Mamá y papá se divorciaron (2)

Continuación de la historia. Lo mio con mamá va viento en popa y disfrutamos como nunca...

MAMÁ Y PAPÁ SE DIVORCIARON (II)

Bueno, aquí seguimos con la segunda parte del relato por el que empecé a tener relaciones con mamá. Les recuero que me llamo Pablo y mi mamá se llama Lorena. Yo tengo 19 años y mamá 47. En casa también vive mi hermana Laurita, de 21 años. En fin, que después de la vuelta del viaje que hicimos a Barcelona, tanto mi madre como yo seguíamos con nuestros encuentros, eso sí, muy discretos puesto que mi hermana estaba en casa mucho tiempo y podría darse cuenta de algo. Íbamos mucho al cine o salíamos por ahí, como "madre e hijo", pero en el cine si podíamos nos comportábamos como adolescentes, besándonos o metiéndonos mano…era genial.

Después de los parciales de febrero, mi hermana le pidió "permiso" a mi madre para irse con unas "amigas" a Sevilla (creemos que se fue con algún amigo solamente) y claro, mi madre le dijo que disfrutase y fuese "buena". Tendríamos la casa para nosotros durante 5 días. La primera noche fue totalmente pasional, con mi madre casi fuera de control. Cuando entramos en su dormitorio me arrancó la ropa…literalmente, mientras ella se quitaba la suya y me tiraba encima de la cama

  • Ven aquí, tigre…quiero que me folles el coño más fuerte que nunca- dijo mientras me besaba la boca…casi me mordía.

  • Te la voy a clavar tan adentro que me vas a pedir que pare- le dije en un arranque de bravuconería.

  • A ver si es cierto…quiero correrme como una perra en celo, mi amor- mi madre se puso sobre la cama con las piernas muy abiertas enseñándome su poblado coño.

  • Como me gusta ver ese conejito- le decía al tiempo que le acariciaba su coño, ya bastante mojado

  • Pues este conejo tiene hambre…quiere esa zanahoria que tienes entre las piernas- me cogió la polla con la mano derecha y la dirigió a la entrada de su chumino- Eso es, mi amor…llénale el coño a mami

  • Si…te lo voy a llenar, hasta el fondo- la acariciaba su clítoris con mi mano, mientras mamá cerraba los ojos y se dejaba llevar mientras iniciábamos el mete-saca, hasta que empezó a mover su cadera.

  • Oh, siiii, mi amor, dale gusto a mami- mi madre empezaba a perder el control.

  • Como me gusta tu coño, mami…que rico es- le decía mientras bombeaba

  • Más…quiero más, mi amor…más rápido- decía mientras aceleraba el ritmo- eso es, sigue así, mi amor…fóllate a mamá

  • Eres la mejor

  • Si, así, sigue…no pares- mi madre gritaba como nunca lo había hecho…era realmente escandalosa. Menos mal que no había nadie en casa- más rápido mi niño, más siiiii!

  • Estoy a punto…mami…ya me voy

  • Y yo, mi amor, y yo….me voy contigo- la verdad es que era increíble…mi madre no gemía, daba auténticos chillidos de placer- ya estoy, ya estoy…yaaaaa!

Caímos rendidos en la cama…no fue el polvo más largo de la historia, ni mucho menos, pero si que fue el más intenso. Nos besamos como dos amantes, que éramos y luego nos fuimos a duchar. Fue una de esas duchas en las que nos frotamos todo lo que se puede frotar…y algo más.

Volvimos a la cama y nos acostamos uno al lado del otro. Yo pensaba que después del intenso ejercicio mi madre necesitaría un descanso, pero…no. Al momento noté como mi polla era engullida por algo húmedo y caliente…la boca de mi madre, que me la estuvo comiendo un rato, hasta que se colocó de tal forma que puso sus tetas entre mi rabo y me hizo una cubana sensacional

  • Mami…si sigues así me voy a correr otra vez- le dije mientras seguía a lo suyo

  • Es que quiero que te corras otra vez, para mi…que me llenes las tetas con tu leche, amor

Fue a lo suyo hasta que notó que estaba a punto, momento en el que cogió la polla con su mano y siguió pajeándome hasta que la leche empezó a brotar nuevamente de mi miembro viril, que dejó caer sobre sus buenas tetas y luego se metió en su boca, para dejármela limpia, como los chorros del oro.

