaba, luego ponía esa mirada de no saber que estaba pasando, y volvía a reír. Y entonces, sentí la llamada, no telefónica, ni en la puerta. La llamada de mis adentros, sentía la explosión próxima, como que mi pene iba a reventar. No podía creer la clase de orgasmo que iba a tener, y esa sensación me excitaba demasiado. Apreté el paso lo más que pude, mis pies y dedos se retorcieron, yo trataba de seguir con mucha fuerza, de mantenerme, no quería salir de allí. Lo mejor era la mirada de adri, de sorpresa, pero sin perder su sensualidad.

Una energía incandecente subía hacia mi pene, desde dentro de mí no tenía como controlar la sensación, muy rapido, violentamente sentí como mi pene ser llenaba de semen para dispararlo contra la corriente.

Sigue, me decía adri, sigue.

Adentro no adri, le dije con una voz que mas bien era un gemido de empuje.

Me separé de ella, me puse de rodillas, y con una mano sujete mi pene, haciendo presión, sentía un estallido de mil sentidos crecer y crecer más... ... mi pene comenzó a disparar semen con una presión para mí desconocida. El rostro de adri, unas cortinas detrás de ella, sus tetas, la alfombra, una pared.

No les voy a mentir. Adri no era, y no es amiga de chupar el semen, y yo no se lo pedí. Pero si me masturbó muy bien, mientras se me bajaba la erección. Le recomendé que lo probara. Simplemente tomó un dedo mío, lo untó y se lo metió en la boca.

No, definitivamente no me gusta. Me dijo.

Un largo beso y una masajeada a sus tetas por un rato, su culo y su vagina, la tenían lista de nuevo. Yo estaba dispuesto a ir cuantas veces fuera necesario. Y de verdad que fui. Si ustedes quieren, yo después las cuento.

Desde esa vez en la tienda, tuvimos un encuentro más en casa de ella. Tuvo que irse para otra provincia, bastante lejos, y aún espero su regreso. Aunque ya ve avisó de su próxima visita. Pero esa ya es otra historia.