Madurita y su hija
Un técnico de ordenadores se encuentra con una madre e hija calientes por igual y complacientes al máximo.
Hola lectores, os voy a contar una historia que se inició el mes de julio con el calor y que aún continua siendo maravillosa.
Os diré que soy un electrónico en una empresa de servicios y estaba haciendo guardia una tarde en el mes de julio, recibí una llamada para pasar a revisar un ordenador, como no tenía mucho trabajo me fui a revisarlo.
La dirección que tenía era de un chalet en una zona residencial de Pozuelo en Madrid, llamé al portero y me abrieron la puerta del garaje y cuando llegué a la puerta principal me esperaba una impresionante mujer, madurita, 45 años, un poco gordita, con unas tetas impresionantes, talla 120 pero al estar vestida con un pequeño bikini la hacia súper explosiva. Creo que se dio cuenta de mi asombro y se disculpó diciendo que su marido la había llamado para avisarla que pasaría a revisar el ordenador pero no me esperaba tan pronto. Por supuesto le dije que a mí no me molestaba su vestuario y ella se sonríe. Cerro la puerta y me dijo que la siguiera, entonces entendí su anterior risa, el bikini que a mí me parecía pequeño lo era aún más ya que era un tanga, tenía a menos de un metro mío un impresionante culo tapado por un hilito, mi polla no podía aguantar más y parecía que iba a reventar el pantalón.
Subimos al piso de arriba y llegamos a la habitación de la niña donde estaba el ordenador y me comentó que no se podían conectar al correo electrónico, me indicó entre risas que como hacía tanto calor ella se bajaba a la piscina indicándome que la avisara cuando terminara mi trabajo.
Me puse manos a la obra y vi que tenían roto el módem y que como no llevaba de repuesto tendría que volver otro día o llevarme el ordenador al taller.
Me asomé a la ventana para avisarla y no la vi, en cambio había una preciosa muchacha de 17 o 18 años tomando el sol en top less, se levantó de forma natural para ver qué quería y yo casi no puedo hablar, era una chica rubia, súper delgada y con unos pechos grandes respecto a su cuerpo y edad, le dije si podían subir un momento y dijo que ya subía su madre.
Esta vez la madre subió con la cintura tapada por un pareo, la indiqué el problema y que si me lo llevaba al taller lo repararíamos mejor y así quedamos.
Me fui para el taller y me puse manos a la obra, a antes lo tuviera reparado antes las volvería a ver. Una vez cambiado el módem y como todavía me quedaban 3 horas para salir me puse a cotillear con el historial de paginas visitadas de Internet, me sorprendió que la mayor cantidad de paginas eran de sexo, sobre todo relatos y fotos de chicas, pensé que la niña era bisex y me desilusioné pero también tenían fotos de buenos rabos y eso me dio una gran alegría. Como estaba tan caliente me decidí a cotillear el correo electrónico y vi que tenían una dirección principal y una oculta que por suerte estaba sin proteger, vi los correos enviados y llegó mi sorpresa, la aficionada a los contactos era la madre, todo eran cartas muy calientes a otras mujeres o parejas a las que tenía fotos adjuntas suyas unas con lencería muy provocativa y otras completamente desnuda, como estaba solo me saqué la polla y me hice un gran pajote a su salud.
Continúe revisando y encontré una carpeta llena de fotos, tenía más de 100 fotos suyas en todas las posturas y posiciones, se veía que era una señora de gran nivel social pero muy muy cachonda, con otras mujeres comiéndose todas y con algún rabo bien profundo en su chochazo.
La llamé para decirla que ya estaba listo y me dijo que se lo llevara al día siguiente sobre la 1 de la tarde. Por la noche me follé a mi mujer de una forma bestial por lo caliente que estaba pero no podía olvidar aquellos dos cuerpos, uno joven y delgado y otro maduro y gordito pero los dos impresionantes.
