Malas desciones (Edit) - Se agradecen comentarios
Bueno, este es mi segundo post y quería animarme a hacerlo un poco más duro cómo comente en mi posta anterior, mi nombre es Lorena, soy Argentina, pero vivo hace años en Montevideo tengo 24 años, pelo negro largo (aunque lo supe tener azul y decolorado a rubio).Empiezo por donde venía esto es real
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Bueno, este es mi segundo post y quería animarme a hacerlo un poco más duro…cómo comente en mi posta anterior, mi nombre es Lorena, soy Argentina, pero vivo hace años en Montevideo… tengo 24 años, pelo negro largo (aunque lo supe tener azul y decolorado a rubio). Creo que siempre fui una chica con muchos limites en su casa, de repente un poco sobreprotegida, y en principio un poco antisocial. En la vida personal, tengo un novio hace dos años y medio con el que me estoy por mudar y vivo con mis padres y mi hermano, que, aunque de chica tenía alguna que otra pelea está todo bien .
Este espacio lo quiero aprovechar para liberarme un poco, reflexionar y compartir un montón de inquietudes que siento que en general no puedo hablar…y es que ni da. Lo que he descubierto es que me gusta ser el centro de atención, y aunque soy mujer siento que tengo algunos rasgos machistas, pero no quiero ahondar mucho en eso. Algo que me acomplejo siempre es mi estatura, 1.57 mts, lo cual no me hace bajita…y me re molesta (me molesta mucho de verdad). Tengo los ojos marrones y soy súper blanca de piel, me cuesta quedar bronceada, aunque me gusta ir a la playa en verano.
Medidas, tengo 84 65 90, lo cual para ser bajita no está mal supongo…y les diría que antes de la pandemia me estaba re copando con el gimnasio, sobre todo sala de aparatos, porque no soy muy buena con el tema aeróbico y en general el deporte no me gusta…aunque ahora hago ejercicio en casa (No se puede comparar con el gimnasio en que trabajaba con peso además de la motivación).
En mi post anterior compartí que tenía la fantasía de bailar en un club muy cheto como stripper y que me dan morbo los hombres con poder (capaz suena raro, mi novio nada que ver, es re lindo, tiene 28 años y es re inteligente, pero me atraen los hombres con poder independiente de si son gordos, viejos, todas esas cosas, es algo que me hace pensar). Sé que es normal que te atraigan un poco mayores, a muchas otras chicas les pasa, pero a mí me puede el poder, ósea que un empresario re gordo y canoso lleno de plata me puede causar morbo…sí, estoy re loca.
Empiezo por donde venía… esto es re ficticio, pero me calienta imaginarlo (Aunque tiene algo de realidad):
Mi novio y yo no salimos casi nunca, y yo no salgo casi nunca (excepto que vayamos a cenar o a pasear o algo) … pero la combinación de antisocial, tímida y sobreprotegida hicieron estragos mi adolescencia, así que pasaba mucho tiempo en casa y tenía pocas amigas (pasaba casi todo el tiempo con gente mayor). Hace un año más o menos, en invierno, por julio (En esa época tenía 23 años) unas compañeras de mmi trabajo organizaron una salida y me preguntaron si quería ir… la idea era ir a hacer “una previa” solas, y después ver si tenían ganan de ir a bailar las que quisieran. En general no me tenían, ni me tienen mucho en cuenta para estas cosas porque suelo responder que no, pero después de pensar me anote a ir por lo menos a la previa y después pensaba volverme a casa en Uber.
Ok, le comenté a mi novio, y me dijo “dale, hace lo que quieras”, sentí cero intereses…después la quiso arreglar diciéndome que le parecía re bien que saliera con mis compañeras. Llego el viernes, fui al gimnasio, fui a trabajar (soy cajera en un súper), después fui a casa a bañarme y a cambiarme para la previa. A ver, era una previa solamente de mujeres, pero no quería sentirme menos que las demás así que, capaz exageré, me vestí como nunca me puedo vestir para nada. Me puse u vestido banco de cierre en la espalda hasta la cintura, sin hombros…pero corto abajo, por debajo de la cola unos centímetros, si no hacia ninguna acrobacia rara igual no se veía nada, pero estaba lindo porque quedaba justo y marcaba, y obvio tanga blanca para no marcar la ropa interior que queda re mal. Me puse un buzo por arriba, y un campera larga y gruesa que tengo para el invierno, medias transparentes y tacos negros ¿porque? Porque casi nunca tengo oportunidad de usar tacos.
