Makina

Este relato no es de mi invencion. Procede de una pagina, que creo ya no existe, de los primeros tiempos de internet, los viejos tiempos del modem. Como forma parte de los clasicos, espero que a pesar de todo sea publicado.

MÁKINA

-¡Maldita esclava novata! Me has hecho quedar mal ante mis amigos, y eso nunca te lo perdonaré. ¡Voy a hacértelo pagar muy caro!

-¡Oh, Dios! ¡Aquel hombre intentó destriparme!

-¡Vamos! El bueno de Jonh sólo quería practicar un poco de fist-fucking con tu culo. Nada nuevo. En realidad, todo un "clásico". Pero tu te has cerrado en banda y te has negado a relajarte como es debido. Has sido tan tozuda que, a pesar de todos sus esfuerzos, no lo ha conseguido.

-Pero es que insistía en hacerlo con su enorme puño cerrado, Y, encima, con aquel horrible guante. Creí que no lo contaba.

-Cállate de una vez, señorita tiquismiquis. ¡Vaya! Por lo visto, nos ha salido con el culo delicado. ¡Pero yo voy a ponerle rápido remedio a eso! No se volverá a decir que un culo de mi propiedad no se deja meter el brazo, por lo menos hasta el codo. Me he informado de alguien que tiene una nueva máquina especialmente indicada para esta tarea. Pero eso sólo son tus mínimas obligaciones. Como castigo suplementario, voy a emplear la fusta contigo más duro de lo que estás acostumbrada. En todas tus partes más sensibles. ¡Cómo hay Dios que acabaré por domarte!


-Desde luego es una máquina magnífica. En tan sólo 24 horas de uso continuado ya ha dado unos resultados sorprendentes. Quizás la única pega es que este culito está disfrutando demasiado con todo esto Y se trataba también de castigarla.

-Pues, si usted tiene interés en castigarla, yo tengo interés en comprobar los resultados de mi máquina con los reguladores adentrados en la zona roja . Pero no se preocupe. Esto ha sido sólo un preparativo, lento pero necesario, pues lo que se quiere es adaptar el culo a los deseos de su propietario, no inutilizarlo. Las volutas consecutivas que forman la pieza que ha estado admitiendo en su interior tienen la finalidad de forzarla a abrirse una y otra vez. Con esto, con la elevadísima temperatura que puede hacerse adquirir al aparato y con la ayuda de la potente vibración, se consigue que el músculo del esfínter acabe por agotarse y permanezca ya abierto de forma constante. Fíjese sino: ya hemos desconectado la maquina, pero su esfínter se ve completamente impotente de ser capaz de volver a cerrarse. Pero ahora ya vamos a poder aplicarle una talla seria de verdad. Eso sí, tendremos que aflojar del todo la correa que la sujeta por el vientre, porque este objeto va a ocupar un volumen muy considerable dentro de su vientre. A este magnífico aparato que vamos a acoplar ahora en el émbolo de la máquina yo lo he bautizado "el devastador". ¿Y sabe por qué? Porque no deja nada a su paso. Tan sólo un enorme boquete.

-Fenomenal. He estado hablando con Jonh -ahora se dirigía a la pobre muchacha que estaba demasiado extenuada como para decir nada. Pero no dejaba de mirarles con los ojos abiertos como platos-. Le he prometido que, en desagravio, iremos a pasar este fin de semana en su granja y te dejarás sodomizar por su mejor semental sin ni siquiera necesidad de atarte. Ya sabes lo mucho que aprecia sus caballos. Si vuelves a defraudarme, te dejaré al cuidado de esta estupenda clínica por un mes completo.

-Eso sería una idea muy buena. Algo que debería considerar en todo caso recomendable. Pero no se preocupe, los resultados están garantizados. Además, para completar el castigo, podemos empezar esta sesión administrándole una nueva lavativa aún más brutal que la anterior. Puede elegir usted mismo la composición del líquido de esta carta, y también su temperatura. Y si quiere podemos pinzarle los pezones y el clítoris y colgarle unos buenos pesos. Ese ejercicio de estiramiento nunca está de más para una esclava. Entre más grandes y sensibles tengan los pezones y el clítoris, más dóciles se vuelven. Además, con los pechos estirados por la tensión de las cuerdas podrá fustigarla mucho mejor.

-¡Es una magnífica idea! Yo creo que 10 Kg en cada pezón y 5 Kg para el clítoris estaría bien para empezar.

-Por supuesto. Aunque yo siempre soy partidario de empezar de la forma más contundente posible. Se trata de domesticarlas, después de todo.

-Lo que usted considere más oportuno.

-Si quiere, podemos conectar también el segundo émbolo, para ir dilatándole de paso la vagina. No, ya veo que no. Prefiere preservarla estrecha para poder castigarla con su miembro.

Aquel doctor diabólico y enfermizo se dirigió a la muchacha para mostrarle el inconcebible objeto que llevaba en sus manos.

-¿Qué te parece esta herramienta, pequeña? Dentro de unos minutos vas a estar echando espumarajos por la boca de puro placer. ¡Y vas a tener por delante al menos otras 24 horas para disfrutar de ella!