Madura Rondeña

Cuarentona Rondeña.

Hola a todos, lo único que cambiare en este relato son los nombre, por motivos obvios como todos entenderéis.

Mis relatos se basan en mis historias personales y lo contare con el morbo y el cariño que les tengo a cada una de ellas.

Ella una hermosa mujer del sur de España media melena ondulada ojos negros entorno a la cuarentena y con un cuerpo precioso y de escándalo, unas tetas un poco caída por el paso de los años pero apenas visible y que le hace tener un punto morboso si cabe más aun en su figura, abdomen plano culito prieto del deporte en el gym y sin ser una mujer fitnes se puede decir que es una Milf en toda regla, labios carnosos y una lengua de infarto que luego pasare a describir porque lo sé con tanto detalle.

Yo un tipo normal, quizás un poco más alto de lo normal 1.93 ni gordo ni flaco, lo que se dice un tipo del montón, con respecto a lo que creo que sí puedo tener ventaja es al desparpajo y el descaro de mi forma de ser, sin llegar a ser un chulo he descubierto que a muchas mujeres se les gana por tener ese toque de frescura y morbo que hacen que salten ciertas situaciones y con respecto a mis atributos solo diré que puedo estar contento sin ser esos mitos aquí leídos en muchos relatos de Pollas enormes que no pueden coger con dos manos jajajajaja.

Todo empezó en un chat conocido, al cual no daré alusión ninguna, sin buscar nada simplemente conocer gente y ampliar conexiones de un pasatiempo que siempre me ha gustado, como es viajar. Cuando viajas la mejor forma de conocer el sitio es con alguien de la zona, así que como tenía una visita preparada a un pueblecito de la provincia de Málaga llamado Ronda, me metí a buscar info de gente del lugar.

Ahí fui cuando tras hablar con unos y con otros encontré a un par de mujeres con los que tuvimos unas charlas muy amenas.

De esas dos mujeres en los días posteriores fuimos entablando más “amistad” hasta el punto de intercambiar los teléfonos y seguir el contacto por washsapt.

Me entere que era casada con un marido que desde hacía años no la tocaba más allá que el típico polvo a la semanas y a dormir y con dos niños mayores, las conversaciones fueron subiendo de tonos y en la primera foto que conseguí que me mandara una noche a altas horas me sorprendía de una manera increíble.

con la cara tapada por el pelo, en lencería blanca sobre unas zapato de tacón, vi un cuerpo precioso al que solo se me apetecía hacerle travesuras. Mi mente empezó a volar y le propuse un pequeño juego aprovechando el calor que aparecía en el verano.

Ella me conto que tenía un pequeño cuarto donde tenía el ordenador y entre confesiones me dijo que tenía un pequeño vibrador que siempre lleva en su monedero del tamaño de un lápiz de labio y que no se atreve a guardar en otro sitio por miedo a que lo encuentren en su casa.

Le insistí una de las noches que fuera hasta la cocina y pillara un vaso con dos trozos de hielos y el pequeño vibrador, le pedi que mientras hablara conmigo pusiera el vibrador en baja intensidad y lo tuviera metido dentro de la braguita de encajes negro que me comento que tenia puesta, y que pusiera el teléfono con la cámara apuntando a su pecho, en el que me encontré dos pezones negros y grandes de aureola media, muy duros, ella no dejo de ver toda su cara, solamente la parte inferior de sus labios y yo me puse los cascos para poder hablar susurrándole mientras ella me escuchaba, le pedí que me contara una fantasía suya y que al mismo tiempo fuera haciendo las instrucciones que le decía.

Comenzó a contarme que el entrar en el chat le había abierto puertas que antes no sabía que existan y que tenía la fantasía de conocer a alguien como hizo conmigo y llegar a cumplir la fantasía de follar con otro hombre que no fuera su marido.

En ese momento tuve claro que lo primero que tenía que tener claro era que si quería fallármela de verdad (ya que de hacerlo online a hacerlo en real dista mucho) era conseguir follarme su mente, hacerla desearlo, tenerla caliente todo el día y que al final ella fuera la que buscara la excusa para poder culminarlo.

