Mamá cambio mucho

En unas vacaciones en Ibiza mi madre pasó a ser otra persona, digamos que más abierta de miras (Y de ropa)

MAMÁ CAMBIO MUCHO

Desde que mi padre se fue con su secretaria de 25 años mi madre en principio se sintió muy mal, por el engaño y no poder soportar la nueva situación de mujer separada, fuera de su status habitual. Por el trabajo de mi padre en casa era rara la semana en la que no había algún sarao. De eso se encargaba mi madre. La verdad es que le encanta organizar fiestas. Por eso digo que desde que un día, de buenas a primeras mi padre le dijo que se iba de casa mi madre vamos a decir que se deprimió no por perder a su marido, sino su modo de vida, ya que estaría casi sin contenido, ya que aparte de con algunas amigas…ahora fiestas, pocas.

Para empezar de forma más correcta voy a describir a mi familia. Mi padre, que se ha ido, llamado Carlos, tiene 42 años, juega al paddel y mantiene buena forma. Es lo que muchas mujeres llaman un madurito muy interesante. Otra persona es mi madre, Beatriz (la llaman Bea), un año menor, o sea, 41. Es, al igual que mi padre un poco más alta que la media, como 1,77, rubia de bote como casi todas sus amigas y podemos decir que es una mujer de bandera, a ver, alta, rubia, buenas piernas, culo respingón y un buen par de tetas, que llaman la atención incluso con lo alta que es, más incluso porque marca mucho sus pezones. Por mi parte me llamo Luís, tengo 17 años y estoy en el último curso antes de entrar en la Universidad. Soy un poco más alto que mi padre, pero al menos todavía, con bastante menos cuerpo. Vivimos en Madrid, en una urbanización de viviendas unifamiliares.

Esto de la separación ocurrió un poco después de las últimas Navidades. Mi madre apenas salía de casa, solo quedaba con Lorena y Ana, sus dos mejores amigas, a tomar café, a comer o a salir un rato, pero ni punto de comparación con lo que sucedía antes en casa.

En casa, sobre todo por ideales de mi padre la postura habitual era conservadora (ahora me gustaría decirle un par de cosas al respecto), así que no éramos de esas familias que se ven todos desnudos y eso, para nada, en pijama todo lo más, y en la playa mi madre con bikinis normales, nada de tangas ni nada por el estilo.

Las cosas no iban bien ya que mi madre era el centro de atención en las fiestas, porque la mayoría las organizaba ella, pero ahora, no. Iba a pocas y siempre como invitada sin más. A mi me tocó ir a alguna, porque mamá no quería ir sola. A mi me gustaba estar un rato, ya que podía beber algo (una cerveza o un cubata), pero pasado un rato me aburría. La mayoría era gente mayor que se reunía a beber, fumar y cotillear. Por supuesto mamá era de esas. No había nada mejor que juntarse con sus amigas y poner a alguien a caldo mientras se tomaban gin-tonic tras gin-tonic y fumaban. Mamá quería ser el centro de atención allá donde estuviese, y cuando hablaba se la oía muy bien.

Fueron pasando los meses y se acercaba el verano. Mis padres solían ir de viaje a algún sitio de playa mientras a mi me mandaban a Inglaterra a estudiar inglés durante casi todo el verano. Ese año no sabía que podría pasar. En principio pensaba que mamá no querría hacer nada, pero a falta de poco más de un mes para llegar a julio me dijo que ese año nos íbamos a la playa (que a ella le encanta). Ese año no me tocaba ir de viaje de estudios como siempre. Eso era una buena noticia, al fin podría ver mujeres en topless o con bikini, al menos eso esperaba.

Cuando fuimos a salir preparamos las maletas y entonces mi madre me dijo que nos íbamos a Ibiza. Me sorprendió que eligiese esa isla tan liberal. Así que al día siguiente cogimos un taxi hasta el aeropuerto y tras facturar nos fuimos a la zona de embarque. Tras un vuelo de una hora muy bueno llegamos a Ibiza. Se notaba el ambiente nada más llegar al aeropuerto. Mucha gente joven con ganas de marcha y otras con ganas de sol. Cogimos un taxi que nos llevó hasta el apartamento tras una odisea para salir del aeropuerto. No quedaba muy lejos (la isla es pequeña) nos dieron el apartamento. El problema fue que al hacer la reserva con relativamente poco tiempo nos dieron uno con un solo dormitorio, pero con un sofá-cama. Además tenía una terraza-solarium a la que se accedía por una escalera de caracol. Tenía un par de hamacas y una manguera para refrescarte.