La verdad es que se notaba que mi madre se estaba desquitando de todo el tiempo de abstinencia que había sufrido. Por un momento pensé que ya tenía bastante por esa noche, pero ni mucho menos. Después de asegurarse que todavía daba más, se puso en posición. Mamá se puso a cuatro patas mientras que con sus manos se separaba los cachetes del culo para dejarme verle bien el coño

  • Quiero que me folles a estilo perrito puesto que me siento como una perra…no me puedo quitar de la cabeza otra cosa que no sea follar

  • Pues manos a la obra- le dije mientras me incorporaba para ponerme detrás de ella con la polla a punto de acción

  • Clávamela como antes mi amor…quiero sentirla dentro

  • Y yo…me gusta follarte tu coño…es tan estrecho

  • Es la falta de uso, mi amor…espero que dentro de poco no lo sea tanto de los polvos que me eches

  • Te echaré tantos como quieras, mami- le contesté mientras le daba un beso en la nuca, que la recorrió como una descarga eléctrica

  • Es que lo paso tan bien, como no lo he hecho nunca- decía mientras frotaba su culo contra mi paquete, esperando la penetración

De nuevo busqué el orificio de mi madre y dirigí hacia él mi polla, empezando de nuevo otro ritual de folleteo. Esta vez no gritaba tanto como la anterior, pero aun así daba unas buenas voces

  • Métemela hasta el fondo, mi niño…la quiero toda- decía fuera de sí

  • Es para ti, solo para ti mi reina- le repliqué, al tiempo que se oía ese sonido inconfundible de mi cuerpo chocando contra sus nalgas.

  • Más rápido, Pablo, quiero que me folles más rápido

  • Te voy a follar más rápido que un fórmula 1

  • Pues quiero sentirme como Alonso…pero ganándome un orgasmo.

  • Prepárate que vamos a llegar a la meta los primeros- le dije mientras aumentaba el ritmo de mis sacudidas

  • Oh, dios…que bueno…sigue un poco más…siiii, ¡me corro, me corrooooo!

Seguí poco más de dos minutos desde que mi madre se corriese como una loca hasta que vacíe todo lo que me quedaba en los huevos en el coño de mi madre. Esa noche fue de locura.

Estuvimos un par de días más así. El cuarto día al levantarnos estaba mirando a mi madre en la cama, ya que me había despertado un poco antes que ella

  • ¿Qué miras, cielo?- preguntó mamá cuando abrió los ojos

  • Lo guapa que eres- le dije mientras le daba un beso

  • Exagerado- rió

  • Lo digo totalmente en serio

  • ¿Seguro?

  • Si- afirmé

  • Demuéstramelo

  • ¿Cómo?

  • No se…por ejemplo ¿Qué estarías dispuesto a hacer por mi?

  • Cualquier cosa

  • Eso es muy genérico…dime algo más concreto- me miraba con los brazos apoyados sobre la almohada

  • No se… ¡ya lo tengo! Me casaría contigo- le dije a mi madre, que puso una cara de asombro que nunca le había visto

  • Pero eso no puede ser- dijo incorporándose

  • Ya lo se…pero yo estaría dispuesto a hacerlo ¿Y tu?

  • Si pudiera, también lo haría…me haces tan feliz. Espera…se me ocurre una cosa, si es verdad lo que dices y quieres…pues podemos casarnos…claro que entre tú y yo, sin validez oficial…solo para nosotros.

  • Genial

  • Pues venga, vamos a salir que tenemos que comprar unas cosas.

Salimos y compramos unos anillos, una tarta, no de boda, ya que solo éramos dos, pero a la que le pusimos la típica pareja de novios encima. Los anillos los llevamos sin grabar, por si acaso. También fuimos a un local especializado en delicatesen a comprar algo para la comida, que sería especial. Volvimos a casa y lo preparamos todo. Luego fuimos a vestirnos para la ocasión, mi madre apareció con un traje que le resaltaba mucho su figura y yo con traje oscuro. Hicimos una ceremonia como hacen en la tele y nos pusimos los anillos. De los momentos más divertidos de la "ceremonia" que grabamos fue el de cuando dicen que puedes besar a la novia, ya que fue un beso y una sobada de las tetas en toda regla. Luego nos comimos lo que habíamos comprado y terminamos con la tarta, riendo por la figurilla. Terminamos brindando con cava. Cuando terminamos la celebración, fuimos al dormitorio para la "otra" celebración. Incluso para seguir la tradición entré a mi madre-mujer cogida en brazos, dejándola suavemente sobre la cama. Fui a buscar el cava que traje con unas copas. Nos sentamos en la cama y bebimos un par de copas. Besé a mi madre en el cuello y empecé a bajarle el vestido. Nos quitábamos la ropa al tiempo que nos acariciábamos y nos besábamos con una dulce pasión. Le terminé de quitar la ropa interior, comprada para ese día tan especial, y ya con mamá totalmente desnuda la senté sobre mí. Seguíamos con las caricias y los juegos. Hoy era más dulce que nunca…nada de sexo salvaje, todo amor. Mi madre echaba hacia atrás la cabeza para besarle el cuello, el pecho, las tetas…son deliciosas. Cuando estaba lista la subí un poco para dejarla caer justo sobre mi polla lista para fornicar. Esta vez en lugar de un grito de placer, dio un suave gemido. Empecé a follar mientras seguíamos besándonos. Estábamos en otra galaxia, disfrutando de una manera especial. como nunca. En ese momento se abrió la puerta del dormitorio

  • Mamá…el padre de Rocío se puso… ¡Mamá…Pablo! ¿Qué coño hacéis?- mi hermana había llegado sin previo aviso