Me até el pelo atrás, me puse una bufanda y una gorra de lana (de color negro ambas), me puse perfume (me encantan los exóticos asiáticos y la verdad tengo varios perfumes, y los termino usando para ir a trabajar), me pedí un Uber y me fui. Donde íbamos a hacer la previa era relativamente lejos de casa, capaz que en otras ciudades no, pero en Montevideo hay algunas distancias que para otros son cortas que para los montevideanos parecen súper largas, lo digo habiendo vivido en Buenos Aires, pero digamos que cómo 30 o 40 minutos en uber.
Llame a mi novio, le dije que estaba llegando, le mandé un mensaje cuando llegue, me dijo que todo bien y que tenía que iba a ver unos capítulos de una serie y se iba a dormir pero que le avisara cuando volviera a mi casa. Le dije que “ok”. El departamento de mi compañera de trabajo donde íbamos a hacer l previa era más bien viejo, pero estaba súper bien arreglado, entre, me saque el abrigo, éramos 5, un par no fueron así que pedimos unas pizzas y cerveza (no soy muy de la cerveza, el vino me gusta más). En algún momento se acaba la cerveza, per la dueña de casa tenia vino (Aprendí que es mala combinación, aunque ya lo sabía y alguien lo advirtió).
Aproximadamente 12.45 de la noche dije que me iba a pedí un Uber para ir a casa… otra compañera también dijo que se iba y que se pedía un Uber (Es más, pensábamos compartirlo), pero entonces llego la insistencia de una de las chicas de que fuéramos a bailar también, que nos hacían entrar sin problema en cualquier lugar porque ella conocía gente de los boliches. Insistió, e insistió, y bueno…yo estaba borracha y me convenció… a la otra no, ero había un tema, mmi novio. Lo llame y le dije que íbamos a bailar todas menos una, me pregunto a donde, le dije el lugar que me dijeron pero que no voy a comentar acá, y me dijo que ok, que le avisara cuando este en casa. Habiéndoselo tomado así, buenos, nos fuimos un poco entonadas las 4 que quedábamos…me abrigue para salir de vuelta, esperamos el Uber y nos fuimos.
Ya estaba un poco borracha diría, pero bien…la zona a la que fuimos está llena de boliches bailables y pubs, diría que quedan casi uno al lado del otro, y en algunos casos es literal que quede uno al lado del otro. Nos dejaron entrar sin preguntar nada y además no se pagaba entrada en donde fuimos, pero estaba buenos. La música estaba buena, bien bailable que es la me gusta a mí. La diferencia de temperatura entre la calle y el boliche era un montón, afuera hacia mucho frio y adentro mucho calor, sobre todo por la cantidad de gente que había, típico de boliche de viernes y sábado (Aunque los jueves también hay mucha gente). Compramos una botella de cerveza y la tomamos entre las 4, nos acomodamos contra una columna del boliche para poder dejar las cosas también, era imposible estar de campera, y bufanda ahí porque empezabas a sudar. Recuerdo que el piso estaba mojado, obviamente de bebidas que se le caen a la gente (Fernet, whisky, cerveza). Nos fijamos que pudiéramos dejar las cosas en un lado que no estuviera sucio ni mojado…no teníamos muchas granas de pagar ropería.
A los minutos me seguía asando, y estaba mareada pero alegre…me daba “cosa” sacarme el buzo, pero mientras bailábamos nosotras 4 y pasaba la cerveza me daba más calor. Una de mis compañeras, que aclaro, son compañeras, no amigas, dijo “voy a traer otra cerveza” a otra se le acercó un pibe y se puso a hablar, hablar en los boliches este re complicado porque apenas te escuchas… y la otra me decía “sácate la buzo boluda, te estas cagando de calor”.
“no da” le respondí, “dale!” me insistió “no pasa nada acá, está todo bien”. Entre el calor y que me insistió apenitas más me saque el buzo y lo deje arriba de la campera. Ya las medias me daban calor igual, y el aire se hacía un poco viciado, así que sacarme el buzo fue una liberación. Sacamos una selfie, era la segunda botella de cerveza que estábamos tomando desde que llegamos (Me sorprende cómo tomaba en particular una de las chicas). Mi vestido blanco quedaba iluminado por la luz negra y sobresalía entre la gente.
Veo a mi compañera, la que estaba hablando con un chico, bailar con un chico, uno diferente, ¿bastante pegada para mi “¿No tiene novio ella?” pregunte. “¿Qué tiene que ver?” me respondió otra, “sí, tiene”. “Ok” pensé “no es mi problema”.
“Voy al baño un segundo” dije “¿Dónde está?” “por ahí al fondo” me respondió una de las chics “voy contigo” y fuimos dejando a una de las chicas al cuidado de las cosas mientras íbamos.