Le comencé a contar que cerrara los ojos mientras imagina que estoy de visita en su pueblo donde todo el mundo la conoce, por mi edad mucho más joven que ella la gente podría pensar que soy un sobrino o un amigo de su hijo mayor recién independizado.

Le comente de hacer una visita turística por su propio pueblo con una única condición , el no llevar ropa interior en la parte de abajo, ni bragas ni tangas o en el caso de llevarla se las arrancaría de manera salvaje y me las quedaría de recuerdo, comentamos de visitar la plaza de toro de este hermoso pueblo, en el que en la cola empezaría a rozar su culo en público sin que nadie se diera cuenta, que pasaríamos por las gradas mientras mis manos la sujeta de la cintura y roza los dedos contra sus pechos, de entrar en la parte de caballerizas y hacer que miras los caballos mientras mi mano se deslizan por su falda y mis dedos se cuelan en su coñito húmedo, y ella ha de aguantar el no perder la compostura frente a los demás turistas, al mismo tiempo que le comente todo esto le hice pasarse uno de los hielos por uno de sus pezones, lentamente desde su cuello hasta el pezón izquierdo y mantenerlo durante 5 segundos para que empezara a notar el dolor del frio, luego le hacía pasárselos al otro y por ultimo chuparlos para recoger el líquido que se suelta producido del calor corporal.

Mientras le continuaba diciendo como nos sentaríamos a almorzar en alguna terraza en la que ella daría la espalda a la terraza de manera que solo me viera a mí y poder ver como lentamente se levanta la falda y puedo acercarme a ella para hablar y disimulada mente acariciar su coñito y ver la cara de zorrita que pone sin poder gemir hasta hacerla correrse en mi mano mientras disimula todo lo que pueda, llegado a este punto le pregunte como estaba.

Ella: muy muy cachonda, estoy a punto de correrme

Yo: Pues ahora quiero que pongas más marcha en el consolador y lo introduzcas un poco más sin moverlo una vez este dentro.

Solo escuche un gemido como respuesta y quise que enfocara para verlo, lo que vi fue que tenía la silla mojada de la excitación, me confeso que le estaba encantando ser “controlada” y ese punto de sumisión le volvía loca, me confirmo lo que ya sabía que era que le gustaba jugar duro y utilizar palabras como puta o sumisa pero que su marido no ha querido nunca ser así con ella. En ese momento me vine arriba y le solté:

Yo: Ahora eres mi sumisa y vas a hacer lo que te diga para buscar correrte como la buena putita que eres.

Quiero que imagines como preguntas donde está el baño y entras al mismo esperando que no tengas a nadie más dentro, luego me mandaras una foto de tus tetas y me indicaras cuando no hay dentro nadie.

Obedecerás y una vez estés sola entrare y sin decirte nada quiero que me hagas la mejor mamada que has hecho en tu vida hasta hacerme correr y no se te ocurra quitarte o tendré que castigarte.

El solo imaginar eso empezar a gemir más fuerte y a decir que le encantaría hacerlo y chuparme entero.

Le dije que estaba entrando y que empezara a masturbarse más fuerte, esto hizo que sus gemidos fueran bastante más sonoros y cuando le empecé a decir que justo antes de correrme la pondría de pie contra la puerta y le ensartaría mi polla hasta el fondo sin ningún tipo de miramiento ni preservativo, la escuche como empezó a correrse y mientras por teléfono le decía lo puta que era me confeso que no pudo contenerse, que entre el consolador los hielos y el relato se había corrido sin poder evitarlo al ver en este último momento como tenía la polla en la pantalla y estaba masturbándome para ella.

Llegado a este punto sabía que querría como mínimo repetir la experiencia y lo que fue mucho mejor fue cuando conseguí quedar con ella.

Si os ha gustado subiré la siguiente parte.

Un Saludo a toda la comunidad de todorealtos.