Madre inicia a su hijo en el placer 2
En esta segunda entrega, además del Amor Filial, podréis encontraros con un intercambio de hijos. Uno de ellos, descubre por primera vez, que se siente al follar con su madre.
Esta es la continuación del primer relato de la experiencia de una madre con su hijo con problemas mentales y de movilidad, ya que tenía que estar en silla de ruedas.
Recomiendo leer el primero antes para saber sobre lo que estáis a punto de leer.
Después de haber visto disfrutar a aquellas dos mujeres correrse, mientras se veían la una a la otra, después de haber terminado muy calientes de la charla sobre sexo incestuoso, entre Doña Juana y su hijo.
Quería saber si a mi madre le seguiría interesando ese tipo de relaciones, sería para mí un descubrimiento y quizás una oportunidad de poder satisfacer mis deseos más oscuros con mi madre.
Por ello tuve la ocasión de volver a escuchar una nueva conversación entre mi madre y Doña Juana, unos días después de lo sucedido en nuestro salón.
Era una tarde de Viernes , cuando de nuevo Doña Juana vino a casa para contarle a mi madre sus escarceos sexuales con su hijo.
Me situé en mi escondite y me dispuse a oir aquella charla que tanto me interesaba y calentaba.
La primera que habló fue mi madre.
-Que tal te ha ido con tu hijo, desde la última charla entre tu y yo?
-Magnifico, no te puedes imaginar el aguante que tiene este chico, es insaciable!!!
-Y eso es un problema para tí?
-Mujer, piensa que ya tengo una edad y tener sexo a diario y varias veces, ya no es fácil para mí!!
-Varias veces? Quieres decir que se corre más de dos veces cada día?
-Y más de tres, pero el problema, es que ahora, me pide sexo dos veces al día, con lo que llega a correrse hasta 6 o 7 veces.
-Madre del amor hermoso, pero eso es maravilloso!!
-Y no veas cuando antesdeayer, quiso follarme el culo.
-Supongo que lo disfrutarías, no?
-Así es, aunque al principio, me dolió un poco. Muchos años sin tener nada dentro.
-Menuda guarra estás hecha.
-Acaso, tú no lo has hecho por el culo?.
-Pues a mi marido no le gusta, aunque me encantaría probarlo, ya que dicen que se disfuta mucho.
-No sabes lo que te pierdes, es maravilloso, diferente al que te follen por el coño, pero puede llegar a ser muy placentero.
-Tendré que probarlo.
-Disfruto mucho con mi hijo, pero llega a ser agotador, me temo que no podré seguir a este ritmo.
- Quizás tú debas, no sé, buscar ayuda?
-Ya te entiendo, quieres que busque a alguien que se deje follar por mi hijo.
-Bueno, eso es a lo que me refería, pero lo cierto es que no suena muy bien cuando lo dices.
-Entiendo, no será que eres tú la que quiere ayudarme, no?
-Pues para que estamos las amigas?
-Tú lo que quieres es follarte a mi hijo, descarada. Ja ja ja.
-Es solo por ayudarte. Je, je, je.
-Pues eso está hecho. Esta tarde, a la hora del baño, te espero en mi casa, no faltes.
- No faltaré, ahí estaré.
No podía creer lo que mi madre acaba de decirle a Doña Juana, que le ayudaba a que su hijo pudiera descargar sin problemas, con lo que tendría que follárselo con su amiga de cómplice.
Doña Juana abandonó mi casa, pero en cuanto me dispuse a salir de mi escondite, escuché como mi madre regresaba al salón, por lo que me volví a situar en mi lugar de observación.
Lo que pude ver, me dejó con la polla muy dura. Mi madre sentada en el sofá con las piernas abiertas tocándose su coño desprovisto ya de sus bragas.
-Oh, mira como me he puesto sabiendo que voy a disfrutar de la enorme polla del hijo de Juana-murmuró mi madre.
