Mamá y tio Roberto (2)
Tio Roberto descubre mi picardía y me cuenta el desenlace de la noche en que los vi . . .
Mamá y tio Roberto – parte II
Después de todo lo ocurrido esa noche, nos sentamos a la mesa a cenar. Yo los miraba de reojo y podía apreciar el nerviosismo que tenían. Terminada la cena, les dije “Hasta mañana” y me fui para mi cuarto. En cuanto entré, saque del bolsillo la bombacha de mamá y me la puse en la nariz. Estaba húmeda y tenía olor a hembra en celo. Me masturbé pensando en todo lo ocurrido. Me asusté un poco pensando que me hubiera gustado estar en el lugar del tio Roberto, pero más me asustó pensar que también me hubiera gustado estar en el lugar de mamá. Cuando estaba por acabar, puse la bombacha frente a mi verga y le descargué cuatro chorros de leche, después me limpié los restos de semen con ella y la guardé en un cajón.
Pasaron 3 o 4 días sin novedades. Mamá y tio Roberto se comportaban como cuñados que eran. Hasta que un día de tardecita, cuando llego de estudiar, me encuentro a tio Roberto en casa. Nunca llegaba tan temprano, habitualmente se quedaba en el bar, tomando con sus amigotes y jugando a las cartas. Le pregunto por mamá y me dijo que había ido a comprar algo para la cena. Le dije : “ Que temprano viniste hoy” a lo que me contestó :
- Si, vengo de la casa de un amigo. Resulta que tiene un problema con el hijo, le roba ropa interior a la madre. No se si le gustaría cogerse a la madre o es medio mariquita y le gustaría ponerse la bombachita de mamá.
Lo dijo mirándome fijo. Me quedé helado y bajé la mirada pensando que la mirada de terror que tenía podría delatarme. Le dije que me iba al cuarto a cambiarme y corrí directamente al cajón a buscar la bombacha. No la encontraba y en eso lo veo apoyado en el marco de la puerta, con la bombacha colgando del dedo índice de su mano derecha y diciéndome: “ Es esto lo que buscabas ?” Le dije :
- Tio, yo te puedo explicar. . . .
- Carlitos, tu no me vas a explicar nada. Estoy seguro que de alguna manera presenciaste lo que ocurrió la otra noche entre tu madre y yo y te quiero contar como terminó la noche:
Cuando te fuiste a acostar, tu madre estaba como loca buscando la bombacha y yo estaba con los huevos repletos de leche. Le dije a tu madre que dejara de buscar la bombacha, que ya iba a aparecer a lo que me contestó que tenía miedo que la encontraras tu o tu padre. Le dije que de eso nos preocuparíamos después, que ahora le iba a pegar una buena cogida para descargar toda la leche que tenía acumulada.
Tu madre me dijo:
- Estás loco, esto está muy mal y ya viste lo que pasó por dejarnos llevar por las emociones.
- Dejate de joder y vamos para tu cuarto – la tomé por la cintura y la empecé a llevar.
Ya dentro del cuarto, me bajé los pantalones y liberé la verga que estaba a punto de reventar .
Tu mamá me decía “No Roberto, por favor no…” pero no dejaba de mirarme la pija y se iba sacando la remera. “No le hagas esto a tu hermano. . .” y se sacaba la pollera. Como la bombacha la tenías tu, quedó completamente desnuda. Se acostó boca arriba en la misma cama que se acuesta con tu padre, abrió bien las piernas, se agarró las tetas con las manos y me dijo : “ Que querés de mi, hijo de puta ?.”
Sin esperar ni un segundo, me subí encima de ella y le enterré la pija hasta los huevos. De ella escapó solamente un suspiro. Tenía la concha encharcada de flujos. Empecé un mete-saca violento. Tu madre me abrazó, cruzó las piernas por encima de mi espalda y mi culo y me metía la lengua en la boca buscando la mia. Se separaba solo para decir “ooohh , aaah, uuuuh, que pija tenés, me llega hasta la barriga”
En determinado momento, me di cuenta que tu madre estaba teniendo flor de orgasmo, se aferró a mi con piernas y brazos, comencé a sentir los espasmos de la vagina en mi pito y le entró un temblor tremendo. Yo seguía bombeando, le sacaba más de la mitad de la pija y se la volvía a zambullir con violencia. Fue allí que me dijo:
- No me vayas a acabar adentro que puedo quedar embarazada. A lo que le respondí:
- Te voy a llenar de leche para que se la tome mi hermano dentro de un rato, cuando te venga a chupar la concha. Y procedí a llenarle la pepa de leche tibiecita.
Cuando se me ablandó la pija, se la saqué. Ella hizo un movimiento como para irse a limpiar pero yo me le subí más arriba, coloqué una rodilla a cada lado de sus axilas y agarrándome la verga se la arrimé a la boca y le dije : “Limpiámela”. Tu madre con cara de vicio me dijo “Es mi especialidad” y me empezó a pasar la lengua por todo el tronco y los huevos. Después se la metió en la boca y me hizo una mamada que me la dejó durita de vuelta. Me la volví a coger diciéndole : “Vamos a dejarle una buena ración a Horacio” y le terminé echando dos polvos más, dejándole la concha rebosando leche.
Estábamos muertos de cansados cuando oímos llegar el taxi de tu padre. Tu madre me dijo : “Horacio se va a dar cuenta” a lo que le respondí “Decile que te violé” , salí corriendo de la cama de tus padres y me acosté en el sillón haciéndome el dormido.
Tu padre entró despacito, sin hacer ruido, fue hasta la heladera y se tomó un vasito de yogourt. Yo pensaba, dentro de un ratito vas a tomar más jaja. Se metió en la habitación y hasta ahora no supe más nada.
Le dije : “Tio, sos un hijo de puta”. Me pegó un cachetazo y me dijo. “ No solo te vas a callar la boca, vas a hacer todo lo que yo te diga porque si no le cuento a tu madre que la viste y que te quedaste con su bombacha. Es más, sacate la ropa y ponete la bombacha ahora mismo o te cago a trompadas”. Le obedecí y me tomó unas fotos con el celular.
Antes de irse me dijo : ”Te queda muy bien la bombachita, capaz que uno de estos días . . . . .”
Cuando se fue me tire en la cama, se me caían las lágrimas por la humillación. Me tenía en sus manos. Pensé en todo lo que dijo y me excité mucho. Lo más terrible es que lo que más me excitó fueron sus últimas palabras.
Continuará . . .
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