Mamá y papá se divorciaron (1)

El motivo de su divorcio era la infidelidad...pero para saber que pasó hay que leer la historia.

MAMÁ Y PAPÁ SE DIVORCIARON (I)

Hola a todos de nuevo. La historia es de cómo mi madre, hundida al pensar que ya no era apetecible para mi padre, encuentra la felicidad en brazos de otra persona.

En primer lugar me voy a presentar, me llamo Pablo, y ahora tengo 19 años. Estudio en una Universidad privada de Madrid una doble licenciatura, en Económicas y Derecho. Soy moreno, metro setenta y cinco, creo que no soy feo aunque tampoco un bellezón y eso si, se puede decir que tengo bastante labia para arrimarme al sexo femenino, del cual me declaro un ferviente admirador. He tenido unas dos parejas, de las que guardo un especial recuerdo por ser las que "me estrenaron" en el arte del sexo en su máximo esplendor. La primera ocho años mayor que yo. La otra era incluso más mayor que la primera, trabajaba en la constructora de mi padre, de ahí mi atracción por las mujeres un poco maduritas. En mi familia aparte de mi están mi hermana Laurita, que la seguimos llamando así a pesar de ser mayor que yo, dos años. La verdad es que está buena, con un buen par de tetas y una figura más que aceptable, eso si, controlando todo lo que come o deja de comer, como una obsesa. Ella estudia Medicina, ya que es muy "vocacional", eso si, creo que se ha pasado por la piedra a todo tío medianamente bueno de su Facultad. Por otro lado está mi padre, Luís, que tiene 49 años, es empresario de la construcción al que las cosas le han ido muy bien, y gracias a que no tiene pájaros en la cabeza a pesar de la crisis mantiene un buen nivel de vida. Es el típico ejecutivo moderno, siempre bien arreglado, sin un pelo fuera de su sitio, y sin un kilo tampoco fuera de su sitio… muy resultón para las mujeres. Luego está mi madre, que se llama Lorena y viéndola a ella es fácil deducir de donde sacó mi hermana su belleza, ya que con la diferencia lógica de edad son muy parecidas y a veces parecen hermanas más que madre e hija. Tiene las tetas un poco más grandes que las de mi hermana, pelo color caoba, liso y corto.

Bueno para ir al grano les diré que mis padres se divorciaron hace poco más de un año por una razón que no sabe la gente…todo el mundo piensa que fue un tema de cuernos y parte es verdad…solo que los cuernos se los ponía mi padre a mi madre con uno de sus mejores "amigos". Si, mi padre era gay y lo tenía muy callado, por el que dirán. De hecho, en los acuerdos de divorcio se incluye una cláusula en la que si mi madre no dice nada, pues recibe un extra muy importante en su ya cuantiosa pensión de separación. Yo se esto por unos motivos que ya iré desvelando. Mi hermana no tiene ni idea y piensa que mi padre es un cerdo mujeriego…tanto como lo es ella con los hombres. La cosa es que después de la separación mi padre se mudó a vivir a otra de las casas que tiene, dejando la vivienda habitual, un chalet en las afueras de Madrid a mi madre, además de otras propiedades, como un apartamento en la costa y otro chalet en la sierra de Madrid.

