Mamada debajo del escritorio a mi colega.

Le hago una mamada increíble a mi amigo, desde debajo de mi escritorio, mientras el mira una porno.

Era el mes de mayo, y acaba de recibir mi boletín de notas. Todo dependía de ese papel, en ese papel pondría si procedería a hacer selectividad, o si tendría que repetir otro año entero. Abrí el sobre lentamente, extraje el folio y miré lentamente. No lo podía creer. Me habían quedado las tres que menos aseguradas tenia. Inmediatamente brotaron un par de efímeras lágrimas de mis ojos. No quería darles la satisfacción a mis profesores de verme llorar.

Rubén al verme desde el banco en el que estaba sentado, se me acercó y me dijo:

-que, ¿Cómo ha ido la cosa?

-Muy mal tío… me han quedado las tres que me imaginaba.- dije mientras me volvían a brotar un par de lagrimas

-Joder, tío, si es que seguro que podías haber estudiado más. Bueno ya no le des mas vueltas, este verano te matas a estudiar y eso te las sacas rápido.

-¿tu crees? - Dije mirando con cariño a Rubén.

-Estoy seguro tío. Bueno venga, te invito a tomar algo que si vas a tu casa ahora, tu madre seguro que te mata por las notas.

Me dio un casco, y fuimos directos al parking, para coger su moto. Nos montamos y fuimos hacia un bar. Allí nos tomamos yo un par de coca-colas y el dos cervezas. Nunca me ha gustado demasiado la cerveza. Me llamo Juan, tengo dieciochos años. Soy bastante alto, delgado, con pelo castaño y unos bonitos ojos verdes. Y desde hace años se que soy gay. Y en esos momentos estaba tomándome unas tapas con Rubén, mi mejor amigo. Rubén es bastante mas bajo que yo, pero esta muy fibrado por que va al gimnasio siempre que puede. Tiene el pelo castaño y unos ojos marrones caramelo.

Tras tomarnos las tapas, me invitó a su casa, pues solo era la una del mediodía y aun era pronto. Entramos en su casa y fuimos directos a su habitación.

-ponte cómodo tío- dijo mientras encendía el ordenador y se quitaba las zapatillas y los calcetines.

Yo mientras solté mis cosas en su cama y me senté en esta. Rubén mientras se había quitado la camiseta, y los pantalones. Se quedó en unos bóxer pegados blancos. Mientras agachado buscaba en su cajón algo de ropa cómoda para ponerse.

Yo mientras lo miraba, no pude evitar empalmarme, así que me puse las manos en el regazo e intenté disimular. Finalmente se puso un bañador blanco y una camiseta de tirantes negra. Pero no se puso nada en los pies y se sentó en su silla del escritorio.

-¿no te pones nada en los pies tío?

-que va, siempre que llego de la calle me quedo descalzo, que estoy mas a gusto.

-Bueno ¿que hacemos Juan? Tendrás que animarte un poco ¿no? ¿Te apetece que ponga una porno y la vemos un rato?

-jeje, pues no me vendría mal la verdad

Rubén puso una película que tenia guardada en el ordenador y empezamos a verla. Era porno heterosexual, ya que el lo era. Cuando llevábamos unos cinco minutos viéndola, empezó a sobarse descaradamente el paquete. Yo le miraba y sonreía, y el seguía mirando fijamente la pantalla.

-tío mira como se me ha puesto en un segundo. Y enseñó un bulto en la entrepierna mientras la frotaba con fuerza.

-jajaja si es que te pones cachondo enseguida cabron.

-no tío, es que llevo mas de dos meses sin follarme a la Sandra… y no veas.

-pero tío, ¿no decías que casi todos los viernes la recogías en la moto y te la chupaba en el parque amarillo?

-pero de eso hace ya un mes por lo menos. Y joder, de vez en cuando me hago pajotes, pero no es lo mismo que sentir una boca calentorra aquí- dijo mientras se cogía el paquete y lo movía fuertemente.

-jajaja que cerdo estas hecho Rubén.

-no digas tonterías Juan que seguro que tu no has follado en tu vida, ¿a que no?- no respondí, pues Rubén no sabia que yo era gay.

-que si joder, me follé a tu hermana en halloween.

De repente, y sin esperármelo, Rubén salto de la silla y se me tiró encima en la cama, riéndose e inmovilizándome, pues tenia mas fuerza que yo. Su paquete abultado estaba rozándome el muslo.

-retira eso cabroncete jajaja

-vale vale, lo retiro- dije mientras sentía lo caliente que estaba su entrepierna.

-ummm ahora que lo siento espera- comenzó a restregar su paquete en mi pierna, con intención. – tío que gustazo restregarte esto. Si sigo así me corro, déjame un par de minutos

-jajaja ¿tu eres tonto? No voy a dejar que te corras en mi pierna.

-tío por favor si hay unos calzoncillos y un pantalón entre medias, solo quiero frotarme un poco y me corro enseguida.

-jajaja ¿estas de coña?

Entonces hice algo que lo sorprendió, puse mi mano en su entrepierna y la sobé un poco.

-cabron, pero ¿Cuánto te mide?

-jajaja pues no se… 18 centímetros o así

-dios, haber déjame otra vez- y volví a sobarle el bulto.

-¿es que te gusta?

-pues hombre así tan caliente, dan ganas de tocarla un poco. ¿Te molesta Rubén?

-puf al contrario, me las estas relajando. Espera, ¿quieres que me baje el pantalón?

