Mamá reguetonera 1

Vivo solo junto a mi madre Ramona en un pequeño distrito en Lima, Perú. Mi madre es una tía soltera de 54 años, de piernas duras y gruesas, culona a más no poder, de esas milf que cuando andan por la calle suelen recibir groserías en vez de piropos, nada de cariño, sino más bien agresiones verbales violentas y sexuales debido a que su culo redondo y bamboleante más que provocar enamoramiento provocaba una excitación desmedida y grotezca en los hombres. Antes le disgustaba demasiado, pero desde que sufrió el accidente en las escaleras en donde se golpeó la cabeza ya no, su personalidad y su inteligencia cambió, los doctores me dijeron que ella podría hacer su vida normal, pero que debido al golpe tuvo un daño cerebral que le impedía reconocer entre lo que estaba bien y lo que estaba mal, es como si hubiera retrocedido en edad en lo que respecta a la inocencia, así que a partir de esa fecha yo tenía que enseñarle algunas cosas que ella preguntaba, y todo lo que le decía ella lo creía de la forma más estúpida, así que para que no se sienta mal con las agresiones sexuales verbales en la calle le dije que era una forma de los hombres de expresarle su cariño y que solo debía sonreír y seguir caminando, y así lo hacía, mi madre tenía de culo lo que no tenía de cerebro. Se los digo en serio chicos, ella era tan crédula y decerebrada que si le decías que se puede llegar a la luna con un avión de papel se creía todo el cuento. Y ya se imaginarán todas las posibilidades que empecé a alucinar en la mente por tener a tan tonta, inocente y culona jamona en casa disponible para mí todo el día.

Yo actualmente tengo 18 años y para serles sincero desde la pubertad ya se me paraba el pene cada vez que miraba a una mujer, y siempre me he querido coger a mi maciza mamá porque ella no era cualquier mujer, era la más culona del distrito; pero ya saben, eso de tener pensamientos incestuosos al inicio le provocan a uno un poco de pudor y trata de bloquear dichas ideas, sin embargo eso ahora ya había quedado de lado, debido a que ahora mi madre no sabía de lo malo que era el incesto y como no hablaba con nadie más en el mundo que conmigo yo podía tener el control de todo, y así lo fui pensando en los siguientes días, todavía no a profundidad pero se me cruzaban algunas ideas.

Un día después de llegar de la academia, mi madre limpiando el piso, y para hacerlo yo le había dicho que tenía que ponserse un short que le llegue a mitad de la nalga y se arrodille, de lo contrario el piso no quedaría bien limpio, y ella me creyó, obviamente me creyó todo, y así la encontré cuando abrí la puerta de mi sala, con el culo parado bamboleándose de un lado al otro por el movimiento que ella hacía para limpiar el piso, noté cómo la costura del medio del short se le hundía entre las nalgas y se introducía en el ano formando una especie de agujero, más abajo su vulva creando un vulto provocador. Ella volteó y me dijo "hola hijo, estoy limpiando cómo me indicaste", a lo que yo le respondí "muy bien mamá, recuerda tener el culo bien parado siempre" mientras soltaba una sonrisa maquiavélica y me acaricié el paquete por encima del pantalón. Pero lo que me dijo de pronto no me lo esperaba, me contó que había entrado a una página de citas y que había conocido a un chico que la había invitado a ir a un antro, ella no sabía lo que era debido a que había olvidado todo, así que yo tuve que contarle de qué se trataba, pero a mi manera. El doctor nos había indicado que yo tendría que explicarle y enseñarle muchas cosas, por lo que ella siempre me preguntaba todo con confianza, y por esa razón también fue que me preguntó si debería ir al antro con José, (así se llamaba el chico):

• Ramona: Hijo, crees que debería ir al antro ese al que me invitó José?

• Claro ma! Sí deberías ir, pero hay muchas cosas que debes aprender antes de asistir, dile que estarás ocupada por unos días y que le aceptarás pronto, aprovecharemos estos días para enseñarte todo lo que debes saber antes.

• Ramona: Siii, me parece excelente! Y qué tipo de música se baila en ese lugar?

• Se baila perreo mamá, es un tipo de música bien sensual y sexual, todo está permitido pero es bien divertido, te gustaría que tu hijo te enseñe?

• Ramona: Siii por favor.

• Pero primetes que harás caso a todas las indicaciones? Mira que de lo contrario no te enseñaré nada y no podrás salir a bailar.

• Ramona: Sii hijo, lo prometo, haré todo lo que me digas.

• Está bien mamá. Lo primero que debes hacer es comprarte varios shorts como el que tienes puesto, y tienes que subirlo lo más arriba que puedas, hasta que sientas que ya no se puede apretar más, la parte de acá de tu nalga tiene que quedar bien expuesta al aire (le decía todo esto mientras la volteaba y le agarraba las nalgas con fuerza, yo estaba en mi gloria, y ella solo movía la cabeza feliz en gesto de afirmación).

• Ramona: Ajá, ajá, y luego qué hijo?

• Luego tienes que ponerte en posición de perrito, por eso se llama perreo, arrodillate y voltéate, saca el culo lo más que puedas y ábrete las nalgas con las manos.

