Madura Bisexual (2)
Concluye la historia: luego de que María y mi amiga Jose pasarán una tarde muy caliente, nos encontramos los tres para cenar
Hola a todos y todas! Perdón la demora en terminar el relato. Cómo siempre, agradezco sus comentarios, valoraciones y mails. Me ayudan y alientan a seguir escribiendo mis historias
Jose (20 años) se fue a bañar y me puse a preparar la cena. Fui a comprar unas botellas de vino y cuando regresé ahí estaba ella con su cuerpo húmedo y su sonrisa perfecta fumando un cigarrillo, escuchando música y paseándose por el departamento con su ropa interior roja. Con una tanguita de encaje que se metía en su hermosa cola. Estaba en la suya y me fui a bañar antes de preparar la comida. Estaba caliente pero no me quería pajear. Quería esperar a como se desarrollara la noche con María (47 años) y ver si tenía una oportunidad. Al salir me vestí y perfume y Jose no pude evitar uno de sus comentarios..."mejor perfumado, a lo mejor tenés alguna chance. Quedate tranquilo que voy a intentar que María coja con los dos. Tengo ganas de pija". Y se reía. Siempre me descolocaba con su naturalidad para decir lo que pensaba o deseaba.
Mientras cocinaba, Jose salió de su cuarto y estaba de infarto con un vestido negro y apretado que dejaba ver bien su hermosa silueta y resaltaba su hermosa cola. El vestido era muy corto, terminaba justo por debajo de su cola. Estaba maquillada y con unos zapatos negros con tacos. Al rato llego María que no se quedaba atrás. Vestía unos shorts negros que dejaban al descubiertos sus grandes muslos bronceados y arriba una remera escotada y apretada dejando ver sus grandes senos que luchaban para salir. Estaba tan provocativa que creo que intimido a la misma Jose. Evidentemente María quería calentar a mi amiga y esa noche quería seguir disfrutando con esa belleza.
A María se la veía más suelta con Jose. Conmigo estaba un poco cortante. No sé si porque me quería sacar del medio o porque le avergonzaba que yo supiera lo que había pasado entre ellas. Sin embargo empezamos a beber vino y todos nos relajamos.un poco. Luego comimos y seguimos bebiendo y charlando. Los tres estábamos alegres por el alcohol y Jose como siempre tomó la iniciativa poniendo música e invitando a María a bailar. Yo las admiraba y no daba más del deseo de poder pasar un rato junto a ellas. María tenía una mano en la cintura de mi amiga que sin vacilar rodeo con sus brazos el cuello de la madura y puso su rostro frente al de ella. Con su boca a centímetros de distancia. La miraba fijo y le sonreía. Se notaba que María estaba incomoda pero tampoco quería moverse de ahí. Hasta que se animó y la besó. Jose recibió con gusto su boca y se empezaron a besar suavemente paradas en medio de la sala del departamento. La música seguía sonando y la luz era tenue. Se notaba que María no sabía muy bien como seguir pero para algo está Jose que puso las manos de la madura en su cola y luego hizo lo mismo con ella. No paraban de besarse y las caricias empezaron a recorrer sus cuerpos. Pero mi amiga interrumpió la función para irse al baño. Algo había pasado para que hiciera eso. María bajó la mirada y no sabía muy bien que hacer y fue a servirse más vino. Quería evitar conversar conmigo. Encima Jose se demoró un poco. Al salir, María la reemplazo con urgencia. Se había puesto incómoda. Le pregunté a Jose si sucedía algo y me dijo que no, pero si seguían besándose yo iba a quedar afuera. Que bailemos nosotros y cuando salga del baño seguimos bailando los tres.
Cuando María salió seguía sin saber que hacer pero eso lo resolvía Jose, fue en su búsqueda con una sonrisa..."vení hermosa, sigamos bailando", la agarró de la mano y la acercó a dónde estaba yo. A los minutos la besó y la madura estaba un poco seria pero respondió al beso. Jose no me soltaba la mano y luego de besarla me besó a mi sin soltar la mano de María. Luego volvió sobre ella y con su mano me acercó para estar más juntos los tres. Se separó de sus labios y la guió para que me besara a mi. Estaba un poco inseguro pero nos empezamos a besar de manera suave y nuestros cuerpos se empezaron a juntar. Esa madura me volvía loco pero iba despacio. Separamos nuestros labios y Jose nos guió al sillón y quedó María sentada en el medio. Yo seguía besándola y mi amiga le besaba el cuello y pasaba su lengua por la oreja haciendo que la madura emita leves gemidos. De a poco fue bajando con su boca hasta llegar a sus pechos. Interrumpió nuestro beso para sacarle la remera a la madura y luego le sacó el corpiño liberando esas terribles tetas. Sin prisa pero sin pausa Jose se arrojó a besar y lamer esas tetas y me invitó a que haga lo mismo. Ahí estábamos en el sillón con María en el medio de nosotros besando, acariciando y chupando sus tetas. En ese momento siento que mi amiga me agarra de la mano y la guía a la entrepierna de la madura y junto con su mano acariciábamos sus muslos y su entrepierna por encima de los shorts. Se la sentía caliente y húmeda y sus gemidos seguían siendo suaves pero iban en aumento.