Al día siguiente estuve toda la mañana nervioso y esperando me dieran la ocasión de que los tres pudiéramos disfrutar de nuestros cuerpos. Como es natural estaba a la hora en punto. Se alegró mucho por la rapidez en solucionar el problema y que su hija se iba a poner muy contenta cuando llegara, más me alegré yo ya que estaba con una fina bata negra que al caminar delante se transparentaba y me dejaba ver sus deliciosas curvas, no llevaba sujetador y se apreciaban unas delicadas braguitas de encaje, al estar sola era más fácil intentar un ataque. Pasé a la habitación de la niña. Me puse a instalarlo y a pensar cómo poder follarme a la mama, a los 10 minutos me llevó un vermú con un chorrillo de ginebra, no sé si para refrescarme o para calentarme más, al estirar la mano para dármelo se la abrió la bata y por lo voluminoso de sus pechos se quedaron un poquito al aire, no pude aguantar más y salté sobre sus pechos y empecé a acariciarlos desesperadamente, ella lo deseaba porque me dijo que me veía tan tímido que pensaba que nunca la iba a atacar, la liberé de su bata y la acariciaba todo el cuerpo mientras que con mi boca chupaba sus pechos y pasaba la lengua por sus pezones hasta que se los puse muy muy duros, me encantan los pechos y estos tan grandes eran deliciosos.
Sus manos bajaron a mi pantalón para liberar mi polla, estaba a reventar y una vez liberada se agachó para metérsela en la boca, lo hizo de una forma lenta que me desesperaba, me separé y me quité la camisa y el pantalón, y volví a dirigir mi sexo a su boca, así era más cómodo pero seguía con la misma lentitud y delicadeza, tanto que cada vez que se la metía yo presionaba su cabeza hacia mí para que la llegara más profundamente y la dije que no aguantaba más y la hice parar, no me quería correr tan pronto.
La tumbé en la cama, la levanté sus piernas y empecé a acariciar sus piernas y darla besitos por sus muslos, su sexo olía a mujer, separé con los dedos su braguita y rocé su clítoris con mi lengua, ella fue ahora la que me presionó la cabeza para que la comiera toda y gritaba que se la metiera, me deseaba dentro, separé sus piernas y retiré su braguita mojada, acerqué la punta a la entrada de su cueva sin penetrarla para hacerla suplicar, mientras estaba abriendo un preservativo pero ella me agarró del culito y presionó para que se la metiera de un golpe, empecé a bombear y a los pocos envites los dos explotamos en un fenomenal orgasmo. Luego me comentó que usaba Diu y estaba tranquila. Quedamos tumbados unos 10 minutos mientras le comentaba que había visto sus fotos y que había pasado toda la noche pensando en ella. Me dio un beso y me dijo que me acordaría muchas noches de ella.
Me levanté para vestirme y ella me dijo que sólo me pusiera el slip para estar iguales ya que ella sólo se pondría las braguitas. Continué conectando el equipo y ella me dijo que iba a hacer la comida y me invitaba a comer, me preguntó qué deseaba y la dije que a ella, a mí ya me tienes pero tendrás que recuperar fuerzas y se marchó.
Acabé enseguida coloqué todo y bajé, la encontré en la cocina de espaldas y me coloqué detrás de ella, mis manos en sus pechos y mi sexo presionando sobre su culo hicieron que pronto estuviera dispuesto a otra fiesta, ella me dijo que estaba muy caliente y que mejor me diera un baño en la piscina, le dije que no tenía bañador y riéndose dijo que no lo necesitaba, que nadie nos podía ver desde la calle.
Me quité el slip y me tiré a la piscina, el agua estaba deliciosa y estaba muy a gusto, llegaba 20 minutos sólo cuando apareció en el jardín Gema, la niña, intenté disimular venía a bañarse sólo con su tanguita y sus pequeños pechos al aire, me llevé una gran alegría de verla tan radiante pero me preocupaba que se diera cuenta que estaba completamente desnudo, al llegar al borde de la piscina se tiró de cabeza y buceando llegó a mi lado y me dio un par de chupaditas en mi sexo, luego sacó la cabeza y nos fundimos en un apasionado beso y caricias que volvieron hacer que mi miembro se pusiera en marcha otra vez, lo cogió con la mano y comentó que su mamá la había contado que no la tenía muy grande ( 16 cm.) Pero que la había dado mucho placer y esperaba que me portara bien con ella.
María nos llamó para comer y cuando salía del agua me dijo que la daba mucha alegría verme siempre empalmado y que si eso era habitual, la di un fuerte beso y presionándola hacia mí para que notara mi dureza y le dije que con dos mujeres tan hermosas es imposible mantenerse normal.
