Make no Mistake

Tercer capítulo del libro On the play, cuenta la historia de Néstor, un joven que junto con su padre vive momentos de máxima pasión, disciplina y referencias en un mundo en el que tiene que aprender deprisa. Relaciones con amigos, primos, y desconocidos, rebeldía y chispas de vida en una serie que no te dejará indiferente. Yo elegí este tipo de vida y de nada me arrepiento, me siento plenamente complacido y agradezco cada uno de los minutos que me ha deparado compartir mi tiempo a tu lado. Continuación del libro ‘On the Play’. Capítulo anterior: ‘Estos tiempos son difíciles’ Puedes leer capítulos anteriores o continuar sin hacerlo.

3.- " Make no mistake "

El camino a las vacaciones es siempre largo, es eternamente aburrido y tedioso, la vuelta, al contrario, es breve y corta, además el regreso llega siempre deprisa… allí estaba yo, de camino a la playa, de camino al descanso y a las noches largas de verano, pero con un panorama complicado porque me jugaba el curso en septiembre además de la expulsión del centro, y conociendo a mi padre estaba garantizado que este no iba a ser un verano como los anteriores.

La radio sonaba de fondo, mi padre hablaba con su hermano mientras conducía, le contaba algo sobre elecciones de decanos y cuestiones de política universitaria que ni me interesaban ni sabía nada de ellas y empezaba a darme sueño, más por aburrimiento que por cansancio, de todas formas me dolía mucho el culo como para poder dormir y ya no sabía qué postura adoptar, finalmente y presa del tedio me quedé profundamente dormido.

-Bella durmiente, vete despertando que ya estamos llegando

Mi tío me hablaba mientras me daba golpecitos en la rodilla, al abrir los ojos me fijé como me miraba mi padre por el retrovisor, estábamos en la calle donde se enclavaba el chalé, nuestra casa y la última eran las únicas habitadas, las demás o eran solares vacíos o no estaban acabadas desde hacía años, lo que contribuía a una soledad vecinal notable, además la calle no estaba asfaltada, cosa que, todos los años, iniciaba una larga sucesión de maldiciones por parte de mi padre:

-Vaya un asco de calle, es que van a pasar diez años y vamos a seguir con la calle sin asfaltar ni iluminar, pues pienso ir al Ayuntamiento, vaya, me van a oír.

Siguió su rato, al final ni iba al ayuntamiento ni nadie le oía, y mi tío y yo sabíamos que había que dejarlo con su discurso de siempre, porque eso parece que lo aliviaba; todo el chalé era como una fortaleza de proporciones desmesuradas, se rodeaba de un jardín con un seto alto e inexpugnable con un muro en piedra, abrió con el mando la cochera y pasamos dentro, la casa estaría limpia y preparada, mi padre se encargaba de avisar para que estuviera así al llegar, vamos algunas veces a lo largo de todo el año y el resto del tiempo está vacía, pero algunas personas se encargan del jardín, de la limpieza y ahora de la compra y la adecuación para las vacaciones.

Cogimos las maletas y nos subimos en el ascensor, estábamos un poco apretados allí dentro:

-¿qué habitación vas a cogerte Pedro?- le pregunta mi padre a su hermano

  • la que me dejéis, ya sabes que prefiero la del fondo, como siempre.

En la casa, que es enorme, en la tercera planta hay tres habitaciones de matrimonio, con su baño dentro, y cuatro habitaciones sencillas que no disponen de baño independiente, pero hay tres baños en el pasillo, además hay un despacho con biblioteca, mi tío Pedro y Alberto, el amigo de mi padre, ocupan cada uno, una de matrimonio, mi padre ocupa otra, y las individuales pasan a mi primo y el hijo de Antonio, pero es una forma oficial de distribuirlas, porque tanto mi tío como Alberto duermen con sus hijos en las habitaciones de matrimonio, y las otras son los armarios de los niños. Yo también duermo con mi padre, no se me asigna habitación nunca, me meto en la de matrimonio más grande con él.

-Pues para ti la del fondo y tu hijo que se meta si quiere en la de al lado o si prefiere compartir con Antonio, pues como queráis. Néstor va a ocupar la de al lado del despacho y yo la de matrimonio grande de enfrente.

-Yo no quiero estar en esa habitación, siempre duermo contigo.

-pues este año te vas a quedar esa que está más cerca del despacho para todas las horas de estudio que tienes que pasar allí y lo de dormir conmigo te lo tendrás que ganar.

-Joder que mierda

-¡¡y menos tonterías que no están las cosas para que te pases mucho!!

