Malas historias bien llevadas

Te lo dije...

Te dije que no era tan inocente como creías.....pero a los hombres, os gusta creer que nos enseñáis algo, que necesitamos protección y esas cosas, así que, te dejé creer que tenías razón y fingí inocencia por todos los poros de mi piel....al fin y al cabo es un juego, y lo que importa es el fin. Afortunadamente, ambos deseabamos llegar al final del mismo y de igual modo y ambos mostramos nuestras cartas según el movimiento del ultimo en echarlas. Yo buscaba un cambio en mi rutina y tu un revolcón disfrazado de un mal cortejo y palabrería ya escuchada mil veces en mis oídos. Si te hubieras parado a pensar por un segundo, por qué me mostraba tan reacia, por que tan dura....quizás hubieras jugado mejor la partida.....pero es de agradecer, ya que el hombre como animal primario, antepone sus instintos a su cabeza, de no ser así, ahora mismo tendría el corazón destrozado por un desengaño o un desamor, y no te preocupaste por saber que ya tenía varias heridas de antaño.... Ya estoy de vuelta de muchas cosas, ya he vivido muchas experiencias como para saber que las palabras se las lleva el viento, y que nada de lo que salga de un hombre es totalmente cierto. Nos empeñamos en llamar a las cosas con nombres diferentes a lo que realmente son, como si engañando a la mente cambiara el echo; pero no..el sexo, como te dije, es siempre sexo......... Rodéalo de palabrería bonita, camelalo con gestos sensuales, adórnalo con miradas seductoras...........seguirá siendo sexo. Sucede que aún se piensa que el sexo por el sexo es exclusividad únicamente del hombre........y si bien es cierto que la mujer necesita un sentimiento mínimo por la persona que va a compartir su cuerpo, no siempre es así. Lo que nos diferencia a unos y a otros, es que un hombre es capaz de falsear sus intenciones, falsear sus necesidades y falsear sus sentimientos, por que funciona muy bien con casi todas las mujeres..... Y las mujeres, se toman su tiempo, conocen al contrincante, lo tratan abiertamente y después se entregan. Cuando una escucha siempre las mismas versiones en hombres diferentes, comienza a comprender que en el juego de la seducción, el hombre no se molesta mucho en cambiar la táctica. La seguridad con que algunos creen aun que pueden engatusar a una mujer diciéndoles al oído aquello que suponen queremos oír, no es pareja con aquellas mujeres que estamos ya cansadas del mismo poema en bocas distintas. Quizás eras nuevo en el juego,_seguramente _,pero el instinto te hizo actuar como cualquier otro, por eso, desde un principio te hice creer que creía en tus pequeñas alabanzas, en tus halagos, en tus confesiones sobre tus sentires. Entendí que estábamos ya dentro del juego de la seducción en el mismo instante que jugabas a besarme casualmente . Fuiste torpe, he de decirlo.......torpe y lento, pero me divertía verte actuar sin saber muy bien que pasos dar, y de vez en cuando tenía que tomar la iniciativa y darte un pequeño empujón para seguir con este juego en el que creías mover las piezas. Comencé a alimentar tu ego. Nada hay que os guste mas, que ver a la presa cazada, así que me mostraba inocentemente desorientada y te decía lo mismo que tu a mi.........que si te tenía metido en mi cabeza..........que si no podía resistirme a tus caricias..........que si necesitaba tus besos............. Pero para entonces ya sabía perfectamente qué harías o dejarías de hacer . Eres previsible en ese aspecto. Parece que os coméis el mundo, pero en realidad, jugáis a escondidas por que sois muy cobardes. Cuando me decías lo asustado que estabas ante estos sentimientos tan profundos, y apelabas a la sensatez y al dominio, yo te miraba melosa y con mi mejor sonrisa te decía estar de acuerdo....y sin embargo, ambos sabíamos, que el juego continuaba, por que tu no tenías intención de parar hasta conseguir llevarme a la cama y yo tampoco quería retroceder hasta conseguir lo deseado. Entramos a jugar en el "si pero no" y he de confesarte, que me entraron dudas y en alguna ocasión incluso pensé que realmente te echarías atrás y me desconcertó, ya que, ambos sabemos que no había sentimientos encontrados, como me querías hacer creer, por lo que no entendía tu lentitud para actuar.... Pero te dejé hacer.....me limitaba a esperar tu siguiente movimiento, y si tardabas demasiado, te engatusaba mi boca diciéndote que me eras imprescindible, y al creerme rendida a tus pies, retomabas el juego de seducción.....así de sencillo resultaba todo. Así de simple. Reconozco que la situación me divertía enormemente y a su vez, me excitaba. Nada mas divertido que ver a un hombre torpe en expresiones, intentando seducir a una mujer entrada ya en tablas suficientes como para venderse por dos frases bonitas!. Reconozco también que falló el ultimo golpe.... Terminé aburriéndome de esperar a que tomaras la iniciativa , y la tensión sexual era ya mucha entre nosotros.... No es de extrañar, que pese a esperar de ti una escapada a un hotelucho, supiera que jamás te atreverías , y alargaba la situación en espera de saber cómo ibas a desenvolverte llegado el momento, pues era obvio que se acercaba cada vez mas, ya que cada encuentro nuestro acentuaba mas el deseo que el uno sentía por el otro. Así pues, tenía claro que no estabas por la labor de pagar una cama y yo tenía claro, que no merecía menos. Sin embargo te concedo el beneficio de la gloria en este caso..... El momento no llegaba, el lugar no lo escogías y yo tenía ya ganas de terminar contigo (aventura infructuosa) y comenzar con algo nuevo. Por lo que sucedió que en el ultimo calentón y en vista de que , de no poner fin, esto se alargaría infinitamente, te llevé a un rincón del almacén, en contra de lo que había pensado y de mi propio respeto, y allí mismo tuvimos sexo. Mal sexo, por cierto.... Que cierto es, que la imaginación lo adorna todo con creces!!!. En aquella situación todo resultaba patético y deseaba terminar cuanto antes y hacer borrón y cuenta nueva. Estaba desentrenada pero sin duda merezco algo mejor que un mal revolcón en una esquina, pero me sentí en deuda contigo, por el empeño en camelarme, así que, fingí un orgasmo y di por terminada la relación en ese mismo instante. Aun quedaba el ultimo paso y lo sabía....... La ultima llamada o conversación con el "mía culpa" que tanto os gusta. Supongo que es un modo de delegar la responsabilidad en el contrario. Hacerme creer en lo mal que estabas por lo sucedido, fue la guinda del pastel, la confirmación de que, a pesar de haber estado fuera de mercado mucho tiempo, las cosas no habían cambiado . Al otro lado del teléfono, jugaba a consolarte....a auto culparme....pero dejándote claro, que no volvería a suceder esto nunca mas, alegando no a lo patético que me habías resultado ,si no al respeto que nos debíamos a nosotros mismos y entre nosotros. Créeme........tu sentiste alivio, sin duda..........pero el alivio que he sentido yo, es con mucho ,aun mayor!!!