Malu en concierto

Las andanzas de un montador de escenarios en uno de sus conciertos

Como cada mañana me disponía a ir a trabajar, después de la ducha de rigor procedí a prepararme mi cafe expresso de cada mañana. El día anterior habíamos dejado ya todo el escenario montado, sólo faltaban algunos retoques y que los músicos y demás integrantes de toda la farándula que mueve un concierto dieran el visto bueno.

Cuando allá por el 2008 puse mi curriculum para trabajar en una empresa de mobiliario nunca pensé que todo aquello me deparase la cantidad de historias, anécdotas, risas y buenos momentos que me había deparado. Un muchacho de 27 años que lo dejaba todo atrás que simplemente quería vivir la vida.

Y ahí estaba yo con mi 1,80 metros de pura vagancia como solía repetirme mi madre siempre que volvía a a casa, vistiéndome con los vaqueros y el polo de la empresa, a punto de salir para dejar listo el escenario para un concierto de Malú. Uno más para la cuenta de una lista de conciertos que ya simplemente había dejado de contar.

No tenía pareja, nunca nadie aguanto mi ritmo de vida. Así que cuando cada mañana me levantaba lo único que motivaba era acabar la jornada para ir al bar e intentar que alguna chica entrara en mi juego. Es difícil eso de asumir una relación con alguien tan dominante y tan maniático.

Juan apareció por mi portal como cada mañana con su furgón. Sus gafas último modelo y su camisa de pitillo no hacían presagiar a que nos dedicábamos.

  • Ey muchacho, date vida que no llegamos!!!!, me ha llamado Susana y dice que esta todo bien, pero que los puestos de las estilistas haya que re-ubicarlos. me dijo Juan sin dejar de esbozar una amplia sonrisa.

  • Tranquilo que tenemos todo el día por delante, le respondí.

Cuando llegamos al recinto ya se podía ver el ambiente de concierto. Las típicas quinceañeras fanáticas, mucho piberío detrás de ligarse alguna de aquellas chavalas y alguna que otra madre que no querría que su hija abandonase el corral. También se notaba que las medidas de seguridad habían ido en aumento, el vallado exterior ya estaba todo montado. Paco nuestro amigo de toda la vida ya no era el único vigilante jurado. Por su amplia sonrisa se podía intuir que estaba contento por semejante presencia femenina en los aledaños.

Nada más empezamos con la faena intuí que no iba a ser un día normal. Normalmente había mucho más “meneo” detrás de un concierto, era algo extraño que solo estuvieran la representante y el organizador del evento a las 9:00 de la mañana cuando solo restaban apenas 12 horas para empezar el concierto.

Rubia con unos ojos azules que te dejaban embobado, con unos pantalones vaqueros que le marcaban muy bien el trasero, y con un abrigo marrón que ocultaba más que enseñaba, la vi dirigirse hacia mi persona:

Oiga mozo, esos focos de luz no funcionan, alguien debería comprobar todas las conexiones, me dijo con una voz cantarina la que poco después me enteraría que era la guapa representante de Malú.

No se preocupe que en un momento llamo a un compañero para que lo revise todo, le respondí.

He dicho que se debe revisar ahora mismo, así que deje lo que este haciendo y solucíonelo ya!!!!. Parecía que había despertado a una mala bestia, ¿donde estaba ese ángel que había visto venir con ese andar garboso hacia mi hacia tan solo unos segundos?

Solté mi herramienta, la mire con tono desafiante y me dispuse a llamar por el “walkkie” a Juan.

Juan parece que aqui en la zona 3 del escenario hay unos focos que no funcionan, ¿me copias?

crrrrrrrr Magic no me jodas que estoy aquí con el inspector de seguridad, ya lo solucionaré más tarde. se escucho decir a Juan poco después por la emisora. “Magic” era el nombre por el que todos me conocían en mi juventud, porque solía desaparecer de las fiestas sin dejar rastro.

señora ya ha oído, tendrá que esperar.

Vaya mierda de equipo hay aquí en Santander, la próxima vez me lo pensaré dos veces antes de aceptar a esta ciudad en una gira como esta- replico la arrogante de la representante.

Me pareció tan fuera de lugar que deje lo que estaba haciendo y fui a ver que demonios pasaba con aquellos focos, nadie iba a dejar a la empresa para la que trabajaba y a mis amigos por malos profesionales. Después de revisar todo varias veces comprobé que una de las conexiones no estaba en la fase correcta y procedí a arreglarlo.

Ta chan!!!!!!- le dije a la representante- y de pronto se hizo la luz.

