Malditas MUJERES, BENDITAS Mujeres III

En ese momento tuve que ser sincera como él siempre lo era conmigo y tuve que contarle de ese Secreto, le conté TODO, le explique que desde siempre tenía curiosidad con las niñas y que me sentía atraída por alguien, que no lo tomara a mal porque teníamos una relación pero que no era nada más que eso, una simple atracción y que me sentía confundida, que él me agradaba pero ella era diferente.

Alba: Discúlpame si no te lo dije en otro momento pero de verdad me siento confundida, tengo miedo, culpa y hasta vergüenza, aunque no debería, pero ¿Te imaginas si la Sra. Beatriz Cortez se entera? Me va a matar y lo sabes

Ramsés se quedaba mudo e inmóvil por un momento, pero era muy cariñoso y como siempre lo solucionaba todo con un cálido abrazo.

Ramsés: Alba tranquila, sabes yo lo sospechaba pero nunca estuve seguro, ni quería presionarte o incomodarte al preguntarlo pero es tu decisión y yo la respeto, te quiero mucho y eso no interfiere en nada de relación que tenemos, nos conocemos desde niños y al contrario de lo que piensas, me parece muy valiente que por fin me lo digas, bueno que por fin lo digas, no tienes por qué sentir miedo ni vergüenza, creo es algo muy normal.

En ese momento me sentí tranquila, me sentí en paz, no creí que el decirlo se sentía tan bien, aparte Ramsés me entendía, y no porque él fuera Gay, sino porque él era un poco más grande que yo pero no tanto como nuestros padres para sacar todas las objeciones tanto sociales como religiosas.

Ramsés: y a todo esto, ¿Quién es esa persona?

Alba: Hay noooo, ya vamos con eso? Hahaha prefiero no contarte mas

Ramsés: Por favor dime, igual y yo ya me iré, tampoco es como que la conozca o si? –Ponía cara de sorprendido

Alba: Pues ammmhh Solo sé que se llama Victoria, trabaja en la escuela

Ramsés: ¿Solo sabes eso? ¿Por qué no le pides su número o la invitas a... no se a donde sea?

Alba: Porque ella ya lo hiso, me invito a la cafetería Nicco`s hoy a las 6

Ramsés: ¿Y qué haces aquí? Ya falta poquito, vamos a comer rápido y te llevo a Nicco`s

Alba: No sé, me siento insegura, aparte no la conozco

Ramsés: Pues a eso vas, a conocerla, ándale vamos

Me llevo corriendo, comimos súper rápido, me traía corriendo por todas partes, hasta creo que se sentía comprometido que si él no iba a poder cuidarme como novio ni como amigo porque ya se iba a ir de la ciudad, pues por lo menos hacer que alguien que a mi si me llame la atención lo haga.

Salimos de su casa y ya íbamos en camino cuando me quede pensando si llegaba, que le iba a decir, de que hablaríamos, y si pasaba algo más, ósea si quería pero a la vez, esa mujer me daba miedo, podía lograr lo que se propusiera, mientras me preguntaba todo eso, llegamos al estacionamiento de la cafetería, era un lugar muy tranquilo, muy íntimo y acogedor,  de pronto la mire ahí sentada, bebiendo de su tasa, tomando un libro con sus manos y moviendo un poco su cabeza en señal de estar sonando una canción agradable.

Ramsés: ¿Alba?

Siiii, si, si, estaba en las nubes

Alba: ¿Si? Mande, dime

Ramsés: Mujer sí que la persona te agrada, ya dime quien es

Alba: Es aquella mujer – Señalaba hacia el lugar, ella estaba sentada en el exterior y no había mucha gente así que no era muy difícil adivinar.

Ramsés: Tienes razón, es muy guapa – Ramsés se quedaba analizándola de pies a cabeza a través de sus anteojos

Alba: ¿Te quedaras conmigo?

Ramsés: Estas loca, tengo clase ya tengo que irme

Alba: Hay nooo, espera; me voy contigo, déjame en mi casa

Ramsés: ¿No llegaras? ¿En serio? Mujer decídete

Alba: No lo sé, prefiero irme, no siento que sea el momento de conocer a alguien – ¿A alguien ALBA? o ¿A ELLA?

