Mamá pija y sus dos hijitas reciben merecido IV

Parte IV: Finalmente ha tenido que ceder si no quería recibir a su marido a cachos y las tres han empezado unas muy instructivas lecciones de sexo que a Eugenia le están gustando más de lo que quisiera.

Al día siguiente después de cenar estábamos las tres mirando la TV, como no en bragas, (con las niñas bastante calientes tocándose y pidiendo poner la peli de ayer) cuando llega un mensajero con otro paquete. Lo abrimos entre nerviosas y excitadas, dentro hay dos cinturones que en la peli ya habíamos visto usar encastando un vibrador y usándolo cual hombre y una pera de agua.

Telegram “hoy toca sexo anal” “ni hablar esto es pecado, cual es el objetivo de esta tortura?” contesto indignada.

“el objetivo es que podáis atender correctamente al huésped que llegará mañana y como sigas discutiendo recibirás otro cacho de Borjita”

“llenad la pera con agua tibia y os metéis todo el líquido por el culito este tan pijo que tenéis y cuando no aguantéis más soltad. Repetid dos veces cada una”

Que vergüenza que indignidad pero para mi sorpresa las niñas no se ponen nada reticentes previendo alguna diversión posterior. Y lo que más me preocupa es eso del huésped que llegará mañana…

Al cabo de media hora ya tenemos las tres el culito limpio.

Telegram “las niñas a 4 patas sobre el sofá les untas los culitos con el lubricante y ahora un dedo, después dos y por último el dildo”

“Venga niñas fuera bragas y con el culito en pompa en el sofá” obedecen sin rechistar.

Me pongo entre medias y les unto toda la zona con el lubricante y froto toda la zona hasta que las tengo calentitas y gimiendo cuando introduzco el dedo índice de cada mano en los anos respectivos, al momento están las dos tocándose los coñitos a la vez que mueven el culo adelante i atrás para incrementar el ritmo, viendo esto meto el segundo dedo no sin dificultad y al momento tienen su primer orgasmo. Cojo los dildos pequeño y mediano y se los introduzco poco a poco a Carlota el mediano puesto que está fuera de sí de caliente.

Telegram “Que las niñas se pongan los cinturones, Carlota con el grande y Ainoa con el mediano y a bailar la conga”.

Se los pongo, me embadurno de lubricante y me pongo a 4 patas en el suelo del salón.

“Venga carlota introdúcemelo todo por el culete y después Ainoa se lo metes a ella”, ni corta ni perezosa se pone detrás encara el aparato en mi pequeño agujerito y empieza a hacer fuerza pero como yo no he hecho calentamiento y encima es el más grande solo entra la punta, así la muy putita me agarra de los hombros y pega un tironazo que me lo mete todo de un golpe, que dolor ahogo un grito terrible, me saltan las lágrimas mi hijita acaba de reventarme el culo y no contenta con ello empieza el mete saca sin demasiadas contemplaciones. Se tumba un poco sobre mi espalda, momento que aprovecha Ainoa pera metérsela a su hermana mientras con la otra mano se mete el pequeño por su ano. En un momento estamos las tres gimiendo como perras, miro un momento al espejo del salón y la vista es tremenda, me sacude un orgasmo fortísimo. Al cabo de 20 minutos y sendos orgasmos estamos las tres sudadas, rendidas y con los anos al rojo vivo, tendidas en el sofá.

Telegram “enhorabuena, ya estáis preparadas para recibir mañana a un huésped muy especial a las 22:00”.

Al día siguiente salgo pronto del trabajo para recibir a este “huésped” y cuando llego a casa a eso de las 6 ya están las niñas mirando el contenido de un paquete lleno de ropa interior sexy.

Telegram “poneros esta ropa para recibir al huésped”. Así se lo indico a mis hijas.

“Mamuchi pero que vergüenza con un desconocido no?”

“Tranquilas es un amigo de papá que viene a echarnos una mano en el curso de preparación al sexo que estamos haciendo” ya más relajada Ainoa se pone el de tanga rojo con corpiño negro, Carlota el de conejita y yo el de tanga y sujetador mini bajo malla todo negro. Nos miramos en el espejo, estamos espectaculares pero que vergüenza recibir así vestidas.

A las 10 en punto llaman a la puerta yo delante, las niñas detrás vergonzosas, entra un negro enorme vestido como las películas de guetos americanas.