Cuando vio que estaba todo solucionado volvió a su móvil como quien no tuviera mañana.

Llego la hora de la comida, los muchachos iban a ir al restaurante chino de la esquina, yo ya estaba asqueado de tanto chino, estaba aborreciendo ya el arroz tres delicias y el cerdo agridulce. Así que simplemente fui a la maquina expendedora que habíamos instalado en la zona de la prensa a sacarme una Twist.

Andaba yo en mis pensamientos camino de comprar mi ansiada chocolatina cuando de repente me choque con alguien y la tiré al suelo. El golpe fue como cuando un autobús se choca con un poste de la luz. Al autobús no le pasa nada, sin embargo el poste de la luz se resquebraja y queda para el arrastre. Agache la vista para ayudar a levantarse a esa desafortunada que había tenido la mala suerte de chocar con un autobús, ¿cual fue mi sorpresa?, Al ver esa pequeña cabecita girarse hacia el cielo como pidiendo clemencia vi una mirada que me dejo embobado.

Malú, esa cantante que pasaba con su gira “Gracias 2008” por Santander, acababa de tener un choque conmigo. Lejos de estar enfadada, aquella muchacha con mirada penetrante y dos trenzas  muy sensuales, parecía estar pidiéndome perdón.

Lo siento, ¿estas bien? alcance a decir.

Si si, no se preocupe que hoy ando de un patoso…- Me contesto ella

Sissi fue una antigua emperatriz, respondí yo en tono sarcástico, hay que mirar por donde se camina. Encima de todos los follones que llevo hoy como para que encima lesione a la artista principal.

No te preocupes estoy bien, solo me lastime un poco.

¿En serio? no me faltaba más, encima de haber tenido que aguantar a la soplagaitas de la representante ahora había dejado tocada a la cantante.

La verdad que yo estaba más preocupado de como estaba Malú que de mi mismo, de hecho ni siquiera había reparado en que tenia toda mi ropa empapada en café. Bien se ve que ella llevaba una taza de café en la mano cuando nos chocamos y esta se proyecto en mi ropa de trabajo. Fue entonces cuando caí en la cuenta de que esa belleza que tenía ante mi también  estaba toda pringosa de ese liquido color oscuro.

Que va, yo no puedo dejar que usted se vaya sin ofrecerle al menos un café y una camiseta para que se cambie, me dijo en tono apresurado.

Lo que yo necesito para continuar con mi trabajo de manera satisfactoria usted no me lo puede dar, le conteste.

No me lo creo, en mi camerino hay de todo.

Mire señorita, si nos vamos a su set mi frustración ira en aumento, porque usted no podrá satisfacer mis necesidades y me tendré que ir peor de lo que entre.

Después de haberle manchado de cafe, no puedo más que ofrecerme a compensarle de la manera que sea.

Esas palabras me entraron  a fuego en la cabeza, llegaba el momento de intentar aprovechar aquella oportunidad para sacar algún beneficio propio. Así que sin mas puse dirección al camerino principal acompañado de Malú.

Al entrar dentro y cerrar la puerta, sin más decidí hablarle claro a la señorita. Siempre en mi vida había sido directo en las relaciones, más de una vez me habían dado calabazas o incluso me habían llamado degenerado. Pero a estas alturas de la vida no iba a cambiar.

Mira niña, si me has traído aquí para que me tome un cafe contigo, estas equivocada, para eso me voy con mis compañeros al chino de la esquina, yo he venido contigo porque me te has ofrecido a compensarme por el estropicio este. Si quieres compensarme ya te estas poniendo de rodillas y abriéndome la bragueta.

Los ojos con los que me miro nunca los olvidaré, una mezcla entre excitación y odio. Parecía como si nunca nadie le hubiese hablado así de claro. Se dio la vuelta y continuo preparando el café. Luego empezó a buscar entre su ropa como si no hubiese oído mis palabras. Así que visto que allí no tenía nada más que hacer, pues ella no había reaccionado de ninguna manera a mis palabras, me di la vuelta dispuesto a marcharme.

Cuando estaba agarrando el pomo de la puerta para proceder a abrirla, una mano interrumpió mi movimiento. Me gire y allí estaba ella de nuevo.

No te vayas, antes de comenzar tenía que dejar todo listo para la prueba de vestuario. Lo que acababa de oír me había dejado descolorado. Y mira que normalmente solía salirme con la mía.

A mi no me cuentes historias, aquí quien marca los pasos soy yo, tu tienes que satisfacerme a mi lo demás te debe dar igual, le solté intentado ver hasta donde estaba dispuesta a llegar.