Mientras sus manos jugueteaban con su clítoris, sus dedos se metían dentro de su coño. Mi polla ya estaba fuera del pantalón, meneándola con un frénetico baibén.
-Que rica polla me voy a comer, la quiero en mis entrañas, oh siii, que maravilla sentirla hasta el fondo de mi coño. No pares, dame más, más.Metela en mi culo también, quiero sentir esa sensación. Ohh, si, si.
Las palabras de mi madre hacían que me excitara doblemente pensando que al que le hablaba no era otro que a su hijo, o sea, yo.
-Ya, me viene, me viene, siiii-explotó en un tremendo orgasmo al tiempo que mi semen abandonaba mi polla manchando todo a mi alrededor.
Tendría que estar presente en ese acontecimiento que se avecinaba, muy caliente, pero como podía hacer para ser invitado. No creo que ni mi madre ni Doña Juana, quisieran que estuviera yo presente. O sí?.
El encuentro tendría lugar dentro de unas horas, por lo diseñé un plan, para poder disfrutar del espectáculo.
Salí de casa una hora antes de que sucediera todo, diciéndole a mi madre que iba a casa de un amigo y que llegaría tarde.
Lo que hice, fue presentarme en casa de Doña Juana. Llamé al timbre y se sorprendió mucho al verme.
-Hola, que haces tú aquí?
-Pues venía a hablar con usted de un asunto, que no me sale de la cabeza.
-Pasa, pero no se lo puedes contar a tu madre? Ella podría ayudarte.
-Pues no lo creo, ya que ella tiene que ver en todo este asunto.
-A ver, dices que tu madre tiene que ver en lo que te pasa, explícate!!
-Pues, me da un poco de vergüenza.
-No te preocupes, creo que sé que te pasa, pero debes decirlo tú, así que, sientate y suelta todo.
Nos sentamos en un cómodo sofá, muy cerca el uno del otro. Me dispuse a contarle lo que me sucedía.
-Pues lo que me pasa, es que hoy, les he escuchado hablar y lo que decían.
-Que escuchaste?
-Todo lo que le dijo usted a mi madre sobre su hijo, vamos que follaban juntos.
-Vaya chico, si que te gusta oir las charlas ajenas. Y que pretendes diciéndome esto?
-Al oir decir a mi madre que quería probar a su hijo, yo, sentí celos.
-Ya, entiendo, que tú quieres que tu madre se fije en tí y no en mi hijo, verdad?.
-Exacto, me atrae mucho y..
- Y quieres follártela, verdad?.
-Nada me gustaría más!!
-Pues no te preocupes, yo te ayudaré, pero con una condición!!.
-Cuál es esa condición?.
-Yo te ayudo a follar con tu marde, pero a cambio, quiero yo también disfrutar de tí.
No podía creer lo que me estaba pidiendo, quería follar conmigo. Yo estaría encantado de tener a dos mujeres tan distintas a mi merced.
-Por supuesto, lo haré, usted tiene lo suyo.
-Entonces, como en breve llegará tu madre, como sabes, para follarse a mi hijo, la sorprenderemos en mitad de la faena. Ahora te irás arriba, te escondes en mi habitación y esperas a que yo suba.
-Muy bien.
Dicho esto, subí a su habitación y me senté a esperar. Los nervios y el entusiasmo hacían que estuviera temblando. Por un lado, mis manos sudaban más de lo habitual y de mi cabeza no podía quitar como sería la reacción de mi madre al verme, mientras ella tendría la polla de aquel chico metida en su coño. Y la enorme excitación que tenía ya no de follarme a mi marde, sino también a Doña Juana.
Después de una madia hora, sonó el timbre y pude escuchar la voz de mi madre saludando a Doña Juana.
-Hola pasa, estaba esperando por tí.
-Hola Juana, no veas como vengo, pensando todo el camino en esa maravilla que me voy a comer.
-Me lo imagino, traerás las bragas mojadas.