“Qué lindo vestido!” me dice un tipo en el camino, un boludo haciéndose ver con los amigos, me hago la que no escucho y sigo de largo con mi compañera, pero me gusto que me reconocieran el vestido. Fila para el baño, esperamos “Ese vestido me encanta” me dice una chica en la fila “este re gata, te queda re bien”. Le respondo “Bueno, gracias”. “Arto chango” le escucho decir a otra… chango es como que te digan “puta”. No presto atención, sé que no lo soy jaja, pero el vestido y los tacos me hacían sentir re “gata”, capaz que el estar borracha sumaba…sumaba sí.
Volvimos del baño y había unos tipos un poco más grandes con nuestra compañera que habíamos dejado cuidando las cosas. Nuestra compañera les estaba tomando sus bebidas… “Hola” me dice uno, y me alcanza una botella “no, gracias le digo”. Seguían ahí y no se iba, de pronto una de mis compañeras me pasa una botella, tomo un poco, ya estaba borracha, para mí la mezcla del vino que tomamos no encaro. “toma, toma” me dice la que me paso la botella. Y tome un poco más y “pum” se me vuelca un poco en la parte de arriba del vestido…igual no pasa nada, sale la mancha si lo lavo, pero no me gustó nada cagarme el vestido. Quería tomar algo más, no pregunten por qué. Creo que ya estaba pasando el alcohol como si nada.
Me voy a la barra y pido un whsky, (no me gusta el whisky), “¿Cuál te doy?” me dice el flaco de la barra “no sé, que no sea muy “terry” pero tampoco tan caro”. “pedite un Chivas” me dice un veterano salido de la nada “yo te lo pago”. Lo miró desde mi metro 57cms…un tipo grande, alto, canoso, ni idea, capaz que 50 y algo de años, seguramente por los 55, un poco bastante gordo diría y ropa de marca que le quedaba horrible…ósea, de marca bien, me refiero, no era ropa fea ni colorinche ni nada, pero no le quedaba bien, y no sé si algo le hubiese quedado bien, pero tenía tremendo reloj y estoy segura que estaba para levantar pendejas “yo te lo pago” me dice “no tomes cualquier cosa”. Ósea, yo no tenía que gastar, acepte. Mientras me servían el whisky me pregunta el señor “¿cómo te lamas?”. “Lorena” le respondo (¿Capaz le tendría que haber inventado un nombre?).
Me voy con el whisky en la mano y me freno con las palabras “tómatelo tranqui y te pido otro si queres jaja” apenas lo agarre para tomar un traguito pasa un boludo y me pecha, chau, se me cae todo el whisky arriba, ahora si estaba toda cagada “¡pelotudo de mierda!” le digo. “El señor me dice te regalo otro, piba” le pide otro al de la barra y yo re enojada ahí con mi vestido re blanco con casi un vaso de whisky tirado arriba. Ya ni me daba cuenta lo borracha que estaba. “tomate un poco de cerveza mientas si queres” ni vi el vaso que tenía ahí, pero si lo pienso no iba a tomar de su vaso, agarre la botella que el señor tenía en la mano y me empine un trago del pico, y estoy segura que algo volqué, y no me importaba. Traen el otro vaso de Whisky lo agarro y me voy “¿Te vas?” me dice. “Sí, estoy con mis compañeras de trabajo” le digo.
“Hola, ¿queres bailar?” me dice uno a la pasada, y me agarra la muñeca. Medio que zafé la muñeca, sin esfuerzo ni nada y seguí de largo. De repente siento una manazo en el culo, una palmada que se arrastró por mi nalga izquierda, pero no podía darme cuenta quien fue ni nada. “Enfermo de mierda” pensé. Mis amigas seguían con los mismos chicos de hoy, en el mismo circulo yo un poco más borracha “tardaste un montón en la barra” me dice una de mis compañeras. Mareada, mojada con alcohol, sofocada de calor, con el vestido blanco y un poco sudada. “Que pinta de trolita, petiza” escucho, no presto atención, pero me sentía mirada y el alcohol seguía subiendo, mucho en poco tiempo. Ya no iba a tomar más, había declarado.
Estaba bailado como nunca, con mis compañeras de trabajo, cada vez más sudada. “Ojalá hubiera una ventana” pensaba. Y Ahora sentía que todo lo tímida que soy se me iba…veo a una de mis compañeras chapando con un pibe, a los chupones. Me sentía cada vez más mirada y me encanto. Siento que alguien me agarra del brazo “¡¿Queres bailar?!”. “Perdona, tengo novio, todo bien” le respondí. “¡Bailar…!” dijo. ”¡Ah!, bueno, dale ¿Tenes algo de tomar?” respondí. Me alcanzo la botella de cerveza que tenía en la mano y me puse el pico entre los labios y le di un trago ¿Por qué hice eso?, no sé, había dicho no más alcohol. ¿Si era lindo o no? Normal, yo dije, tengo novio, era solo bailar, mí me gusta bailar, y la música que sonaba ahí me gustaba.