En principio la vida para mi se puede decir que no cambio lo más mínimo, iba a clases, salía con mis amigos…lo normal para un chaval de mi edad. Mi hermana por su parte seguía con su vida de estudio, ya que a pesar de ser una mini-ninfómana estudia mucho, ya que su carrera es muy dura, y sus ligues. La que peor lo llevaba era mi madre. Yo en principio pensaba que era por el disgusto de ser una mujer engañada por su marido con una secretaria o con otra mujer más joven o más guapa, o más lista…no se, pero el caso es que mi madre no levantaba cabeza. No sabía que hacer y cuando lo intenté comentar con mi hermana me dijo, con su egoísmo habitual, que ya tenía bastante con lo suyo para encima preocuparse por lo de los demás. Ahí le grité que "no era lo de los demás, que estábamos hablando de nuestra madre, y que lo estaba pasando muy, muy mal". Bueno ya sabía que no iba a poder contar con mi hermana para nada. Intenté hablar con mi madre, pero no había forma de sacarle nada. Se la veía mal, pero no daba su brazo a torcer…decía que todo iba bien, que no me preocupase…pero sabía que no era cierto. Así mi madre cada vez salía menos con sus amigas…eso si seguía yendo a jugar al pádel, pero poco más, casi no iba a reuniones "sociales" a las que era una asidua y ni siquiera iba a las exposiciones de pintura, una de sus pasiones. Yo no sabía que hacer, así que aprovechando que estábamos en la semana blanca del colegio vi que en Barcelona había una exposición de uno de los pintores favoritos de mi madre, si no el que más le gustaba…así que se me ocurrió pensar un plan. Con la posibilidad de la tarjeta de crédito e Internet hice una reserva para la entrada a la exposición, dos billetes de tren de alta velocidad a la ciudad condal y lo más difícil fue encontrar hotel, ya que era una feria de no se qué así que tuve que estirar bien la tarjeta para poder reservar en un hotel de cinco estrellas, muy conocido…Iríamos de jueves y volveríamos el domingo, en el último tren de alta velocidad

El día antes de salir se lo dije a mi madre

  • Mami, prepara una bolsa de viaje para cuatro días que nos vamos a Barcelona

  • ¿Qué?...no, la verdad es que no me apetece nada ir de viaje ahora…gracias…pero creo que no es el mejor momento- contestó mi madre con su ya habitual gesto serio

  • No acepto un no…además, ya lo tengo todo reservado y pagado…además hay una sorpresa que se que te va a gustar- le dije.

  • ¿Y tu hermana?- se preocupó mamá

  • ¡Bah! Estará genial…de hecho me ha dicho que nos lo pasemos muy bien…que ella tiene mucho que estudiar y esas cosas- le dije para tranquilizarla a ese respecto.

  • No se…es que…-intentaba excusarse, pero no se lo iba a permitir

  • Nada…tienes que venir y punto…de verdad no vamos a perder el dinero de la reserva…porque ya no nos lo devuelven.

  • En fin…eres tan persuasivo…al menos dime que me tengo que llevar.

  • Así me gusta más…vamos a ver…ropa informal para casi siempre y algo más elegante para cenar…solo un día- ya había logrado algo

  • Bueno…prepararé la bolsa- dijo mamá con gesto serio.

  • te diré que vamos en tren…en el de alta velocidad, por lo que entre pitos y flautas llegamos antes que en avión…y además a Barcelona, no al aeropuerto.

  • Me gusta esa idea.

  • Eso si… por favor no lleves la ropa de funeral que usas últimamente, por favor- le hice esa pequeña observación a mi madre

  • ¿Qué le pasa a mi ropa?

  • No se…digamos que ha oscurecido mucho respecto a como sueles vestir de normal.

  • Bueno…intentaré llevar algo más…digamos alegre- dijo mi madre, esbozando una sonrisa, la primera que le veía en mucho tiempo.

  • Así me gusta…que cambies un poco esa cara

La cosa quedó en que yo también me fui a preparar mi bolsa de viaje, con ropa informal y llevé un traje para la cena que había reservado en el restaurante del hotel, con según dicen uno de los mejores cocineros del país.

Al día siguiente por la mañana nos dirigimos a la estación a coger el tren que salía a las 10:30 con destino a la capital de Cataluña. En poco más de dos horas y media estábamos entrando en la estación. El viaje fue genial, nos sirvieron algo de comer, leímos la prensa y en un abrir y cerrar de ojos habíamos llegado. Desde la estación cogimos un taxi para ir hasta el hotel. Como dije, por culpa de una feria estaba casi todo a reventar y el hotel que reservé se salía de mi presupuesto inicial…pero al fin y al cabo…pagaba mi padre, que diablos. Al llegar mi madre se sorprendió, ya que el hotel era de auténtico lujo y eso se nota nada más llegar. Nos registramos y subimos a la habitación, que era muy espaciosa, con una cama grande, una parte separada que hacía las veces de salón y un baño completo, con bañera y ducha separadas y todos los kits y accesorios que te puedas imaginar. Mi madre esbozaba una sonrisa, lo cual me hacía muy feliz, y eso que todavía no sabía cual era la sorpresa. Bajé a recepción a recoger las entradas para la exposición, que dije que las mandaran al hotel y subí con ellas.

