Maldiciendo al destino (Cap 2)

Bueno, aquí va. Mi reto. Es solo el primer capítulo, poco a poco la historia avanzará. Como he visto que Ausha quería una historia sobrenatural, sobrenatural será. Espero que os guste.

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-¡No! ¡Para, por favor!-dijo él mientras le embestía.

-Me dijiste que no eres gay, ¿verdad? Bueno… Tienes un culo muy golosito, estás desaprovechado-dije yo sonriendole.

-¿¡Por qué haces esto?! ¿¡Por qué eres tan cruel?!-dijo entre gritos y gemidos.

-Porque soy un demonio-dije sonriendo.

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Maldiciendo el destino capitulo 2

-H-hola…-dijo Erick visiblemente nervioso.

-¿Mmmm? ¿Ocurre algo?-le pregunté al chaval.

-N-no es nada-dijo él apartando la mirada.

Lo había escogido a él. Estaba claro que sería muy interesante el curso… El resto de la clase transcurrió sin hablarnos, yo comenzaba a aburrirme porque el profesor estaba divagando sobre sus recortes de sueldo. Cosa que a mí no me interesaba en lo más mínimo. Así que decidí jugar un poco.

-Oye, ¿no nos hemos visto antes?-dije yo pensativo.

-No lo creo, no te he visto en mi vida-dijo él todavía sin mirarme.

-Sí, si, hombre…-dije acercándome a su oído-¿Quizás en un sueño?

Su cara se volvió totalmente blanca y se tensó, pero justo cuando iba a decir algo, tocó la campana y salió pintando. “Una lástima…” Pensé. Me fui a casa, no me apetecía dar más clases hoy. “Así él podrá pasar todo el día torturandose” pensé. Salí del recinto escolar y me dirigí a mi casa.

Llegué a mi casa después de una hora. Nos habíamos mudado hace dos semanas y las cosas seguían un poco de por medio. Llegué a la cocina y saludé a mi madre. “Madre, ya estoy aquí, ¿me harás de cenar?” No hubo respuesta. Sonreía. Por supuesto… Un cadáver no puede contestar. El cadáver de mi madre, tirado en el suelo, me miraba con súplica. Decía ¿Por qué? Yo le sonreí y le contesté “¿Por qué no?” Miré a la nevera y estaba vacía.

-Joder, mamá. A ver si vamos a la compra...-dije yo riéndome.

Ahora estaréis pensando que soy un loco, un monstruo. Bueno… Os diré que ella era una puta alcohólica que se lió con mi profesor de violín, así que la maté. Pero bueno… A otra cosa mariposa. De todas formas, vosotros los humanos no lo entenderíais, sois demasiado sentimentales.

Subí a mi habitación y encendí la tele, quería ver si se hablaba de mi “última hazaña” en las noticias. Puse las noticias y apareció una reportera con poca ropa al lado de un señor mayor de pelo blanco y bigote, evidentemente, también blanco.

-Está con nosotros el inspector de policía Carlos Molda, encargado del caso de violación y secuestro de Alex Rubio. ¿Puede contarnos los detalles del caso, inspector?-dijo la reportera buenorra.

-Por supuesto, verán hace unos tres meses la víctima fue vista por última vez dirigirse hacia su casa, pero ni su madre, ni sus amigos, lo vieron en tres meses. Se le encontró en la puerta de uno de sus amigos hace dos semanas, tenía graves signos de violación-dijo el inspector seriamente.

-¿Y ya tienen algún sospechoso?-dijo la reportera pechugona.

-Por desgracia no. No hemos podido encontrar ninguna pista, estamos desesperados-dijo el inspector.

-Ya lo ven, insólito. En fin, ahora vamos con los deportes. Cristiano Ronaldo ha violado a una anciana que cruzaba un paso de cebra, la anciana en cuestión ha…

Apagué la tele y una sonrisa se dibujó en mi rostro. “Qué interesante…” pensé. Me dirigí a casa de mi abuelo, que tenía un negocio funerario, si, era Enterrador. Andando por la calle ví a Erick cruzando la calle, parecía distraído, casi le atropella una moto…

Llegué a su casa y mi abuelo me recibió con las manos abiertas. Literalmente, me pegó dos hostias que me dejó en el suelo.

-¡¿Pero qué coño?!-dije yo tocándome la nariz en busca de restos de sangre.

-Idiota, si sigues haciendo todas esas cosas, nos descubrirán-dijo mi abuelo visiblemente enfadado.

-Jo… Mira que eres aguafiestas… Por cierto, he matado a mamá. Me cubres, ¿verdad yayo?-dije yo en tono de niño bueno.

-Ah… Qué voy a hacer contigo… Está bien… Qué remedio… Solo te cubro porque a tu edad yo era como tú, que conste, ¿eh?-dijo mi abuelo sonriéndome.

-No te preocupes abuelo… He encontrado a alguien a quien echar las culpas. Nos aprovecharemos de la absurda creencia de este pueblucho. ¿Por qué crees que me mudé aquí?-dije yo sonriente.

CONTINUARÁ…

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No he querido hacerlo muy largo por ser el primero, para que poco a poco se vaya desentramando la historia. Una muerte cada tres capítulos. Yo cumplo mi palabra, así que ya va una. Me gustaría ver cómo Ausha desarrolla la historia a partir de aquí… Todavía hay mucho que contar.

No he querido trastocar mucho el argumento, he trabajado más o menos con las herramientas que me Ausha me ha dado. Pero pronto crearé más personajes.

OS SALUDA

EL ENTERRADOR