Maldiciendo al destino VI

¿Qué ocurrirá ahora que el mal lleva las de ganar? ¿Podrán Erick y Ángel salir de esta o...? No se lo pierdan...

Este es mi email, por si preferís comentarme a través de él:

latumbadelenterrador@gmail.com

Y aquí va el sexto capítulo de este relato que estamos escribiendo entre Ausha y yo. Releyendo los anteriores me he dado cuenta de que en mis partes de karl era muy irónico y cruel, algo que he ido perdiendo, pero quiero volver a ser. Veamos si puedo reflejar la maldad de Karl. También me gustaría explicar el salto temporal que dio Ausha en el capítulo anterior. Espero que os guste.

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-Karl, los esclavos ya están aquí-dijo Pedro nervioso.

-Je… Bien…-dije sonriendo-Todo va según lo…

De repente, sentí una presencia, estaba seguro de que era él. Ese imbécil quería acabar conmigo, lo que no sabía era que todo era una trampa… E iba directo a ella…

-¡Karl!-dijo Ángel apareciendo de la nada.

-Vaya… Pero si está aquí nuestro travestido favorito… ¿A qué se debe tu irritante presencia?-dije de mal humor.

-¡Me devolverás a Álex inmediatamente!-gritó apuntándome con el dedo.

-¿De verdad crees que un estúpido iluminado como tú podrá derrotar a todo mi ejército?-dije con sonrisa arrogante.

-K-karl… Dijiste que no nos pillaría a tiempo..-dijo Pedro asustado.

No lo culpo por estar asustado… Él no sabía nada de mi verdadero plan, sólo era una simple marioneta que movía a mis anchas, aunque cada vez me daba más cuenta de que era bastante inútil.

-Pillados o no… No puede hacernos nada-dije mirando a Pedro-¡Adelante, mi ejército de demonios!

99 almas en pena aparecieron ante nosotros cubiertas de oscuridad y con largos colmillos. Inmediatamente se abalanzaron sobre Ángel, pero como yo ya había calculado, no le hicieron ningún daño. Hizo una explosión de luz y todas las almas fueron destruidas.

-¡I-imposible!-grité fingiendo estar sorprendido.

Alzó su mano y cerró el puño, entonces Pedro desapareció tras un aro de luz, esa estúpida rata estaba fuera de combate. Su patética existencia no significaba nada para mí, así que no me importó.

-¡Ahora irás tú!-dijo acercándose a mí.

-Je… ¡No te hagas el chulito por haber matado a esas insignificantes cucarachas!-dije sacando mi tridente de demonio.

Entonces sacó su hoz blanca y me la hincó rápidamente en el pecho, un montón de mi sangre negra cayó al suelo inundando la estancia. Luego perdí la consciencia, todo iba según lo planeado… Después de todo... Álex ya no era Álex, sino Saúl…

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Maldiciendo al destino VI

Saúl (anteriormente conocido como Álex)

Notaba un gran poder en mi interior… Mi cuerpo ardía por dentro… Ardía por hacerlo mío… Erick sería mío… Cuando me lo follara él pasaría a ser un demonio y una de las zorras de Karl… Con lo cual podría hacer lo que quisiera con él si Karl me daba permiso.

-Bien chicos, sentaos-dijo el profesor entrando por la puerta-El otro día fui encerrado en el armario de la limpieza por el señor Karl Naimad. ¿Esta aquí ahora?

-Señor, no ha venido-dije inocentemente.

-Tendré que hablar con sus padres… Su comportamiento es inaceptable-dijo sentándose.

Ja… Sus padres ya estaban fritos… Aunque bueno… Erick podría considerarse como tal… El resto de la clase transcurrió normal. El profesor se quejaba de que su madre anciana había sido violada por no sé qué futbolista… Los alumnos jugaban a juegos en el móvil… Lo de siempre… Yo estaba sentado al lado de Erick, el único asiento libre.