-Eso es, parece que me he meado.
-Pues subamos a la habitación de mi hijo, que ya está esperando por nosotras.
Subieron por las escaleras, llegaron a la habitación del chico. Se le oía gritar, parecían aullidos.
-Tranquilo cariño, ya estoy aquí y traigo a una amiga, para que me ayude a bañarte, te parece bien?.
-Si, si mamá, pero ella también me va a chupar la polla?.
-Sólo si tu quieres hijo.
-Si mamá, quiero, quiero.
-Mientras yo lo desnudo, ve al baño y llena la bañera-le dijo mi madre Doña Juana.
Mi madre se dirigió al baño y abrió el agua caliente para llenar la bañera como le había dicho su amiga.
Y yo entré en la habitación para poder ver como bañaban al chico. Al verme Doña Juana, me hizo señas para que me quedara detrás de la puerta y así mi madre no pudiera verme.
Ahí pude preciar como desnudaba a su hijo para acto seguido, quedarse ella en pelotas, menudas tetas y que cuerpo tan morboso. Solo verla, mi polla estaba a mil.
-Listo Juana, está llena-dijo mi madre.
-Pues ahí voy.
Y Doña Juana con su hijo a cuestas, entró en el baño.
-Ahora te desnudas, para que no te mojes al ayudarme-le dijo a mi madre.
Mi madre se quitó primero la falda, dejando ver que sus bragas estaban húmedas, para a continuación, bajárselas y disfrutar de la visión de su coño sin un solo pelo. Doña Juana se dió cuenta.
-Caramba, si que necesitas probar la polla de mi hijo, que hasta se has depilado!!
-Realmente sí, no veo el momento de tenerla dentro de mí.
En ese momento, yo estaba que no cabía en mis pantalones, os podréis imaginar. Siguió quitándose la ropa. Ahora se despojaba de su blusa, llevaba un sujetador negro con encaje, precioso, que no podía retener aquellas masas de carne. Se llevó las manos a la espalda, para así desabrochar el sujetador.
Nunca había visto los pechos de mi madre tan claramente y tan de cerca desprovistos de ropa interior. Quería poder tenerlos en mis manos y estrujarlos, ummm.
- Ya estoy desnuda, dónde me pongo-dijo mi madre.
-Coge a mi hijo de la misma manera que estoy yo y ya te voy diciendo como hacer.
Mi madre paó su brazo por detrás de la cabeza del chico y siguió enjabonando la cabeza. El chico al ver a mi madre, no tuvo más que acercar sus manos a los pechos de mi madre y apretarlos.
-Ay, que me los apreta demasiado!!-exclamó mi madre.
-Hijo, despacio y con cuidado, no tengas prisa.
No me podía creer como la tocaba, disfrutaba mucho haciendo aquellos aullidos y como mi madre movía las piernas, la situación la estaba poniendo muy caliente.
-Mira como le gustan tus tetas, está disfrutando tanto, que se le escapan los aullidos de placer.
-Pues yo también estoy disfrutando mucho de como me toca las tetas, hace tiempo que nadie lo hace así, mira como tiene de grande la polla, puedo tocársela?
-Claro que puedes. Echale la piel para atrás y con jabón la limpias, como hacías con tu hijo cuando era pequeño. Sabes hacerlo.
Diciendo esto, Doña Juana, vió dónde yo estaba y me guiñó un ojo.
Mi madre siguió con la polla del chico en la mano, mientras él seguía tocando aquellas tetas. Para continuar con un sube y baja, lo que se llama, una paja vamos, eso es lo que le estaba haciendo mi madre al hijo de Doña Juana.
-Cuando esté a punto de terminar, ten cuidado, ya que suele echar mucha cantidad-dijo Doña Juana.
Dicho y hecho, de aquella polla salió a borbotones, una cantidad inusual de semen. Dejando la mano de mi madre manchada.
-Ahora dejémoslo jugar un rato en el agua.