Mi tío entonces terció:

-vale. Venga, vamos a darnos el primer baño y nos relajamos todos un poco que nos hace falta, vamos a la piscina.

Cada uno entró en las habitaciones asignadas, yo me tiré a la cama con bastante rabia, y lancé los zapatos por los aires; tradicionalmente, lleguemos a la hora que lleguemos, siempre lo primero que hacemos es darnos un baño en la piscina de la casa y ya ahí empiezan oficialmente las vacaciones, la verdad es que yo agradecía de buen grado la ausencia de mi primo Ezequiel y de Antonio, porque los dos forman una piña para darme la lata llegando a ser insoportables y abusan de mi por ser el más pequeño y según ellos el más mimado. Este año me habría dado ese baño con mucha gana, pero se me había cortado todo de repente, encima me dolía el culo, el labio estaba hinchado y me atacaba una rabia ilimitada que me hacía apretar los puños sobre la colcha y tener unas ganas irrefrenables de salir corriendo. Escuché pasos por el pasillo y como el ascensor bajaba. Y seguí allí, sin más, mirando el techo. Cogí el móvil y le di un toque a Carlos, nada, apagado o fuera de cobertura, de repente se abrió la puerta de mi cuarto entrando mi tío, que me agarró por debajo del cuello con suavidad pero deprisa:

-Vamos, a la piscina

-Pero no quiero bajar, mi padr

-Vamos he dicho

Y me puso de pie, empujándome al ascensor como si llevara un saco de patatas, estaba descalzo, llevaba un pantalón formal pero de estilo bermuda, que lo hacía ser una prenda juvenil y dejaba de ser formal y una camisa blanca con las mangas dobladas y arremangadas, no uso camisetas, la ropa me la elige mi padre y a mí me gusta.

-no tengo el bañador

-pues vaya, - el ascensor se cerró- tendré que ver a mi sobrino desnudo, al que le he cambiado el pañal cuando era un enano y lo he duchado muchas veces, y lo he llevado al médico y le he dado de comer

Se reía mientras me rodeaba el cuello con su brazo y me revolvía el pelo, encima de mí, es más alto que yo

-enano, si sigues siendo un enano, un enano mojito…jajaja, a lo mejor te va a dar vergüenza que te vea tu padre, jajaja.

Lo de mojito es el apelativo cariñoso que me ha llamado de siempre mi padre y mi tío, creo que es por dos razones, una porque me hacía pis en la cama hasta una edad bastante tardía y por la mañana decía que había ‘mojito’ la cama, la segunda es que una vez, también siendo pequeño, bajé en pijama y encontré en la cocina una jarra de mojito de un cóctel nocturno que estaba ofreciendo mi padre, yo tenía mucha sed, así que sin que nadie me viera me bebí mucho más de lo que debía, pensando que era limonada y di un espectáculo bochornoso.

Llegamos al final del pasillo, al patio trasero donde se extendía la piscina, en forma de riñón, con una catarata en el centro. Mi padre estaba metido dejando caer el agua en sus hombros.

Mi tío empezó a quitarme la ropa sin darme tiempo ni a respirar, mi padre miraba con media sonrisa.

Me desabrochó el pantalón, y lo lanzó a la tumbona junto con la camisa, luego me tiró del calzoncillo sin preocuparse para nada de mis quejidos porque tenía el culo sensible aún, hacía cuatro o cinco horas que mi padre me había calentado sin piedad…y sacándomelo por los pies me cogió y me metió bajo la ducha… he de decir que tenía una pequeña erección nada más desnudarme mi tío, me pasa siempre, pero al meterme bajo el grifo de agua templada mi cuerpo disminuyo la efusión para preocuparse de combatir el choque frío repentino, aprovechó estos segundos para quitarse su ropa y acercarse a mí, empezó a frotarme la espalda con su mano suave, dulce, que va resbalando por mi cuerpo y empieza a masajear mi culete, luego sube hacia arriba y pasa sobre mi hombro para acabar en mi pecho.

Noto como se acerca por detrás, su glande me roza por los cachetes, noto su calor y apenas apartando la cortina de agua de mi cara atisbo a ver a mi padre que ahora sí, nos mira con una sonrisa plena y le brillan esos ojos azules con cierto alborozo.

Mi tío me saca de la ducha y me lleva al filo mismo de la piscina, no me tiene que empujar, salto y buceo hasta donde está mi padre, noto una erección considerable, puedo ver bajo el agua que tampoco lleva bañador.