  • Bueno mami…espero que te guste la sorpresa- le dije al tiempo que le entregaba el sobre con las entradas.

  • Seguro que si, mi niño- dijo mi madre en una de las primeras muestras de afecto en mucho tiempo, al tiempo que abría el sobre- ¡Oh dios mío…gracias Pablito…muchas gracias, eres un cielo! ¿Cómo lo sabías…digo como sabías que me gusta este pintor?

  • Hombre, es fácil, no haces más que hablar de él- le respondí.

Las entradas eran para ese mismo día por la tarde y no había más disponibles, así que fuimos a comer algo rápido para llegar a la exposición lo más pronto posible. Mi madre estaba poco menos que extasiada viendo las pinturas…yo no se si es que soy un poco burro o que, pero tampoco me decían gran cosa. Cuando salimos fuimos dando un paseo por la zona de las Ramblas y luego cenamos algo para volver al hotel a descansar, ya que el día había sido agotador. Mientras mi madre se cambiaba en el baño y se desmaquillaba y esas cosas, yo me puse el pijama en un momento, esperando para luego entrar al baño a cepillarme los dientes y hacer pis, antes de ir a dormir. Mi madre salió con un camisón bastante ligero, que es con lo que suele dormir ella de siempre, pero me fijé en la bonita figura que le hacía. Nos metimos en la cama, como dije muy grande mi madre me dio un beso de buenas noches y de gracias y casi en seguida nos quedamos dormidos los dos, ya que al día siguiente seguíamos de visita.

Tras ducharnos y desayunar en el hotel nos fuimos a visitar el barrio gótico y los edificios más típicos de Gaudí. La verdad es que es una ciudad que me fascina, de verdad. Llegamos sobre las ocho de la tarde al hotel, para arreglarnos e ir a cenar al restaurante del hotel, como he dicho….muy chic. Mi madre entró primero al baño ya que lógicamente tardaría más y se podía maquillar en la habitación. Se duchó y salió con la ropa interior puesta, un precioso conjunto de bragas y sujetador de encaje negro, con transparencias que dejaban más que imaginar sus pechos.

  • ¡Guau! Que sexy- dije en parte porque era la verdad y en parte para subirle la moral a mamá, que seguro que nadie le decía nada así.

  • No será para tanto- dijo mi madre sonrojándose un poco

  • En serio…estás genial- no pude por menos que fijarme como los pezones luchaban por salir de su prisión.

  • Anda, adulador, vete a duchar que me lo voy a creer y todo- dijo mi madre, que se tuvo que dar cuenta que me había fijado en sus tetas.

Una vez arreglados bajamos al bar del hotel a tomar algo hasta la hora de la cena. Mi madre pidió un Martini y yo una copa de vino. A la hora de la reserva nos fuimos al restaurante y nos sentaron en una mesa cerca de la pared, muy discreta. Creo que la maître pensó que éramos pareja por como nos trató, lo cual a mi me hizo sonreír. Pedimos entre otras, las cosas que nos recomendaron, que he de decir estaban buenísimas. Lo regamos con un par de botellas de vino de la zona que entraron muy bien. Si la cena era, digamos, brillante, el postre era genial. Nos tomamos un licor y salimos a una terraza magnífica que está en el hotel. Pedimos un par de bebidas y nos sentamos a hablar.

  • Pablo quiero darte las gracias por este…regalo que me has hecho. No sabes cuanto me ha gustado

  • De nada…digamos que solo lo he organizado- intenté justificarme

  • No, es más que eso. Estos últimos meses no han sido nada fáciles para mí, como habrás supuesto.

  • Ya, me imagino…lo de papá y eso- le dije yo, sin saber exactamente lo que mi madre si sabía y yo ni suponía.

  • La verdad es que no tienes ni idea de lo que ha pasado…casi nadie lo sabe, ni siquiera tu hermana o tu mismo, pero es así- dijo mi madre, otra vez con su gesto serio

  • Sabes que puedes contra conmigo para lo que quieras- le dije a mi madre, intentando demostrarle mi apoyo.