Estuvimos comiendo, bebiendo cava y estuvimos hablando de las fotos que había visto en su ordenador, María dijo que era una enamorada de la fotografía y tenía muchas más en papel, me enseño un álbum muy completo en el que estaba en las poses más excitantes y sensuales, estábamos sentado en el sofá, cada una a mi lado mientras que Gema jugaba con mi miembro, en esto llegamos a una foto en la que se mostraba un primer plano de un chochete jovencito completamente depilado, mire fijamente a la cara de la niña y la pregunté si era el suyo, nos fundimos en un apasionado beso y me dijo que ahora era el mío, la dije a la mamá que disculpara que iba a ver mis propiedades, me arrodillé y retiré el pequeño tanga que la cubría, ante mí quedó un delicioso sexo rasurado, acerqué mi lengua y empecé a lamer todo su chochete y mordisqueaba con delicadeza su clítoris mientras ella gemía de placer y la madre se apoderaba de mi verga y se la metía en la boca y empezaba a hacerme una fenomenal mamada, Gema se retorcía de placer y gritaba que se la metiera que no aguantaba más, no podía dejar pasar esta oportunidad, hacía muchos años que no me follaba una chica de 18 años, hice que se tumbara en el sofá, hice que levantara una pierna hacia arriba y María me colocó un preservativo y apuntó mi sexo a la caliente entrada de su hija, al sentir que estaba colocada sólo tuve que apretar suavemente para que la entrada toda, empecé un rico vaivén mientras su madre la apoyaba su sexo en la boca para que la comiera, no pudimos aguantar mucho, la mama se corrió en la coca de su hija, la hija tubo un fenomenal orgasmo. Yo fui capaz de aguantar y pedí a la madre que se inclinara en el sofá y me dispuse a insertársela por el culo, me decía que tuviera cuidado que aún era virgen por ese agujero y mandó a Gema a buscar un poco de vaselina, mientras llegaba el lubricante me retiré el preservativo y rozaba con mi punta alternativamente el culito y en chochete, como estaba tan caliente y no aguantaba más se la inserté de un golpe en su sexo, y me agitaba rápidamente hasta que llené su interior con mis calientes jugos. Cuando llegó Gema nos regañó por habérselo perdido y dijo que no se volviera a repetir.
El marido no llegaba hasta las 9 de la noche con lo que teníamos 4 horas para disfrutar, decidimos ir a tomar un baño a la piscina y relajarnos, María salió de la piscina y se tumbó al sol, a los pocos minutos me llamó para que la aplicara un poquito de bronceador, estaba de espaldas y me senté en su culo mientras la aplicaba la crema con un ligero masaje, como uno es como es con los toqueteos me empecé a poner cachondo y el rabillo se empezó a colocar entre sus nalgas y fue subiendo la temperatura. Le dije que se diera la vuelta y empecé a dedicarme a sus pechos, pero en vez de aplicarlos crema, los empecé a besar, pasar mi lengua por sus duros y grandes pezones y mordisqueándolos con delicadeza, llevaba 10 minutos con sus pechos cuando Gema salió del agua y se dedicó a acariciar el chochete de su madre, le pasaba la lengua y María empezaba a dar grandes jadeos, no dijo que parásemos que algún vecino nos podía escuchar y nos dirigimos a su habitación.
María y yo nos íbamos acariciando y morreando en el camino debido a la gran excitación, la acariciaba sus enormes tetas y al llegar a la cama me empujó y se lanzó a chuparme mi pene, fue una fenomenal mamada mientras que Gema se colocaba a horcajadas para que la comiera otra vez su depilado sexo, a la vez que metía un dedo por el culazo de su madre, las dije me iba a correr y Gema dijo a su mama que se colocara a 4 patas, la untó la vaselina y guió mi polla hasta la entrada del gran culo de María, empecé a apretar suavecito, se quejaba que la dolía un poco y decidí empujar de golpe, dio un pequeño chillido mezcla de dolor y placer, se la había metido toda y me decía que era maravilloso y que me moviera rápido, si lo hice hasta que descargué todos mis jugos en su culito a la vez que ella tenía un espectacular orgasmo, caímos rendidos pero la niña tenia ganas y me dijo que tenía preparada la bañera y nos dirigimos a ella, era una de esas redondas de hidromasaje, nos metimos los dos y empezó a jugar otra vez con mi rabillo, la pedí un descanso pero me dijo que primero la llenara y luego me darían unos días de descanso, con los toqueteos me volví a poner bruto rápidamente y ella se sentó a horcajadas y empezó a moverse con un ritmo desenfrenado que la hizo correrse rápidamente pero en vez de detenerse continuamos besándonos y acariciando nuestros cuerpos hasta que nos fundimos en un sensacional orgasmo.
Ahora están de vacaciones pero espero repetir la visita a su vuelta, ya os contaré. Espero vuestros comentarios. Lamedor@telepolis.com