Me agarro la cadera aún sujetando la botella “¿me das un poco más?” le pregunte. Tome un poquito, ahora sí, lo último. La botella quedo a un costado contra la columna. Siento que baja sus manos hasta arriba de mi cola, bien abajo en la espalda, cuando la forma se empieza a curvar. Yo quedaba enana pero los tacos me ayudaban ¿Son incomodos para bailar? Más o menos, no eran tan altos ni tan en punta, hay que saber usarlos, pero era tremenda oportunidad para salir de tacos. Era solo bailar, lo dejo bajar un poco más hasta que siento que me aprieta la cola “tenes las piernas re duras” me dice. “¡¿Qué?!”. “¿Qúe si vas al gimnasio o algo?” Me dice. “Ah, sí, ponele jaja” respondo. Me sentí re alagada.
En un momento me recorrió desde las costillas, abajo del busto hasta la cintura de nuevo, y me hizo dar una vuelta. Ese roce en los pechos me puso re sensible. Lo deje que se me apoyen atrás ¿Qué carajos estaba haciendo? Y sentí como me empujaba. Dos de mis compañeras me estaban mirando y cuchicheaban, las vi de reojo, de rebote. No sé, no me importaba nada, es solo bailar una vez y listo “¿Queres que te lleve a algún lado? Vine en auto” me dice. “No, no, vine con amigas” le digo. “¿Cuánto me cobras?” Me suelta… pensé ¡¿Qué? “Te pago lo que quieras y vamos algún lado”. Me ofendió, pero me calentó…sí, me calentó. “Nada que ver, te re equivocaste” le dije. “No, no me equivoque, te pago posta, ¿cuánto?” no sé si estaba más borracho que yo o que. “Dejala por esa, pibe” le digo, me responde “dale pendeja, posta, estas divina, estas para matarse mal. Estas re puta”.
Bueno, me seguí ofendiendo, pero estaba re caliente… “ya está flaco”. Me separo y me voy para donde estaban mis compañeras de trabajo. Una se había ido. De las otras dos una tenia mis cosas en la mano “Dale Lorena, nos vamos ya, es re tarde”. “Bueno” Le digo. No daba más del calor y lo de recién me había dejado mal, quería que pasara algo. Se iban las dos en ómnibus, yo en Uber, pero las tres fuimos a l parada que quedaba a dos cuadras. Antes de salir agarré el buzo y la bufanda, me puse la campera, y la gorra de lana. Cuando llegamos a la parada pido el Uber... 7 minutos… y vemos venir el ómnibus “dale, tómense este que ya llega el Uber” …a esa hora asan pocos ómnibus, ya estábamos cerca de las 5 de la mañana, pero la parada estaba re desolada. Un par de pibas atrás de la parada y tres pendejos a unos metros, y yo, ahí en la parada esperando al chofer. Uber me cancela…y re calcula, 5 minutos otro chofer “La re puta madre” pienso.
Pasa un auto con unos tipos “!Divina!”. No presto atención, me empezó a dar frio y busque la bufanda para ponerme, el buzo no porque no quería sacarme la campera. Y ahí mismo frena en la parada tremenda Audi…no sé mucho de autos, solo sé que era una camioneta Audi, como de telenovela turca ¿Se acuerdan el veterano de la barra que me pago los whiskies? Bueno, ese “¿Qué haces acá?” me dice. Yo cruzada de brazos con frio “¿Estas esperando un bondi?”.
“No, estoy esperando al Uber” le digo. ”¿No queres que te arrime a algún lado?” me dice “No, no, tranqui, ya viene el Uber”.
“¿Hasta dónde vas?” me pregunta. Le respondo… “Qué lejos” me dice. Yo te arrimo, dale. Me queda de paso. “No, tranqui” le respondo. “De verdad, tengo una hija de tu edad más o menos y no me gustaría que estuviera hasta ahora pasando frio y en la noche que aparte no esta buena la zona”. Yo que sé, tremenda camiona. “Bueno, dale”.
Me subo al lugar del acompañante y el sube su ventanilla. El aire caliente al máximo. Me saco la bufanda, los 3 minutos, de silencio, me desabrocho la campera…veo el vestido manchado. “Lorena te llamas, ¿no?”, “Sí” respondo.
