Maldiciendo al destino (Cap 4)

¡Allá vamos! Capítulo 4. La verdad es que no pensé que esta historia se acabaría convirtiendo en una de ángeles y demonios pero que así sea… Es un tema interesante, solo diré que en el mundo en el que vivimos, los demonios llevan las de ganar...Jijiji. Espero que os guste.

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-Bien… Veo que no estás dispuesto a hablar, eso no me gusta-dije con tono de voz decepcionado.

-¡Jamás te diré nada sobre él! ¡Tú solo quieres hacerle daño!-dijo él gritando y llorando.

-Al contrario, yo solo quiero ayudarle, ayudarle a ser lo que realmente es-dije mirándolo a los ojos.

-¡¿De verdad te crees esa absurda superstición?!-dijo él gritando otra vez.

-Una persona que está amordazada y encadenada no tiene derecho a tratar así a su anfitrión, ¿verdad que no, Saul?-dije agarrándole la barbilla.

-Haz lo que quieras conmigo pero jamás te dejaré hacer daño a Erick-dijo él escupiéndome.

-Está bien… Veo que no entras en razón así que será mejor que hagamos uso de la psicología…¡Pedro!-dije con tono autoritario-Encárgate de que se tome las pastillas, le harán bien.

-P-pero Karl… ¿Cuándo vamos a soltarlo?-dije él asustado.

-Vaya mierda de demonio… Cómo se nota que solo eres medio demonio. ¿Tu madre no te enseñó cómo ser un demonio? Has aceptado tu lado oscuro porque tienes los ojos verdes así que ¡compórtate como un demonio!-dije cabreado.

-E-está bien… ¿Pero cuándo lo soltaremos? Tarde o temprano Ángel dará con nosotros-dijo él preocupado.

-Grrrr.. Ese idiota entrometido… No puedo permitir que se acerca a Erick…-dije cabreado.

-¡No entiendo nada de lo que habláis! ¡¿Qué pasa con Erick?!-gritó Saul.

-Ah… Es verdad… Tú no lo sabes… Tu querido amigo es la reencarnación de Damián, ni más ni menos. Tu amigo es la reencarnación de mi padre. Verás… Mi padre nació más poderoso que mi abuelo, era el demonio más poderoso, pero cometió un error. ¡Se enamoró de un ángel! Nos abandonó a mí y a mi madre, pero cuando tuvo sexo con aquel ángel, su cuerpo ardió, ardió porque un ángel y un demonio…¡No pueden estar juntos!-dije muy enfadado.

-¿Qu-quieres decir que…?-dijo él asustado.

-Ángel, el tipo que nos busca, es aquel ángel. Los ángeles no arden porque tienen el perdón de Dios. ¡Pero si consigo que Erick acepte al demonio que hay en su interior… Obtendré su poder y conseguiré mi objetivo!-dije mirándolo mientras sonreía.

-¿C-cuál es tu objetivo?-dijo Saul asustado.

-Exterminar a los ángeles, y por tanto, la bondad en el corazón de los hombres-dije sonriendo.

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MALDICIENDO AL DESTINO IV

Karl

Me dispuse a ir al colegio al día siguiente para ver cómo se había tomado Erick “mi revelación”, me dirigí a mi clase y al llegar, vi a Erick, pero no me pude creer quién había a su lado, ¡Ángel! Sabía que vendría, ¡pero no tan rápido! Debía actuar rápido. Así que busqué al profesor fingiendo tener una duda, me abalancé sobre él  y lo encerré en el armario de la limpieza, amordazado. Después me convertí de él, y me dispuse a ejecutar mi plan.

-Bueno… Comencemos con la clase de hoy, ejem, ¿alguien sabría decir cuál es la raíz cuadrada de 288976542?-dije al entrar-¿Si? ¿Señor Ángel?

-Yo no he levantado la mano pero vale… Es 16999.3100448-dijo sin inmutarse.

-Hijo de puta-pensé, para luego decir-¿Cuántas especies animales hay en el mundo? ¿Sí? ¿Señor Ángel?

