Mallorca 91

Esta es la historia de una familia aparentemente normal, pasando unas vacaciones aparentemente normales. Basado en hechos reales.

Agosto de 1991, Gonzalo era un tipo normal, con una familia normal y una vida aparentemente normal. Trabajaba como mecánico en un taller de automoción y era un padre de familia de 30 años que estaba veraneando en Mallorca con su mujer Eva de 25 años y sus hijos Jaime y Alberto de 7 y 4 años respectivamente. Ese año además les acompañaba su cuñada Belén de 21 años. La idea de que les acompañara Belén fue de Eva, ya que su hermana pequeña había pillado hace seis meses a Isidro su novio en la cama con Olga, su mejor amiga y desde entonces no levantaba cabeza. Eva pensó que esas vacaciones harían que Belén se distrajera y se despejara un poco y quien sabe, tal vez conociera a algún chico y ligara con el y asi olvidarse de Isidro.

Belén estaba muy ilusionada, entre otras cosas porque ese viaje sería la primera vez en que montara en avión, ya que jamás había volado. Para Gonzalo y Eva sería la segunda, ya que la primera fue en su luna de miel en Canarias. Se alojaron en un hotel, Gonzalo y Eva en una habitación con el pequeño Alberto y Belén en la habitación contigua con su sobrino Jaime. Una tarde a la hora de la siesta, cuando las vacaciones ya iban llegando a su fin, Gonzalo salió desnudo de la ducha y para su sorpresa Belén estaba con Eva en la habitación.

-Se han quedado dormiditos.

-Menos mal, Alberto solo se duerme si se echa con su hermano.

-Pues la verdad es que no han tardado mucho.

-¿Y tu que tal Belén? ¿Cómo lo estás pasando?

-Muy Eva, gracias por animarme a venir de vacaciones con vosotros.

-De nada hermanita.

-Y... ¿Has ligado con algún chico?

-Bueno, la otra noche cuando salimos a tomar algo y vosotros os volvisteis al hotel con Jaime y Alberto, conocí a un chico...

-¿Ah si?... Cuenta, cuenta...

-Bueno, me enrollé con un chico de Madrid que estaba aquí de vacaciones, pero nada serio ya sabes...

-Nada serio...¿Sin sexo quieres decir?

-Si, eso es, solo unos besos y poco mas...

-Bueno lo importante es que has desconectado un poco de lo tuyo con Isidro.

-Me sigue llamando, y pidiendome que le perdone...

-¿Y tu que piensas hacer?

-Pues no lo se Eva.

-Bueno, pues solo tu debes saber lo que tienes que hacer...

-Por un lado quiero perdonarle, pero por otro quiero vengarme de el.

-La venganza es un plato que se sirve en frio Belén.

-Oye... ¿Y a Gonzalo?...

-¿Que pasa con Gonzalo?

-¿No le habrá importado que me haya acoplado en vuestras vacaciones?

-Que va. Está encantado. Además creo que le gusta verte hacer top less.

-¿En serio?

-Si no veas como te mira. Y esta mañana incluso creo que se le ha puesto dura en la playa.

¿De verdad? Hay que vergüenza por dios.

-Incluso la otra noche bromeando me dijo que le encantaria hacer un trio con las dos.

-¡No jodas!

-Jajaja si. La verdad es que estás muy mona y el pobre... Además estas vacaciones no creas que hemos follado mucho, con Alberto durmiendo aquí con nosotros a todas horas.

-Ya imagino.

-Por eso aprovechamos en estos ratitos de la siesta en que nos quedamos solos...

-Entonces yo me marcho y así os dejo un ratito de intimidad...

En ese instante Gonzalo hizo acto de presencia en la habitación. Salía de la ducha, completamente desnudo, agarrando con su mano su miembro viril que colgaba entre sus piernas. La tenía morcillona, se había masturbado mientras se duchaba recordando a su cuñada en la playa con sus pequeñas pero bonitas tetas, y sobre todo con su precioso y perfecto culo. Estaba tan excitado que queria hacer el amor con su mujer a pesar de haberse aliviado.

-Eva cariño, prepárate... ¡Que te voy a echar un polv...! Ho... ho... hola Belén, no sabía que estabas aquí. (Dijo avergonzado)

-Hola Gonzalo, la verdad es que ya me iba. (Dijo mientras se giraba para no ver el cuerpo desnudo de su cuñado)

-Perdona por salir así, no sabia que estabas aquí...

-Tranquilo es culpa mia, ya me marcho.

-Espera tonta. (Dijo Eva mientras agarraba a su hermana por la muñeca)

-No perdonar, ya me voy.

-Mira Belén, ¿No te gusta la polla de mi marido?.

-Yo... yo...

-La tiene enorme, ¿Verdad?.

-Pues si, la verdad es que si.

Belén se quedó embobada mirando a Gonzalo que estaba desnudo frente a ella, entre la cama y la puerta de la habitación. Gonzalo era un tipo guapo, alto y delgado aunque fibroso, rubio y con el pelo de punta. Y lo mas importante con una enorme polla de alrededor de 20 centímetros rodeada de vello púbico mas oscuro que el de su cabeza. También tenía vellos en el pecho, los brazos y las piernas.

