Madre puritana, hijo calentón

Un chaval piensa lascivamente en su madre criada por monjas

Me llamo Luis, vivo con mi padre y mi madre que todavía siguen casados pero no se porque ya que no se llevan nada bien, ya ni follan, ni duermen juntos ni nada, hasta se hablan lo justo y necesario. Soy un adolescente de 16 años, un tanto tímido con la gente que no conozco, la verdad es que puedo resultar algo antisocial para algunos, porque me relaciono con amigos lo justo y necesario no soy de salir de fiesta, me gusta mas quedarme en casa y jugar con mi videoconsola, hablar con mis ciber-amigos, navegar con el pc o ver la tele.

Hasta ahí todo “normal” pero es que tengo que confesar que estoy muy salido, claro esta que soy virgen y no tengo novia por lo que no puedo follar con nadie y liberarme, me paso mucho tiempo viendo vídeos porno, relatos y comics japoneses eróticos, me excito muchísimo fácilmente, me encanta y me hago continuas pajas hasta llegar a correrme....

El problema esta en que mi madre, que por cierto esta buenisima, alta, piel tersa de tono claro con pecas en la cara, melena morena un poco rizada, no esta delgada como las supermodelos de las revistas, “jamona” seria la palabra, tiene un grandes tetas redondas con unos grandes pezones que se le marcan en la ropa fina, una preciosa cintura y unas esculturales piernas de escandalo y aunque parezca raro me encantan sus delicados pies (los pies de mujer son mi fetiche particular) cuando la veo descalza o en sandalias cuando es verano me pongo burro. Ella tiene 45 años, ya madura, se crió en un internado de monjas por lo que recibió una educación muy católica, muy puritana por así decirlo, ve mal las masturbaciones, el uso del condón y todo eso que la iglesia no ve con buenos ojos.

Por su Educación mi madre es muy reservada a la hora de hablar de sexo, incluso a la hora de cambiarse de ropa o ir al baño se apestilla para que nadie la vea pero un día vino del trabajo muy apurada y fue corriendo al baño, parece que se hacia mucho pis y vino a casa muy deprisa, tan deprisa que se le olvido cerrar bien la puerta del baño, mi padre siempre estaba durmiendo, ya que estaba en paro, a mi me sorprendió esa venida de repente a si que fui a ver que le pasaba y me di cuenta de que tenia la puerta un poco abierta, a mi mente calenturienta no se le ocurrió otra cosa que mirar por la abertura y mi sorpresa fue que la vi bajándose la falda y las bragas para hacer pis, se sentó en el bater, mostrándome todo su coño maduro con unos grandes y rugosos labios rosados, bien cuidado y con un poco de vello publico, empezó a hacer pis y yo me puse muy cachondo, lo veía salir de su coño, todo empapado, goteandole por el muslo, se le veía en la cara un gesto de satisfacción

Muy despacio y sin hacer ruido me saque la polla de los pantalones y empecé a meneármela ella seguía meando y yo seguía meneándomela sin apartar la mirada de su mojado coño, terminó, se puso de pie y empezó a secarse aquel delicioso coño con un trozo de papel higiénico, yo estaba super caliente, a punto de correrme pero me fui corriendo sin hacer ruido a mi habitación para que no me viera.

Una vez en mi habitación con la puerta cerrada pero sin pestillo, ya que no tenia, seguí meneándomela hasta que me corrí, acto seguido oí algo acercandose a la puerta de mi habitación, de repente la manivela comenzó a girar y me tape corriendo con lo primero que encontré encima de la cama. Era mi madre que tan normal como siempre y aparentemente si saber nada de lo ocurrido

  • Oye cariño, ¿que quieres para comer?, me pregunto con su dulce voz mirándome a los ojos,ignorando lo que acababa de hacer.

  • Pues no se, un huevo frito y un filete.... dije para salir del paso y que terminara aquella tensa situación.

  • Muy bien pues me ducho y empiezo a preparar la cena ¿vale?, debía haberse mojado de pis, ella es muy limpia y cuidada, le da mucho pudor sentirse “sucia” cosa que le debieron de inculcar las monjas en el internado.

