Magaly

Esta chica maravillosa salvo mi aburrida vida.

Con 39 años yo era mujer  amargada, llena de complejos y tabúes. Encontraba un placer morboso en ser desagradable. Yo había tenido una educación severa, como la que se daba allá por lo años de

maricastaña  y me imagino que aquello había formado mi carácter.

Me había casado a los 28 años con un hombre al que no quería pero que gozaba de una posición social aceptable para mis padres. Creo que el tampoco me quería y nuestro matrimonio se basaba en un respeto mutuo y en mantener las apariencias ya que ninguno de los aceptaba el divorcio como solución. No teníamos hijos, nuestras relaciones sexuales  habían ido desapareciendo paulatinamente. Yo no sentía ninguna necesidad de sexo, no solo me resultaba desagradable si no también doloroso. Tenía un problema de vaginítis, no lubricaba y las penetraciones eran un suplicio. Ahora pienso que aquello marco también mi carácter.

Algo vino a cambiar mi vida radicalmente y a sacarme de aquel pozo sin fondo en el me hallaba  sumida.

Necesitaba una chica para el servicio y una amiga me recomendó a la hija de la señora que trabajaba en su casa. Mi primer impulso al verla fue el decirle que se marchara, no porque fuera colombiana y mulata, si no por su aspecto. Era guapa, tenía una melena negra hasta los hombros, ojos negros almendrados, de nariz chata y de labios gruesos, sus senos eran grandes y los pezones se dibujaban perfectamente en su blusa, la cintura estrecha y las caderas anchas , su minifalda dejaba desnudos la mitad de sus muslos.

Mas parecía una chica de barra americana que una empleada de hogar. Toda ella emanaba una sensualidad arrolladora y creo que aquello fue lo que freno mi primer impulso de despedirla, me atrajo

su personalidad. Era muy educada, muy respetuosa y su forma de hablar, aquel deje sudamericano dulce y cadencioso me envolvió, Casi sin darme cuenta estabamos hablando del sueldo, días libres y demás detalles. Ella parecía encantada y feliz con los acontecimientos

Yo estaba asombrada de haberla contratado y ya los primeros días empecé a descubrir que me sentía muy cómoda con su compañía, me gustaba mirarla, ver como se movía, como hablaba.

La primera alarma sonó  enseguida

Por las mañanas debía llevarme el desayuno a la cama y tomar nota de lo que debía hacer durante la jornada.

No hace falta que estés de pie. Siéntate

No podía apartar la vista de sus muslos, ni de aquel triángulo blanco de su braga. Me puse nerviosa porque sentía una excitación desconocida.

Cuando se fue traté de encontrar una explicación sin conseguirlo.

Al día siguiente se repitió la historia con algunas diferencias. Ella se sentó de nuevo y yo volví a tener ante mis ojos aquellos muslos morenos y al final aquella braga blanca. Estoy segura de que ella se dio cuenta de mis miradas y creo que el acomodarse mejor en la silla y el empezar a abrir y cerrar los muslos con lentitud fue premeditado. El caso es que yo me estaba excitando de una forma desconocida. Notaba la excitación entre las piernas, me estaba humedeciendo. El ver los muslos y la braga de una chica colombiana a mi servicio estaba haciéndome sentir un calor nuevo.

Vete aquí ………márchate inmediatamente.

Fue un súbito ataque de furia ante aquella situación desconocida, que me rebasaba.

La pobre Magaly, así se llamaba, salió de la habitación asustada y sorprendida.

Yo seguía notando aquel calor entre las piernas, puse mi mano allí, estaba húmeda, pasé un dedo a lo largo acariciándome los labios y lo hundí en mi vagina.

Señora…..se puede.

Si, pasa

Magaly entró en la habitación

Señora he hecho algo mal……..yo no se……esta enfadada conmigo por alguna cosa

Medio llorosa, con la voz entrecortada, me miraba suplicante

No Magaly …….. perdona , ha sido un pronto. Me duele la cabeza y eso me pone de mal humor

Oh!….yo,……….. quiere que la alivie?

