Mamá y Tio Roberto (4)

Por fin se me hizo realidad, se la mamé y mucho más.

Pasaron un par de días desde que Tio Roberto estuvo en mi cuarto. La visión de su enorme pija seguía en mis retinas y me masturbé en reiteradas ocasiones imaginando su sabor.

Una tarde que mamá había ido a hacer unas compras, mi tío se me acercó y me dijo: “te quedaste con ganas el otro día eh ?” y yo le respondí que no sabía a qué se refería pero un bulto en mi pantalón me estaba traicionando. Me dijo : “me refiero a que te quedaste con ganas de tomar mi lechita, pero no te preocupes, ya lo tengo todo arreglado, va a ser tu mamá la que te pida que me la chupes”. Enojado (pero no mucho) le contesté que estaba loco si pensaba que se la iba a chupar, a lo que me respondió  : “está bien, si no quieres, no” y se dio vuelta para irse. Yo lo detuve y le dije “no no, está bien,  si mamá me lo pide. . .”. Sonriendo, me agarró el culo con una de sus manazas y me dijo “así me gusta putito, ya vas a ver”.

Esa nochecita, luego de que mi padre se fuera a trabajar, mi madre me llamó desde la cocina. Al llegar, estaban ella y tio Roberto conversando.  Mi madre me dijo: “Carlitos, tengo que hablar muy seriamente contigo”, que pasó, pregunté. “Tu sabes que a veces, tu tío y yo jugamos a las cartas”, si, le contesté. “Bueno, la otra noche estuvimos jugando al poker y él me ganó”. Y entonces ?, pregunté. “Y bueno, eh . . ., tendría que pagarle lo que apostamos”. Yo le dije: “déjate de dar vueltas, que apostaron ?”. “Apostamos 1000 dólares  o que yo dejaría que me metiera su pitito en la boca”.  Serás puta pensaba yo. “El asunto es que él me propuso que para que yo no le fuera infiel a tu padre, podrías ser tu el que pagara la apuesta”, me dijo, e inmediatamente me dijo: “Pero no voy a permitir de ninguna manera que lo hagas, lo voy a hacer yo”. A esa altura mi tío tenía la pija fuera del pantalón y se podía apreciar su tamaño y sus venas en toda su magnitud. Mi madre tenía la vista fija en la verga. Estaba como hipnotizada. Yo le dije “no voy a permitir que engañes a mi padre (aunque más cuernos de los que tiene no le caben en la cabeza, pensaba), lo voy a hacer yo”. Está bien dijo mi tío, vamos a la habitación de tus padres. Yo voy con ustedes, dijo mi madre.

Yo iba adelante, mi tío detrás mio, tocándome el culo y mi madre atrás, diciéndole que me dejara tranquilo. Una vez dentro de la habitación, me arrodillé frente a mi tío, le agarré la verga con las dos manos y fue introduciéndola en mi boca mientras los miraba. Me guiñó un ojo y me dijo: “chupala bién Carlitos”. Yo empecé a meter y sacar de mi boca la porción de pija que me entraba, que no era ni la mitad, emitiendo unos sonidos así :” mmnm.. mmnn .. chop…chop”. De reojo miro a mi madre y la veo masturbándose, tenía una mano metida por el elástico del joggin acariciándose la concha y la otra por debajo de la remera, masajeándose las tetas. En eso escucho que le dice a mi tío:” Acordate Roberto, que la otra cosa que perdí en el poker es que te tenía que dejar que me chuparas las tetas” y sin más preámbulo,se acercó a mi tio, se levantó la remera por encima de sus tetas (que no tenían corpiño que las sujetara) y agarrándolas con las dos manos, se las ofreció. Mi tío, ni lento ni perezoso, empezó a comerle las tetas de una manera  que parecía que se las iba a arrancar. Mi madre echó la cabeza hacia atrás y soltando una teta, le pasó la mano por la nuca al tío para atraerlo más hacia ella.