-Tranquilizate, no seas tonta. El te ha visto a ti las tetas, no pasa nada porque tu le veas la polla.

-No supongo, que no.

-Y tu que dices Gonzalo cielo, ¿Que te parece si hacemos realidad tu fantasia?

-¿Como?

-¿De verdad no quieres? Yo me he puesto muy cachonda  imaginandome la situación...

-Eva... ¿Lo estás diciendo en serio?

-Completamente en serio hermanita...¿No te atreves?

-¡Estás loca!

-Tal vez esté loca, pero esta es una buena oportunidad para vengarte de Isidro... ¿Que me decís?

Gonzalo miraba con cara de perplejidad como su mujer comenzó a acariciar el pelo y la mejilla de su cuñada, y sin dudarlo dos veces se acercó hasta las dos mujeres y comenzó a besar a Eva en los labios para despues hacer lo propio con Belén, que a su vez se dejaba hacer. Los tres estaban de pie en el centro de la habitación.

Eva llevaba puesta una camisola playera blanca con rayas horizontales azul marino y sin sujetador debajo, por lo que se marcaban sus tetas. Belén por su parte llevaba unas mallas negras de ciclista, muy de moda en aquella epoca que definían su bonito culo y marcaban su rajita pues no llevaba nada debajo, en la parte de arriba llevaba puesta una camiseta verde de tirantes.

Continuaron besándose, mientras lo hacian Gonzalo acariciaba el culo perfecto de Belén y sobaba las tetas de su mujer. Después de un rato, metió su mano por debajo de la camisola de Eva y comenzó a acariciar su chochito por encima de sus braguitas. Tras un rato de besos y caricias, las dos chicas se desnudaron. Eva no era muy alta, era morena con una melena corta, por encima de los hombros. Se quitó la camisola, debajo solo llevaba puestas unas bragas blancas, al no llevar sujetador aparecieron una bonitas y gordas tetas blancas, con dos pezones grandes y algo caidas fruto de dos partos. Era delgada, pero tenia algo de barriguita, cuando se quitó las bragas apareció un bonito coño lleno de pelos negros, solo un poco arreglado en la zona de las ingles para que no sobresalieran de la braguita del bikini y el bañador.

Belén también era morena, pero tenía el pelo mas largo que su hermana aunque ahora lo llevaba recogido con una coleta. También era mas delgada que Eva. Se quitó la camisetita y las mallas de ciclista, no llevaba nada de ropa interior, tenía unas tetitas pequeñas, pero perfectas, con forma puntiaguda y con dos pezones pequeños pero que ya estaban duros. El coño era precioso, solo tenía una pequeña tira de vello negro muy recortado como las actrices porno de la época, y su culo era perfecto. Gonzalo se puso muy burro.

Se tumbaron en la cama y durante unos minutos continuaron besándose y acariciándose. Finalmente Belén se tumbó boca arriba en la cama con sus piernas separadas y Gonzalo comenzó a lamer su coñito. Comenzó a jugar con su lengua lamiendo el clítoris de su cuñada. Lo lamía hacia un lado, hacia el otro, hacía circulos y se ayudaba de sus dedos para darla placer, tan pronto los introducía dentro del coño, como los usaba para hacer movimientos circulares en el clítoris. Al mismo tiempo, Eva tenía la enorme polla de su marido dentro de la boca que ya estaba completamente dura.

Eva se tumbó boca arriba junto a su hermana y Gonzalo comenzó a chuparles las tetas, las mamaba y mordia sus pezones con ansia. Después volvió a bajarse al pilón y se volvió a comer los coños de las dos mujeres que ya empezaban a supurar flujo vaginal. Hasta que en un momento dado, se tumbó encima de Belén y mientras la besaba en los labios, mezclando y jugando con sus lenguas, se agarró la polla y acercó la punta del glande a la entrada de la rajita de Belén, que ya estaba lista para ser penetrada.

-Espera Gonzalo, ponte goma porfa...

-No tengo... Nosotros siempre lo hacemos a pelo y no pasa nada...

-Es verdad nena. Gonzalo y yo siempre utilizamos la marcha atrás y hasta ahora jamás hemos tenido un problema...

-Incluso algún dia no me ha dado tiempo a sacarla y tampoco ha pasado nada...

  • Vale... Está bien.... Pero trata de no correrte dentro...

-Tranquila...