-Y eso es todo chicos, tenéis que tener cuidado al volver a casa-dijo ajustándose las gafas-Últimamente hay muchas violaciones de futbolistas…

Nos fuimos a casa tranquilamente. Por el camino estuvimos hablando de trivialidades. Llegamos al cruce donde se separaban nuestros caminos y me dijo que quería acompañarme a casa porque estaba preocupado por mí… Perfecto…

-Bueno, ya hemos llegado a tu casa, yo me voy-dijo despidiéndose.

-Espera un poco, ¿no quieres pasar?-dije sonriendo.

-¿Para qué?-preguntó inocentemente.

-No sé… Quizá podamos hacer algo juntos… MI madre no está y estoy aburrido…-dije apoyado en la pared.

-Está bien… Pero solo un rato, que luego tengo que hacer los deberes…-dijo aceptando finalmente.

Fuimos a mi habitación, la cual había limpiado, no sé cómo explicarlo finamente, ejem… Cuando estás enfermo mentalmente… Tu cerebro no tiene tiempo de pensar en cosas como ir al servicio y… digamos que todo lo que tiene que salir…. eh… sale.

-¿A dónde ha ido tu madre?-preguntó extrañado.

-Oh… A casa de una amiga, volverá tarde…-dije sonriendo.

Ángel recuperó a mi madre, pero después de volver la maté. No podía permitir que notara el cambio, además, en el fondo soy un buen hijo… No quería que sufriera más… Je… ¿A quién intento engañar? Me divertí muchísimo arrancándole la cabeza con las manos. Por cierto, debo evitar que entre en la cocina… La cabeza seguía en el fregadero… Y las manchas de sangre seguían por toda la estancia.

-Álex… ¿De verdad que no recuerdas nada?-dijo apenado.

-No. Nada. Pero mi madre me lo contó todo, que viniste a cuidarme y todo eso…-dije acercándome a él.

-No fue nada… Somos amigos después de todo…-dijo sonriendo.

-¿Amigos? ¿Solo somos amigos?-dije levantando una ceja.

-¡Oye! ¡No juegues conmigo!-dijo enfadado.

-¿Quién está jugando?-dije acercando su cara a la mía.

-¡Para, idiota!-dijo apartándome.

-Erick… Déjate llevar… Sé que siempre lo has deseado… Y hoy voy a dártelo…-dijo volviendo a acercarme a él.

-S-si esto es una broma no tiene gracia-dijo nervioso.

Entonces lo besé. Ya era mío, no había sido muy difícil. Ahora todo lo que tenía que hacer era follármelo, hacerlo gritar de placer, y así Karl estaría contento, todo lo que quiero es contentar a mi amo, no necesito nada más que el placer de agradar a mi amo.

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Karl

-Muy bien, ¡seguid preparándolo, zorras! En cuanto esté listo para mi polla, avisadme inmediatamente-dije sacando la polla de la boca de Ángel y mirando como mis zorras se lo follaban.

Mi doble le estaba embistiendo con su enorme polla, un poco menor que la mía… Después de todo, era para abrirlo, y Pedro le estaba haciendo una mamada. Yo estaba disfrutando del espectáculo mientras me hacía una deliciosa paja.

-Ah… ¿Por qué… Por qué… he tenido que enamorarme de alguien como tú?-gritaba Ángel entre gemidos.

-Tú nunca has estado enamorado, imbécil. Mi padre sí que se enamoró de ti, y luego usó un hechizo sobre ti para que tú también te enamoraras de él. Y ahora, yo he hecho lo mismo contigo. Antes de que me dejaras bien dormidito, te maldije. Ángel, tu destino es ser follado por un demonio, y yo cumpliré ese destino…-dije mientras me la seguía cascando.

-E-eso no es verdad… Tu padre y yo… Estábamos… Agh… Enamorados…-dijo entre gemidos.

-Cree los estúpidos cuentos para críos si quieres, después de todo, tú tampoco eres tan santo como quieres hacer parecer. ¿Por qué ayudas a Erick? No es porque seas bueno, es porque quieres recuperar a mi padre. Pero ahora no lo tienes tan claro… Ahora también te intereso yo. Es esa contradicción en tu alma la que te ha hecho caer en mis garras. ¿Verdad, Samael?-dije sonriendo.