Yo pensaba quedarme en el sofá, pero mi madre me dijo que la cama era una king-size, por lo que cabríamos los dos sin problemas, así que deshicimos las maletas y nos fuimos a dar una vuelta. El ambiente era impresionante. Muchísima gente y de lo más variado. La playa no quedaba lejos y nos sentamos a tomar algo. Luego fuimos a comprar cosas para el apartamento y cenamos algo ligero en casa. Para cambiarnos, por la falta de costumbre mi madre lo hizo en el baño mientras yo me puse el pijama en la habitación.

Por la mañana tras desayunar nos fuimos a la playa. A pesar de ser temprano ya había bastante gente. Cogimos unas hamacas y nos tumbamos al sol. Yo miraba de reojo, ya que el 95% de las mujeres iban si al menos una pieza del bikini (y bastantes sin las dos). Mamá por su parte lo más atrevido era soltarse la tira posterior del bikini cuando estaba boca abajo. Estuvimos unas horas y cuando nos volvíamos al apartamento a comer mi madre me dijo que fuera preparando las cosas que tenía que comprar algo. Fui al apartamento, puse la mesa, preparé una ensalada y puse unos filetes al fuego. Cuando estaba terminado de prepararlo llegó mi madre, dejó unas bolsas en el dormitorio y nos pusimos a comer, con una cervecita bien fresca. Tras una siesta de una horita (yo en el sofá y mamá en la cama) me puse a ver algo en la tele.

  • Luis, me voy a tomar un rato el sol en la terraza- dijo mamá

  • Vale, mami, subo en un rato.

  • Cuando subas trae algo fresco para beber- respondió mi madre.

  • Ok.

Cuando me aburrí de ver la tele fui a la cocina, cogí un par de cervezas y subí por la escalera de caracol hasta la terraza.

  • Ya estoy a…quí- dije al ver a mi madre tomando el sol en topless, con unas tetas más grandes de lo que me imaginaba, muy blancas y con gran cantidad de protector solar, a la vez que tuve una erección que traté de disimular.

  • ¿Qué pasa, Luis? ¿No has visto nunca a una mujer en topless, o qué?- preguntó mamá.

  • A una mujer si, pero a ti, no- respondí.

  • ¿Qué pasa, que yo no soy una mujer?

  • Si, claro que si, pero eres mi madre- insistí.

  • Pues ya ves. Tu madre también tiene dos tetas como todas.

  • Como todas no- le contesté

  • ¿Qué quieres decir?

  • Pues…que las tuyas son más grandes que las de la mayoría.

  • Ya lo se, pero eso es mi naturaleza. Igual que mi madre y mis hermanas, con pecho grande y pezones gordos y grandes. Además ahora no tengo la represión de tu padre. Espero que no te parezca mal, pero no creo que tenga que pedirte permiso a ti.

  • Por supuesto que no. Habrás visto que en la playa la mayoría de las mujeres iban como tú ahora, solo me ha sorprendido- respondí

  • Me di cuenta. Por eso fui a comprarme un bikini nuevo, ya que además de ir en topless, vamos a decir que van a al moda.

  • También me di cuenta que tus bikinis eran un poco pasados de moda.

Esa noche salimos a cenar y a tomar algo, pero en plan tranquilo. Volvimos pronto al apartamento para aprovechar el día siguiente en la playa.

Nos levantamos y tras desayunar nos dirigimos al mismo sitio que el día anterior. La diferencia fue que al quitarse el pareo y la camiseta, mi madre apareció en topless y con un bikini tipo tanga muy de la temporada. Tuve otra erección inmediata. Al rato fuimos al agua. Mi madre movía sus tetas de lado a lado al caminar, eran increíbles. Debo reconocer que a pesar de estar como un tren nunca había visto a mi madre como icono sexual. Nos comimos un sándwich en la playa para seguir un rato más. Fuimos a dar un paseo. Llegamos a una zona donde todo el mundo estaba desnudo. En ese momento mamá se metió en el agua.

  • Mira, Luis- me dijo mientras me enseñaba las braguitas del bikini en una zona en la que el agua le llegaba al ombligo- entra, el agua está buenísima.

  • Voy- No me quedaba más remedio que entrar, ya que con solo imaginarme a mamá desnuda, mi polla se puso a mil.

  • Vamos, hijo, atrévete, quítate el bañador y siéntete libre, uuuh- dijo mamá mientras daba unos saltitos por lo que podía verle los pelillos del coño- no seas cobarde

No tuve más remedio que tirar del bañador hacia abajo y despojarme del mismo.

  • ¡Bravo!- aplaudió mi madre.

  • Venga, mami, que me da un poco de corte- le respondí.

  • Nada de corte, hijo…libertad. Además si mis tetas son grandes, por lo que puedo ver, tu…herramienta tampoco se queda atrás.

Estuvimos nadando un rato, hasta que mi madre se cansó y fuimos hacia la orilla. Antes de llegar, me quitó el bañador y salió corriendo.