Yo seguía embelesado saboreando esa hermosa verga cuando veo que la mano de mi tio estaba dentro del pantalón de mi madre seguramente metiéndole algún dedo en la concha, a juzgar por los gemidos de ella. Como pude, con la pija en la boca dije :” jacá eja ano de ahí “ (sacá esa mano de ahí), a lo que mamá, mientras movía sus caderas al compás de la mano de mi tio, respondió: “ Carlitos, te he dicho mil veces que no hables con la boca llena, seguí mamando esa pija y dejá hacer a tu tío”. En ese momento, me abandoné al placer de mamar y dejé que mi mamá disfrutara de la dedeada que estaba propinándole mi tio mientras le succionaba los pezones alternativamente.

En determinado momento, el tío dijo: “Bueno, ahora viene el pago de la otra apuesta”. Mi madre balbuceó :” Cual apuesta ?”. El tío dice: “ Carlitos va a agarrarme la pija y te la va a introducir en la concha mientras tu te me sientas arriba, no te acordás ?”. Mi madre inmediatamente dijo: “Si si si, me acuerdo perfectamente”. Yo protesté, principalmente porque tenía que abandonar esa pija antes de saborear la lechita prometida, a lo que mi madre me dijo que apuestas son apuestas y había que pagarlas.

Mamá se quitó los pantalones, el tío se sentó al borde de la cama y ella se arrodilló en la cama con una pierna a cada lado de él. Se dio vuelta hacia mí que había quedado como niño al que le sacan un juguete y me dijo con los ojos desorbitados: “Dale Carlitos, paguemos la deuda, agarrá la pija de tu tío y ándamela metiendo de una vez”. El tío al ver mi desolación me dijo: “Vení Carlitos, mientras tu madre me cabalga, vos pasame la lengua por los huevos”. Algo es algo pensé yo, me arrodillé en el suelo, tomé la pija de mi tio con una mano y le puse la cabeza en la puerta de la concha de mi madre que a esa altura chorreaba flujos a raudales. En cuanto mamá sintió la punta de la verga del tío golpeándole la puerta, se fue sentando y yo, en primera fila pude ver como iba desapareciendo la pija del tío dentro de mamá. Comencé a besarle y lamerle los huevos al tío mientras mamá subía y bajaba a gran ritmo ensartada en pija del tío gimiendo como una poseída. A pesar de que yo estaba chupándole los huevos de costado, no podía evitar que, cada vez que mamá se sentaba, me pegaba en la cara con sus nalgas.

Cada vez que mamá subía, el tío le comía las tetas, y cuando bajaba le comía la boca metiéndole la lengua hasta la campanilla. Mamá, con esas atenciones, no demoró mucho en acabar a los gritos. Casi enseguida, mi tío empezó a bramar y le descargó una buena porción de leche en las entrañas. Mi madre se desenganchó y mi tío me dijo: “Carlitos, limpiame bien la pija, que no quede una gota de leche ni de flujos de tu mamá”. Me encantó la idea y así lo hice mientras me masturbaba con la pija fuera del pantalón. Estaba disfrutando el sabor de la mamada cuando mi tío me dice: “yo se que te quedaste con ganas de leche, así que ahora vas a limpiar a tu mamá”. La miré, estaba acostada de espaldas en la cama. Me abrió las piernas y me dijo: “Vení Carlitos, vení a tomar la lechita que me regaló tu tío”. Así lo hice, metí la cabeza entre las piernas de mamá y empecé a meterle la lengua en la concha sacando toda la leche que le había dejado el tío, mientras tanto, ella terminó mi trabajo de limpiarle la pija a tío Roberto. No aguanté más y acabé lanzando varios chorros de leche en la cama.

Mamá me dijo:” mirá que sos chanchito” y me acarició la cabeza. “No te preocupes, yo voy a limpiar esto antes de que venga tu padre. Vos andá a dormir tranquilo que yo tengo que hacerles unos pagos más a Roberto” . Mi tío que ya estaba empalmado de nuevo me dijo: “Carlitos, andá a dormir pero andá pensando que esto se va a volver a repetir porque tu madre es muy mala jugadora, jajaja”

Mientras me iba, escuchaba a mi tío que decía “abrí bien las nalgas Dora, que ahí voy”. No terminé de pasar la puerta cuando mi madre ya estaba enculada. Me fui a mi cuarto y me acosté a dormír sin lavarme los dientes, no quería perder el gustito a semen y flujo que tenía en mi boca.