  • Ya lo se mi vida, ya lo se. Ese es mi consuelo, porque tu hermana…- no quiso decir nada en su contra, pero yo lo intuía

  • Ya, va a lo suyo…y lo de los demás le importa una mierda

  • Bueno, no lo quería decir, pero veo que te has dado cuenta- dijo mi madre, mientras bebía de su copa

  • No hay más que ver como se puso cuando le dije que podríamos venir…que no tengo tiempo, que si esto que si lo otro…en general excusas.

  • Bueno, cambiando de tema… ¿Qué vamos a hacer mañana?

  • No lo se…por la mañana podríamos visitar la zona del Paseo de Gracia…por si quieres comprar algo, y luego…no se- le dije

  • Yo si…si hace bueno podemos ir a la Barceloneta- dijo mi madre sonriente

  • ¿A dónde?- pregunté sin saber por qué quería ir a la playa

  • A la Barceloneta, a la playa. Hace muy buen tiempo y sabes que me encanta la playa, y como dice la canción en Madrid no hay

  • Vale, pero no tengo bañador- apostillé

  • Ni yo bikini, pero mañana vamos a zona de compras, ¿no?- dijo mamá con una gran sonrisa.

Al rato volvimos a la habitación del hotel y como la noche anterior mi madre entró en el baño a desmaquillarse y eso mientras yo me ponía el pijama. Cuando salió me pareció que sus pezones marcaban mucho más que la noche anterior. Ya en la cama mi madre se sinceró un poco

  • La verdad es que pensaba que mi vida como mujer se había acabado- decía mi madre con la voz un poco entrecortada, como si hiciera esfuerzos para no llorar.

  • ¿Por qué dices eso? Porque papá se fue con otra…no lo creo- le dije yo sin saber la historia

  • Pablo…si te cuento algo me juras que no lo dirás jamás, jamás- preguntó mamá

  • te lo juro

  • bueno, pues es que tu padre no se fue con otra- empezó a decir mi madre

  • ¿Fuiste tu la infiel?- me impacienté

  • No hombre no…tu padre se fue con otro hombre- dijo mi madre. Por fin me enteré de la verdadera historia

  • ¿Qué? No puede ser- estaba incrédulo

  • No, es la verdad. La cosa es que yo misma lo pillé con su "amigo" en la cama. Recuerda que me has jurado no contarlo…ni a tu hermana- dijo mi madre muy seria

  • Te he dado mi palabra y la cumpliré, por eso no te preocupes. Y pensar que creía que estabas mal porque se había ido con otra y no se…igual pensabas que ya no eras guapa o eso, pero esto…es muy fuerte

  • Al menos te has preocupado

  • Ya bueno eso, yo pensabas que estabas mal porque papá se había ido con otra más joven, pero sabía que no podía ser más guapa

  • Gracias por decir eso

  • ¿El qué?- no sabía a que se refería

  • Por decir que la "otra" no podía ser más guapa que yo.

  • Es la verdad- le dije asintiendo

  • Bueno, vamos a dormir. Buenas noches, mi amor- dijo mi madre al tiempo que me daba un beso…y al girar las cabezas ese beso en los labios.

  • Hasta mañana- le dije

Ese pequeño y fugaz beso hizo que tardase mucho en dormirme, pero al fin el sueño me pudo. Por la mañana nos levantamos como si nada y nos fuimos a desayunar y luego a comprar. Llegamos a la zona del Paseo de Gracia y mi madre entró en una tienda a comprar un bolso que le gustó. Seguimos y entramos en una boutique de lencería y ropa de baño digamos que bastante exclusiva y mi madre escogió un par de bikinis para probarse y se dirigió a los probadores. En principio me quedé por la tienda dando una vuelta hasta que mi madre me llamó para que la acompañase

  • Puedes darme tu opinión de cual te gusta más- dijo

  • Vale.

Entramos al probador y mamá se puso el primer bikini sobre su ropa interior, siendo bastante más pequeño el bikini que las bragas y el sujetador. De hecho era un tanga.

  • ¿Qué te parece? Hombre con la ropa interior no es igual, pero…dame tu opinión sincera eh?