Ramsés: Esta bien, pero como en la conversación de hace unas horas me comentabas maravillas, creí que realmente quería hacerlo, que realmente querías experimentar esa adrenalina que proyectas cuando hablas de ella, que estabas decidida a hacer lo que sientes.

Y sii, me dio en el Ego así que sin más bajé del auto y armada con toda la valentía del mundo pero muy en el fondo con miedo me dirijo a la entrada de ese lugar.

Me recibe una bonita chica rubia con una mirada tierna que inspira confianza y calidez (Ya se, todo mundo me inspira confianza pero así soyL), me acompaña pacientemente a la mesa de la Srta. Victoria, en ese momento me percate que no sabía su apellido, pero da igual, no había tantas personas en el lugar y menos Victorias verdad?

Veo como se pone de pie al verme y son una sonrisa triunfante me recibe en su mesa, moviendo una silla hacia afuera, invitando a sentarme.

Victoria: Hola niña, me agrada que hayas llegado

Mesera: buenas tardes señoritas, les dejo la carta -se retiraba rápidamente.

Alba: hola, siendo sincera no sabía si venir o no -miraba la carta escondiendo mi mirada nerviosa

Victoria: pero porque? Yo solo quiero conocerte, no soy mala persona ni mucho menos, para serte sincera, tenía ya varias semanas queriendo hablarte pero por alguna u otra cosa no me era posible - bebía de su café.

No saben cómo me sentía, era increíble, con el simple hecho de sentirla tan cerca mi corazón casi iba a romper récord en palpitaciones por minuto, pero a la vez me sentía nerviosa, apenas estaba aceptando mi curiosidad por las chicas y no estaba segura si ella era la indicada para aclarar mis dudas .

Alba: ¿Hablarme? ¿Porque? ¿Qué quieres conmigo? -hacia tantas preguntas que parecía agente del FBI

Victoria: -sonreía- ummh ¿Porque? Pues fácil, eres una niña muy bonita, me pareces muy agradable, me llamas la atención, por no decir que me gustas

Ponía cara de mujer cazadora con sus ojos muy abiertos y con la mirada fija en mí, tanto que baje la mía y mejor decidí llamar a la Srta. Que nos atendía, Llega la Srta. Amable y ordeno un café vainilla latte, en ese momento reaccione, y la voz valiente y curiosa en mi interior me dice: Alba ya estás aquí, las cosas hay que afrontarlas, si tienes dudas de esta mujer pues averígualas, si tienes dudas con chicas pues hazlo, hay que tomar riesgos de vez en cuando.

Alba: ¿Te gusto? –Risa nerviosa-

Victoria: Si, así es, me gustas – Sonreía mientras buscaba el celular sonando de su elegante bolso , Lo siento, tengo que responder. -Se  retira  de la mesa yendo a una parte vacía de la cafetería.

Mientras Victoria hablaba por teléfono yo hablaba con la chica que nos atendía, era muy divertida, estábamos hablando de distintas cosas cuando veo que Victoria viene caminando despampanante por el lugar marcando sus movimientos con sus caderas a cada paso que daba hacia nosotras, vaya que las dos la mirábamos con la boca abierta, hasta que al llegar y pararse a un lado de la chica con la mirada que casi la mata, para que se quitase de su asiento.

Victoria: Lo siento era mi padre y me tengo que ir –Ponía cara triste con un puchero (Se veía linda)

Alba: Pero acabamos de llegar, bueno, al menos yo acabo de llegar

Victoria: Lo sé y me encantaría quedarme pero es que tengo que ir al instituto a darle seguimiento a algo urgente.

Alba: ¿No puedes ir más tarde?

Victoria: No lo creo, mi padre es el director y me mata si no llego –Sonríe justificando su retirada.

Alba: Esta bien, nos vemos –¿ Hija del director?? Sí que eso me sorprendió

Victoria: Puedo llevarte a tu casa si gustas para aminorar este incidente

Alba: Esta bien – Acepte solo porque no tenía auto y Ramsés hacia varios minutos se había retirado y por obvias razones no le diría a mi madre que estaba ahí.