Antes de pudiera contestar se había sentado en le borde de la cama, había puesto sus dedos en mis sienes y me daba suaves masajes. Me relajé, pero esto duro poco mi brazo estaba pegado a su muslo  y pronto sentí el calor de su carne desnuda. Al sentarse su falda se había subido, podía ver perfectamente aquella braga blanca, ella se dio cuenta de mi mirada. Me sonrío y con aquella voz dulce medijo.

Señora….si quiere puede tocarme.

Me quedé helada, ella se había dado cuenta de lo que me pasaba antes que yo. Sin saberlo le había trasmitido un deseo que yo misma desconocía hasta aquel momento.

Tomó mi mano y la puso sobre su muslo al tiempo que se inclinaba sobre mi. Su rostro estaba a escasa distancia del mío, la punta de su lengua asomo entre sus labios humedeciéndolos y ya no me importo nada la besé al tiempo que hundía mi mano entre sus piernas. Su lengua entró en mi boca, creí enloquecer  con sus caricias, yo moví también mi lengua y ella la tomó entre sus labios.

Mi mano se movía entre sus piernas, la tela de su braga se hundía en su vulva empujada por mis dedos.

Espere Señora

Se quito la braga y se tendió a mi lado, con la falda subida hasta la cintura y los muslos abiertos, por un momento la miré extasiada. No tenía mucho pelo en el pubis y podía ver sus labios gruesos, y brillantes de humedad, la acaricie con la mano abierta. Entonces ella separó los labios con sus dedos dejando la vulva desnuda ante mis ojos. Me pareció hermosa , los colores se mezclaban, violetas, rosados, rojos, la carne palpitaba en la entrada de su vagina y yo acerque mi cabeza despacio. Su olor inundo mi nariz, era maravilloso, era fresco y pesado al mismo tiempo y yo sentí como una borrachera, hundí mi cara entre sus muslos y mi boca se lleno del sabor de sus jugos, la besé desesperada.

Señora…….despacito señora ……despacito es mas rico ……..con la lengua .    as텅así

Magaly empezó a gemir y yo empecé a disfrutar de aquella sensación maravillosa de sentir aquella carne suave, húmeda y caliente. Mi lengua subía y bajaba en largas caricias, entraba en su vagina saboreando los jugos que manaban abundantes, cuando acariciaba su clítoris sus gemidos aumentaban y yo lo lamía

excitándolo.

Ahí…..ahí ……..¡ay!……¡ay1

Empezó a mover sus caderas y apretar su vulva contra mi boca, su vientre temblaba.

Me voy………me voy ….Ah!……Ah!

Cerró los muslos apretándome la cabeza.

Ya señora……..ya ……mas no.

La miré, tenía los ojos cerrados y jadeaba, apretaba los muslos, rozándose, disfrutando de los últimos estertores del orgasmo.

Me dejé caer a su lado temblando de excitación

Señora ha sido muy rico.

Se estaba desabrochando la blusa, se quito es sujetador, sus senos grandes y duros quedaron desnudos, sus areolas eran grandes y oscuras y los pezones largos y duros. Me bajó los tirantes del camisón y lo bajo hasta quitarmelo

Es muy hermosa señora…….muy hermosa.

Ni en aquellos momentos abandonaba el tratamiento. Me beso y sentí su pechos rozando el mío, me acaricio el pecho con sus pezones, pasando sus pechos sobre los míos, bajando luego a mi vientre. Me beso los pechos y paso su lengua por mis pezones, los chupo apretándolos con los labios y lamiéndolos

y yo sentía como calambres que recorrían mi cuerpo. Notaba que mi vulva se llenaba de jugos, los note resbalando entre mis nalgas.

Magaly tomó mis piernas las puso sobre sus hombros y su cabeza se hundió entre mis muslos, contuve la respiración y cuando su lengua se metió entre los labios de mi vulva no pude evitar un grito de emoción, a partir de ahí todo fue como un sueño increíble. Creo que el orgasmo fue casi inmediato. Magaly sabía como mantenerlo en su punto exacto, su lengua iba de un lado a otra lenta o rápida haciéndolo crecer y bajar de intensidad y yo pasé a otra dimensión donde solo sentía un intenso placer que jamas me imagine que se pudiera sentir.

Este relato se lo dedico a otra bonita Magaly