  • Venga, mami, dame el bañador- le supliqué

  • Tómalo, aquí está- respondió

  • No estoy jugando

  • Ay, hijo, que soso eres

  • ¿Soso, yo?- pregunté

  • Siii- respondió mi madre

A grandes zancadas me dirigí a mi madre.

  • ¿Ves como no soy un soso?

  • Bueno, bueno…ja,ja- se reía mi madre mientras me ponía el bañador y ella la braguita

Volvimos a las hamacas y tras un par de horas volvimos al apartamento. Como quedaba sol subimos a la terraza.

  • ¿No quieres aprovechar para ponerte moreno, hijo?- preguntó mami mientras se denudaba en la hamaca de la terraza

  • Bueno, esto, supongo que si.- respondí mientras me quité el bañador y me puse boca abajo, mirando hacia el lado contrario al de mi madre para evitar malos pensamientos. Cuando menos me lo esperaba me sobresalté al recibir un chorro de agua de la manguera.- Serás

  • Ja, ja..¿Seré qué?

  • Nada…-me mordí la lengua.

  • ¿Serás zorra? Es lo que pensabas, ¿No?- preguntó mi madre divertida.

  • Bueno, es que estaba medio dormido

  • Ja,ja,ja…no pasa nada, hijo, es que al verte así medio dormido como dices…no me pude resistir

  • Pero ya sabes

  • ¿Ya se que?

  • Que donde las dan, las toman- le dije mientras cogí la manguera y le duché entera.

  • Serás…- fue lo que dijo a hora mi madre.

  • ¿Seré qué?- me tocaba a mí.

  • Serás…hijo de puta- rió mi madre divertida otra vez. Estuvimos un rato jugando a mojarnos mutuamente.- Oye Luís, esta noche podríamos ir a una disco de las de aquí. A ver si es verdad la fama que tienen.

  • Por mi genial.

Cenamos en el apartamento y salimos a dar una vuelta, tomamos algo en una terraza y nos fuimos a Amne..a, una de las discos más conocidas de Ibiza. Pagamos la entrada y no me pidieron nada, quizá por ir de la mano de mi madre. Fuimos a la barra a pedir la consumición que te daban con el ticket de entrada (bastante caro, por cierto).yo pedí un ron con cola y mi mami uno de sus gin-tonics. Nos pusimos a ver la pista, con la gente bailando y las y los gogós. Era increíble. Nos tomamos un par de copas más y mi madre dijo que fuéramos a la pista a bailar. Estuvimos un rato bailando y luego paramos a tomar algo. Volvimos a la pista y empezó la fiesta de la espuma. La gente se volvía como loca, se frotaba la espuma por el cuerpo, mucha gente se quitaba la parte de arriba de la ropa, incluso chicas. Era una autentica locura. La gente aprovechaba para tocar lo que podía. En esto me doy cuenta que mi madre se había quitado la camiseta y se estaba desabrochando el sujetador. No me lo podía creer, unas copas y un poco de espuma volvía loca a la gente. Vi como un tío le tocaba las tetas a mi madre. A ella no pareció molestarle lo más mínimo, pero a mi, he de reconocer que si, un poco. Fui hacia donde estaba ella. Estaba saltando, loca de alegría. Al verme me quitó la camisa

  • Guau, ¿que pasada, eh, Luís?- preguntó mi madre.

  • Si, es una locura.- respondí, mientras seguíamos saltando como locos. Pude ver como otro par de chicos le tocaban las tetas a mamá sin que ella siquiera hiciera el mínimo gesto de desaprobación. Me fui a dar una vuelta e hice lo mismo, tocar cacho. Parece que a nadie le molestaba. Volví cerca de mi madre y disimuladamente le toqué una teta…como si nada, estaba en su salsa. Al verme luego me sonrió y se acercó, se puso delante y apoyando su culo contra mi paquete empezó a bailar, subiendo y bajando. Estaba fuera de si. Al subir me agarraba con las manos hacia atrás, apretando bien mi culo. Por mi parte también estaba un poco desinhibido y una de las veces que subió le agarré las tetas. Pensé que quizá se enfadaría, pero lejos de eso giró la cabeza hacia mí, sonrió y me dio un beso en los labios. Eso me envalentonó y la seguí en su baile, subiendo y bajando con ella y agarrándole las tetas de una forma más continua.

Estuvimos un buen rato más hasta que nos fuimos, pero mi madre tenía unas ganas de marcha locas. Se notaba que hacía tiempo que no iba de fiesta. Al llegar al apartamento se quitó los zapatos, puso música disco en la radio y fue a preparar unas bebidas

  • ¡Uuuuu…fiesta!- dijo mientras me entregaba un cubata

  • ¡Fiesta!- le respondí, mientras ella empezaba a bailar

  • Vamos, quítate los zapatos y vamos a bailar. ¡Me gusta Ibizaaaaa!- gritaba un poco fuera de si. Me quité los zapatos y la acompañé en su frenético baile. Encendió un pitillo a la vez que bailaba.