-Muy bien.
-Hablemos de lo que has sentido al tocar su polla.
-Pues una calentura sin igual, siento como mis jugos corren por mis piernas. Aunque es como bañar a un niño, pero con polla de hombre.
-Mujer, es como cuando lo hacías con tu hijo.
-Pero mi hijo Juana, no la tenía tan grande y era más fácil hacerlo, piensa que era un niño.
-Seguro que se le ponía dura, verdad?
-Ya sabes como son los niños, nada que se la tocas, ya se le pone dura.
-Seguro que ahora la tiene tan grande como la mi hijo.
-Pues no lo creo, se la llegué a ver hace tiempo y aunque estaba desarrollado, no llegaba a tanto como el tuyo.
-No me digas que le has visto la polla a tu hijo!!
- Si, fué en una ocasión que entré en su habitación, una mañana y estaba medio desnudo en la cama, dormido.
-Quizás le cortaste la paja que se estaba haciendo.
-Calla, calla, no sigas.
-En ese momento que se la viste, sentiste algo?
-La verdad es que no, pero unos días después, si que me excité recordando su polla dura y tan cerca de mí.
-Seguro te diste placer pensando en tu hijo.
-Tú que crees!!
-Creo que te masturbaste y tuviste un orgasmo como hacía años no los habías tenido.
-Como lo sabes!!
- Y me pregunto yo, si tuvieras la oportunidad de poder follásrtelo, lo harías?
-Ay Juana, tú crees que mi hijo se fija en mí?
-Te aseguro que sí, no has visto como se te arrima?.
-Ahora que lo dices, pensé que se arrimaba porque es muy cariñoso, me abraza y me da besos.
-Ese lo que quiere es darte una buena follada, ja ja ja.
-Como eres Juana.
-Pero venga, vamos a secar ami hijo y lom llevamos a la cama.
Secaron al chico que no sabía dónde tocar, si las tetas de su madre, las de la mía, si un culo o un coño. Le faltaban manos para tanto cuerpo.
Al escuchar que iban a salir del baño, salí de la habitación y bajé al salón.
- Mejor lo llevamos a mio habitación que la cama es más grande-dijo Doña Juana.
Llevaron al chico entre las dos y lo dejaron en la cama. Subiendo yo para poder ver lo que iba a pasar en aquella estancia.
-Dejalo tumbado, para empezar, le voy a chupar la polla mientras tú te situas con tu coño en su cara, verás que bien lo come.
Mi madre hizo lo propio y se puso de rodillas en la cara del chico mientras veía a Doña Juana devorando la polla de su hijo.
-Ay hijo, pero que polla más rica tienes!!
-Ohh Juana, como me come el coño, clítoris, culo, metiendo su lengua dentro de mi coño, ummm.
-Ya te dije que lo hacía de maravilla.
Ahí estaban estas dos maduras, dándose el gusto con el chico. Mientras yo no podía aguantarme las ganas de masturbarme y poder participar.
-Ay Dios mio, que me pone muy perra lo que me hace este chico, si, si, comeme todod, ohhh.
-Ya está su polla a punto para poder metértela hasta el fondo. Así que bájate y ven aquí.
Mi madre se bajó de la cara del chico y se dispuso a sentarse encima de aquella polla tan grande y majestuosa.
-Ponte de manera que le des la espalda a mi hijo y verás que se siente mejor.
Así se puso mi madre, en esa posición podía el chico coger sus tetas desde atrás y apretarlas.
-Ay Juana, es cierto que me siento llena y muy bien, ummm.
-Ya te lo decía, préparate porque te va a dar muy fuerte, anda que si te viera tu hijo ahora así sentada, que pensaría?
-Seguro que se enfadaría de verme así, ummm.
-Porque estaría dispuesto a ocupar el sitio de mi hijo, para disfrutar de este cuerpo.
-Ohh, no sé si quisiera o no estar debjo de mí.
