Magdalena (3)

Ahora cambiando de pareja.

Magdalena III

La vida de Magdalena mejoró con creces.

Marcos había conseguido cambiar su forma de ver el día a día. Al cabo de unos meses, Magdalena fue a vivir con Marcos. La holgada posición de su amado le permitía tener una casita en las afueras de la ciudad, a la que eran invitados continuamente los amigos de ambos. Las barbacoas de los viernes por la noche eran comunes y continuadas.

Por otra parte, el problema del excesivo tamaño de la verga de Marcos fue solucionado en un sex shop, con una especie de círculo de caucho que limitaba el tamaño del pene a 23 cm. que hacían de magdalena una chica nueva. Su humor cambió y pasó de ser una virgen amargada a ser una jovial enfermera rebosante de alegría a todas horas del día.

Aún y eso, Magdalena seguía siendo virgen por el culo. Cada vez que lo intentaban era un drama y ella sufría unos dolores terribles, por lo que decidieron dejarlo por inútil. Sufría Magdalena de dolor y sufría Marcos de pena, al ver a su amada incapaz de admitir cualquier pequeña porción de polla en el culo.

Los días iban pasando, cuando un viernes por la noche invitaron a Fátima y a Steve a una de sus típicas barbacoas.

Fátima era una negrona Angoleña de 1m 80cm de altura, jugadora de voleibol que llegó de su país, fichada por un equipo de división de honor. Steve era también un tipo grandote, de igual estatura que Fátima. Era el típico Escocés pelirrojo y regentaba el gimnasio al que acudían asiduamente Marcos y Magdalena.

La historia de esta barbacoa fue doble, con sexo a 2 bandas. Voy a explicarme.

En todos los gimnasios hay vestuarios y allí es donde empezó a cuajar lo que a continuación sucedería.

El gran pene de Marcos no pasaba desapercibido a nadie. A pesar de usar pantaloncillos anchos, se notaba a la legua que allí dentro había algo terrible. Naturalmente, el cotilleo corrió como la espuma entre todo el gimnasio. Tanto es así, que Marcos y Magdalena decidieron acudir al gym por las tardes, a eso de las 4:00, que era cuando menos gente había.

En los vestuarios masculinos, el pene de Marcos era observado con curiosidad por parte de los demás hombres del gym. El único que sabía comportarse era Steve, también poseedor de una herramienta considerable.

En los vestuarios de las chicas, la extraña era Magdalena. Las demás no podían imaginarse a aquella fina criatura ensartada por un falo que debía ser gigante, a juzgar por el tamaño que exhibía Marcos en la sala de entrenamientos. La única que no decía nada era Fátima.

La rutina de ir al gym era a veces rota por asuntos inesperados. Reuniones, turnos, viajes, etc hacían que alguna vez Marcos o Magdalena tuvieran que entrenar solos.

Uno de estos días fue cuando Fátima quedó para tomar un refresco con Magdalena, al terminar la clase de aeróbic.

Conocedoras las dos de la creciente buena relación de sus respectivos, decidieron charlar sobre sus respectivas vidas y así fue como la confianza y la amistad avanzaron paralelas. Los refrescos al terminar las clases eran asiduos y la confianza era cada vez mayor.

Hasta que tocaron el tema del sexo.

Allí se confesaron las dos. Magdalena y Fátima se explicaron sus vidas.

Fátima era muy feliz con Steve, ya que era muy guapo, educado y exótico para ella, que hasta que lo conoció, solo había tenido sexo con hombres de color.

Así salió a la luz que Steve se gastaba una polla bien grandota de 20 cms, que lo que más disfrutaban era el sexo anal y que el Escocés era un prodigio del aguante, capaz de darle polla a Fátima hasta dejarla exhausta.

Cuando Magdalena expuso sus problemas con el sexo anal, su amiga le quitó hierro al asunto explicándole que en su país tuvo un noviete con la polla casi igual que la de Marcos y que le hacía un daño horrible cada vez que se la metía por el culo, pero que por el coño le entraba hasta las pelotas y eso era lo que disfrutaba al máximo. En su país se usa el sexo anal como anticonceptivo y todas las chicas están mentalizadas por su familia, ya de pequeñas, a recibir por el culo. Así también le dijo a Magdalena que las mujeres de su familia están acostumbradas a recibir pollas enormes. Cosas de la genética.

