Mama pija y sus dos hijitas reciben merecido II

Parte II: Eugenia ha tenido que bajar a la piscina comuinitaria en un bañador que no deja mucho a la imaginación y allí ha escandalizado a sus vecinos pijos. Se dice a sí misma que ya no tolerará más chantajes pero esto no ha hecho más que empezar

Estaba preparando la comida cuando en el telenoticias ampliación de la noticia del caso indigente como ya le llamaban, acababan de identificar al jefe del cartel y oh mierda el hombre que muestran parece el de la piscina. Cuando ya me estaba convenciendo que era paranoia nuevo telegram: foto mía abrazada desnuda al hombre del telenoticias. Dios mío a cada paso que daba más me hundía en el fango, esto ya hacía inviable avisar a la Policía.

Después de comer me empecé a plantear cual debería ser mi siguiente paso para anticiparme pero demasiado tarde, nuevo telegram que instalase el programa que recibiría por email, me encerré en el estudio con el portátil y seguí las instrucciones, una vez instalado me veía a mi misma en la pantalla y una voz distorsionada me empezó a dar más instrucciones pero me negué si no podía comprobar que Borja estaba bien. Me dejaron hablar con el un minuto, algo era algo.

“Ves a buscar tijeras y espuma y maquinilla de afeitar” cogí las de mi marido del baño sin tener ni idea de que se proponían. “Desnúdate” Bajé la cortina del despacho para que nadie me viera (ya había tenido suficiente con el espectáculo de la piscina por hoy) y me quité bata y ropa interior. Iba confirmando cada operación que realizaba como me pedían.

“Siéntate en la silla del escritorio y pon las piernas sobre la mesa bien abiertas”, en la cámara al ver mi cucu peludito que nunca había visto des de esta perspectiva me puse roja como un pimiento, que vergüenza suerte que no me veía nadie. Ni mi marido Borja había visto algo así, siempre lo hacíamos con la luz apagada y bajo las sábanas.

“Vamos a arreglar el felpudo, recorta pelamen con las tijeras”. Tarde un buen rato porqué no lo había hecho nunca.

“Ahora espuma de afeitar y cuchilla”, esta operación todavía fue más complicada pero finalmente acabé con un solo corte. En la pantalla podía ver mi conchita como nunca la había visto, pelada y roja como un pimiento.

“Ahora ves pasando los dedos por todo tu coñito lentamente de manera circular”, confirmé que lo estaba haciendo sin ser cierto, nunca me había masturbado, no iba a empezar ahora porque me lo pidieran unos cerdos.

“Espero que estés obedeciendo, si no es así las consecuencias para Borjita serán terribles”. Mierda ya no venía de aquí y tampoco me veía nadie así que obedecí.

La pantalla del PC se dividió en dos mitades en una seguía apareciendo yo y en la otra el hombre de la piscina desnudo y tocándose el pene erecto. Quise apartar la mirada pero no podía, tenía que reconocer que era muy atractivo y grande y el hombre también.

Sin quererlo mi almejita se había puesto húmeda y estaba sintiendo mucho gusto allí abajo.

“Ahora frótate el clítoris con energía” a modo de ilustración apareció por pantalla una animación de donde estaba el clítoris y como frotarlo (me da vergüenza reconocer que me fue bien verlo). Intenté ahogarlos pero no pude evitar emitir gemidos de placer a la vez que no apartaba la mirada del hombre de la piscina, ahora a pantalla completa que también incrementaba el ritmo de masturbación de su pene.

Aquella situación parecía que estaba haciendo reaccionar a mi cuerpo porqué empecé a experimentar unas sensación de excitación que no había experimentado nunca y a sentir unas convulsiones allí abajo que paré asustada. Cuando me preguntaba si había sido eso un orgasmo, me llegó la confirmación.

“Enhorabuena, ha tenido usted su primer orgasmo” al mismo tiempo por pantalla aparecía el último minuto de mi actuación.

Dios mío me quería morir, me habían estado viendo todo el rato y no solo eso si no que lo habían grabado!! Cerré las piernas de inmediato. Todo iba de mal en peor.

“Sal a la puerta recoge el paquete y sigue las instrucciones que hay dentro”

Me puse la bata y salí, efectivamente en el pomo de la puerta había una bolsa llena de lo que parecían mini cámaras y un plano con instrucciones de donde colocarlas, las fui instalando en todas las habitaciones tal y como se indicaba en las instrucciones. Cuando volví al despacho en la pantalla iban iterando las imágenes de las distintas cámaras, me dieron instrucciones de reajustar alguna hasta que quedó como querían.

El resto del día no pasó nada destacable hasta la hora de cenar, a media comida me llega Telegram “Quítate la bata”. Comiendo y con mis hijas delante de ninguna manera, ignoré el mensaje pero al levantar la vista del plato vi que en la tele salía yo en pleno proceso de afeite de bajos, me levanté de un salto y me quité la bata balbuciendo como excusa que hacía mucho calor (en la TV ya volvían a poner las noticias, por los pelos).

“Pero mamuchi ponemos el aire más fuerte si tienes calor” dijo Ainoa con cara de alucinada “no que sube mucho la luz”, “Primero lo de la piscina y ahora esto, estás muy rara” me soltó Carlota.

Telegram “las pijitas en bragas también” Indignada contesté “ a mis hijas no las metáis”. En la TV vuelvo a aparecer yo en pleno tocamiento, “qué hago, de momento están de espaldas pero como se giren como lo explico?” Telegram: “subimos el volumen?” Mierda. “Niñas quitaros vosotras también las batas o cogeréis el sarampión”.

“Estás loca, yo no me quito la bata” pero Ainoa que parecía divertirle todo esto ya se estaba quitando la bata.

“No discutas conmigo o mañana te quedas todo el día en casa”. Carlota reticente también se la quitó.

Telegram: “ a partir de ahora por casa todas siempre en ropa interior”

“Niñas hasta que se acabe el verano por casa siempre iremos así, queda claro”

“Si mamá pero ya le parecerá bien a papi? Por cierto no debería haber vuelto”

“Cierto no os lo he dicho todavía tardará unos días en volver, tiene un asunto complicado entre manos” estaba mintiendo más ese día que en todo un año, tendría que confesarme cuando todo terminase.

Telegram cuando estábamos las tres en el salón mirando la TV (ellas yo ya no sabía donde tenía la cabeza): “Consigue que se desnuden en plan sexy delante de la cámara”.

Contesté “Ni hablar”, con mis hijas ya había llegado al límite de lo que estaba dispuesta a involucrarlas en todo esto, tampoco recibí nada más…. Hasta el día siguiente que sobre las 10 me llegó un paquete. Me encerré en el despacho y al abrir el paquete solté un grito al ver el dedo anular de Borja con el anillo de boda puesto. Madre mía esto iba muy en serio como no obedeciese a todo me devolvían a mi marido a cachos.

“madre que ocurre???” “nada tranquilas que me he ha caído un libro en el pie” improvisé.

Estaba toda temblando, escondí la cajita en el último cajón y cerré con llave.

Tenía que pensar algo y rápido.