Salgo y sacudo la cabeza evitando salpicarle:

-ven aquí

Nado hasta su lado, pero él me coge de los brazos y me pone sobre su cadera, con mis piernas bien abiertas abrazando su cintura, me mira a los ojos, no parpadea, tiene unos ojos azules, limpios, una mirada clara en la que me atrapa, me sumerjo en ese azul como hipnotizado, me apresa y me inmoviliza, necesito su calor, su abrazo, su paciencia, su cariño, necesito su afecto y me llega, me inunda, se acerca a mis labios y me besa, con suavidad, luego con más pasión, después noto sus manos, juegan con mi espalda, están sobre mi cuello, desciende despacio, y ambas bajan a la vez a mi culo, pasan sobre mi piel, mis bolas flotan rozando el miembro de mi padre, pero ya estoy perdido con los juegos de su lengua alrededor de mis labios, sobre mi piel mojada se desliza como un animal flexible hacia mi cuello, baja a mi pecho y me elevo justo por encima del agua con la cabeza hacia atrás, esperando una nueva embestida de sensaciones, una oleada de percepciones que me sacuden cuando su mano juega con mi pene mientras la otra se pasea por mi culo, rondando alrededor de mi agujerito, provocándome sacudidas de placer infinito, estoy empezando a flotar en un mar de excitación al que sólo él sabe llevarme, tengo una erección mayúscula, la energía que emana mi cuerpo se puede tocar, es algo que no puedo contener.

De repente me vuelve a coger de los brazos, ahora para tumbarme desatando el abrazo de mis piernas, dejándome flotar sobre el agua, su lengua se pasea por mis labios, pasa a mi cuello, su pecho acaricia mi cuerpo, aprecio su erección y de repente estoy notando un masaje en mi pene, no es posible… abro los ojos y me encuentro con mi tío que me está enseñando una vez más que también él sabe transportarme al espacio del placer.

Mi cuerpo está atrapado en un amasijo de sensaciones eléctricas que me sacuden del éxtasis a la embriaguez, de fondo, no sé si en mi cabeza o en algún lugar suena "Walter reed"… ‘Well there's a few things I gotta say’, es verdad tengo unas pocas cosas que decirte, ‘And make no mistake, I'm mad..’, me puedo notar cada músculo contraído, cada respiración acelerada, percibo luces de colores que explotan en mi cabeza, tengo que decirte que he echado tanto de menos este torbellino que no resistiré mucho tiempo más, 'Cause every good thing I've had Abandoned me’, y es verdad… estas cosas tan maravillosas me habían abandonado.

De repente mi cuerpo empieza a revelarse, se mueve sin que yo pueda hacer nada porque tengo a mi padre comiéndose mis pezones y a mi tío jugando con su boca en mi pene, y cuando creo que ya conozco todos los secretos de mis partes más sensibles, la boca de mi tío se ha llevado mis testículos y están rodeados de calor y tensión, los ataca con su lengua y creo que nunca han estado más duros

-no vayas a correrte, si eres un buen chico tendrás tu premio cuando te toque, sólo cuando te toque

Las palabras suenan como un eco lejano en mi oído. Es la voz de mi padre y con dificultad puedo volver a la consciencia para entender el mensaje, trato de escapar de la boca de mi tío, pero él me ha puesto las manos debajo y un dedo se empieza a colar en mi agujerito, si escapo se introduce cada vez más, si me resisto mi pene entra en su boca completamente.

-no, no voy a poder

Mi tío levanta la mirada pero no deja de pasar su lengua por el borde de mi glande con la piel, noto escalofríos como latigazos por todo el cuerpo, mi tío me hace sufrir y disfrutar, es una mezcla tan extraña y tan embriagadora, tiene dos dedos dentro de mi culo y no deja de moverlos a un ritmo endemoniado, el mismo que ejerce con su boca

-tienes que ser obediente, tendrás tu premio tal como te he dicho

La lengua de mi padre pasa a morderme la oreja, se pasea por el borde de mi mentón y acaba haciendo círculos en mis labios

-Ahhh, no puedo. No pued..

Estoy haciendo un esfuerzo sobrehumano, me duele todo, quiero correrme pero no debo hacerlo, quiero hacerlo pero no voy a conseguirlo, y mientras la poca capacidad mental que me queda se concentra, una especie de calambre, de estallido, de energía llega a mí, me contrae los músculos del culo, aprieta mis piernas, me salta el corazón y siento que no puedo más, mi respiración es entrecortada, estoy al borde mismo del delirio:

-Venga mojito, no vas mal, un poco más- la voz de mi padre suena muy lejana, estoy en trance, me tiembla todo el cuerpo,

-ay, ay, no puedo, por favor…- mi tío sigue chupando con fuerza, sus dedos no son más suaves que su maestra lengua, me debato en una masa de sensaciones, ya no sé si estoy en el agua o sobre arena ardiente, mi cabeza no funciona bien, noto mucho calor y a la vez golpes de frío, de repente mi padre me abraza con fuerza mientras me dice:

-ahora mi niño

Y es entonces cuando noto estallar toda la leche en la boca de mi tío, como un río que fluye sin poder parar, tengo convulsiones de placer, creo que estoy saltando sobre el agua, porque yo me imagino como en una cama elástica

Creo que mi cuerpo no volverá a recuperarse de este agotamiento, me llega un sueño soporífero, me pesa todo.