“No te enojes, pero cuando te vi de lejos en esa parada pensé que estabas laburando y frené porque me pareciste divina” …era la segunda vez en la noche que me hacían referencia a ser prostituta. No dije nada. “¿Nunca lo pensaste? Mirá que podés hacer mucha guita”. Seguía un poco borracha.
“No creo. Tengo novio, no estoy ni ahí y no creo no” me responde “pero en temporada, por ejemplo, no algo terraja, algo cuidado y discreto”. Lo mire bien, pelo gris, ¿dije gordo? Triaba a obeso creo, camisa con abundante pelo escapando del pecho y pelo en las manos y piel un poco oscura. Los ojos medio enrojecidos “podrías, yo que sé, hacer algo”. Yo tenía una fantasía de bailar pole dance y hacer striptease en un lugar cheto en Punta del este o algo así, y lo que el me había dicho me hacía pensar un poco en eso. Me estaba poniendo un poco incomoda, “Alguien te lo tiene que haber dicho” me dice. “Mira que podes hacer plata de verdad ¿Nunca lo pensaste?”.
“Quería hace pole dance o algo, pero chango ni loca”. “¿Qué?” me pregunta. “Baile de caño” le aclaro, pero bien, pro.
“Ah, mira vos!¿Esto te gusta?” “Es tremendo deporte le respondo”. ¿Pero te gusta? Insiste. “Sí” le respondo. “Me parece re sensual” me dice, “¿Y nunca hiciste algo de eso?”
“¿tomar clases de pole por ejemplo? Tengo ganas en algún momento” le dije. “No, bailar en un caño jajajajaj” y se ríe re fuerte “Ósea, por como bailabas en el boliche, y por el físico que tenes me imagino que estas despegada”.
“Ponele que no doy el perfil por lo enana” le digo. “¿Cuánto medís?” me pregunta. “1,57” le respondo”. “Los volverías locos, seguro, sos una petiza re inda, tenes re linda carita. ¿Cuánto por bailarme 20 minutos? Posta te digo. Solo bailar a ver que onda pero me imagino que debes estar muy despegada”. Tenía mucho calor por la calefacción, no entiendo como el veterano no se moría de calor “Ese cuerpito debe volver loco a cualquier choma,”. Lo vi que miro para el costado dos segundos y me miro el escote, sentí que si mirada se clavaba directo entre mis tetas “Te queda re lindo el cerquillo ese, no a todas les queda bien”.
Yo estaba nerviosa y el corazón se me disparo, pero imaginarme en tanga bailando agarrada de un caño me empezó a jugar trampas en la cabeza. Ya no sé si sudaba de calor, de fiebre, de nervios… físicamente me parecía desagradable, pero sentí que se me re abalanzaba, no sé cómo explicar esa parte. “Te doy tres mil pesos y bailas 20 minutos y te pedís un Uber y ya está, y yo te lo pago”. “Tengo novio…” “Es bailar nada más, no te quiero tocar ni nada. Tres mil pesos, 20 minutos… a vos te gusta bailar y tu novio no va a saber además. No soy un depravado ni nada, pero me imagino que debes ser una dios bailando. Ahora que te veo, no pareces tan nena, tenes una carita preciosa pero bueno”.
“No sé”
“Mirá, vamos a un lugar bien, con caño y todo, te veo 20 minutos, te pago 3500 si queres y te vas, y si llegas y no queres sacarte nada te pago igual el Uber y te vas como si nada. De verdad, si llegamos y no te sentís cómoda te vas y listo”
“3500?” pregunte. “Sí, 3500, 20 minutos” me afirmo.
“Necesito un poco de vino” dije… “obvio, sí” me respondió, y siguió manejando. Al final llegamos a un hotel, o telo del cual no voy decir el nombre. Toca el timbre aún en el auto, bajando un poco el vidrio…y juro que el aire frio me refresco un montón, y en portería le contestan. No escuche mucho, pero siguió y entró a un garaje del hotel. “Baja nena” me dice, baja el, me abre la puerta y yo bajo, ¡que mareada que estaba! “Deja la campera en el auto si queres” me dice, pero no quise, agarre mi campera y baje. Subo unas escaleras un poco despacio, pero sin tropezar, sujetándome un poco de la pared. Unos metros vacíos en un recodo, una especie de puertita de chica, o ventanita, cerrada y una puerta abierta. Adentro era una onda top pero con una decoración más bien apagada una iluminación más bien roja, pero apenas entremos apago las luces, y regulo una luz roja que apenas alcanzaba parte de la habitación. Una cama grande, como si fuera parte misma del cuarto, un pole, un poste como profesional, un sillón de esos Chesterfield de cuero, y un sofá del mismo estilo. Un espejo gigante en el costado de la habitación, como apoyado, más alto que una persona, con un marco como encuerado. Abre el frigo bar y saca una botellita de vino blanco y sirve una copa “Tomate una copita de vino” me dice. Me la tomo. No había ventanas para ver a la calle. De fondo habia música muy raggaetton o trap, no sé quién la elegía, pero cuando entramos ya estaba, no muy fuerte.
