Mamá

Un corto relato de la relación madre e hijo.

Mamá

Llegué anoche y mamá estaba esperándome preocupada y molesta… Me dijo:

  • “Si pensabas llegar tarde, siempre te he dicho que me lo digas o que me llames, porque vas por ahí con el coche y me siento preocupada hasta que llegas a casa”.

Comprendo por qué lo dice… Papá se fue de casa hace un año y nos hemos quedado solos, mamá y yo… Para ella lo soy todo.

Acabo de cumplir 18 años hace unas semanas y mamá continúa tratándome como si tuviera 10 años… Estaba enfadado por lo que me dijo y salí de la cocina como un torbellino.

Entré a la ducha y pensé en mi amiga Katy poniéndome su mano en mis pantalones cortos en el cine… Poca cosa más que calentarme dentro del coche es lo que pude conseguir… Ella, por miedo quizá, no se me dejó que la palpase mucho… Me dejó muy caliente.

Pensando en ello, terminé de secarme y observé como se me puso de dura la polla… Fui a mi habitación a descargar mi calentura haciéndome una buena masturbación.

Estaba tumbado en la cama, meneándomela cuando la puerta se abrió… Ahí estaba mi madre… La luz del pasillo iluminaba la habitación y me di cuenta que vio perfectamente lo que estaba haciendo.

Cerró la puerta y, tras unos segundos, llamó y preguntó si podía entrar… Entró, cerró la puerta detrás de ella y se sentó en el borde de la cama.

  • “Mira Miguel”, me dijo… - “es normal que un hombre se desahogue de vez en cuando y se la menee para darse placer”… Me estaba poniendo rojo pensando que ella me había visto masturbándome... Precisamente, la luz de la casa de al lado se encendió y la habitación se iluminó de nuevo.

Vio mis pantalones cortos en el suelo al lado de la cómoda… La luz se apagó y la habitación volvió de nuevo a la semioscuridad… Ella me dijo:

  • “Creo que aún no encontraste alivio en lo que estabas haciendo”... Y para constatarlo metió su mano debajo de las sábanas y me dijo que la dejara ayudarme... Me quedé quieto y contuve la respiración cuando comenzó a masturbarme.

Me la puso dura en cuestión de segundos y le dije:

  • “Mamá, es mejor que pares porque si sigues así me voy a correr muy pronto”… Ella se inclinó, recogió mis pantalones cortos y los colocó alrededor de mi polla, diciendo:

  • "Adelante… Córrete cuando quieras… Es bueno que saques todo tu semen acumulado en tus huevos.

Fue el mejor trabajo de mano que me han hecho y así se lo dije... Cuando acabó, me comentó:

  • Si te ha gustado y quieres que lo repita más veces, dejas la puerta entreabierta y sabré que me estás pidiendo que entre a masturbarte.

Dos noches después, me acosté y pensé en lo que me había dicho... Me levanté y abrí la puerta… Media hora después pude oír que ella venía por el pasillo… Entró, se sentó en el borde de la cama y tiró de la cubierta hacia atrás… Cuando ella cogió mi polla en su mano, dijo:

  • “Oh mi tesoro… ¿Estás preparado,… no es así?... Relájate y cierra los ojos”… Escuchaba sus palabras mientras jugaba con mi polla acariciándola sin prisa alguna… En cierto momento, noté que se detuvo unos segundos y luego pude sentir algo cálido y húmedo en mi pene… ¡Ostras!... Mamá me la estaba chupando… Qué sensación más maravillosa estaba sintiendo… Nunca me habían hecho eso antes y, claro, en cuestión de segundos, me estaba corriendo... No debió dejar de escapar ni una gota de semen porque no hubo rastro alguno… Y eso que tiré bastante… Se lo tragó todo y sin prisa alguna, se dedicó a dejármela bien limpia.

Al mismo tiempo que me estaba “manipulando”, sin decirme una palabra, ella me cogió la mano y tiró hasta dejarla reposar sobre su coño… Esa noche me enseñó cómo llevar a una mujer al clímax… Su orgasmo fue patente… La oí jadear y convulsionarse intensamente.

Cuando se marcho, me dio un beso en los labios y simplemente dijo:

  • “Buenas noches, hijo”

  • “Buenas noches, mamá… La próxima vez, por favor, ven desnuda”

Escuché tan solo un corto jadeo y cerro la puerta… Sabía que la próxima vez vendría totalmente desnuda para que pudiera palparla a mi gusto… Sabía que más bien pronto que tarde sería penetrada por mi polla… Sabía que todo lo que quisiera hacer con ella era cuestión de tiempo pero que sucedería y se entregaría sin ninguna oposición.

Ahora, cada vez que tengo un problema de sueño o un problema con mi polla, dejo la puerta abierta y espero… Espero a que su figura totalmente desnuda entre en mi habitación oscura para entregarse a darme el mayor placer posible, sea de la forma que sea.

F I N