También se reunían Steve y Marcos. También salió el tema del sexo y también se lo explicaron todo. Lo de los 29 cms de Marcos, lo del limitador de caucho, el sexo anal de Steve con Fátima, etc.

Lo único que cambiaba de las charlas de los chicos es que un día salió sobre la mesa el tema del intercambio. Empezaron a valorar los pros y los contras.

A favor estaba su amistad, que cada día era mayor, estaba que Marcos nunca había conseguido metérsela toda a ninguna mujer, estaba que Steve se sentía muy atraído por desvirgar el culito de Magdalena, estaba que Fátima tuvo una relación en su país con un tipo que se calzaba un rabo como el de Marcos y que se la metía hasta por el culo y, por fin, estaba que Magdalena tenía muchas ganas de que le desvirgaran el culito.

En contra estaba el tema de cómo convencer a sus respectivas, por lo que decidieron montar una fiesta con la suficiente comida y bebida como para desinhibirse un poco y ver qué pasaba.

El cumpleaños de Steve estaba cerca y los chicos decidieron montar una fiesta íntima en casa de Marcos y Magdalena. Antes decidieron tramar que dejarían a las chicas en abstinencia sexual durante unos días, para facilitar las cosas. Así que simularon una lesión en la espalda que les impedía hacer movimientos bruscos durante una semana.

Si la cosa fue dura con Steve, con Marcos fue casi imposible. Magdalena lo perseguía por la casa e iba tachando en un calendario los días que quedaban para follar como unos descosidos. Las dos mujeres eran furiosas hembras en celo.

La "casualidad" hizo que el día del final de la prescripción de descanso, fuera el día de la fiesta. Así pues, acudieron a la fiesta de Steve, los chicos con sus huevos llenos de semen y las chicas con sus coñitos chorreantes. La noche prometía.

Para rizar el rizo, los chicos se lo montaron para ir a por hielo y aparecieron ataviados con la típica faldita Escocesa y con el torso desnudo. Las mujeres se deshacían, más aún al comprobar que iban vestidos como marca la tradición, sin ropa interior.

Fátima estaba más o menos acostumbrada a ver a Steve de esa guisa, pero para Marga era una novedad y le resultaba terriblemente erótico y provocador que debajo de la falda no hubiera nada más que la polla de su amado.

El whisky empezó a hacer su efecto y las manos de las chicas empezaron a meterse debajo de las faldas para comprobar el material. La confianza era mucha y las risas abundantes. Los chicos pusieron música tradicional Escocesa y todos empezaron a bailar bajo las instrucciones de Steve. Cuando ya no podían aguantar las risas, Marcos puso un can-can en el reproductor de cd, los chicos se cogieron de los hombros y empezaron a bailar cómicamente el can-can agarrados por los hombros y levantando las piernas al aire. Llegado ese momento, las risas de las chicas se volvieron carcajadas ya que, a cada movimiento de los chicos, éstos dejaban al descubierto sus preciosos penes, provocándoles una diversión extrema. A cada uno se le movían las 3 piernas.

Tanto cachondeo y tanto baile hizo mella en los chicos, dejándose ellos caer en las 2 tumbonas que tenían en la casa para tomar baños de sol.

Se dejaron caer abiertos de piernas. Así se podían observar las montañas que palpitaban en las entrepiernas de los 2 machos.

La primera en abalanzarse sobre su trofeo fue Fátima. Saltó como una loba arrodillándose al lado de la hamaca y levantando la falda de Steve.

Salió a la vista una polla blanca, pecosa y morcillona, que Fátima se encargó de engullir entre sus fauces. Sus ansias de polla la llevaron a desnudarse impulsivamente, sin dejar de chupar el rabo de su amado y sin preocuparse lo más mínimo de que la pudieran ver.

Marcos y Magda miraban atónitos la tremenda chupada que le estaban pegando a Steve. A Magda le encantaba la polla del pelirrojo, la encontraba atractiva y le apetecía clavársela hasta los huevos. Estaba como turbada.

A Marcos le encandilaba el cuerpo perfecto de la morenaza, su culo, sus gruesos labios, los sonidos que causaban los rechupeteos a los que estaba sometido Steve.

La morena estaba presa de una furia incontrolable y, poniéndose sobre la pecosa polla, pasó a clavársela hasta la mismísima base, haciendo sonar sus caderas al encontrarse.

