Madre-hijo verano 2017 IV
Seguimos contando, cuarto capítulo. Gracias por los comentarios.Besitos
HIJO
Bueno mi madre se dio la vuelta colocando la toalla que tenía apoyando la frente se la puso cubriendo el pecho, la otra según se daba la vuelta se la puso tapando su coño.
Me daba igual viendo como fue antes ahora seguiría con la misma historia, dar pomada a todo el cuerpo
Empecé por los brazos, cuello y cara, ella mientras tenía los ojos cerrados, pasé lento mis dedos mientras que mi mirada se fijaba en sus tetas y más abajo. Sus pezones se le marcaban en la toalla. Bajé mis manos hacía sus tetas y sin decir nada le quité esa toalla, esperé alguna objeción pero no pasó nada, se la tiré a los ojos como sin querer.
Sus tetazas quedaron al descubierto, tenía unos pezones duros y grandes, nunca vi nada así, ni en pelis porno, salía hacía arriba enormes, sus aureolas grandes, acorde con sus tetas, rosáceas y mi polla a reventar.
Comencé por magrear bien las tetas, pasando las manos pio ellas, más que dar pomada era sobarlas por todas partes y luego esos enorme pezones que pasé entre mis dedos. Miraba a mi madre y su gesto era de caliente, su boca medio abierta y algunas veces mordiéndose los labios. Después de un buen rato bajé mis manos por su vientre hasta la toalla que cubría su coño, sin decir nada se la quité y no se quejó.
Su coño quedó al descubierto, nunca pensé que lo tuviera solo con un poco de pelo en la parte de arriba, el resto todo depilado, sus labios carnosos rezumaban mojados.
Pasé despacio mis manos por la cintura sin perder ese rico coño de mi vista, y fui bajando despacio hasta llegar al coño, pasé mis manos por los lados hasta muslo por dentro, y volviendo para arriba rozando los labios del coño con mis manos para luego bajarlos de nuevo pasando por encima de los labios del coño mis dedos. Dejé mis manos junto a ellos, encima de los muslos mirando ese coño y viendo como la sábana, debajo él, estaba mojada. Quizás sonreí pensando está caliente, no se escapa.
Pasé el dorso de una mano por su coño para llevarla al otro muslo, y luego comencé a darle pomada en una pierna, a la vez miraba su coño reluciente por sus jugos, luego hice lo mismo con la otra pierna.
Cuando acabé puse mis manos en sus tobillos y agarrándolos cada uno con una mano comencé a abrirles las piernas, mi madre no oponía resistencia hasta que tenía tan abiertas las piernas que veía sus labios separados. Entonces empecé a subir ambas manos por sus piernas hasta llegar a los lados del coño fui bajando mi cabeza hasta llegar con mi boca a su coño y le pasé despacio mi lengua una vez, solo oí un gemido de gusto por lo que comencé a comérselo muy despacio y poco a poco fui a más, mis manos las puse en su cintura cuando sentí como ella cogía mis manos con las suyas y las llevaba hasta su pecho y cluego movía mis manos pro sus tetas amasándolas, y después cogía dos dedos de cada mano y los llevaba a sus pezones y hacía que tirara de ellos.
Madre: tira fuerte de ellos, venga y toca luego mi pecho
Puso sus manos en mi cabeza mientras gemía y medio gritaba
Madre: así, sigue sigue no pares
A la vez que lo decía su cuerpo se convulsionaba corriéndose de gusto
Madre: sigue, sigue, más más, que gusto sigue si, sigue que placer, que bien que bien, eso es cómete el coño de tu zorra
Esa palabra no la esperaba la de tu zorra pero me hizo ponerme más caliente.
No pasó mucho cuando volvió a dar saltos en su cuerpo, gemir, gritar y decir monosílabos que la dejaron luego quedarse quieta, respirando hondo y fuerte.
Madre: ven, acércate aquí
Con los ojos cerrados ponía su brazo para acogerme y llevándome mi cabeza hasta su pecho, pasó su mano por mi boca como para limpiarme y luego buscó mi mano y me la puso en su coño
Madre: déjala ahí, quieta que no deje salir el placer que tengo.