“Bueno, te animaste, ¿viste que está todo bien?” me dice “voy al baño un segundo” le digo. Fui a sacarme las medias, la temperatura del cuarto estaba bien. Cerré la puerta del baño ¡Que baño lindo y que duchas grandes! Volví a ver mi vestido blanco manchado, y empecé a hacer caras en el espejo. Me empecé a mover sola, como practicando el baile…poco convencida, contorneando la cadera… probé otra vez…necesitaba una copa más de vino o algo… y salí del baño ¡Qué locura! Me entro un arrepentimiento, fueron dos segundos, ya estaba ahí, eran 20 minutos. “Quiero un poco más de vino” dije “Servite” me serví una copa más de vino blanco.
El señor se sacó la camisa de adentro del pantalón y sentó en el sofá de tres cuerpos…” anímate”, me dice. Yo empecé a moverme muy de a poco, el vestido blanco que parecía más ajustado, la tela fina se había transparentado un poco en un pecho porque estaba mojado de cuando me volqué bebida, y los tacos negros con cintillas que subían por el pie hasta los talones. Lo estaba haciendo, ¿un poco torpe capaz? ¿Tenía que estirarla 20 minutos?
“Apoyate contra el caño nena” me dice “pone las dos manitos juntitas ahí” mmmm obedecí y mientras movía el culito. 84, 65, 90, creo que ya lo mencioné.
“Sabes que estaría bueno?” me dice “Que jugaras a hacerte unas fotitos así ¿Queres?” Pensé “¡Qué!”, pero el ego me gano supongo y el algo de querer jurar modelo “sin la cara” le dije “no sé ve nada igual, tranqui, sin flash, esta todo re oscuro” Saco su celular y me enfoco. El poste me ayudaba a tener estabilidad.
“Estas hermosa” me dice, “pareces de una película yankee o algo, de verdad. Sacate el vestidito de apoco amor” me empecé a bajar el cierre, pero me di vuelta para que me viera la espalda, no llevaba top, me abrase el pecho con los dos brazos tapándome.
“Me vuelve loco tu cerquillito” me dice “que lindo bailas, tenes mucho potencial, para mi podrías ser vedette por ejemplo” Seguía apuntándome con el teléfono “Estas hermosa Lorena” me dice “sos muy linda y esa colita me está volviendo loco ¿Te gusta bailar así?” “Sí” le respondo “que lindo Lore, me encanta que te guste lo que estás haciendo… mostrarme las tetas bebe”. Me descubro para que me vea el busto. Lo deje que me vea bien las tetas y ahí me tropecé, pero me sujete del caño.
“Que ricas tetas Lore. Pone carita de diva” me dijo “¿De diva?” pense. “Carita de puta” remato él. Me preguntaba “¿Qué es carita de puta?” e hice mi mejor esfuerzo, me mordí los labios, me sujeté las tetas y me deje terminar de caer el vestido desde la cintura hasta el piso y saque las piernas de la tela blanca tirada en el piso, un poco desenganchando lo tacos de la tela, y así quede, tanga blanca y tacos negros con cordones en los tobillos, borracha, sintiéndome sensual cómo nunca, bailando para un desconocido del cual…nunca pregunte el nombre ¿Ya iban 20 minutos, o iban 10?
“Move bien ese culito que esta hermoso petiza” obedecí, me apoye en el poste y miví el culo, y me arquee un poco para que me viera bien “Mira cómo te queda esa tanguita nena, es un hilito ¿Con eso saliste a bailar? Tírate un poquito de vino en las tetas.” Y obedecí. No sé lo que se lo iban a cobrar, no me importaba. “¡Cómo te gusta moverte chiquita!” me seguía apuntando con el teléfono, mi cabeza volaba, quería un poquito más de vino, y tome un buche, y otro buche. “Sácate la tanguita” no hice caso “dale, divina, sácate la tanguita”. El me miraba sentado y lo vi tocarse el pantalón con esa mano gigante. “Ponete de rodillas move esas tetasas” y obedecí, lo miré desde abajo y el me miro desde arriba y me apunto con el teléfono “te llenas de guita si haces temporada en verano. Sos una manteca” me dio morbo. Estando ahí de rodillas me sentí tan expuesta… casi una prostituta…y me sentí deseada… este viejo no podía tenerme, solo mirarme ¿Ya se habían pasado los 20 minutos?
