Mamada en el coche

Quedé con alguien de internet y nos lo montamos en el coche.

Un día que no tenía mucho trabajo decidí tomarme unas "vacaciones" y, aunque iba a ir a trabajar, no pensaba hacer nada. Me puse a navegar por internet e, inrremediablemente, acabé visitando webs porno. De ahí pasé a los sitios de contactos, leyendo excitado lo que la gente pedía. Llevaba un rato leyendo anuncios de hombres en busca de hombres cuando llegué a uno que me llamó la atención. Era de un chico que afirmaba vivir en mi misma zona de Madrid y que sólo buscaba quién le hiciera sexo oral. Aquello era una oportunidad que no pensaba dejar escapar, pues era lo que yo buscaba (no me atrevía a practicar el sexo anal), así que le respondí contándole como era yo, lo que me gustaba que me hicieran, etc... Ese mismo día me llegó su respuesta junto con un número de teléfono, al que llamé. Resultó llamarse Diego, tener mi misma edad y ser activo además de encantarle que se la chuparan, algo que me ponía a cien. Le había gustado lo que le contaba por email, así que quedamos en tomar un café y conocernos. Llegué donde habíamos quedado y le ví. Era un tío enorme, de piel muy oscura, como un gitano, con grandes labios y unas espaldas anchas. Nada más verlo pensé "a este me lo llevo yo a la cama". Nos saludamos y empezamos a hablar para conocernos. No llevábamos ni 5 minutos cuando me lancé : "Mira, me encantaría comerte la polla". El se rió y me dijo "Vamónos, yo te iba a proponer lo mismo". Fuimos a por su coche y el aprovechó que no nos veía nadie para plantarme una mano en el culo y empezar a sobármelo. "Tienes buen culo... ¿también te gusta que te follen?", me preguntó. Yo le lancé una sonrisa y no le contesté, para dejarlo más excitado. Nos montamos en el coche y nos fuimos a una zona de obras, donde iban las parejas a follar. Nos fuimos al asiento de atrás y empezamos a besarnos. Nos metíamos las lenguas hasta donde llegaban, nos mordíamos los labios. Mientras, sus manos acarciaban mi nuca y las mías se dirigían a su paquete, sobándolo por encima del pantalón. Su bulto empezaba a crecer, así que le recosté en el asiento, contra la puerta. Se quitó los pantalones y se abrió de piernas, con una pierna encima del respaldo y la otra por el hueco de los asientos delanteros. Me mostraba toda su polla, de unos 18 cm, grande, muy gorda, algo torcida a la derecha. Me puse a cuatro patas con mi cabeza en su polla y la observé centimetro a centimetro. "Cométela ya, puta!!!", me pidió ardiendo. Le hice caso y comencé a pasar mi lengua a lo largo de su polla, con lametones como de perro, apretando fuerte para que la notara. Hice círculos alrededor de sus huevos, que me metí en la boca haciendo una suave succión, lamí su capullo, bajando su piel. Continúe lamiendo para, de vez en cuando, levantarle los huevos y alzarle un poco sobre su culo para lamerle los bordes del ano, hasta donde llegaba. Diego gemía y se retorcía de gusto. Me había agarrado la cabeza con ambas manos y acompañaba mis movimientos haciendo una ligera fuerza. Decidí que ya estaba bien de calentamientos y me metí su polla en la boca, hasta el fondo, hasta que mi nariz rozó con su ombligo y su capullo me entraba en la garganta. Diego lanzó un gritó de gusto. Comencé a mamársela arriba y abajo, sacándomela de la boca para volver a metérmela hasta el fondo. Mientras, me desabroché el pantalón y me bajé los calzones hasta la rodilla, para darme gusto mientras me comía aquella deliciosa polla. Paré un momento de chupársela para besarle en la boca de nuevo. "Escúpeme en la mano, por favor", le pedí totalmente excitado por lo que estaba pensando hacer. Obedeció y me lanzó su saliva en mi mano. Volví a bajar para continuar mamando aquella verga y me llevé la mano ensalivada al ano. Me pusé la saliva en mi ano y comencé a meterme un dedo mientras me comía aquella polla. Bajaba la cabeza y me metía el dedo, y la subía y lo sacaba. Diego miraba la escena con los ojos entreabiertos por el placer que le estaba dando. Yo empecé a lanzar sonidos de gusto, tanto por comerme su rica polla como por el efecto de mi dedo. No tardé en meterme un segundo dedo en el culo y a mamar cada vez más deprisa. Diego ya gritaba de gusto y me avisó "Cuidado, me queda poco para correrme". Paré un momento de chupársela para pedirle "Por favor, quiero tragármelo, dejáme que me coma tu semen, corréte en mi boca". Diego me agarró del pelo y me bajó la cabeza hasta que me tragué su polla entera hasta los huevos. Arqueó la espalda y empezó a venirse en mi boca. Yo saboreaba su semen, tragaba todo lo que podía, aunque no daba a basto y pequeños chorros caían por los bordes de mis labios. Diego gritaba de gusto "Cómetelo putaaaa, tragaaaa cabrónnnnn". Mientras, yo ya tenía tres dedos en el culo y me los metía como un salvaje. Lanzó los útlimos chorros de semen en mi garganta, acabando con un suspiro. "Dios que bien la mamas", me dijo Diego exausto. Yo me relamía y recogía el semen que tenía en la barbilla para comerme hasta la última gota, lamiéndole también las gotas en su estómago. Le dije que me tocaba gozar a mí, pues no me había llegado a correr. Me tumbé igual que había estado él pero levantando las piernas, que apollé en techo del coche para ofrecerle mi ano. Le pedí que me lo hiciera con el dedo mientras yo me masturbaba, algo que me excitaba imaginar. Así que se mojo los dedos y empezó a metérmelos en mi ya dilatado ano. Primero fueron dos, luego tres... así hasta que cuatro dedos me abrían el culo. Los metía y los sacaba, los giraba dentro de mi ano matándome de gusto. Mientras yo me masturbaba como un loco. No tarde en correrme, cogiendo su mano y obligándole a meterme casi el puño entero. Los chorros de semen manchaban mi pecho y, debido a la postura y a la corrida tan buena que estaba teniendo, alguno me llegó a la cara, lamiéndome los que podía. Me limpié y me tumbé sobre el cuerpo de Diego, con mi boca cubriendo de besos su polla. Pasado un rato nos vestimos y nos fuimos. Quedámos para otro día. Yo ya había probado a tener algo que no fueran mis dedos en mi culo, y me había encantado, así que ya había decidido que me iban a follar el culo.... pero esa es otra historia. Dadme vuestra opinión de este relato a i_r_l_1973@latinmail.com