-Esta vez tampoco he levantado la mano… Pero son 3000000-dijo él tranquilamente.

-¡Agh! ¿Cuántostestículoss posee el señor Martínez?-dije señalando al niño gordo de clase.

-4-dijo sonriendo.

Era evidente que había notado quién era, pero llevaba ventaja, si hiciera algo sospechoso nos descubrirían, así que estaba a salvo. O eso creía yo porque en ese momento sacó de su mochila una botella de agua lanjarón que ponía “Agua bendita de lanjarón, nos preocupamos por su fé”.

-¡Ejem! ¡La clase ha terminado!-dije abriendo la puerta para irme pintando.

-Pero si llevamos 10 minutos…-dijo el niño gordo.

-¡¿Te atreves a contradecirme, bola de grasa?! ¡Castigado sin merendar!-dije eso y salí corriendo.

-¡Nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!-oí gritar al niño gordo de 4 testículos.

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Volví a mi forma original y me dirigí a casa de mi abuelo a pedirle consejo.

-¡Abuelo!-grité tirando la puerta abajo.

-¿Pinocho, eres tú?-respondió él.

-¿Pinocho?-dije yo asombrado.

-Eh… Esto… Me he equivocado…¿Qué quieres?-dijo él decepcionado.

Le conté a mi abuelo todo lo sucedido, él corrió al armario y me dió una cosa, una botella llena de sangre. No entendía muy bien para qué servía…

-Lo único que puede dañar a los ángeles es la sangre del maligno, mi sangre-dijo él explicando lo evidente.

-Ah… Creo que ya sé lo que debo hacer…-dije sonriendo.

-Ahora déjame que tengo que tunear un cadáver. Este gilipollas era adicto a las carreras de fórmula 1. Así que le tengo que hacer un ataúd tuneado y su cadáver también lo tengo que tunear.

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Pedro

-Bueno papá, ya te puedes ir, yo me encargo del resto-le dije a mi padre sonriente.

-Hijo, eres un buen chico, estoy orgulloso de ti-dijo revolviéndome el pelo.

Mi padre no sabía que era medio demonio, ni que mi madre también lo era, ella lo ocultaba muy bien, me dijo que era mejor así. Yo no quería esta vida. Mi familia ha sido desde hace generaciones sirviente de la de Satán, y mi madre me dijo que desde que nací estaba destinado a ser sirviente de Karl, esa es mi condena eterna… Lo que no sabe Karl es que estoy enamorado de él, él no parece darse cuenta. Por él hago todo esto.

-Es la hora de tu pastilla…-dije sonriendo, aunque era todo fingido.

-Por favor no… Quiero volver a ser yo, quiero volver a ser Álex-dijo casi sin fuerzas.

-Solo eres un estorbo, pero no te preocupes, pronto nos serás útil, como Saul, el demonio-dije con mi mirada clavada en él.

Le metí las pastillas a presión en la boca. Cuando se las tomó, Karl me llamó al móvil.

-Pedro, tenemos que darnos prisa, Ángel está aquí. Voy a casa de Erick, dobla la dosis-dijo Karl al otro lado del teléfono.

-P-pero… ¿No dijiste que eso podría matarle?-dije asustado.

-Cualquier resultado es válido-me dijo aquel chico de cabellos pelirrojos.

-Tus deseos son órdenes-dije deprimido, y después, colgó.

-¡Vamos zorra, te vas a tomar el doble de dosis!-dije gritándole.

-¡No! ¡¡¡¡¡Noooooooooooooo!!!!-comenzó a chillar.

-Sh…. ¡Calla coño!-dije al meterle un esparadrapo en la boca.

-¿¡Qué está pasando?!-dijo la madre dando un portazo.

En ese momento Saul se desmayó. Era mi oportunidad. El plan de Karl sería llevado a cabo.

-Señora… Su hijo ha muerto-dije fingiendo estar abatido.

-¡¿Quéeeeeeeeeee!?-gritó a todo pulmón.

-Se ha suicidado atragantado con el esparadrapo en la boca-dije triste.