“Te hace falta un buen macho pendeja. Saliste a putear ¿Eh?, respóndeme divina”
“Sí” le respondí
“Hermosa, sos una obra de arte, no sabes el gusto que me estás dando. Sácate la tanguita” me paré, me di cuenta que esos últimos tragos de vino no habían sido tan buena idea, buena idea para envalentonarme, mala para el equilibrio… pero me pare, me agarre del fierro como si fuera un bastón y lo recorrí con las manitos hacía arriba y apenitas me baje la tanga, no lo estaba mirando a él, miraba la pared semi oscura y la cama atrás del poste, y me mire iluminada por esa luz roja. “Quédate de tacos trolita”, pero hasta ahí llegué, estaba segura que no iba a seguir, cumplí con lo pactado. Me había dejado caer un poco la tanga, pero no me la iba a sacar… creo que ya estaba…y mire sobre mi hombro y lo vi, con el pantalón desabrochado sobándose ¿Se estaba sobando? “¡Que putaza!” ¿Cómo sabía yo que solo me había sacado fotos sin la cara? ¡No sabía!
“Ya está” le dije “me quiero ir”. Dejo el celular “Te pago más” me dijo. “No, en serio, me quiero ir”. Busque el vestido con la mirada, era un trapo, todo manchado de blanco perfecto a un trapo sucio tirado en el piso. Un poco gatee a agarrarlo, el equilibrio fallaba.
“Dale pendeja, con lo que me calentaste me vas a decir que no saliste así vestida para que te cogieran… decime que ahí paradita en la parada no estabas changando, no te animabas. Regalada estabas en el boliche, ¡unas ganas de chuparte las tetas! ¿Mucha mano te metieron los pendejos?”
“Me voy” le dije, y se levantó de golpe. Te tengo grabada bailando como putita y mirando a la cámara nena. Si vos querías. “¡¿Me filmaste?!”. “Y si” me dijo, como me calentaste, que hija de puta. Te tiro unos pesos más t me vas a chupar la pija, dale, sácate la tanga. Salís ganando, y me guardo el videíto… ¿No queres que lo comparta?”
“Sos un hijo de puta” le digo “sos un viejo hijo de puta, gordo de mierda”.
“Dale, sácate la tanga” lo ví ahí parado en su inmensa humanidad con el pantalón desabrochado y el cinturón colgando, casi cayéndose del todo “te doy mil pesos más, dale” Me levanto del piso, no sé de dónde, no sé cómo, me puso contra el poste me agarro la cintura, por atrás, me toco el abdomen y las piernas. “para, soltame” le dije “dale, puta, que, si no le voy a hacer llegar el videíto a todo el mundo, si la re gozas en el video”
“Tengo novio” le dije.
“Se ve que no te atiende”
Forcejee para levantarme la tanga, no podía con su peso, no podía conmigo, mi pelo estaba hecho un desastre. Siento que la tanga se rompe de costado, siento el ruido de la tela, tenía unos pedazos de tela colgando de la cintura, ya nada me tapaba. Pésima idea andar de tacos creo, y con las cintas no eran fáciles de sacar si quisiera correr. Me termino de arrancar la tanga, ya no me podría sujetar contra el poste “Quiero ver bien ese culo, zorra” sentí tremenda palmada en el culo, pesada
“Soltame, tengo novio te dije”
“Vos sos tremenda…” me sujeto de las tetas y me tiro del pelo “ponete de rodillas y chúpame la pija un poquito” y así cómo me levanto me forzó al piso, quede de rodillas, mal acomodada. De desabrocho la camisa. Lo que veía yo era una panza, una buzarda, un tipo todo canoso y peludo, se me hacía enorme de alto. “¿Que paso petiza, no te llega a boquita? Cerra los ojitos y chúpala… que cara de puta. No sabes cómo me calientan las pendejas, no puedo creer que seas tan trola”
“No”, me jalo del pelo atado. Y así, mientras me jalaba el pelo se iba bajando el pantalón, sacándose los zapatos y sacándose un bóxer gris. Le vi la pija, peluda, con alguna cana gris, el pelo enredado que se le conectaba con la panza, el pelo pinchudo en el cuerpo, gruesa, se le iba parando, se iba calentando con esa situación. “Chúpala” me tiro del pelo y se iba acomodando la pija con a mano libre “Abrí la boca. Son unos minutitos, sino voy a poner ese videíto en internet ¿Cómo le explicas a tu novio?” No sabía qué hacer. Abrí la boca y el me acomodo la pija en a boca, iba creciendo y me iba molestando en los costados de los labios. Me estaba cogiendo la boca. “Que bien pendeja” manoteo el celular y lo opero, me volvió e enfocar. “mira a la cámara”.
