Magia 2!

La primera nota musical de mi bajo, que hermosa melodia, que dulce compañia!

Hola señorita bonita, te invito a que me acompañes a este viaje a través del tiempo, ahora devolvámonos unos 10 meses atrás aproximadamente, en ese momento llevaríamos casi 3 meses de noviazgo; estábamos hablando y yo te estaba a mirando analíticamente, pensando que era la decisión correcta, entonces, abrí mi boca y te dije, que quería que me hicieras tuya, que quería que fueras la primera persona en tocarme, entonces tu me miraste y tus ojos parecían dos luciérnagas brillantes en la oscuridad, no podías creer lo que estabas escuchando, pero era cierto, aunque fui activa cada segundo de mi vida sexual, por primera vez sentía unas hormiguitas en mi zona vaginal, era como si te estuvieran llamando, pidiendo a gritos, te necesitaba.

Prosiguiendo en la línea del tiempo, estábamos cumpliendo 3 meses y nos encontrábamos en esa pequeña habitación de motel, yo ya te había tocado, había probado tu sabor y me había bañado en tu olor. Estaba acostada junto a ti, viendo como respirabas agitada de la satisfacción , pero decidí no dejarte descansar y cogí tu mano marcándole un caminito por mi cuerpo hasta llegar a mi zona, tú me miraste y me preguntaste estás segura? poniéndote nerviosa, te sonreí y te dije adelante, te pusiste sobre mi y lentamente introdujiste tu dedo, preguntándome si me dolía, y en ese momento sentía todo lo contrario al dolor, estaba sintiendo algo nuevo en mi, te sentía a ti, y sentía como mi cuerpo se inclinaba hacia tus manos, como mis caderas se movían con afán, aunque tenias miedo de hacerme daño, te hice entender que me sentía bien, y empezaste a hacer un movimiento que hacía sentir descargas por toda mi columna vertebral, sentía como mi zona, atraía sus dedos y a la vez temblaba con cada movimiento de ellos, me encantaba esa sensación, estaba como drogada sexualmente, sentía mucha curiosidad estando en los zapatos de la pasividad, y quería probar cosas nuevas, así que cambiamos de posición te acuerdas?, tú te acostaste y yo me arrodille encima de ti, aunque pensabas que me ibas a lastimar, porque eres hermosa y siempre estabas cuidándome, como no sentí ningún dolor, decidí seguir, mi cuerpo se movía de arriba hacia abajo mientras tú me besabas mis senos que en ese momento estaban firmes ante tanta excitación, luego de llegar a un punto de clímax en esa posición y de tomarnos un descanso, decidí seguir experimentando, así que nos paramos encima de la cama y esta vez sentí mas placer que las dos primeras veces, ese movimiento que hacías en esa posición era perfecto, sentía tanto placer, sentía como mi sangre se calentaba, sentía cuanto me gustaba tus dedos en mi vagina, pero ante todo y más importante te sentía a ti, porque eran tus dedos, tus labios, tu piel rozando con la mía, la que hacía que todo fuera especial.

Ese fue el primer día en que me tocaste, que sentía tus manos tu lengua, me encantaba, y desde la última vez que fui tuya, tu estando en la distancia, no puedo pensar en otra cosa que no sean tus manos tocándome, esas ganas de sentir otra vez lo hermoso que es tenerte dentro de mí.