-¡¿Por qué no lo has detenido!?-dijo ella gritando histérica.

-Lo he intentado pero…-Una de mis habilidades es la aparición espontánea de heridas en mi cuerpo-Él me ha hecho esto.

Le mostré mi pecho totalmente arañado y sangrante, mi mano, a la que le faltaban 4 dedos y un pedazo de oreja arrancado. Sus ojos estaban abiertos como platos. Mi plan funcionó, ni siquiera le tomó el pulso. Se sentó al lado del cadáver y comenzó a llorar y a abrazarlo.

-Lo siento muchísimo. ¿Me dejaría un momento a solas con él?-dije fingiendo estar abatido.

-¡Noooooooooooooooooo!-gritó histérica-¡No me apartaré de su lado!

Entonces saqué una pistola.

-¡Apártate, furcia! Ahora tu hijo pertenece a los demonios, si no lo sueltas te mataré-dije ya harto, total… Nadie la iba a creer…

-¡Mátame! ¡Quiero ir con él!-gritó abrazándose a mi pierna.

-¡Silencio, puta!-la lancé contra la pared con mi telekinesis y cayó al suelo desmayada.

Cogí a Saul y me lo llevé. Era deseo de Karl, necesitaba atraer a Ángel.

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Karl

Llegué a casa de Erick y toqué al timbre, una mujer poli operada me abrió la puerta. Supuse que sería su madre, así que le pregunté con mi voz más dulce:

-¿Está Erick? Soy Karl, un amigo del colegio-dije sonriendo.

-Si. Ha llegado hace un rato-dijo la madre.

-¿Es usted su madre?-le pregunté a la mujer.

-Así es. Me llamo Rocío-dijo la mujer sonriendo.

-Vaya… Y yo que pensaba que era usted su hermana por lo joven que parece-solté adulándola, tantas horas de tele servían para algo.

-Jejeje. Pasa, Erick está en su cuarto-me dijo la mujer amablemente.

Llegué a su cuarto y se estaba echando la siesta, esto me traía recuerdos… Era hora de hacerle una visita en el mundo de los sueños…

En su sueño estaba sentado sobre la cama, llorando. No paraba de repetir: “Álex...Álex...Sniff”

-Parece que estás deprimido…-dije yo saludándolo con la mano.

-¡¿Tú?! ¡¿Qué haces aquí?!-dijo exaltado.

-Creo que quieres una explicación de mi parte. ¿No es así?-dije sonriente.

-¡Exacto! ¿Qué quisiste decir con lo del sueño?-dijo él levantándose.

-Para ser exactos… Esto también es un sueño pero… En fin… Solo era una broma. Es que la noche anterior había soñado con mi nueva clase, y eras muy diferente del australopithecus que se sentaba a mi lado en mi sueño-dije sonriente.

-Ya no te puedes sentar a mi lado, ahora está Ángel-dijo él cruzando los brazos.

-Precisamente de eso quería hablarte… Ángel… Lo conozco, ¿sabes? Es una mala persona, en mi anterior barrio, mató a los gatos de todos los vecinos, incluyendo al pequeño Misifú, mi gatito querido-dije fingiendo tristeza.

-¡No te creo! ¡Es un chico dulce y amable!-dijo él a la defensiva.

-Quizá te pueda convencer a través del cuerpo-dije sonriendo.

Me acerqué a él, pero se puso rojo como un tomate. “Qué mono eres”le dije al oído.

-N-no quiero hacer esto-dijo paralizado.

-La otra vez no te negaste, además-dije agarrándole la polla-Tu polla no dice lo mismo. Apenas te he tocado y ya estás así… Eres muy lascivo…

-Ah...P-para por Ah… favor…-dijo entre gemidos mientras le acariciaba la polla.

-¿Por qué? ¿No te gusta?-le susurré al oído.

No respondió. Supongo que se rindió. Aproveché la oportunidad para llevar su mano a mi polla.

-¿La notas? Está así por ti-le susurré al oído-Adelante, métetela en la boca, lo estás deseando.