  • ¡Siiii, uuuuuuh!- en ese momento en la radio pusieron la canción que estábamos bailando de forma tan sensual en la disco.

  • Guai, como en la disco…ven vamos a bailar como allí- dijo mientras se quitaba la camiseta todavía mojada por la espuma (el sujetador no se lo había puesto). Me quité la camiseta y fui con ella, empezando a bailar como antes, es decir, apretando su culo contra mi paquete. Enseguida le cogí las tetas. Mamá me sonrió y como anteriormente me dio un beso en los labios, con la salvedad que este fue un poco más largo…y le siguió otro con lengua, bastante más largo. Apagó el cigarrillo en el cenicero de la mesa y se giró completamente, rodeándome el cuello con sus brazos. Seguíamos bailando, pero en vez de frotarme con su culo ahora lo hacia con su chocho y nos estábamos besando. Poco a poco se fue quitando los vaqueros hasta quedarse en bragas y luego desabrochar mis botones para quitarme los míos. Tenía la polla a mil- veo que la cosa esta bien.

  • Si…claro- respondí

  • ¿Claro por que?- preguntó mamá

  • Hombre con semejante estímulo

  • Gracias, por lo que me toca.

  • Te toca todo.

  • Pues toca…todo- dijo mamá mientras me volvía a besar. Cogiéndole la palabra empecé a tocarle las tetas y pellizcarle los pezones- así mi amor, así, que bueno

  • Tienes unas tetas de locura- conseguí decirle a mamá entre gemidos.

  • Tu no te quedas atrás, vamos a ver…-me bajó los calzoncillos dejando mi polla totalmente empalmada delante de ella. Se la metió en la boca casi de inmediato- ¡Hijo! Casi no me cabe- me dijo, pero era incapaz de hablar. Mi madre siguió chupándome la polla como una posesa. Cuando estaba a punto así se lo hice saber.

  • Mamá, me voy…ya estoy- ella lejos de apartarse recibió la primera descarga en su boca y luego apuntó mi polla hacia sus tetas, llenándolas completamente con mi corrida. Después de relamerse mi madre me dio otro beso.

  • Bueno, Luís, te habrás quedado a gusto…que barbaridad de leche- dijo mami riéndose.

  • Pues todavía hay más- le respondí.

  • Eso espero…porque yo…estoy a dos velas.- Esto lo decía al tiempo que señalaba su coño. Capté la indirecta y tras sentarla en el sofá le quité las bragas, le abrí las piernas y clavé mi lengua en su coño súper mojado- Oh, que bueno, hijo, que bien lo haces, sigue así, mi amor, sigue comiéndole el coñito a mami…que rico, diossss, que rico.

  • Ummm, que bueno está- era todo lo que podía decir. Cuando mi polla recuperó su esplendor me puse en pie y ayudé a levantarse a mi madre, nos besamos un poco y la cogí, de forma que ella rodeaba mi cuerpo con sus piernas, dejando vía libre para que mi polla penetrase en su coño, como fue sucediendo.

  • Despacio mi amor, que es muy grande…así, para un poco, déjame acostumbrarme…que bueno, que bueno…ahora, sigue un poco, así, mi amor, así, un poco más, ahora, más, hasta el fondo, siiii, así, así-decía mi madre con los ojos cerrados mientras sus tetas se movían como con vida propia- me voy mi amor, me voy, me corroooo!- mi madre se puso rígida mientras yo seguía follándomela, ya que a mi me quedaba un poco.

  • Ahora, mamá, estoy a punto- le dije cuando estaba a punto de irme, para ver que hacía.

  • Y yo otra vez…córrete conmigo, hijo, córrete…lléname el coño, cariño…siiii

  • Siiii, me voy.

Nos estuvimos besando un rato, con mi polla chorreando todavía dentro del coño de mamá, hasta que nos fuimos a la ducha y luego a dormir.

Por la mañana no sabía si había sido un sueño o que…hasta que mamá dijo

  • Buenos días cariño. ¿Qué quieres hacer hoy?- a la vez que me daba un beso en los labios y seguía totalmente desnuda.

  • Buenos días…ummm, quiero hacer muchas cosas- le respondí.

  • ¿Lo primero?

  • Déjame pensar… comerte el coño- le dije

  • Ja,ja,ja. ¿Y después?

  • Pues…echarte un polvo.

  • Me encanta el planning del día. ¿Piensas ir a la playa?

  • Hombre, claro. Habrá que descansar algo, ¿no?

  • Si, pero vamos a la de ayer. Me ha gustado eso de no llevar ropa.

  • Ya me he dado cuenta. Estas irreconocible…pareces no se

  • Una zorra…una puta…me encanta.