“Hola zorras soy Mambo” nos presentamos las tres y nos dice que acaba de salir de la trena y que se muere de hambre que le preparemos algo bueno de cenar. Mientras se lo come todo ávidamente nos va contando historias patibularias terribles a la vez que nos enseña sus heridas de guerra como las llama (tiene el cuerpo lleno de cicatrices), no aparta la mirada de nosotras en todo el rato. “ que buenas estáis jodidas, me va a encantar el postre”.

Al terminar refiriéndose a mi “venga tu pal dormitorio que no he metido en 5 años que llevo en el trullo”, cuando me disponía a protestar me pega un azote en el culo con la mano abierta y me coge en volandas como si nada. Decido no protestar para no empeorar las cosas “Niñas vosotras quedaros aquí mientras hablo con Mambo en el dormitorio”. Las pobres ponen dos ojos como platos.

Cuando llegamos a la habitación empiezo mi disquisición “mire señor Mambo estamos en una situación…” pero haciendo caso omiso se desnuda en un santiamén me agarra del pelo obligándome a ponerme de rodillas, lo que veo allí no se puede describir una enorme manguera negra mucho más grande que el más grande de los vibradores y agarrándome del cuello suelta “venga zorra chupa y saca hasta la última gota”.

“hasta aquí podíamos llegar, ya hemos hecho todo lo que se nos ha pedido pero esto ya supera todo lo admisible. Me niego a continuar” a esto Mambo coge su móvil y pone en marcha la siguiente grabación:

“Por si esto pasaba aquí Mambo te entrega otra cajita con un trocito más de Borjita, recibirás una cajita más por cada día que pase sin cumplir expectativas. Si esto ya no te motiva, tenemos en vídeo todas vuestras actuaciones en el salón y distribuidas por internet darán bastante de sí, por no decir el marrón de tráfico de drogas en el que te hemos involucrado. Tu misma”.

No me atrevo a abrir la cajita que me ofrece el tal Mambo, no tengo muchas opciones así que cojo su troncho con la mano, que olor tan fuerte que asco, y empiezo a lamer el miembro y a metérmelo en la boca, enseguida se pone duro y más grueso si cabe, apenas me cabe en la boca, solo la punta. El tío se empieza a poner nervioso y agarrándome de la cabeza empieza a introducirla cada vez más hondo llegando al punto de la arcada, cuando de golpe me aprieta la cabeza hasta tocar con la nariz en su ombligo, la noto que me baja por la garganta, me ahogo, aprieto con los brazos contra sus piernas para separarme pero tiene mucha fuerza. De golpe empiezo a notar que un líquido espeso y caliente me llena la tráquea. Me suelta y salgo disparada hacia atrás tosiendo y recuperando el resuello. Me veo en el espejo del dormitorio con la cara mojada por las lágrimas, el rímel corrido y cantidad de semen saliendo de mi nariz y boca y eso que he tragado la mayor parte.

“No ha estado mal zorra. Round 2”

Me coge y me tira sobre la cama, de un zarpazo rompe la malla y me arranca las bragas con brutalidad y metiendo la cabeza entre mis piernas empieza a escupir lamer y succionar mi cosita con mucha avidez, nunca nadie me había lamido ahí y eso empieza a reaccionar contra mi voluntad “ Que bien te  huele zorra”

Consigo ahogar los gemidos de placer cuando se levanta y veo que vuelve a tener el enorme pene tieso. Se tumba sobre mi lo encara en mi cosita y antes que pueda pedir cariño me la calza entera de una vez, el grito se debe haber oído en todo el edificio pero eso no lo amedrenta empieza un mete saca salvaje, me saltan lágrimas de dolor. Al rato me niego a sentir eso con un negro asqueroso pero el dolor se va convirtiendo en placer, me arranca la malla de las tetas y tan pronto empieza a morderme los pezones tengo un orgasmo enorme que me hace medio perder el conocimiento. Al mismo tiempo noto como Mambo convulsiona y como me bombea líquido caliente en mi almejita. En un momento se separa de mi y me veo en el espejo espatarrada con cantidad de semen saliendo de mi cosita y cubierta toda la cara de líquido pegajoso. En la puerta están mis niñas mirando con las caras totalmente desencajadas imagino que atraídas por mi grito. El puto negro se pone a limpiarse la tranca con el guardacama de Yves, como lo detesto, intento recomponerme. “Espero que haya quedado satisfecho, puede quedarse a dormir en el cuarto de invitados”.