  • Claro, claro- le dije

  • Vamos a ver el otro- dijo cambiándose en un momento- este de ahora era más clásico

  • La verdad es que creo que te queda mucho mejor el otro

  • Ya me imaginaba que el otro te iba a gustar más que éste…si en el fondo todos los hombres sois iguales- dijo mi madre haciéndome un guiño

  • No mamá, todos no- le hice recordar lo de mi padre- pero desde luego a la mayoría nos gusta ver a una mujer tan bien hecha como tu con un bikini como ese.

  • Eso es un consuelo…pues nada, el primero- salio del probador, lo pagó y luego fuimos a buscar un bañador para mi, éste más normal.

Volvimos al hotel a cambiarnos, y nos fuimos a la playa de la Barceloneta que está al lado del hotel. Al llegar mi madre se quedó con el bikini que así, sin los estorbos de la ropa interior lucía mucho más…estaba genial

  • ¿Qué tal el bikini? Después de lo que me ha costado, al menos espero que me quede bien- dijo mi madre, ya que el bikini era bastante caro

  • La verdad es que te queda que te cagas de bien- le dije a mi madre, espontáneamente, pero era la verdad más absoluta.

  • Anda, figura, ponme un poco de protector en la espalda, que no quiero quemarme- dijo mi madre mientras me acercaba el bote, y se desabrochaba la parte posterior de su bikini. Le puse el protector casi sin atreverme a tocarle el culo, pero se dio cuenta- en el culo también Pablo, que si no me quemo

La verdad es que había bastante gente en la playa y aunque presumíamos que el agua estaría fría, como así estaba, fuimos a darnos un pequeño baño. No podía dejar de fijarme como se le ponían los pezones a mi madre con el agua fría. Después de un par de horas recogimos las cosas para volver al hotel. Al llegar a la habitación mi madre cogió una toalla y se la puso alrededor de la cintura, se quitó la parte de abajo del bikini y me la tendió

  • Anda, cielo, ponlo en la terraza, para que se seque

  • Vale- le dije dando media vuelta

  • Espera…llévate también la parte de arriba- dijo mientras se echaba mano a la espalda y se quitaba lo que le quedaba. Me quedé de piedra viéndole las tetas a mi madre, sin decir nada me dirigí a la terraza a poner las prendas a secar. Al cabo de un rato mi madre salió del baño. La verdad es que se le notaba el color que había cogido, le sentaba genial. Nos vestimos y salimos a cenar algo, cerca, para luego, como la noche anterior tomar algo en la terraza del hotel. La noche era de las que se agradecen, con una temperatura genial, sin aire…perfecta. Pedimos un par de copas y nos sentamos, estuvimos hablando y escuchando la música. Mi madre se sinceró mucho conmigo y me dijo que mi padre no era nada fogoso…que le costaba hacer el amor con regularidad que ella notaba algo raro en la relación, pero que jamás sospechó que fuera eso hasta que un día lo pilló en la cama con su amigo, al regresar mucho antes de lo previsto. Hasta ese entonces si que pensaba que igual había otra mujer, pero todo se aclaró. No tomamos un par de copas más y subimos. Todavía nos quedaba un día en la ciudad.

  • ¡Uy! Estoy un poco mareada…hace tanto que no bebía- dijo mi madre

  • Bueno…un día es un día- tampoco nos habíamos pasado tanto

Mi madre entró como siempre al baño y yo me cambié en la habitación. Cuando mi madre salió lo hizo solo con las bragas

  • Cielo, voy a dormir así porque me he quemado un poco y las tiras del camisón me hacen daño

  • Como quieras…jamás, ni en mis mejores sueños había pensado tener a una mujer tan guapa semidesnuda en mi cama

  • ¡Ja, ja! Gracias por el piropo, cielo- nos metimos en la cama, casi sin taparnos porque nos molestaban las sábanas.

  • Oye, mami…una pregunta, si quieres contestarme…si tan mal iban las cosas, primero ¿por que aguantaste y segundo como aguantabas?

  • Aguantaba a ver si se arreglaban las cosas…y ¿que quieres decir que como aguantaba?- dijo mi madre

  • Me refiere en el aspecto sexual, claro

  • Pues…no se si contártelo…bueno otro secreto entre tu y yo, ¿me lo prometes?