Como hechizado, jeje, quizá el como sobra, se agachó y me bajó los pantalones. Miraba mi enorme (si, enorme, modestia aparte, calzo una polla de 20 cm) embriagado por su olor. Es la misma polla con la que preparo las pastillas de su mejor amigo.

De repente, cerró los ojos y se la metió en la boca, iba despacito pero sabía cómo hacerlo. Chupaba el tronco con destreza, mientras me acariciaba las pelotas, eso me estaba volviendo loco, así que decidí darle caña al asunto.

Le cogí la cabeza y empecé a follarle la boca. Él no paraba de gemir con la polla en mi boca. Se puso rojo del calor del momento y de la vergüenza de estarle chupando la polla a un casi-desconocido.

Se la metía cada vez más rápido. Hasta que me llegó el momento, estaba a punto de correrme. Se la saqué de la boca. Si ahora se tragaba mi semen, se convertiría en demonio, en él es más rápido que en Saul, porque Saul es un simple humano. Solo tenía que hacer que se lo tragara.

No tenía costumbre de hacerlo, pero para darle más ilusiones decidí agacharme y besarle. Pero en el momento en que mis labios entraron en contacto con los suyos, un terrible calambrazo me recorrió el cuerpo, desde la punta del pie hasta la punta del pelo.

-¡Aaaaaaaaaagh!-grité.

-¡¿Qué te pasa?!-gritó Erick asustado.

-Rick, ¡aléjate de él!-se oyó una voz.

-Grrr…¡Mierda! ¡Esto no quedará así! ¡Erick será mío! ¡Ya me lo arrebataste una vez! ¡No permitiré que me lo quites de nuevo!-dicho esto salí del sueño y salí de la casa, no sin antes despedirme de la madre poli operada.

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Pedro

-¡Karl! ¡Qué bien que ya estés aquí! Verás…-dije antes de ser interrumpido.

-¡Silencio! ¡Ese hijo de puta… Lo ha protegido con un beso! ¡Rata rastrera! ¡Travesti celestial! ¡Si se parece a Carmen de Mairena!-gritaba él divagando fuera de sí.

-Pues yo no le veo el pareci…-dije antes de ser interrumpido de nuevo.

-¡¿Osas contradecirme?!-dijo él enfadado.

-¡Aaaaah! ¡No! ¡Son igualitos! Cambiando de tema… Ya he traído lo que querías. Está en el sótano.

Bajamos los dos al sótano de la casa de Karl. Era una habitación totalmente oscura, pero elegante. Tenía varias cortinas rojas, una chimenea y…. Una lavadora último modelo de las que anuncian en la tele.

-¡Buaaah! ¡Yo quiero una igual! ¿Cuanto te ha costado?-pregunté maravillado.

-Jajajaja. Cuesta 1200 euros, pero como he matado al dueño, me lo ha puesto en 0. ¡Jajajaja!-dijo riendo.

-Jajaja. Ya veo…-dije riendo.

-¡Si! ¡Tengo su cadáver en la lavadora! ¡Jajajaja! Un momento… ¡Ahora no es momento de hablar de lavadoras! ¿Dónde está?-dije orgulloso, para pasar al enfado.

-Colgado en el techo-dijo señalando hacia arriba.

-Bien… Pronto mi harem de demonios estará listo-dije sonriendo-y con él, atraeré a Ángel a mi trampa.

-Bueno… ¿Y ahora qué?-me preguntó confuso.

-Llama a los otros 999 esclavos. Pronto dará comienzo el ritual…-dije con una sonrisa macabra.

CONTINUARÁ…

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Eso es todo por ahora. La verdad es que la historia es cada vez más enrevesada. Pero eso la hace más emocionante. Espero vuestros comentarios y opiniones. ¡Hasta la próxima!

OS SALUDA

EL ENTERRADOR

Mientras tanto en el armario de la limpieza…

-¡¿Mmmm?! ¡¿Mmmm?! (¡¿Hola?! ¡¿Hay alguien?!)