-bueno, mejor será

En ese momento oímos que llegaba del trabajo su madre. Entones Rubén se le ocurrió la idea de que para estar preparados por si entraba su madre en la habitación, que el se sentase en su silla y yo me escondiese debajo del escritorio. Y así yo quedaba oculto con este.

Me metí debajo del escritorio en cuclillas, y Rubén se acercó con su silla. Con los pantalones y los calzoncillos por las rodillas. Entonces empecé a masturbar lentamente su rabo.

-que cabron eres Juan, parecemos dos maricones… venga hazla mas rápida que quiero terminar ya.

Empecé a masajearla mas rápido. Sonaba el ruidillo de su prepucio encharcado con precum y me puse muy caliente. Al estar debajo del escritorio recibía todo tu olor directamente, y se notaba que había estado en el gimnasio el día anterior y que todavía no había pasado por la ducha. Con mi otra mano libre cogí los dos huevos y le dije:

-tío se nota que llevas tiempo sin tocarte. Están llenísimos

-jajaja, es que le hace falta ordeñarla ya.

-oye tío, aunque parezca una locura, ¿pruebo a metérmela en la boca a ver como sabe? No es chupártela, solo es saborearla, que siento mucha curiosidad

Se lo pensó un poco y me miró con cara de extraño

-en fin tío, tu verás, si no te da asco adelante, pero que eso sabe muy mal… ten en cuenta que es una polla joder… pareces gay, pero bueno haz lo que quieras.

No tardé ni dos segundos en engullirla y a Rubén le dio un espasmo. Entones acercó mas su silla y yo quedé mas arrinconado contra la pared debajo del escritorio.

Justo en es momento, se abrió la puerta de su habitación de golpe, y entro la madre de Rubén para hablar con el. Instintivamente mi amigo me empujo con un pie contra la pared debajo del escritorio. Yo solté una exclamación de dolor y rápidamente me puso la planta del otro pie en la boca.

No me lo podía creer, ahora si que iba a reventar. Esa situación de estar debajo del escritorio del buenorro de mi mejor amigo y con su pie puesto en mi boca, me excito en demasía.

Olía entre sudor y suavizante de los calcetines. Una mezcla que me puso demasiado y note como mojaba los calzoncillos con preseminal. Que gozada. Aproveche y saqué un par de centímetros mi lengua y lamí lo que pude de ese pie, Rubén le dio un pequeño espasmo mientras hablaba con su madre y lo pagó apretándome con mas fuerza el pie contra la boca.

La madre apenas estuvo un par de minutos y se fue. Rubén retiro el pie de mi boca y me dijo:

-¿tío estas loco? ¿Por qué coño me chupas el pie? ¿Es que eres maricón perdido o que?

-joder Rubén tu eres tonto, ¿es que no te das cuenta de que estoy disfrutando?

Mi amigo se quedó unos segundos dubitativo y al rato, suspiró, sonrió levemente con su cara de chulo buenorro, y me volvió a aprisionar con la silla y a acercarme la polla, la cual estaba flácida. Me la metí en la boca y ya tuve que sacarla cuando se hincho de sangre y no cabía más dentro.

Estuve chupándosela como diez minutos, mientras notaba como Rubén seguía viendo la película porno de antes. Supongo que se imaginaria que yo era una tía.

-tío me voy a correr ya. Quita.

Se puso de pie y fue andando hacia el baño. Yo me incorporé, me coloqué la polla bien dentro de los calzoncillos y fui al baño con el.

Se sentó en la taza y comenzó a darse las últimas sacudidas antes de correrse y se me ocurrió una idea.

-tío ¿y si me echas la lefa en la boca? Y así la pruebo ya.

-tu eres un puto degenerado Juan. La lefa va al water que es donde debe estar.

-por favor Rubén. ¿Que mas te da, si la vas a tirar igualmente?

-he dicho que no, ¡y punto!

Se notaba que ese exceso de sumisión por mi parte ya lo había hartado, de modo que me quedé mirando como cerraba los ojos y oía los trallazos golpeando dentro del water. Se levanto y cogió la polla aun empalmada y la sacudió dos o tres veces para que cayeran las últimas gotas al inodoro. Tiró de la cisterna y salió del baño sin dirigirme la palabra.

-Rubén ¿te pasa algo?

-joder pues tu veras. Una cosa es que me hagas una mamada de colegas y otra que ya seas tan cerdo como te has puesto. ¿Tú ves normal querer tragarte mi semen?

-bueno lo siento, me he puesto demasiado cachondo. De hecho aun lo estoy, ¿que hago?

-a pues tu verás, a mi ni me acerques con la polla que yo eso no te lo voy a tocar, así que entra al baño y te la haces tu.

Entre de nuevo al baño con una sonrisa radiante. Por fin había comido la polla a mi mejor amigo y le había lamido un pie. Había cumplido dos de mis fantasías sexuales.

Cuando estaba a punto de sentarme en el water para pajearme, me di cuenta de que al sacudirse las ultimas gotas Rubén, habían caído dos gotas pastosas de liquido blanco en la taza. No lo dude ni un solo segundo, me agaché y las estuve lamiendo.

Sin palabras, ese acto de sumisión y el hecho de saber que esa corredura era de Rubén, me hizo empezar a correrme sin ni siquiera haberme tocado.

Este es mi primer relato, si os gusta, seguiré publicando, incluso las siguientes partes de este relato, que las hay. Un saludo.