-Pero reconoces que te gustaría, verdad?
-Si lo pienso ahora, pues claro que sí. Porque estos jóvenes son tremendos. Ohhh, sii, que rico.
Escuchar esto me puso al límite. Así que a mi madre no le importaría follar conmigo, pues tenía que hacer que eso sucediera.
Doña Juana dejó a mi madre para acercarse a dónde yo estaba, cogiéndome del brazo y tirando de mí hasta estar al lado de mi madre, que no se había dado cuenta de mi llegada, por que tenía los ojos cerrados.
Doña Juana, me hizo una señal para que le tocara las tetas a m i madre. Acerqué mi mano a su pecho para tocarla. Se asustó pensando que sería su amiga, pero su cara cambió al verme.
-Pero, pero esto,ooh, no puede ser-balbuceaba mientras se movía al compás de las embestidas del hijo de Doña Juana.
-Disfruta de mi hijo, mientras yo disfruto del tuyo, te parece?
-Si es lo que él desea.
-Ven aquí y vamos a disfrutar como tu mamá lo está haciendo.
Me acabó de desnudar, para continuar por meter mi polla en su boca y darme mi primera mamada. Lo hacía muy muy bien.
-Umm Doña Juana, oohh.
-Puedes llamarme Juana.
-Si Juana, comes la polla como si fueras una profesional.
-Mucha práctiva hijo, una que le encanta comerse las pollas, pero no sól por la boca.
Mientras Juana me comía la polla, veía a mi madre saltar sobre aquella polla y sentía celos. Mi corazón latía a mil por hora, no podría agunatar mucho si Juana seguía con aquella intensidad, se lo hice saber.
-Juana, estoy a punto de correrme, ughgh.
-No te preocupes y hazlo en mi boca.
Así que descargué toda mi leche en aquella glotona boca, se la tragó toda, enseñándome su boca vacía.
-Umm, que leche más sabrosa, ahora te toca a ti darme placer.
Se situó al lado de mi madre y me dijo:
-Ven y ponte en medio de mis piernas.
Me situé como Juana demandaba y podía ver todo su coño abierto, sus labios mayores, menores la entrada de su vagina y el clítoris que sobresalía en medio de aquella mata.
-Primero, lames aquí-dijo señalándose el clítoris.
Fui y lo lamí un par de veces, creció sobresaliendo mucho más, parecía una pequeña polla.
-Ohh, así, así. Ves como ha crecido?. Puedes cogerlo entre tus labios y tirar de él.
Lo agarré como me decía Juana y tiré de él.
-Ohh sí, chupalo como si fuera un chupachup. Ummm, sii.
Escuchaba los gemidos de mi madre.
-Madre mía Juana, ya me he corrido dos veces y tu hijo aún no!!. Ohh, que bien!!.
-Ya te dije que tenía aguante, ohh, que bien me come el coño este hijo tuyo, tendrás que probarlo.
-Oohh, siento que su polla se tensa dentro de mí, le llega su orgasmo coincidiendo con mi tercera vez, dame tu leche, lléname, siiii.
La cara de mi madre estaba desencajada por la lleghada a su tercer orgasmo y sentirse llena de leche de aquel muchacho.
-Vamos chico, que tu madre ya se ha corrido tres veces y yo ninguna aún, dale, cómete todo, mete tu dedo dentro de mi coño, ohh.
Metí mi dedo dentro de aquella cueva, pero estaba tan mojada que tuve que meter dos para que los notara.
-Follame con tus dedos, mientras te lo comes todo, ummmm-decía Juana, mientras se tiraba de sus grandes pezones y apretaba sus tetas.
-Ya me viene, si, si, siiiiii, ohhhh, que ricooo.
Se corrió de tal manera, que salió un chorro de su coño mojámdome la cara, quise probar aquel néctar. Su aroma era embriagador y su sabor salado era distinto a todo lo que había probado antes.