-¡S-Samael! ¡¿C-cómo has podido hacerme esto?!-dijo Ángel gritando.

-Dios… Él me apartó de su lado… Yo… Quiero vengarme…-dijo Samael avergonzado.

-¡Basta de cháchara inútil! ¿Está ya listo?-dije de malas pulgas.

-Sí, señor-dijo mi doble.

-Bien, ahora te haré ver el cielo-dijo cogiéndole de la barbilla-¡Vosotros! Tú, Pedro, sigues chupando y tú, Karlitos, a follarle la boca.

Ángel iba a decir algo, pero rápidamente mi doble, Karlitos, le metió la polla en la boca y lo calló. Entonces comenzó el espectáculo. Metí mi enorme polla por su estrecho culito de ángel. Los ángeles tienen un culo perfecto para follar, como son tan puros, casi nunca lo hacen y además, Dios les ofrece la virginidad eterna, osea, que era un culo sin estrenar.

En cuanto se la metí intentó gritar, pero su intento fue en vano, ya que su boca estaba tapada por la polla de Karlitos, mi doble. Su culo oponía mucha resistencia, pero se la metí entera sin contemplaciones, debió sentir un gran dolor, eso me ponía aún más, su cuerpo se retorcía de placer, ya no había resistencia, era mío. Ángel no sería un ángel nunca más, sería mi putita particular.

-Ngh… Ngh… Ffgh…-dijo Ángel con la polla de Karlitos en la boca.

-¡Karlitos! ¡Retírate! Quiero escuchar lo que tenga que decir-dije sonriendo-¡Y tú también, Pedro! Este es solo para mí…

Los dos se apartaron y Ángel gemía mientras me lo seguía follando, seguía sin aliento por la follada, así que esperé pacientemente para que hablara, je… a quién intento engañar… Empecé a darle cachetadas en el culo para que hablara.

-Agh… Agh… M-más… P-por favor… N-necesito que me des más duro...-dijo entre gemidos.

Ya se había rendido completamente a mí. Eso había que recompensarlo… Le daría a esa sucia perra lo que me había pedido. Y haría que gritara suplicándome que me lo siguiera follando.

Aceleré mis acometidas para que notara en su cuerpo el placer que solo un demonio puede dar. Sus gritos llegaban al cielo… Nunca mejor dicho… Porque Dios lo estaba escuchando todo… Y no creo que le gustara precisamente… Jejeje… Pero yo superaría a Dios y obtendría el poder supremo, luego acabaría con los ángeles, y por tanto, con la bondad del corazón de los hombres.

-Me voy a correr…-dijo Ángel muy excitado.

Entonces Pedro, rápidamente, como yo le había ordenado previamente, le ató a Ángel la polla para que no pudiera correrse…

-No vas a correrte sin mi permiso-le susurré al oído.

-Agh…-gimió.

Le reventé el culo como un poseso y después me entraron ganas de correrme. Obligué a esa zorra a darse la vuelta y me corrí en su cara, después recogí todo el semen con mi mano y se lo metí en la boca, y como la buena perra que es, se lo tragó. Entonces sonreí y él me miró con cara de súplica.

-Ya sabes lo que tienes que hacer...-dije sonriendo.

-P-por favor-dijo con lágrimas en los ojos por la impotencia de ser humillado-Déjame correrme.

-Tu adiestramiento ha terminado-dije tirando de la cuerda.

Todo su semen salió disparado, manchó el suelo y le hundí la cabeza para que lo limpiara. Ahora solo quedaba un obstáculo en mi camino… Erick…

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Bueno… Eso es todo de momento, creo que esta serie se acerca a su final. Si Ausha no la acaba en el siguiente capítulo, probablemente lo haga yo en el siguiente. Ahora será Ausha quien decida, ¿le quedará alguna esperanza al bien o Karl se saldrá con la suya? Espero que os haya gustado, aunque releyéndolo quizá he hecho a Karl demasiado agresivo… Ummm…. Bueno, eso lo decidís vosotros. ¡Hacédmelo saber en los comentarios! ¡Hasta otra!

OS SALUDA

EL ENTERRADOR