Maldicion gitana II
Me doy cuenta que ha veces un rico encuentro con una escultural morena cuesta muy caro.
Maldición gitana II
Al ir al baño y percatarme que me encontraba en el cuerpo de mi madre me quede atónito y tratando de encontrar una explicación posible hasta que me acorde de las palabras de la chica morena que poseí ayer y que me había advertido de un terrible castigo.
Mi madre a sus 40 años se conservaba todavía bastante hermosa además de inteligente, enseñaba geografía en la preparatoria. Con sus ojos grandes y negros una larga cabellera de igual color, su 1.70 de estatura, sus bien torneadas piernas y su magnífico busto y su firme trasero era la fantasía de cualquier hombre, pero solo fue la realidad de mi difunto padre, o eso es lo que yo sé.
Al ir al baño como por instinto sabia donde estaban las cosas, me bañe sin dejar de estar sorprendido, al ver la ropa para ponerse veía un amplio surtido de zapatos, trajes sastre, faldas, blusas, playeras, jeans, como sabia que hoy tenía que impartir clases decidí ponerme un traje sastre azul marino que consistía en un saco con abertura atrás y una minifalda, con una blusa blanca transparente con un sostén de encaje de color carne que hacia juego con las pantis y un porta ligueros y unas medias transparentes y unas zapatillas azules, de accesorios una cadena de oro y una pañoleta en el pelo.
Me dirija a la escuela sin ningún problema, al entrar aun que no conocía el nombre de los alumnos comenzaron a llegar ellos a mi cerebro por si solo al igual el conocimiento para impartir la clase y así lo hice sin ningún imprevisto.
A la hora del almuerzo se me acerco un profesor de historia, alto , delgado y joven que me empezaba a hacer la plática como queriendo ligarme lo cual me daba risa, así paso casi toda la semana lo cual se me hacia raro pero no tan difícil como las mujeres creían , el jueves yendo a la tienda de telas en la tarde reconocí a la chica que me había maldecido y la detuve preguntándole que es lo que me había hecho, con descaro me dijo "te maldije y durante las próximas 10 semanas que me diste encarnaras a las mujeres que mas has lastimado, subestimado o despreciado, de eso el karma se encargara de decidir durante una semana " me reí pero al ver otra vez mi aspecto con gritos le dije que estaba loca.
Al llegar el viernes estaba aliviado ya que la semana se terminaba y no había pasado nada tormentoso aparte de estar en un cuerpo que no era el mío. Ese viernes iba vestido con un traje totalmente blanco con sostén en encaje estilo wonderbra y una tanga de hilo dental ya que eran las únicas en blanco y cualquier otro color se transparentaría y un portaligas con medias transparente. Ese día el profesor de historia antes mencionado estaba más insistente que nunca y de mala forma lo corrí de la mesa de plano, por lo que se fue muy enojado.
Al terminar las clases y tratar de llegar a mi carro me di cuenta que traía las llantas bajas así que pensé que era obra de alguno de los alumnos por haberles dado mala nota, iba tan enojado que no me di cuenta que había u charco y paso el profesor odioso y me empapo toda, metí los panfletos y mapas al auto y me disponía a llamar a una grúa cuando no traía batería, para ese entonces ya se me transparentaba toda la ropa, no sabía qué hacer si cubrirme y meterme al carro o estar afuera del para pedir que me prestaran un teléfono exponiéndome a que todos vieran mi ropa intima.
En esos momentos de angustia iba pasando uno de mis alumnos en un auto compacto (bochito) ya viejo y me pregunto que si necesitaba ayuda le explique todo y que si quería me podía llevar a mi casa para cambiármele le dije que sí pero no me di cuenta que cerré el auto con las llaves adentro, recordando que a esas horas no había nadie en casa le dije que si me llevaba a una tienda para comprar ropa, pero ahí reflexione y me di cuenta que tampoco traía dinero porque se había quedado en la cartera.
Alberto muy amablemente me dijo que fuera a su casa y que ahí me podía poner ropa de su mama, mientras lavaba mi ropa, y después el me llevaría a casa por un duplicado, sonaba lógica la idea y acepte.
Llegamos como a las 4 a un vecindario pobre, pero su casa era muy linda y acogedora, le pregunte que si no y había nadie, me contesto que su hermano y sus padres llegaban alrededor de la media noche ya que tenían que atender un puesto ambulante que tenían.
Me fui a la recamara de sus padres y cerrando la puerta me desnude completamente para tomarme un baño , cuando busque ropa que ponerme no encontraba nada ya que la señora era mucho más gruesa que yo así que solo pude ponerme una blusa que llegaban unos 15 centímetros arriba de mis rodillas, metí mi ropa a la lavadora y me senté y le pedí algo de tomar a Alberto.
Me llevo un bote de cerveza y uno para él le pregunte que si a sus 17 años lo dejaban tomar y el contesto que si mientras fuera en su casa para evitar peligros, me pareció razonable de sus padres.
