Mamá Chari. Tercera parte
Mamá Chari se envicia con los animales de la granja exhibiendose ante sus hijos.
TERCERA PARTE
Al día siguiente los convoca para enseñarles a sus hijos lo que hace con todos los animales.
Un año después de estar en la granja a Charo a sus 48 años se le despertó el lívido zoofórico que había tenido de niña. Allí tenía un ambiente muy propicio para ello, rodeada de naturaleza y de animales. Al principio no le llamaba la atención verlos copulando, estaba muy pendiente de sus orgias con sus cuatro hijos, pero más adelante empezó a recordar la niñez y empezó a calentarse.
De modo que empezó a tener relaciones con los perros, burros y caballos que había en la granja, pero de momento lo llevaba en secreto con sus hijos, le daba un poco de vergüenza ser tan guarra delante de ellos, aquello era demasiado. Así que lo hacía a escondidas cuando sus hijos estaban en el campo trabajando o por las noches cuando estaban durmiendo.
Lo curioso fue como empezó todo, no fue con un animal macho, sino con una hembra:
Charo esta como todos los días con su babi abotonado por delante y sin ropa interior ordeñando a la vaca de la que obtenían la leche. En el establo ve a uno de sus dos perros macho tirándose a la perra. Se queda embobada mirando como follan. Mientras aprieta los pezones de la vaca sacando su leche.
Siente como si tuviera en la mano dos pollas a las que está pajeando y cómo empieza a picarle el chocho. Se desbotona la falda del babi para frotarse la pipa. Sigue mirando cómo los perros se han quedado enganchados e imagina como el macho le llena de leche el coño a la hembra.
De pronto apunta uno de los chorros de leche de la vaca a su chocho. Se excita aun más. Se agacha y metiendo el culo bajo el animal se introduce en su coñito el largo pezón vacuno, se llena de leche de vaca el coño. Esta muy sofocada. Se levanta y se pone a masturbarse, de pronto ve delante de sus ojos el gran coño de la vaca.
Nunca le habían atraído las mujeres ni las hembras animales pero con la excitación que tiene se le va una mano al chocho del animal metiéndole el brazo hasta casi el hombro. Es impresionante. “La ostia puta, que coño mas hondo tiene la vaca! Y que caliente y mojado está. Oh, me corro”.
Charo se ha corrido con el brazo dentro de la vaca, pero sigue calentorra, se desnuda completamente y se pone a mamar directamente de las ubres de la vaca. De pronto siente que Lupo, su perro gigante está tras ella lamiéndole el coño.
Siente una larga lengua que se mete en sus dos agujeros. De pronto el perro que es más grande que ella se monta sobre su espalda y en dos o tres intentos consigue penetrarla por el coño.
Charo: Ahgg, Lupo, que cipote más grande tienes, me revientas el coño, bestia. Pero sigue, sigue culeando a tu dueña. Que gustazo Dios mío!
Charo sigue mamando leche de vaca bañándose con ella toda la cara y las tetas mientras el pedazo de perro la folla. En pocos minutos se queda quieto , abotonado a su coño soltándole gran cantidad de semen canino. Charo al sentirlo vuelve a correrse como una posesa.
A partir de ese día Charo también se estrena con el burro y el caballo, llegándose a introducir sus gordas vergas. Siempre a escondidas. Pero con quien disfruta mas es con su perro Lupo.
Pero claro algún día tenían que pillarla:
Una noche de verano a eso de las tres de la madrugada Charo se levanta a beber algo en la cocina, ve a Lupo y se calienta. Ese día no le habían dado mucha caña sus cuatro hijos. Así que sale al jardín y detrás del cobertizo se desnuda, se agacha y le agarra los gordos y colgantes huevos al perrazo, se los lame, le encanta chuparle los cojones.
Enseguida al chucho le sale la polla, una polla roja, bonita según ella y tan grande como la de su hijo mayor. Se la mete en la boca chupándola. Lupo empieza ya a echar líquido preseminal a raudales.
Charo: tranquilo Lupo, no te vayas a correr quiero que me llenes el culo con tu leche perruna.
Charo se pone delante de perro a cuatro patas. El perro ya está enseñado enseguida la monta. Ella le agarra el nabo apuntándose a su ojete que con su habilidad abre para que entre fácilmente.
Charo: Aagh! Que gusto me das Lupo, fóllate a la ama. Así, así bombéame fuerte, lléname el culo de leche.
En esos momentos su hijo menor David se levanta a mear. Por la ventana del baño oye ruido, se monta en el váter y pudo ver en penumbra a su mamá Chari follando con Lupo. Se quedó pasmado y su pollón se puso a mil.
David, llamó a su hermano Manolo.
David: Manolo, despierta, ven mira lo que está haciendo la guarra de mamá.
Fueron los dos detrás del cobertizo y cuando llegaron Lupo ya estaba abotonado a la perra Chari. Los dos, culo con culo.
Manolo: Joder mamá Chari, no tenias bastante con tus cuatro hijos que también te tiras a los animales. Que viciosa eres cochina!
Charo: Ah, qué gusto Manolo, David. Ya os lo contaré todo mañana. Ahora el perro me está poniendo una lavativa de leche llenandome las tripas y estoy a punto de correrme. Anda, por favor méteme la polla en la boca que me corro.
Así fue, Manolo le incrusto el rabo en la boca de su madre y David le frotó los pezones y el clítoris, mientras Charo se corría como una desesperada.