A esas alturas mi polla ya estaba empezando a ponerse en pie de guerra y mas aún cuando esa belleza que tenia ante mi comenzó a arrodillarse delante mía. Una vez estuvo agachada me miro con mirada temerosa y me dijo:

esto no saldrá de aqui, es la primera vez que hago algo parecido.

Todavía no te has dado cuenta que si lo vas a hacer es porque te atrae la idea, y si te atrae la idea estarás en mis manos, le conteste sabiendo ganador.

De acuerdo, mañana estaré a miles de kilometros de aquí.

Si eso puede ser peor hasta entonces vas a disfrutar como nunca antes has hecho. Ahora déjate de bobadas y has tu trabajo, que yo haré el mío.

Sin más se cayó y procedió a sacarme mi polla que ya hacia rato que estaba dura de mis pantalones, y mirándome a los ojos comenzó a lamerme con la punta de la lengua. En un principio la deje hacer, pues quería saber como de bien era capaz de hacerlo. Después de un buen rato decidí que ya era suficiente, le agarre el pelo por esas trenzas tan sexis que tenía y le dije que abriera la boca. Mi polla no era muy grande, 13-14cm pero si era ancha. Ella abrió la boca entendiendo lo que quería.

Mi polla entraba y salía de su boca a un ritmo frenético, y sabia que si seguía a ese ritmo acabaría enseguida y yo quería jugar un poco más. En seco la paré y hasta ella pareció enfadarse por ello. La levante por los hombros y la invite a desnudarse para mi. Llevaba una camisa suelta de esas que usan mucho las mujeres para hacer gimnasia y baile, transparentando un sujetador negro que dejaba muy poco a la imaginación. La deje hacer y ante mi aparecieron unos pechos bonitos, algo pequeños pero muy bonitos y con falta de una buena ración de sol. Poco a poco se fue despojando de sus vaqueros y de su manguita negro. Ante mi apareció su sexo, con poco pelo y bien arreglado. Se tumbó en el sofá como esperando que yo le devolviera el favor, pero no se lo había ganado aún.

La agarre y le di la vuelta, dejándola a cuatro patas encima del sofá, me escupí en los dedos y me dispuse a penetrarla suavemente con los dedos, cual fue mi sorpresa al descubrir que estaba empapadísima. Si más apunte con mi falo a su entrada y comencé a bombear, despacio primero y rápido después. Controlando en todo momento la situación.

En un momento dado su respiración comenzó a agitarse, sabía lo que venía después, pero no quería que llegara su momento aún. Paré y decidí que era el momento que me cabalgara ella a mi.

Eres un cabrón, me dijo sin apenas convicción.

Y tu te estas dejando que te folle él que monta el escenario.

Comenzó a subir y a bajar en un ritmo cada ves mas frenético, estaba claro que le estaba gustando y que esa sensación de sentirse dominada la ponía muy cachonda.

Los espasmos y jadeos dejaron bien a las claras que su momento había llegado, la deje disfrutar de ello y cuando me faltaba poco a mi, me la quite de encima. Quería que mi corrida fuera de esas que me acordara toda la vida. Me levante y le dije que me la chupara de nuevo.

Correte en mis tetas, pero en mi cara no por favor que tengo la prueba de vestuario en breve y no tengo tiempo de volver a maquillarme, me rogó.

Prefiero en tu boca si no quieres que deje todo esto perdido.

No me gusta que lo hagan en mi boca, respondió.

Me da igual lo que te guste, yo lo quiero.

Continuo chupandomela y cuando se dio cuenta que me iba a correr se la saco de la boca y comenzó a apuntar a sus pechos. Ese gesto me enfado mucho así que la agarre de nuevo de una de las trenzas y con la otra mano apunte mi polla hacia su cara. En pocos segundos comencé a derramar chorros de semen por su cara, y su pelo. Aunque ella intentaba evitarlo. Cuando quedé satisfecho por completo busque mi móvil en  el pantalón y le dije que se quedara quieta. Ella intentaba levantarse para mirarse en el espejo el estropicio que tenia en la cara. A mi aquello me parecía súper bello así que procedí a sacarle una foto para el recuerdo.

No me saques fotos cabrón, ahora no llegaré a tiempo a la prueba de vestuario y tendrán que maquillarme de nuevo.

Esta foto es para que recuerdes que esta noche cuando termine el concierto me buscarás para ir al hotel contigo. Porque sabes que estas en mis manos y te gusta.

Eres un cabrón…

Sin más me comencé a vestir y me fui, ya eran mas de las 16:00 y mis compañeros se estarían preguntando donde estaba su amigo Magic.