Comenzamos a platicar de todo y de nada y a su corta edad era muy desenvuelto y alegre y después de una docena de cervezas ya estaba un poco mareada así que le dije que deberíamos dejar de beber, pero me pregunto qué entonces que podíamos hacer le conteste que un juego de cartas, le pareció excelente y así jugamos otro rato hasta que también se volvió tedioso y con el calor y ellos sin aire acondicionado el bochorno se ponía peor, así que en un plan con maña Alberto me dijo que si ganaba me quitara la playera, me reí por su insinuación pero llego a mi mente que podía ganar y si era tan calenturiento haber si era capaz de apostar su calificación completa, a lo que sin titubeos contesto que si .
Repartió las cartas y como por arte de magia me gano en tan solo 2 movimientos que me hizo quedar atónito, para una mujer-hombre de palabra iba a cumplir con mi parte del trato me quite la playera para quedar tan solo con las zapatillas. Alberto suspiro un "ohhhhh por dios " y quedo boquiabierto, pero como yo había perdido una vez eso no se iba a quedar así y lo rete otra vez, me contesto que era lo que tenía que apostar, le dije que su calificación, pero me dijo que era poco ya que el 9 que sacaba era suficiente, le dije que no aceptaría ninguna marranada y me dijo que no era eso, me dijo que entonces quería depilar mi monte de Venus, me entro un escalofrió en todo mi cuerpo pero acepte.
Repartió las cartas y muy reñidamente me volvió a ganar después de bastantes jugadas , ME QUEDE PENSATIVO, YO HABIA JUGADO DESDE NIÑO A LAS CARTAS , COMO ERA POSIBLE QUE CON UN RECORTE ME GANARA. Me puse a ver las cartas y en un par de jugadas anteriores yo tenía el triunfo e inconscientemente había arrojado la carta del triunfo, eso nunca me había pasado, era experto en hacer ese tipo de jugadas por eso mis compañeros yo no querían jugar a las cartas conmigo.
Había cometido un error que me costaría la peor humillación de mi vida, Alberto nerviosamente me preguntaba que si iba a cumplir, y yo en mi estado le SHOCK le conteste que si y comenzó a bailar como niño chiquito.
Fue al baño y trajo un vaso y una escobetilla con crema de afeitar y 2 rastrillos, feliz me dijo que me acostara sobre la mesa. Robóticamente hice lo que me pidió hasta que lo frio de la crema me despertó de mi letargo, amablemente me dijo que separara mis piernas, tímidamente las abrí un poco, me dijo que no era suficiente e inconscientemente obedecí quedando los labios de mi vagina separados, cuando me di cuenta y quise volver a cerrarlas Alberto me detuvo diciéndome que así estaban bien, y en un sentido autómata obedecí.
Lentamente me empezó a afeitar púbicamente, con delicadeza se iba desvaneciendo la crema de afeitar y desapareciendo mi vello, era tal el grado de lujuria que inconscientemente cerré los ojos, que no me di cuenta que había sacado su verga y de un solo golpe me penetro, en lugar de protestas de mi boca solo salió un gemido así que lo tomo como una invitación y lo continuo haciendo una y otra vez mientras metía su dedo en mi boca, el cual hacia que lamiera, saco su verga de mi almejita y me halo para que me arrodillara y se la comenzara a mamar hasta que se vino en mi boca, tratando de tragármelo todo para no ahogarme pero no pude y lo demás lo echo sobre mis nuevas tetas.
Ya volviendo en mí fui a ver si ya estaba la ropa que por fortuna así era, y como ya me había visto desnuda y también penetrado me cambie ahí mismo. Le dije que de eso nadie se podía enterar o le haría la vida de cuadritos, el sin miedo me dijo que eso tenía un precio, le conteste que si el que me follara no era suficiente y me dijo que no, me dijo que quería mi culo
Yo no sabía con certeza si mi madre había practicado sexo anal pero un fuerte presentimiento me decía que no así que le dije que me pidiera otra cosa, se acerco a mí y me levanto la falda, agachándome sobre la mesa me dio dos fuertes nalgas y me quito la tanga puso crema de afeitar en mi ano y con el otro rastrillo lo paso por ahí, y de un solo golpe me penetro sin que yo pudiera oponer resistencia una y otra vez hasta que inundo mi ano con su leche.
Le dije que iba al baño a limpiarme a lo cual él respondió que si acaso quería borrar su huella, no sé que me paso pero apenado le dije que no, estire mi mano para que me devolviera la tanga a lo que l respondió que si acaso no le dejaría nada de regalo.
Me fui así y al cruzar el puente que estaba a una cuantas calles un par de hombres se dieron cuenta que no llevaba nada abajo ya que se llevaron rápidamente sus manos a sus bultos y no dejaban de mirarme.
Llegue a la casa y cuando mi hermana-hija me abrió la salude y me fui directo al cuarto, me quite la ropa rápidamente para meterme a bañar cuando me di cuenta en el espejo que mis nalgas todavía estaban marcadas por las manos de Alberto me acerque un poco mas y al abrir mis nalgas me di cuenta que mi culito todavía estaba completamente abierto, metí uno de mis dedos para sacar el resto del semen de Alberto pero mi ano involuntariamente lo succionaba, la había gustado la verga.