Al día siguiente, mientras desayunaban Charo les explicó todo a sus hijos, como les gustaban los animales cuando era niña y cómo se ha enviciado de nuevo con ellos. Y les dice que cuando vengan de trabajar les va a demostrar cómo copula con los animales, y que se vayan haciendo a la idea de tirarse ellos también a las hembras.
Son las seis de la tarde, Charo está con sus cuatro machos en el establo y los animales. Después de explicarle lo que hizo con la vaca, se desnuda y agachándose bajo ella les dice:
Charo: mirad como se ordeña una vaca con el culo.
Se mete un pezonazo del animal en el ano y empieza a hacer movimientos de vientre sorbiendo leche de vaca, llenándose el recto.
Luego se lo saca y apuntando a su hijo Manolo se agacha, empuja y lo baña de leche soltándola a presión por su culo.
Manolo: Guarra, mira como me has puesto.
Charo: ja, ja, ja, calla y métele el brazo entero en el coño de la vaca, veréis como le entra todo.
Mientras Manolo lo hace Charo se va hacia el burro, empieza a acariciarle su tranca gordísima. El burro saca un rabo largo y muy gordo.
Charo: Vosotros creéis que una es capaz de pasar de un cipote tan grande como este?. No me cabe ni en el coño ni en el culo, y ya sabéis lo elásticos que lo tengo . Por lo que me tengo que conformar con pajearme la pipa con el tronco este, o hartarme de leche . Mirad.
Charo, empieza a masturbar la monstruosa polla del burro con sus dos manos. El vergajo era mucho más gordo que el brazo de su hijo Juan.
Le acariciaba los testículos colgantes al asno. Mientras los cuatro hijos se la pelaban mirando a la puerca de su madre. A los pocos minutos el burro empieza a soltar chorros de leche blanca que la cerda de Charo apunta a su cara, pecho, entrepierna. Se baña literalmente con el engrudo del animal.
Miguel: Joder, qué bestia. Nunca me había imaginado que un burro echara tanto semen. Te ha puesto hecha un asquito
Charo: Si, y además está buenísimo. Ahora, suelo restregármelo por todo el cuerpo, lo saboreo y me pajeo hasta correrme, e , ah, ahgg. Yaaaa!
Después de descansar un poco:
Charo: Ahora, Miguel tú vas a tirarte a esta cochina. No te preocupes, te la he lavado hace un rato, está limpita. Vas a ver qué chocho mas bueno tiene. A veces se lo como, me gusta chuparlo, está caliente.
Miguel: Serás guarra, encima le comes los coños a las hembras, y ni más ni menos que a una cerda como tú.
Miguel empalmado a tope se la folla a la cerda, no a su madre, sino al animal.
Miguel: Ostia! Es verdad que coño mas bueno tiene la cochina.
Después, mamá Chari les hace una demostración a todos copulando con Lupo, mientras obliga a su hijo menor follarse a la perra.
David: pero mamá, mi polla es muy grande para la perra la puedo reventar!
Charo: Ay, qué gusto. No te preocupes, si le entra el pollón de Lupo también le entrará el tuyo que son iguales.
David se tiró a la perra, Miguel se corrió en la cochina. Cuando Lupo se abotonó en el coño de Charo, esta se lo abrió y sacó la gorda bola, enseñándoles a sus hijos cómo soltaba leche el perro.
Charo: veis, toda esta leche es la que me mete el chucho en el culo. Es como una lavativa.
Charo aprovecho para tragarse algunos chorros de semen del chucho.
Charo: ahora te toca a ti Juan, vas a aliviar ese pollón tieso que tienes en el coño de la vaca. Te va a gustar. Vas a poder ahondar todo lo que no puedes en mi coño. Y mientras Juan se folla a la vaca os voy a demostrar para terminar cómo follo con el caballo.
Charo le saca la verga larga y tiesa al caballo negro.
Charo: como veis es más larga que la del burro, pero no tan gorda, por lo que puedo metérmela en el culo y el coño. Primero se la voy a comer un poco.
Charo se mete, la muy bestia, el gordo glande del caballo en su bocaza. Después le lame la verga a todo lo largo. Debe medir medio metro por lo menos.
Después mete un banco largo debajo del animal y tumbándose boca arriba se restriega el capullo por su conejo peludo de labios colgantes. Está mojada, entre sus jugos y el semen que le ha echado el burro puede meterse fácilmente unos treinta cms del cipote del caballo.
Manolo: mamá Chari, y yo donde me corro? Me la chupas?.
Charo: no, maricón. Mejor te follas al caballo por el culo. Te va a gustar . Algunas veces le he metido medio brazo y le ha gustado al cabro. Dale por culo al caballo mientras él me da a mí también por culo.
Efectivamente, Charo se saco la polla del coño, se puso bocabajo en el banco y el animal acertó a penetrarla por el recto. Increíble, se la metía entera. Mientras tanto Manolo le daba por culo al caballo montado en un taburete.
Juan al ver la escena se corre dentro de la vaca.
Charo: Ahgg, me va a reventar un día de estos, pero me corro como una burra. Noto como me llega el cipote hasta el estomago. No sé cómo me puede meter en mis tripas toda esa tranca. Ahg, ahg, ahg, ¡Qué gustazo niños es follar con animales!. Ya , me está llenando las tripas de leche, me corroooooooooo, guau. Uffff.
A partir de entonces Charo incorporaba de vez en cuando a animales a sus orgias con sus hijos.