Me quedé a dos centímetros de ese gran pezón con la mano en su coño mojado y con mi madre respirando hondo y con la polla a reventar
Pasaron unos minutos
Ahora ella dice lo que sintió
Madre: dios que hemos hecho, estamos locos, que nadie lo sepa nunca esto.
A la vez que lo decía bajaba su mano y la ponía por encima de mi bañador justo donde mi polla, la apretaba fuerte a la vez que decía que estábamos locos.
Ahora ella cuenta sus sensaciones de lo ocurrido
MADRE:
Que añadir todo lo ocurrido está contado solo que mientras me daba la vuelta mi pulso se aceleraba y mi deseo más, coloqué las toallas por pudor pero esperaba y deseaba que me las quitara.
Cuando me quitó la toalla del pecho me dio un vuelco el estómago, ya no podía ver con la toalla en la vista por ello mi deseo se acrecentaba, al poner sus manos en mi pecho y tocarlos por primera vez creí morirme de gusto, tocarlos son pudor sabiendo que eran suyos me hacía mojarme más, luego los pezones que me los tocaba y tiraba de ellos, ufffffffffffffff que fuerte. Mi pecho y mis pezones son uno de los puntos erógenos y sensuales de mi cuerpo y sentir sus dedos y manos me estremecían
Luego sentir sus mano por mi vientre y zaaaaassss quitarme la toalla que tapaba mi coño fue demoledor, estremecedor, sublime y, sobre todo, deseado. Ya no había secretos mi cuerpo al desnudo para que él me tocara a su antojo. Sentía como me mojaba y mi corazón latía a mil. El sentir sus dedos alrededor de mi coño y que no lo tocaba acrecentaba mi deseo y ganas, luego sus manos por las pierna. Cuando sentí sus manos en mis tobillos y como abría mis piernas sentía, sin poder ver, como me miraba el coño y como deseaba follarme, pero sentí su lengua en él, casi me muero de gusto con el primer lengüetazo y como no quería disfrutar del todo cogí sus manos y las lleve a mi pecho que me tocara sobara y tirara de mis pezones que viera como me entregaba y que me gustaba. Llegué la primera vez en seguida y luego otra, más mucho más fuerte cuando me quedé sin fuerzas por la ansiedad del placer que quería recibir y que luego quería dar. Me quedé tumba y deseaba que él se quedara a mi lado saboreando ese momento, como yo lo hacía.
Cuando abrí los ojos dije lo de estamos locos pero estaba más cuerda que nunca, había recibido placer y tenía que dar lo mismo al amor de mi vida. Por eso mientras hablaba bajé la mano a su polla y se la cogía con deseo
HIJO
Abrió los ojos y me hizo subir mi cabeza, mientras me miraba puso su boca en la mía y me besó metiendo su lengua en mi boca y a la vez apretaba mi polla con su mano. Se incorporó sin decir nada y me paso sus tetas por mi boca y las bajó por mi cuerpo hasta llega a mi polla, se restregó con ella y me miraba a la vez, se mordió el labio y empezó a bajarme el bañador hasta quitármelo y dejar mi polla apuntando al cielo. Puso sus manos en ella y mientras me miraba pasó su lengua de abajo arriba por toda ella y luego al revés, después se la metió en la boca y desapareció dentro de su boca para luego aparecer luego pasó su lengua por la punta
Madr: así te gusta verdad, dime
Hijo: ohhh si, a sí, así sigue
Madre: seguro que nadie te la comió así verdad, pues desde ahora ye la comeré yo, quieres que lo haga
Hijo: si si sis todos los días, si, que bien lo haces, que bien la comes
Ella seguía comiéndome la polla y yo con los ojos abiertos y cerrados veía como de rodillas, con su cabello tapando parte de su cara y mirándome a los ojos algunas veces, se esmeraba en darme placer
En ese instante ví que me corría
Hijo: me corro cometeeeeeeeee toda la lecheeeeeeeeeeee todaaaaaaaaaaa
Ella separó mi polla de su boca y mi leche salió a presión sobre su boca, cara y luego tetas. Veía mi leche colgando de su pelo y de sus labios y parte en sus tetas mientras ella me miraba con una cara de zorra que nunca antes había visto,
Pasó su lengua por los labios recogiendo mi leche, luego pasó su mano por sus tetas y restregó la leche por ellas y después parte de ella se la llevó en una mano a su coño restregándola por él.