Yo estaba muy caliente pero dejaba que mi amiga fuera la que dirigiera la situación. Me tomó de la mano y me invitó a pararme frente a ellas y desprendió mi pantalón y me los bajó junto al boxer hasta las rodillas liberando mi pija que estaba muy dura y parada. No es la gran cosa con un tamaño de 17 cm pero es gruesa con una cabeza grande. Jose me la agarró e invitó a María para que me la chupe. Lo hizo con gusto y se la notaba mucho más suelta y caliente. Ya no había marcha atrás. Jose se la daba para chupar y después hacia lo propio mientras alternaban con besos entre ellas. Las dos estaban muy calientes y veía como la madura llevaba una mano al interior del vestido de mi amiga que abría sus piernas para facilitarle las caricias. Jose de repente soltó mi pija, se levantó el vestido hasta la cintura y se sacó su tanga roja y abrió sus piernas recostando su cuerpo sobre el sillón, invitandonos a saborear su conchita. Ahí estaba su manjar a la vista y María no perdió el tiempo. También dejo mi pija y se arrodilló entre sus piernas y hundió su cabeza generando más gemidos en mi amiga que acariciaba la cabeza de la madura balbuceando un "chupame la conchita, me encanta como lo haces". Yo me terminé de sacar la ropa y me senté al lado de Jose terminando de sacar su vestido y besando sus cuello, hombros y esas tetas adolescentes con sus pezones rozados que tanto me calentaban. Su respiración se aceleró y sus gemidos crecieron y se transformaron en gritos hasta que acabó en un orgasmo. María se incorporó y se sentó del otro lado y entre los dos recorrimos con besos el cuerpo de Jose mientras seguía disfrutando de los últimos espasmos de su orgasmo.
Luego de unos minutos de besos y caricias agarró de la mano a la madura y se paró junto a ella besándola apasionadamente. Ésta que estaba muy caliente la agarró de su cola y la apretaba. Yo me masturbaba viéndolas. Me ponía mucho el cuerpo de Jose desnudo y vestida sólo con sus tacos abrazada a esa madura matándose a besos. Pero esa situación no iba a durar mucho. Le bajó los shorts que cayeron a sus tobillos y María quedó sólo con una tanga negra de encaje que se perdía en su culazo que era masajeado por Jose. Al rato se arrodilló quedando su cara frente a la entrepierna de la madura y le bajó la tanga. A Jose le sorprendió que la madura se había rasurado toda su conchita para la ocasión y exclamó un "uy bebe, que linda que está. Gracias por la sorpresa, te la voy a comer toda"...pero antes de iniciar su mamada me miró y me hizo señas para que me uniera. Sin pensarlo fui a dónde estaban ellas y me arrodillé a las espaldas de la madura. Mientras Jose le chupaba la concha, yo le abría sus nalgas y chupaba y lamía su culazo. Los dos arrodillados a sus pies hizo que María no aguantara mucho y comenzó a mover con fuerza sus caderas y flexionar sus piernas mientras apretaba con fuerza nuestros rostros contra su cuerpo, acabando a los gritos y soltando abundantes jugos que caían por sus piernas hasta el piso. Fue largo e intenso el orgasmo de María que se fue a recostar al sillón y Jose la acompaño pero para seguir la marcha. Se arrodilló parando su cola y apoyando su cabeza en la falda de la madura me invitó a que la penetre. Yo estaba muy caliente sin acabar aún y busqué un preservativo en mi pantalón y empecé a coger a Jose con buen ritmo durante unos minutos y luego cambiamos sentándome en una silla y Jose cabalgandome. Me encantaba esa posición porque podía besarle sus tetitas y tocar su hermosa cola. Ambos empezamos a acelerar nuestro ritmo hasta terminar juntos casi al mismo tiempo. María nos observaba y se hizo un silencio hasta que Jose se levantó y fue por cervezas a la heladera y nos invitó a ir a su habitación.