  • Claro- no podía ser de otra manera

  • Pues tuve que recurrir a la tecnología digital- dijo mamá muy seria

  • ¿Cómo digital?- me suponía algún artilugio novísimo

  • Digital…ya sabes…con el dedo- dijo mi madre a la vez que se ponía su dedo corazón sobre sus braguitas y hacía como si se masturbase.

  • joder, mamá…mira que eres

  • ¿Qué pensabas? Que era abstinente…supongo que igual que tu, si no puedes con alguien…pues tu mismo ¿o no?

  • Por supuesto.

  • Por cierto ¿lo has hecho ya?- me preguntó mi madre

  • ¿Secreto entre los dos?- lo mismo que ella

  • Lo prometo- levantó la mano

  • Si

  • ¿Con quién?- quería saber más

  • Seguimos con el secreto

  • Todo lo que se diga o haga, top secret- dijo mi madre, otra vez levantando la mano derecha

  • Pues la primera vez fue con Julia, la que vivía tres casas más allá de la nuestra

  • Pero si es mucho mayor que tú

  • Ocho años mayor, pero es lo que hay…bueno había.

  • ¿Y después?

  • Solo hubo otra después…Marina, la que trabaja en la empresa de papá

  • ¿Esa? Pero si podría ser tu madre

  • son cosas que pasan

  • Pues sabes que al principio pensé en ella como una de las posibles amantes de tu padre.

  • La verdad es que está muy buena, a pesar de tener sus años

  • Bueno no es tan mayor…creo que soy mayor que ella- dijo mi madre

  • Y estás también más buena que ella

  • ¿En serio?

  • Totalmente…no lo digo por decir- era verdad, Marina es muy guapa, pero mi madre lo es más, con mejor cuerpo

  • ¿Y hasta cuando estuvisteis juntos?

  • Pues hasta poco antes del divorcio…que ella empezó a salir con alguien.

  • Bueno, gracias por subirme la moral- mi madre me dio un beso en los labios como la noche anterior, pero esta vez totalmente buscado

  • De nada- le dije yo al tiempo que le devolvía el beso en los labios.

  • Ha sido un fin de semana perfecto, gracias de nuevo- me dijo mamá al tiempo que me daba otro beso en los labios.

  • Es lo menos que te mereces- le devolví otro beso

  • Gracias por hacerme sentir especial- otro beso. Ya era un juego

  • Es que lo eres- otro más

  • ¿Seguimos con el secreto mutuo?- preguntó mi madre

  • En eso habíamos quedado ¿No?

  • Eso creo- replicó mi madre

-¿Por qué lo dices?-

  • Solo para asegurarme que todo lo que se diga y haga en esta habitación será un secreto entre los dos.

  • Es un secreto entre los dos.

-¿Si?- dijo mi madre al tiempo que se ponía encima de mí.

  • Si…- esta vez no fue un rápido beso en los labios…fue un poco más, con lengua, al tiempo que frotaba su pubis contra mi polla. Hizo un rápido gesto y se quitó las bragas, al tiempo que yo me quitaba el pijama.

  • ¿Nuestro secreto?- preguntó mamá

  • Si, nuestro secreto- esta vez era mi madre la que estaba debajo, abriendo las piernas todo lo que podía, dejándome ver bien su poblado coño.

  • Fóllame en secreto, mi amor

  • Te la meto en secreto en tu secreto coño- seguíamos con la broma

  • Sigue hasta el fondo mi amor…que bueno

  • Esto es genial

  • Es mucho mejor que hacerse mil dedos…te lo juro. Nunca me habían follado tan bien como hoy, mi amor- estuvimos un rato metiendo y sacando hasta que estaba a punto de reventar

  • Mami…estoy a punto de irme

  • Vente en mi coño, mi rey…llénamelo- dijo mi madre al tiempo que daba las últimas embestidas contra su coño y descargaba toda mi viscosa carga- me has hecho correr como una perra, amor.

  • Ha sido el mejor polvo de mi vida…te lo juro- le dije a mi madre al tiempo que le mordisqueaba los pezones

  • Pues yo te digo lo mismo…el mejor, mi vida.

Este fue el primer polvo con mi madre, pero la cosa sigue