Ella se agachó, puso su cabeza en el piso y abrió sus nalgas lo más que pudo, mientras me decía "así está bien hijo?" con cara inocente, tonta y preocupada, cómo esperando mi aceptación de que lo estaba haciendo de forma correcta, a lo que asentí y le di una fuerte palmada, sabiendo que no iba a decir nada.

• Sí mamá, así como perrita tienes que estar para que te perreen, ahora yo haré como si fuera el chico que va bailar contigo está bien? Me pondré detrás tuyo y empujaré todo lo que pueda, tal vez sientas que mi pene se incrusta un poco entre tus nalgas pero es parte del baile, tú solo debes moverte, rebotar y disfrutar.

Cuando lo hice pude notar en el espejo que estaba en frente que apretaba los dientes, seguro porque estaba sintiendo la presión de mi pene y la tela que se metía en su ano.

• Qué tal mamá?

• Ramona: Está bien hijo, cuánto rato debo bailar así?

• Todo el rato que te diga mamá, recuerda que debes aprender y tenemos toda la tarde y noche libre.

• Ramona: Sí hijo, está bien, yo haré caso (dijo sonriente con cara de inocente y estúpida).

y así me quedé encima de ella por unos 20 minutos, disfrutando del roce de mi pene en su ano por sobre la tela de su delgado short de leggins. Luego quise avanzar un poco más, sintiendo esa especie de adrenalida que te da manipular a alguien inocente para tu disfrute sexual, y le dije: "Ma, esto es solo una parte de lo que debes aprender, pero hay mucho más, solo que es un poco más avanzado, te gustaría aprender?" Ella contestó que sí a todo, entonces le dije que para que el baile salga mejor y a manera de práctica, lo que tenía que hacer para que no sienta ese raspor en el ano era tenerlo húmedo y abierto, ella me preguntó cómo haría eso, entonces le ordené que se baje el short y la tanga, y le dije que metería mi pene en su ano varias veces hasta que este quede completamente abierto, ella asintió estúpidamente, pero justo cuando estaba a punto de meter mi pene pensé que podía llevar las cosas un poco más lejos, así que me ubiqué delante de ella y le dije "antes de humedecer tu ano para el baile primero debes humedecerme en esta zona de acá, y le señalé mi pene, tienes que meterlo todo hasta la garganta y dejar que te perre la boca, y así lo hice, le introduje el pene hasta la campanilla, haciendo que suelte una cantidad enorme de babas y saliva, la cual iba cogiendo con la mano y tirándolo todo hacia su ano, que me esperaba al otro lado con su culazo en forma de corazón, también aproveché para meterle un dedo y luego tres, mientras la tomaba por el pelo y la obligaba a cogerme con su garganta. Otra de las cosas que hice fue decirle que no solo su ano y mi pene debe estar mojado, sino también el mío, por lo que me puse en posición de perrito y le enseñé a meterme la lengua en el ano, todo lo que le enseñé se lo repetí varias veces, hacímos 20 minutos de perreo con ropa, 20 minutos de cogida de garganta, 10 minutos de chupada de ano (ella a mí), y al finalizar me puse detrás de ella, le pedí que se abrierá el culo con las manos y le metí la verga hasta que mis bolas rebotaron en su concha, se la metí unos 10 minutos con fuerza hasta que me vine dentro de ella, y la obligué a tomarse mi leche diciéndole que era necesario como vimatinas para que sepa bailar mejor, a esas alturas ya se me ocurría cualquier estupidez, total, ella me iba a creer.

Y así fue cómo terminé enseñando a mi madre varias cerdadas. Por ejemplo todos los días al levantarme y abrir mi puerta, ella tiene que esperarme en el patio que tenemos adentro de la casa en posición de perrito, con el culo parado y las manos abriendo las nalgas, para que se la meta y pueda orinar dentro de ella, luego tiene que chuparmela hasta que le de su ración de leche en la garganta, después me tiene que preparar el desayuno y esperar a que le de órdenes, al final su cita con el chico ese jamás se dio porque le dije que tenía que practicar bastante, y ya vamos más de un año en sus prácticas, un día le dije que era como una carrera universitaria y que tenían que pasar cinco años, a lo que ella se ilucionó porque le comenté que al finalizar le darían su título de zorra perreadora y que era mejor que ser abogada (lo que era ella antes del accidente). Fueron tantas las cerdadas que la obligué a hacer que llegué al punto de invitar a mis amigos del colegio para que "bailen perreo con ella" un sábado por la tarde. Ya se imaginarán cómo terminó la pobre, con decirles que su ano parecía una copa donde podías servir el vino.

Me quedan varios años más para continuar enseñando y educando a mi madre, estoy dispuesto a recibir ideas. Sé que no soy el mejor escritor y por eso me gustaría que alguno de ustedes, cualquiera, pueda hacer su propia interpretación de esta historia y hacerlo en varias partes. Hay un  par de usuarios que escriben en Todo Relatos que se llaman "Schuko" y el otro es "Nokomi", me encantaría me ayuden a enviarle mi historia para que puedan interpretarla a su manera y agregarle más ideas. Gracias a todos!