Gonzalo hundió su polla de una sola estocada en el coño de su cuñada y comenzó a moverse muy despacio, para poco a poco ir ganando velocidad. Eva que estaba al lado acariciaba con sus uñas los gluteos de su marido y también sus huevos desde detrás. Pasado un rato, cambiaron. Gonzalo se tumbó boca arriba y Eva comenzó a cabalgarlo, mientras Belén se puso en cuclillas encima de la cara de su cuñado y acercó su coño hasta la boca de este para que se lo volviera a lamer. Eva fue ganando velocidad, y después de un buen rato saltando sobre la polla de su esposo se corrió como una cerda, cuando lo hizo volvieron a cambiar. Gonzalo puso a cuatro patas a su cuñada, ya que quería disfrutar de la visión del perfecto culo de Belén mientras se la follaba. Rápidamente se la metió, el coño de Belén estaba tan húmedo y mojado, que la polla de Gonzalo entraba y salía con facilidad. El se agarraba fuertemente a las caderas de Belén y la bombeaba con fuerza, de vez en cuando la daba algún cachete, también agarró a la joven por la coleta, la rodeó en su mano y la follaba como si de tratara de un jinete agarrado a las riendas. Sus cuerpos estaban empapados en sudor, los huevos de Gonzalo hacían un sonido peculiar cuando chocaban con el cuerpo de su cuñada, sus embestidas cada vez eran mas fuertes y los gritos y gemidos de Belén iban en aumento, y se mezclaban con el ruido que hacía el colchón de la cama, que parecía que se iba a desarmar, estos ruidos contrastaban con el silencio sepulcral que  había en el resto del hotel, pues la gente debía estar durmiendo la siesta, aunque lo raro es que no se despertaran. Eva por su parte veía el polvo que le estaba echando su marido a su hermana, sentada apoyada en el cabecero de la cama y tocando su chochito, estaba a punto de volverse a correr. Gonzalo por su parte no se corría, y eso que ya llevaba un buen rato follandose a Belén a cuatro patas, pero sin saberlo, la paja que se había hecho en la ducha un rato antes iba a retrasar su orgasmo.

Entonces cambió y se la metió a su mujer en la postura del misionero, estuvo un buen rato follandosela mientras, chupaba las tetas de Belén que estaba de rodillas a su lado. La daba fuerte, Gonzalo era un auténtico empotrador, pero después de llevar tanto tiempo follando estaba muy cansado, entonces se tumbó boca arriba para que fueran las chicas las que trabajaran. Belén se puso en cuclillas encima del cuerpo de su cuñado. Agarró la polla de Gonzalo con su mano derecha, la acercó a la entrada de su vagina, y se fue dejando caer, hasta que se insertó por completo en ella. Comenzó una cabalgada lenta, Gonzalo la pellizcaba los pezones, y ella fue ganando velocidad, por su parte Eva comenzo a besar a su hermana en los labios, también la acariciaba las tetas y el clítoris mientras ella se clavaba la polla de su cuñado cada vez con mas ansias. Pronto Belén se empezó a correr, se retorcía y contoneaba encima de la polla de Gonzalo, aceleró el ritmo y su coño comenzó a estrujar la polla de su cuñado a quien el orgasmo también le estaba empezando a venir, y sin poder quitarse a su cuñada de encima los dos se corrieron a la par. Belén se quedó rendida encima de Gonzalo con la polla de este dentro de su coño. Después de recobrar la respiración se retiró de encima de el. Cuando lo hizo, gran cantidad de sus flujos mezclados con el semen de Gonzalo comenzaron a manar del interior de su coñito, cayendo sobre la polla de su cuñado, y escurriendo por la cara interna de sus muslos, llegando a hacer una mancha enorme en las sabanas.

Los tres estaban fundidos, tumbados boca arriba en la cama, sus pechos y sus vientres subían y bajaban de forma acompasada, mientras intentaban recobrar la respiración. Se encendieron un cigarrillo y comenzaron a relajarse. Todo estaba en silencio, un silencio que se vio interrumpido por el llanto del pequeño Alberto que se había despertado de la siesta en la habitación de al lado. Las dos mujeres se vistieron a toda prisa y salieron corriendo a la habitación de al lado a consolar al pequeñin, mientras Gonzalo apuraba su cigarro tumbado en la cama, su enorme polla ya había menguado.

Este relato está basado en una historia real, y lo he narrado yo. Mi nombre digamos que es Jaime, y en la actualidad tengo 37 años. Esa tarde lo vi todo con mis propios ojos desde la terraza de mis padres cuando todos pensaban que estaba durmiendo la siesta. Una de las aficiones que tenía en esas vacaciones, era saltar desde mi terraza hasta la de mis padres, con el peligro que conllevaba estar en una septima planta de aquel hotel de Magaluf.

No se si mis padres y mi tia volvieron a tener mas relaciones. Lo que si que se, es que al poco de volver de Mallorca mi tia perdonó a Isidro y volvió con el, de hecho se acabaron casando años después. Y que en mayo del 92, justamente nueve meses después de aquellas vacaciones en Mallorca, mi tia dio a luz a una preciosa niña a la que llamó Eva María, y tengo el convencimiento de que esa niña no es mi prima, si no mi hermana. Esa niña era tan rubia como mi padre. Creo que tia Belén se vengó de Isidro de la forma mas cruel, no solo acostándose con otro hombre, si no que además haciéndole cargar con un hijo que no era suyo.

Me he acordado de esta historia, porque acabo de dejar a mis padres, a mi tia Belén y a Isidro, su marido, en el aeropuerto ya que se van de vacaciones a Mallorca. Estoy convencido que ellos también recuerdan lo acontecido allí hace ya 30 años.