  • Si, claro

Después de eso se me quedó mirando como si supiera algo, sonrío y se fue cerrando la puerta a su paso, yo me levanté y me limpié como pude con un paquete de pañuelos. Me senté en el borde de la cama pensando en lo que había echo, me había masturbado y corrido pensando en mi madre, en mi propia madre y lo peor de todo es que me había encantado, quería mas....

Fui hacia el baño de nuevo, empecé a oír la ducha pero esta vez si que había puesto el pestillo, solo de pensar de nuevo en ella me había puesto cachondo otra vez así que fui a mi habitación y me puse unos vídeos porno para aliviarme, especialmente me puse de maduras mas o menos de la edad de mi madre, que siempre me habían gustado y ahora con lo sucedido mucho mas, empecé a pajearme imaginando que aquellos del vídeo eramos mi madre y yo, imaginando que era yo el que le sobaba las tetas y le comía ese maduro coño tan delicioso, no tarde en correrme abundantemente con un gemido final.

Pasó todo el día y yo no podía dejar de pensar en mi madre, en su belleza, en sus grandes tetas y por supuesto en su bonito coño mojado. Llegó la noche y nos fuimos a dormir pero yo en dormir era en lo ultimo que estaba pensando, no podía dejar de pensar en mi madre de una forma lasciva y pecaminosa.

Por fin me pude dormir pero mi sorpresa llegó al notar algo deslizándose por debajo de las sabanas, bajándome el pantalón del pijama y sobándome la polla, poniéndome muy cachondo y mas duro que una piedra, al minuto pasó de sobármela y note como me la metía en una especie de agujero caliente y húmedo, en ese momento casi me corro de gusto. Ya no podía mas, levanté de un vez las sabanas y me quedé petrificado al ver a mi tremenda madre mamándome la polla.

  • Shhh... No digas nada cariño, solo disfruta y deja a mama hacer su trabajo, me decía mirándome a los ojos a la vez que me pajeaba.

A las madres no hay que contradecirlas y eso mismo hice, me tumbé, mi madre me cogió la polla con una mano y me la siguió mamando, la otra empezó a subirla por mi estomago para arriba hasta mi pecho, acariciándome, la bajo arañándome con las uñas cual gata en celo y me la puso en los huevos, dándome un placentero y erótico masaje mientras succionaba a conciencia la punta de mi polla, parando continuamente a lamerme todo el tronco. Cada vez estaba, mas y mas cachondo a punto del clímax

  • Ma.... mamá me corro, balbucee a causa del placer que sentía

  • Eso es lo que deseo cariño, atragantarme con tu espesa leche, me dijo mirándome a los ojos con cara lasciva y lamiéndose los labios, esperando mi corrida.

Acto seguido empezó con un va y ven frenético con su boca y mi polla mientras masajeaba mis huevos hinchados, repletos de semen a punto de soltar toda una carga de leche caliente. Ya no podía aguantar ni un segundo mas y …...... ¡¡¡¡AH!!!! ….......

ME DESPERTÉ, todo había sido un sueño estaba en mi habitación a oscuras todo tal y como estaba cuando me había quedado dormido pero lo que seguía igual que en ese sueño húmedo con mi madre era lo cachondo que estaba, totalmente empalmado, hasta con una mancha en las sabanas del liquido preseminal que mi polla había soltado mientras yo soñaba con la mamada de mi madre.

Así no me podía dormir necesitaba relajarme pero con lo cachondo que estaba no podía, necesitaba hacerme una paja, me levante sin hacer ruido ni encender la luz y fui al baño a pajearme tranquilamente pero al entrar no pude apartar la vista del cesto de la ropa sucia, recordando que al medio día después de que mi madre casi me pillara pajeandome mientras la veía mear ella se dio una ducha y seguro dejó su ropa en el cesto. Me acerque, lo abrí y rebusqué dentro, en efecto estaba allí, encontré su sujetador para tapar aquellas grandes tetas y sus bragas, todo el día pegaditas a su coño y a su ano. Cogí sus bragas todavía un pelin húmedas de hacer pis, las olí profundamente, esa mezcla de pis, olor corporal y fluidos me embriagaba, me sentía en la gloria, casi drogado, en vez de relajarme me puse todavía mas cachondo mi polla palpitaba con la punta mojada y con una gota de liquido preseseminal. No me conforme solo con olerlas y se me ocurrió lamerlas un poco, lo hice por todo el centro y por atrás, todo lo que pegaba con su bonito coño y su ano, estaba mas bien salado, yo ya estaba en un estado de éxtasis, a punto de explotar, cogí las bragas me las enrollé en la polla y empecé a pajearme suave al principio para evitar correrme pronto, empecé a subir el ritmo, no tardaría mucho en correrme, cogí las bragas me las puse en la potra mano y empecé a pajearme a toda velocidad, ya casi me escocia y exploté en un gran orgasmo con un gemido ahogado para que no se me oyera y mi polla empezó a lanzar chorros de semen por aquellas bragas.