“No” le respondí.
“Mira a la cámara trolita divina, dale, que hembra hermosa, que carita divina, mira ese casquillito de chupa pija” Me insistió y lo mire, directo a sus ojos, y la cámara me miraba directo a los ojos. Quería terminar rápido y empecé a chupar bien duro. “No me filmes” le dije.
“Párate contra la pared” me dijo, y me llevo a acomodarme contra la pared, me hizo levantar la cola, pero yo era muy baja y el muy alto, así que me llevo a subirme a la cama “Quédate así, con la colita para arriba” y ahí lo sentí aferrarse con todo, sentí como entraba por mi vagina su pija, como me aplastaba contra esa cama enorme “para” le rogué.
Sentía que me bombeaba, y me pinchaba con sus pelos. “Hijo de puta” le dije. “Te gusta”, me respondió como afirmación. Se resbalaba con el sudor y me arrastraba por la cintura. Sentí cómo me apretaba las tetas. Me levanto como si no pasara nada y me puso arriba de él, me presionaba con fuerza por la cadera y me liberaba, ya no tenía ni fuerzas. Sentí como me besaba y me chupaba el pecho y el cuello, y los hombres, y me mordía los pezones. “Para, por favor”. Se me escapo un gemido “cómo te gusta hija de puta”. Me jalo del pelo, me sentía violada, sucia era poco. Sentía que me amasaba el cuerpo, “me duele” le dije mientras me mordía los pezones y pasaba su lengua, de una a otra, deteniéndose de a ratos como si jurara que era un bebe mamando y pasando por entre las tetas, besando la línea que se formaba entre ambas.
Se puso boca arriba y me levanto. Me acomodo sobre si cadera, no entro a la primera, el sudor se la hizo más fácil a la segunda, la temperatura del cuarto jugaba a su favor… se resbalo su pene entre mis piernas, entro y grite, grite como si me gustara…y ese grito se iba convirtiendo en un lamento. Me hacía saltar sobre él, como una muñeca sin voluntad…solo jadeaba y lo escuchaba insultarme “mira esas tetas, ¿qué diría tu novio? Tremenda puta” me manipulaba como si fuera una muñeca de trapo. Me pelo se revolvía, mis tetas saltaban, ya no me importaba ni moverme. “para, para por favor” rogaba apagada, “dale hija de puta” me apoye con las manos en su pecho, ese pecho peludo, saltaba arriba de ese vientre de obeso, ese viejo que me había engatusado. Sentía como se clavaba en mí, sin compasión, como un animal… yo era una mercancía, el me sentía como un producto desechable.
Se levantó de golpe y me arrastro hasta el espejo, me puse de rodillas “aaaaayyyyy que hija de puta”. Me veía en ese espejo enorme, doblegada, sometida, usada. El pelo negro revuelto, el cerquillo despeinado cayendo sobre mi frente, entregada, con los ojos vidriosos, en una escena irreal. Ese hombre libidinoso, asqueroso, gordo, viejo, con el pelo gris revuelto mirándome y mordiéndose los labios mientras se pajeaba, El escroto como un globo, con los pelos enrulados y enmarañados. Lo escuchaba insultarme y degradarme, y su respiración se hacía cada vez más agitada ¿Cómo llegue a esta situación? la leche me salto en la cara y en las tetas “! ¡Sí!, así”. Estaba como una zombi, tirada en el piso, arrodillada, rendida y toda sucia, toda lecheada. Mi corazón no dejaba de latir, los chorros de semen se escurrían entre mi cara, mi pelo, pasando por el cuello y dejándome las tetas brillosas. Se escurría con el sudor y llegaba al abdomen. Semen espeso en el pelo, en los ojos, en la mejilla, me mareaba el cansancio y el calor. No tenía noción del tiempo, pero seguramente ya se estaba haciendo de día…” Límpiame la pija con la boquita” yo ya no reaccionaba, veía mi reflejo, rendida, desnuda. Me tiro de la cola de caballo de nuevo, me empujo la cabeza, ya no ofrecí resistencia, se la chupé “¿Queres tragarla?” deje que lo que quedaba se escurriera hacia afuera de mi boca, una mezcla de saliva y ese semen lechoso “Quiero sacarte una fotito así, toda llena de leche, que me encanto”.
“Bueno pendeja, pedite un Uber que te lo pago, ahí tenes 4 mil pesos, te podrías haber portado mejor…báñate si queres antes de vestirte, estas toda llena de leche…el videíto me lo quedo, no lo voy a compartir, pero no sabes las pajas que me voy a hacer con vos putita”.
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