-Vamos, venga

Mi tío se incorpora y me lleva flotando al borde de la piscina, yo estoy en la semiinconsciencia, mi padre va a mi lado, me pasa la mano por la cara con dulzura. Cuando llegamos al sitio donde el agua no pasa de la rodilla mi padre y mi tío se enfrascan en una sesión muy larga de besos y lametones, yo aún estoy flotando cerca, no puedo casi moverme, pero no hay tiempo, mi padre organiza las cosas, me sitúa enfrente de mi tío, de rodillas y él se va a la parte posterior, pero antes me dice:

-Chúpasela a tu tío, y hazlo bien, ya sabes que le gusta que te lo tomes todo, luego le vamos a preguntar si le ha gustado.

-sí, sí, lo haré lo mejor que pueda.- cojo la cadera de mi tío con ambas manos, sus ojos verdes caen sobre mí, empiezo a pasar mis labios sobre toda la extensión de su pene, está muy tieso, es grande, tanto como el de mi padre, después saco mi lengua, tímidamente, luego mucho más y empiezo a moverla, con rapidez, con alegría, saco el glande hacia fuera y empiezo a chupar como si fuera un biberón, con un ritmo aun lento, para ir poco a poco a más´, en una cadencia de galope.

Mi padre está por detrás, se que aún no ha entrado en él, sé que va poco a poco, jugando y encontrando la ocasión, preparando su allanamiento para que el placer sea real, entonces noto una tensión en el miembro de mi tío, y aprovecho para meterlo a tope en mi boca, hasta tocar mi garganta, no puedo respirar:

-¿qué pasa hermanito?, ¿estás un poco cerrado aún no?, no pares Néstor, el campeón tiene que llegar a la meta- mi padre empuja con fuerza, tiene un miembro bastante grande y mi tío lo está notando enterito, el placer se percibe en su cuerpo estirado, y yo hago todo lo que puedo para apresar su pene en mi boca, dándole todo mi calor

-Humm… llegaréee y te arrastraré conmigo- mi tío habla mirando al cielo, con los dientes apretados, está atrapado, con mi padre ya bastaría para llegar al placer absoluto, pero yo estoy también contribuyendo como mejor sé hacerlo, noto como palpita el corazón en su falo, como empuja hacia mi boca, ahora me meto sus pelotas, una a una, juego con ellas cuando las saco, con mi mano que está fría y arrugada de estar bajo el agua y juego con ese cambio de temperatura, él lo nota y muestra una sonrisa en sus labios.

-ah, ahh- me coge la cabeza y establece el ritmo, va a llegar, mi padre está dentro de él y le empuja con fuerza, , el agua hace pequeñas olas a nuestro alrededor, escucho las bolas de mi padre contra su piel, escucho la respiración de mi tío, noto como crece su miembro dentro de mi boca, oigo una palmada fuerte

-vamos Pedrito, venga, ¿quieres más?, ¿te cabe toda?

-sí, sí, más, vamos no paréis… ahh.- el ritmo es trepidante, casi no puedo respirar, todo su miembro está en mi boca, llega a mi garganta, me golpea el fondo sin parar, tengo el pelo absolutamente revuelto, me he vuelto a poner completamente empalmado, creo que estoy sudando.

-¡AHH, AHH!..

Mi tío grita con fuerza y en ese momento toda su leche se desparrama por mi boca, intento tragar, no quiero ahogarme porque sigue empujando, tiene mucha, está caliente, y noto como se derrama por mis comisuras, trago y trago, que no quede una gota, me ha cogido la barbilla y me eleva la boca para que no se escape nada… , pero no para, ahora los empellones vienen desde atrás, mi tío está gimiendo mientras su miembro empieza a pulsar en mi boca, no puede más, mi padre sigue empujando, con un ritmo endemoniado y mirando hacia abajo emite un sonido profundo, y se deja ir

Estamos flotando, los tres, como tres hojas en un lago, de fondo suena Mika, ‘happy ending’, no sé si en mi aturdida mente o fuera de ella.