Fue la corrida mas grande que había echado en mi vida, las bragas estaban completamente llenas de mi leche, me limpie la polla y de repente oí un ruido, me asuste muchísimo, ¿que pasaría si mi madre se entera? Con lo mal que ve ella esto de las masturbaciones y porque no se imaginaria que ha sido pensando en ella, que si no....

Corriendo metí la ropa de nuevo dentro del cesto y me fui a dormir. Una vez en mi habitación cerré la puerta, me metí en la cama e intente dormir, durante unos minutos pensé en la locura que había echo, no tarde en quedarme dormido.

A la mañana siguiente mi madre que tenia el día libre, con un camisón de color rosa muy finito me hizo el desayuno, mi padre había venido de madrugada borracho y estaba durmiendo, como siempre, mi madre fue a mi habitación, abrió la puerta.

  • Luis, cariño, levántate y desayuna que vas a llegar tarde al instituto, me dijo tan cariñosa como siempre.

Con ese finito camisón se le marcaban los pezones y sin llegar a ser transparente dejaba que mi calenturienta mente se la imaginara desnuda. No pude evitar empezar a ponerme cachondo.

  • Si.... ya voy.... mamá, dije con un tono muy tímido

  • ¿Te pasa algo cariño?, dijo mientras se me acercaba y se sentaba en el borde de mi cama. Se le subió un poco el camisón y le dejó al aire la mitad del muslo, un fuerte y carnoso muslo.

No se si se daba cuenta pero me estaba poniendo mas y mas cachondo...

  • No nada.. es que... no he dormido muy bien...., le dije para disimular

  • Eso deba ser del calor, esta noche hizo mucho calor y tu estas muy tapado, dijo mientras me echaba la ropa de la cama para atrás, yo medio disimulando la pare para que no me viera empalmado.

  • Si, va a ser por eso (tenia razón pero no por ese tipo de calor...) ve a desayunar que me lavo la cara y ya mismo voy.

  • Vale cariño, no tardes, dijo mientras se iba, meneando ese culazo que tiene.

Menos mal que ya se había ido y no me había visto empalmado, me levante y fui al baño, me lave la cara y pensé en lo que mas asco me daba en el mundo a ver si se me pasaba, no se como pero resultó a si que fui a la cocina, estaba yo solo, empecé a desayunar y me extraño que mi madre no estuviera.

- Mamá que estas haciendo.

  • Nada cariño voy a poner la lavadora, dijo mientras se acercaba por el pasillo al baño.

De repente me acorde que no había limpiado las bragas de mi madre de aquella brutal corrida, estaba muy asustado, ella las vería y se pondría echa una fiera, a saber lo que sería capaz de hacerme. Cogí la mochila y me fui corriendo de casa.

¡¡¡¡¡PLOCK!!!!! (Se oyó el portazo de la puerta)

  • Luis, cariño que ha sido ese ruido, dijo un poco sobresaltada.

  • Luis...., repitió por si acaso

Como no contestaba fue a la cocina, vio que no estaba y que casi no había desayunado. Pensó que tendría algún examen y por eso me había ido tan rápido

Volvió al baño, abrió la tapa del cesto y encontró su sujetador y sus bragas, cogió el sujetador y notó que esta un poco manchado de algo pringoso (como lo metí todo junto después de correrme debió haberse manchado), no sabia muy bien que era, cogió sus bragas, eso no es que estuviera manchado, es que casi no se veían las bragas de todo el semen ya medio reseco que tenían.

En ese momento se dio cuenta de que aquello pringoso era semen, mi semen...........

(CONTINUARÁ)