Madura viuda
Los primeros encuentros con un hombre que me ha hecho volver a vivir.
Soy una mujer madura que ha estado felizmente casada durante más de 25 años y que una terrible enfermedad alejo a mi esposo de mi dejándome sin el compañero que durante todo este tiempo me hizo sentir la mujer mas feliz de la tierra.
Pero ahora viuda y sola he tenido que buscarme un aliciente para soportar la situación y después de un tiempo de dolorosa angustia y soledad, un buen día decidí poner un anuncio en una sección de contactos y aquí comenzó mi nueva vida que ahora paso a relatar.
El hombre que tuve la buenísima suerte de conocer a través de dicha sección de anuncios es un ser maravilloso, algo mas joven que yo y con el que decidí tener una primer encuentro en un centro comercial. Allí nos conocimos y como es de suponer yo estaba muy nerviosa pues era mi primer contacto con alguien después de muchos años de matrimonio y realmente no sabia que hacer ni como saldría la cosa, ni tan siquiera a que me enfrentaba, lo que si sabia es que necesitaba estar con un hombre pero con un hombre de verdad.
Aquel día no ocurrió nada o mejor dicho ocurrió mucho pues nos caímos muy bien y quedamos para el día siguiente.
Hasta yo misma me sorprendí de mi actitud tan decida y quedamos en un hotel próximo a nuestros domicilios.
Yo me volví a mi casa pletórica con una alegría y una euforia interior que no podía disimular, pase las horas del día siguiente en una especie de nube y totalmente fuera de mi, cosa que no pasó desapercibida en mi trabajo por lo que alguna compañera se atrevió hacerme algún comentario mas o menos subido de tono, pero que realmente no me importo, así como digo transcurrió la mañana y llego la hora de nuestro encuentro nos dirigimos al citado hotel donde tuvimos una sesión de sexo de antología, que ahora paso a relatar.
A mi me costo un poco de trabajo el acercarme a este hombre totalmente desconocido para mi, pero eran tantas mis ganas de hombre que en el momento que me dio el primer beso todo discurrió como una catarata de acontecimientos, me deje llevar de su experiencia y sus buenos modos y teniendo en cuanta que yo hacia mucho tiempo que no había tenido sexo y lo necesitaba de verdad, pues soy una mujer muy ardiente al encontrarme delante de aquel hombre notar la tremenda erección que se le apreciaba debajo de su pantalón y que hacia vislumbrar una tremenda polla, sucumbí a mis deseos y por supuesto a los suyos.
He de decir que nunca había tenido tan cerca una polla de esas dimensiones tanto en groso como en largura, a mi me parecía un arma fabulosa y solo de verla había pasado de estar empapada a haber corrido debido fundamentalmente al el deseo que ardía dentro de mi, a los pocos segundos me atrevía a tocarla y palparla y comprobé que era una muy buena herramienta la que me iba a poseer en muy breve plazo. Cuando en pocos minutos y casi sin juegos previos, pude comprobar lo bien que me follaba y la enorme resistencia y lo bien que sabia utilizarla, las veces que me hizo llegar a orgasmos que tanto tiempo hacia que no tenia, pude corroborar que era buena, mejor dicho buenísima la polla que este hombre poseía. Realmente fue una tarde memorable, me follo en todas las posiciones posibles, se la mame, como a mi me gusta es decir saboreando todo su tamaño, me comió bien comido el coño y se corrió dos veces dentro de mi coño, fue maravilloso, yo estaba disfrutando de cada caricia y de cada beso y momento hasta que llego la hora de marcharnos, que por supuesto yo quise alargar lo mas posible pero llegó sin remisión, fue una tarde inolvidable que deseaba volver a repetir cuanto antes.
A los pocos días volvimos a quedar y me contó lo que yo ya me imaginaba que estaba casado, pero añadió el pero de todos los casados, que su matrimonio no iba bien, que su mujer era bastante reacia a mantener relaciones sexuales y un largo etcétera que yo escuche pero que realmente no me afectaban si el estaba allí era porque que quería estar conmigo y eso era lo único que a mi me importaba, así que volvimos a tener otra tarde maravillosa de sexo, fueron cuatro horas de sexo puro y duro, follamos y follamos me lleno todos mis agujeros, yo jamás había estado tan satisfecha y jamás había disfrutado tanto con un hombre me hizo sentir extraordinariamente bien, me hacia florecer y rejuvenecer cada polvo que el me iba echando era como quitarme años y hacerme sentir eufórica.
Cada encuentro es distinto cada tarde es maravillosa y en esta ocasión le dije que quería que se corriese en mi boca y a el se le nublaron los sentidos pues pienso que pocas veces le había sucedido, pero como a mi me gusta mucho, lo disfruto y además se lo que es para un hombre una buena mamada el termino en mi boca, fue maravilloso.
La siguiente vez que quedamos me dijo que fuera sin bragas pues quería que yo llegase ardiendo a nuestra cita, este seria un aliciente mas para nuestro encuentro, yo no estaba muy decida, pero le hice caso, me puse una falda algo corta para darle mas morbo a la situación y así casi decidida salí de mi casa para encontrarme con el.
Al entrar en el coche y notar mi desnudez me puse muy caliente, puedo decir que iba fuera de mi, fui conduciendo mas abierta de piernas de lo habitual, haciendo a la vez que la falda se subiese bastante y con la extraña sensación de querer que me viesen de exhibirme pero a la vez de ocultarme, era una extraña sensación que casi me hace llegar a un orgasmo. Habíamos quedado en un centro comercial y según llegue al aparcamiento tenia toda la sensación de que todo el mundo sabia que no llevaba las bragas y casi no salgo del coche aunque a decir verdad pudo mas mi calentura que todo lo demás, a los pocos minutos nos encontramos, me beso y yo le indique que venia sin bragas, me toco por encima de la falda, allí mismo le note como se le inflamaba el pene y las ganas que tenia de follarme y si hubiese podido lo habría hecho allí mismo. Sin perdida de tiempo cogimos su coche y nos fuimos para el hotel, donde íbamos a pasar una tarde memorable, nada más subir al coche me dijo que me abriese de piernas y comenzó a masturbarme hasta que a los pocos minutos consiguió que me corriese, durante estos movimientos yo notaba como adelantaba o dejaba adelantar a los otros coches para que los demás conductores notasen o se imaginasen lo que estaba sucediendo, no le dije nada a el pero veía como miraba de reojo a los otros conductores y a la vez como me miraba a mi, he de decir que el llevaba una tremenda erección y que le faltó bien poco para correrse en el coche antes de llegar pues yo también le iba acariciando y dándole las alegrías que el se merece.
Así llegamos a la habitación, que alegría volver a encontrarnos entre aquellas paredes, rápidamente nos desnudamos y comenzamos una tarde de autentica locura, tuve los orgasmos mas profundos que nunca había tenido, fui follada por todos mis agujeros y quede totalmente satisfecha, el se corrió dos veces y después de mas de cinco horas follando como locos, nos tuvimos que despedir, fue una tarde inolvidable, de corridas por ambas partes y de satisfacción para ambos. Han seguido muchos encuentros, hemos ido a clubes de intercambio y hemos tenido un amago de trío que no ha fructificado pero que pronto lo hará, pero es cuestión de otro relato.