Estaba de rodillas frente a mí
Hijo: te gusta el sabor de la leche
Madre: es la primera vez que la tomo, nunca antes lo hice
Hijo: y porque lo hiciste ahora
Madre: tu me lo dijiste, era tu deseo. Añadió, espera ahora vengo
Fue la baño a limpiarse la cara y boca y vino se tumbó a mi lado
Madre: esto es nuestro secreto, que nadie sepa nunca que nos amamos así.
Me besó en la boca a la vez que yo la estrechaba entre mis brazos y metía mi lengua en su boca, luego se apartó mirándome
Madre: que piensas? Dime
Hijo: que te quiero, te deseo, quiero estar contigo siempre y tenerte.
Me abrazó y me dijo
Madre: te quiero amor mío, te deseo y soy tuya solo tuya
Luego dijo
Madre: ahora tendremos cuidado en todo lo que hacemos me lo prometes verdad
Hijo: seremos discretos en nuestro amor
Me besó en la boca cuando acabé de hablar y luego dijo
Madre: soy tuya, amor, tuya, quieres que sea tuya?
Hijo: si, eres mía, solo mía, seremos madre-hijo-amantes
Madre: seremos eso y más, seré tu puta, tu zorra por eso me puse tu leche en mi coño, toda zorra tiene que llevar la leche de su hombre
Reconozco que eso no lo esperaba, esa palabras tan fuerte y dichas por ella, pero si ella lo quería yo más que encantado de ello
Hijo: serás mi zorra, mi puta una guarra obediente en todo lo que te diga, verdad
Madre: si si, si amor mio seré eso y lo que quieras
Me besó metiendo su lengua en mi boca y al terminar dijo
Madre: tenemos que dejarlo tu padre pude venir en cualquier momento
Hijo: si no sea que nos pille así.
Me incorporé y la miré toda desnuda, no me creía aún que esa mujer fuera mía pero así era, la besé en la boca y cogiendo mi bañador me fui a mi habitación
MADRE
Quería que recibiera tanto o más placer del que me dio, y pasó lo que él relata. Solo que mientras se la comía sentía el gusto de llevarme a la boca algo deseado en mi interior y que hasta hacía unas horas no lo sabía. Cuando me dijo trágate todo no lo dudé, era la primera vez que lo hacía solo que en este caso el que me lo pedía era parte de mí, la persona que llevé en mi vientre y que ahora quería como hombre y me lo trague todo lo que pude: el sabor era (es) fuerte, amargo pero DELICIOSO de la persona amada.
Cuando se fue respiré hondo y muy alegre, me había quitado la careta frente al espejo, mi hijo era mi amor, mi vida mi hombre, mi deseo.
Me levanté y me limpié bien el pelo y la cara, su leche en mi pecho y coño era para seguir sintiendo su-mi amor.
Me dispuse a vestirme, mi marido no tardaría en llegar y busqué que ropa quería: una camiseta palabra de honor, fruncida arriba y que bajaba holgada hasta el ombligo, fácil de poder meter las manos por dentro, una falda de punto blanca que marcaba el culo y un tanga de hilo dental. Me vestí, me miré y me dije: así será más fácil que me toque y en verdad era lo que quería, no me bastaban los dos orgasmos que había tenido quería más mi cuerpo y mi coño lo demandaba, era como una adolescente novata que necesitaba sexo, esto hacía años que no me pasaba. Entre tanto sentí la puerta de la calle era mi marido que llegaba
Continuará