-No parece que fuera la primera vez que te comes un coño chico.
-Pues es la primera vez, he aprendido gracias a ver algún que otro vídeo.
-Ahora vas a tener el placer de follar con tu madre, mientras yo lo hago con mi hijo. Ven aquí cariño, ven con mamá.
-Sí mamá, quiero follarte el culo.
-Claro que lo harás. Aprendes muy rápido.
Me acerqué a mi madre, mientras Juana se sentaba en la polla de su hijo, dejándose caer de golpe.
-Ay hijo, me hace un poco de daño tu polla en mi culo, pero ya pasará. Uy que bueno, ummm.
-Mamá quiero probar tu coño, sborear tus jugos-le dije a mi madre.
-Ven hijo mío, los probarás.
Me situé en las piernas de mi madre y empecé a comer su depilado y húmedo coño.
-Oh hijo, si que lo haces bien.Sigue, asi, asi, ummm, oohhh.
Su coño era muy sabroso y sus jugos corrían como ríos de lava piernas abajo, me comí su coño, su culo, llegando a meter mis dedos en su culo.
-Ahh, me gusta que me folles el culo de esa manera, sii, sii , no pares.
Mi madre no dejaba de apretarse las tetas, tenía una maravillosa vista, me excita una barbaridad ver a una mujer tocarse, que sus dedos tiren de sus pezones, se metan en su coño y culo, es algo que siempre me ha fascinado.
Ahí estábamos los cuatro en pleno festival de orgasmos. Mi madre, conmigo entre sus piernas, Juana cabalgándose a su hijo como una auténtica amazona.
Pero no quería desaprovechar la ocasión de follar a mi madre, era ahora o nunca.
Dejé de comer el coño de mi madre para llevar mi polla a la entrada de su coño. Mi madre al verme, abrió sus piernas y dijo:
-Ven hijo, entra por donde has salido hace unos años, de nuevo estarás dentro de mí. Nunca pensé que esto sería posible.
De un solo golpe, metí mi polla en el coño de mi querida y tan deseada madre.
- Oh mamá, cuantas veces he soñado con poder tener el placer de follarte.
-Disfrutémoslo juntos hijo. Follame despacio, pero sin pausa.
-Ummm, que rico se siente, es algo indescriptible, diferente, muy erótico y sensual.
-Tú lo has dicho muy bien, es diferente hacerlo contigo que con tu padre o con el hijo de Juana. Me calienta más saber que eres mi hijo. Dame duro, follame como nunca me han follado.
Menuda zorra estaba hecha mi madre, le excitaba hacerlo con su propio hijo. Juana, seguía botando sobre la polla de su hijo, era muy morboso, ver como lo hacñian madre e hijo y al mismo tiempo follarme a mi madre.
-Ay hijo, dame tu leche en mi culo, vamos, umm, oohh-dijo Juana.
-Mamá toma mi leche, me encanta darte tanto placer, tomaaa, toma, auuuu, auuuu.
-Si es para mí, que caliente la siento, ohhhh, ohhh.
Yo también estaba a punto de terminar dentro de mi madre.
-Mamá, estoy a punto.
-Y yo hijo, corrámonos juntos, damela, damela, hazlo dentro de mi.
-Ahí va mamá, es toda tuya, sii, sii, ohhh.
-Si, si hijo, siento como golpean tus chorros en mi útero, ohh, pero que perra soy disfrutando de la polla de mi hijo.
Nos corrimos a la vez. Nunca después he sentido tanto placer como aquella primera vez con mi madre. A pesar de que he tenido la oportunidad de correrme en diferentes ocasiones dentro de ella. La primera fue la mejor.
Espero les haya gustado esta segunda parte de las vivencias sexuales de mi madre y de Juana con sus hijos.
Quizás en próximas entregas, os desvele, los oscuros secretos de algunas reuniones, que organizan asociaciones de niños y niñas con problemas psicológicos, Síndrome de Down, etc.