Íbamos camino a casa mientras ella me contaba que hacía. Yo solo iba atenta mirando sus escasos gestos y su mirada fija en el camino, se divertía mientras hablaba de ella, que por las mañanas y algunas tardes trabajaba en el instituto apoyando a su padre, por las noches tenía un programa de radio en una estación local donde hablaba de diversos temas tanto religiosos, sociales, históricos, amor, celos, políticos etc. Me parecía tan única e inteligente, tan reservada y elegante, tan sutil, quería que el tiempo no avanzara más y torpemente iba dándole indicaciones yo con la ingenua esperanza de quedarnos ahí en su auto siendo solo las dos, que ella me contara más de ella y fue que hice la pregunta que más interesaba saber la respuesta

Alba: Veo que tienes muchas cualidades, y dime, ¿Eres soltera? Porque con tantos buenos hábitos y atributos debes tener muchas chicas, o por lo menos novia.

Victoria: Para nada – Sonríe segura a mi pregunta- Y tú, cuéntame de ti...

Alba: Pues yo no tengo novio ni novia, y ahora solo voy a la escuela y, y lo siento pero ya hemos llegado, después nos vemos

Victoria: Toma mi tarjeta, puedes llamarme cuando quieras y espero verte pronto para que me sigas contando de ti y conocerte más –Guiñaba un ojo

Alba: Claro, nos vemos

Ella se acercaba hasta sentir su respiración muy cerca de mi boca, yo solo atine a tirar torpemente de la puerta del auto para salir; Esa mujer era poco descifrable, no profundizaba mucho en sus comentarios o respuestas sobre ella y me intrigaba. Llegue a mi habitación y me di un baño largo, haciendo hipótesis sobre ella y su vida, si lo que quería es tenerme intrigada, créanme, lo había logrado. Había sido un día largo con todo lo de Ramsés y Victoria que termine exhausta, así que dormí no sé cuántas horas hasta que escucho a mi mamá en mi habitación diciendo que ya era tarde, que nos teníamos que ir y no sé qué más, yo no pensaba claramente, mi cerebro dormía aun (lo se soy una floja de lo peor)

Camino a la escuela revise mi celular donde tenía algunos mensajes en FB de la noche anterior.

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Ramsés Navarro:

¿Alba?

¿Estas? Anda cuéntame cómo te fue

No me dejes así, platícame….

Creo ciegamente que si hubiese sido heterosexual, Ramsés hubiese sido el hombre perfecto, aun así cuando tenía más tiempo para su carrera que para el mismo.

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Rosy Medina:

Amiga ¿Dónde estás? Te busque después de la escuela

Cuando puedas llama, tengo algo que contarte, ya viene la fiesta de graduación y tenemos que ir de compras, bueno repórtate, ¿Si?

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Mi amiga Rosy ella tan activa siempre, a veces no podía llevarle el ritmo, ella siempre queriendo ir a todos lados, siempre me trae corriendo a su lado, eligiendo vestidos, zapatos, mirando chicos y ella anunciando casi con altavoz cuando viene una chica, para que también la vea, ella no sabe todavía que estamos a veces en el mismo lugar y no es necesario hacer tanto escándalo.

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Fernanda Gómez:

Hola Alba, ¿Estas?

Bien, solo pasaba a saludar :D

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Sabia poco de Fernanda, era muy amable, muy atenta, siempre agradable, sabía que viajaba por su trabajo, a veces le tocaba supervisar algunas áreas en la ciudad vecina, en sí, no sabía casi nada pero me inspiraba esa confianza tal vez porque no la conocía físicamente y tenía la confianza de hablar de cualquier situación y sé que ella incondicionalmente me escucharía, Fernanda es una mujer de 29 años que es más madura que yo, pero a la vez inmadura por sus comentarios infantiles a veces jeje, me agrada.

Llegando a la escuela pasaba por las oficinas administrativas para ver si por casualidad miraba a Victoria, pero no, no había rastro de ella, seguí caminando al salón de clases un poco triste por no ver la sonrisa perfecta que me alegraba el día.

El día transcurrió aburrido ya las últimas horas solo quería irme de ahí, estaba a punto de llamar a mi madre cuando la veo salir de las oficinas.

Gracias por leerme y sus buenos comentarios :D