De esta manera tan bestia, no pudo más y empezó a correrse dando unos tremendos saltos sacando todo el rabo de su coño y volviéndolo a meter. El "platch, platch, platch" de sus caderas chocando como una locomotora, volvía loco a cualquiera.

La modosita de Magda estaba también chorreando, nunca había visto nada igual. En cuanto se giró hacia Marcos, vio que tenía el rabo duro como una estaca y procedió a dejarlo al descubierto.

En medio de su orgasmo, Fátima alcanzó a ver el pepinazo de Marcos y gritó culminando su éxtasis. Gritó imaginándose ensartada por aquella monstruosidad.

Magda tardó un poco más que su amiga en desnudarse pero se lanzó de igual forma a comer polla, agarrando la base del tronco con la mano derecha y los cargados huevos con la izquierda. Era incapaz de tragarse semejante animal.

En cuanto tuvo ensalivado el rabo, procedió a ensartarse en él.

Estaba tan caliente que se olvidó del tope que usaban para no dañarse, por lo que tuvo que ir aguantando sus embestidas para que aquel trabuco no la perforara.

Fátima, por su parte, seguía con el "platch, platch, platch" gimiendo y gritando de placer.

Si para las chicas, estar una semana sin sexo fue duro, para ellos no lo fue menos. Tenían sus huevos cargados de espesa leche que pugnaba por salir, por lo que ambos a la vez, decidieron descabalgar a sus amazonas.

Se respiraba sexo por doquier.

Magdalena no disfrutaba porque tenía que aguantar su peso para no dejarse caer, Marcos tampoco disfrutaba porque veía sufrir a su compañera, Fátima gozaba como una perra porque se imaginaba clavada en la estaca de Marcos y Steve se estaba volviendo loco viendo moverse a Magdalena.

Apenas hizo falta una mirada entre ellas para decírselo todo.

Fátima se fue con Marcos y Magda, con Steve.

Las pollas de los machos estaban chorreantes de jugos y a ellas no les iba a costar nada empalarse en sus nuevas monturas.

Se miraron las dos, se acomodaron las trancas en la entrada de sus coños y se pusieron de acuerdo…se la iban a clavar hasta los huevos.

Marcos rechistó un poco diciendo que la iba a lastimar y que no podía ser y que

Mientras Marcos hablaba, ellas contaron… 1…2…y….3

Aquellos trabucos fueron literalmente comidos por dos hambrientos chochos. El placer fue cuádruple y todos gimieron a la vez. La que más, fue Fátima, que vio como su cuerpo engullía una bestia de tal tamaño. Estaba enloquecida, con los ojos en blanco y susurrando palabras inconexas. Se quedó inmóvil de placer.

Marcos, por su parte, pudo comprobar qué era lo que se sentía al tener "toda" su polla dentro de un coño. Era superior a todo lo que antes había sentido y no pudo más. Explotó en un brutal orgasmo y lanzó su semen a presión dentro de aquel cuerpazo moreno.

Fátima no aguantó más y cayó exhausta, presa de un orgasmo incontrolable, sobre el pecho de Marcos mientras éste la rellenaba de cuajarones de semen que escurrían por las paredes de su coño, yendo a parar sobre la hamaca.

La sensación de Magdalena no fue menos intensa, al cabalgar aquella tranca pecosa hasta su base. Se dejaba caer con furia sobre el instrumento y llegó a un orgasmo salvaje ayudado por los quejidos que su amiga profería empalada por Marcos.

Steve disfrutaba también como un camello, pero hizo gala de su aguante y conservó todo el semen en sus pelotas y la polla tiesa como un garrote.

A pesar de haber eyaculado como un burro, la polla de Marcos no bajó ni un ápice y seguía torturando el coño de la morena que, en cuanto recuperó la cordura, volvió a perderla de inmediato

La quiero en el culo!!!

Todos la oyeron pero no terminaban de creer lo que acababa de decir.

Sí…la quiero en mi culo!!!

Se levantó a duras penas y descabalgó de aquel cipote. En cuanto hubo salido, una fuente de semen empezó a surgir de su interior. Estaba rellena de crema como el más delicioso pastel.

Realmente, aquel semental estaba con el depósito lleno.

Seguirá