Los tres nos sentamos en la cama y conversamos y seguimos bebiendo pero María no sacaba sus ojos del cuerpo de Jose, acariciaba su espalda y sus piernas. Quería seguir disfrutando de mi amiga pero ella siempre tiene otros planes, no le gusta lo monótono ni siquiera en un trío. Nos dijo que quería jugar un poco con algunos de sus juguetitos y ninguno se puede resistir a las pretensiones de Jose. Buscó en el placard una caja donde había de todo un poco. Le pidió a María que se pusiera en cuatro y comenzó a jugar con su cola. Hundía su cara entre esas dos grandes nalgas y chupaba a su gusto. Luego introdujo un dedo que alteró un poco a la madura. "por ahí no dijo"...pero es difícil decirle que no a Jose. De todos modos ésta le acariciaba sus nalgas y su espalda pidiéndole que se relaje. Que le va a gustar mucho, que para disfrutar en el sexo hay que ir rompiendo los prejuicios, que hasta esa tarde nunca había probado una conchita y ahora se moría por la suya. Mientras le iba diciendo estás cosas acariciaba la superficie de su concha y María empezaba a gemir. La siguió tocando mientras volvió a meter un dedo en su cola esta vez sin resistencias. Sus gemidos aumentaron y metió otro dedo. La madura estaba nuevamente rendida y Jose aprovechó para introducirle un plug anal. Le dijo "te lo voy a meter de apoco y te lo voy a dejar puesto así tu cola se acostumbra. Relajame bien la cola así lo disfrutas". María no daba más de calentura al igual que yo que las estaba observando. De a poco Jose fue metiendo el juguete de unos 12 cm pero con una base bastante ancha que costó que entre. María gemía y por fin el juguete entro y quedó atrapado en su cola. "Te queda hermoso" le dijo. "Y como premio te voy chupar esa conchita". Dejó a la madura en cuatro con el juguete en la cola, puso su cara debajo de su concha acostada boca arriba en la cama y la empezó a chupar. La madura estaba muy caliente y se sentó sobre su cara moviendo su pelvis. Jose la agarraba de su culazo y yo aproveché para comerle la conchita a mi amiga y fui bien recibido. María acabo nuevamente a chorros y gritos de placer pero quería seguir. Mi amiga salió de su concha y me pidió que me acueste boca arriba y le dijo a María "cogetelo". La madura, sin sacarse el juguete de su cola se subió arriba mío y me empezó a cabalgar. Por fin podía coger a semejante mujer. Se metió mi pija sin dificultades y empezó a moverse y besarme mientras que yo la agarraba de su culo y tocaba sus tetazas. Jose se fue detrás de ella y la frenó para sacarle de a poco el plug. Ella emitió un tímido "no lo saques", que generó la risa de mi amiga. "Tranquila hermosa, ahora viene algo mejor". María seguía quieta con mi pija dentro de su concha y Jose le empezó a introducir un consolador bastante grande, de 20 cm o un poquito más. Una pija de goma color carne bastante gruesa. La madura suspiró y se acomodó para que entrar. Retomó su cabalgata mientras que Jose empezaba un mete saca con su mano. El juguete entraba y salía de la cola de la madura mientras cabalgaba encima de mi pija y se la notaba muy muy caliente, volviendo a acabar a los minutos, empapando mis piernas y mi entrepierna con sus jugos.
Cayó rendida sobre mi cuerpo mientras que Jose le sacaba de a poco el juguete. La madura salió de encima mío y se recostó a mi lado pero mi amiga no la iba a dejar descansar. Vino rápido a cabalgarme pero se quedó quieta y se mojó la cola con su saliva. Sacó otro consolador de la caja un poco más corto pero igual de grueso y se lo fue introduciendo en su colita. Y le pidió a María que hiciera lo mismo. Sin demorar la madura ayudo a introducirle el juguete y Jose me empezó a cabalgar. Era demasiada mi calentura pero no quería acabar dejando a Jose en el medio. Esperé hasta que su ritmo aumento, su calentura era cada vez más grande y le pedía a María que le meta más fuerte, que le abra toda la colita y con un grito empezó a tensionar su cuerpo y gemía mientras frotaba con su mano su clítoris. El orgasmo de ella no hizo más que precipitar el mío llenando mi forro nuevamente al interior de su conchita.
Estábamos transpirados y agitados. Jose estaba sonriente por su orgasmo y María seguía caliente. Mi amiga después de descansar unos minutos la agarró de la mano y la llevó al baño. Se fueron a duchar juntas. Yo me abrí una cerveza y me fui a mi habitación a fumar un cigarrillo. Sabía que mi participación esa noche había terminado pero estaba más que feliz. Las aventuras con Jose siempre son placenteras si uno le sigue su juego. A lo minutos se escuchaban gemidos de María desde el baño. Luego salieron y se fueron para su habitación donde continuaron su noche de placer. Yo me dormí plácidamente. Me desperté como a las 10am y ellas seguían durmiendo. Me fui a la playa a disfrutar del hermoso día que hacia. Los días que siguieron la pasábamos los tres juntos. Pero nunca más volvimos a repetir un trío. María había descubierto su bisexualidad y estuvo con Jose todos los días. Yo también tuve mis aventuras y con Jose volvimos a coger sólo el último día y de regreso a la ciudad. Por más que no se volviese a repetir, estaba agradecido a Jose por esa noche junto a María que si no fuera por ella no hubiese tenido chance de disfrutar de su cuerpo...