Madre e hijo XX. La historia de Juana y Martín. FI
Llega el final de esta historia. Juana y Martín son muy calientes y no pueden contenerse
Llegando la tarde Martín regresa de su excursión de compras y encuentra a Juana esperándolo en la playa
- ¿Que tal la pasaste, mami?
- Bien, muy bien. Juana se excitaba solo con recordar el trío que acababa de hacer
- ¿No te aburriste sola acá todo este tiempo? Martín notaba algo raro en la expresión de su madre
- No, para nada. Juana sabía que su hijo la miraba de manera inquisitiva
- ¿Y qué hiciste? Martín quería sacarle algo y no sabía que
- Nada, que se yo, leí, tomé sol, de todo un poco…Juana se escapaba
- ¡Me parece bien! Martín se resignó
- Vamos a terminar de preparar la valija y nos vamos, no quiero hacer esperar al transfer, Juana volvía rápidamente al papel de madre
- Vamos, Martin la agarró de la mano ayudándola a levantarse mientras aprovechaba la ocasión para mirarla detenidamente
- ¿Te gusta cómo me queda el bikini? Juana lo provocaba
- No me provoques que no vamos a tener tiempo en la habitación, Martín se jugaba a ver si podía lograr algo antes de volver a Buenos Aires
- ¡Dale, vamos! Juana lo frenaba, no es que no sintiera excitación, pero no quería nada en este momento, quería reflexionar sobre todo lo ocurrido en las vacaciones
Al llegar a la posada la encargada les dice que necesita la habitación urgente y si podían desocuparla de modo que rápidamente terminaron de preparar la maleta y bajaron al lobby para esperar el transfer que los lleve al aeropuerto.
Fue a partir de ese momento en el que Juana empezó a ausentarse de pensamiento y a procesar todo lo que había vivido con su hijo. Sabía que para las convenciones culturales actuales era una aberración lo que había hecho, pero también sabía que se había excitado terriblemente y que sería muy difícil reprimirse de ahora en adelante. Empezó a analizar todo y trataba de buscar la manera de lograr que aquello se detuviera en Buenos Aires y que lo que pase en Buzios quede en Buzios. Volvía en la camioneta que los trasladaba al aeropuerto de Rio mirando por la ventanilla y fue justo en ese momento que su hijo la sacó de sus pensamientos
- ¿En que pensas, mami? Martín conservaba el tono cariñoso de un hijo
- Pienso en que la pasamos muy bien en estas vacaciones y que las voy a recordar para siempre, Juana le acarició la cara a su hijo
- Yo también, mami. O Juana…Martín la abrazó cálidamente
- Sos pícaro, eh! Juana le dio un suave golpecito con la palma en el pecho
- Jeje, vos me despertas cosas, lo sabes… Martín quería conservar esto y que no se diluya en buenos aires
- Bueno, gracias. Ahora cuando lleguemos nos tenemos que calmar. Debemos volver a la normalidad
- Es que…Martín no sabía cómo suplicarle a su madre
- Shhh, Mmmm, Juana lo besó en la boca callándolo
- Mmmm, Martín correspondió el beso e intentó abrir la boca de su madre para penetrarla con la lengua, pero le fue imposible
- Mi amor, tratemos de mantenernos un poco más fríos. Juana le pedía a su hijo algo que a ella se le tornaría imposible prácticamente
Así llegaron al aeropuerto en donde luego de una pequeña demora subieron al avión. Les tocó en suerte uno de los últimos asientos en un vuelo que iba casi completo. Se acomodaron y el viaje de regreso fue tomando su forma. Cuando iban unos minutos de vuelo Martín quiso retomar la conversación anterior tal era la necesidad que sentía de saber cómo seguirían las cosas en Buenos Aires:
- Mami, ¿y que quisiste decir con que debemos mantenernos más alejados?
- No dije más alejados, eso sería imposible porque vivimos juntos, lo que dije es un poco más fríos y distantes en relación con el sexo. Juana quiso ser tajante y llamar a las cosas por su nombre
- ¿Y cómo voy a hacer para controlarme? Martín se pegaba a la cara de su madre para hablarle
- Mirá Martín, no sé cómo vamos a hacer, pero sé que debemos hacerlo. Juana lo miraba a los ojos y sentía un fuerte deseo de besarlo
- ¡Es que va a ser muy difícil, mami! Martín le miraba la boca
- ¡No me mires así, por favor! Juana se empezaba a derretir y su hijo solo la había mirado
- ¿Sabes lo que va a ser para mí saber que esas tetas que me encantan, esos pezones hermosos están a mi lado y no puedo hacer nada? Me voy a volver loco, Martin le hablaba a centímetros de su cara
- Ay Martín no me digas esas cosas…Juana sentía el caliente aliento de su hijo y se volvía loca.
- Mirá como me pongo de solo pensarlo, Martín agarró una mano de su madre y la llevó a su paquete que estaba muy duro
- Mmmm, Martín que dura la tenes! ¿Eso es por mí? Juana lo buscaba
- Mmmm, claro que es por vos, Martín estiró una mano hacia una teta de su madre
- Esperá, Juana se agachó y agarró una manta, subió el apoyabrazos que los separaba y la colocó tapando a ambos
- Mmmm, que tenes en mente mami…Martín la besó y esta vez fue correspondido
- Mmmm, no sé que tengo en mente…Juana llevó su mano al paquete de su hijo.
- Mami, ¿me queres pajear acá? Martín susurraba al oído
- Mmmm, no se…No debemos hacer estas cosas y menos en público, Juana intentaba recatarse
- Mmmm, Martín metía la mano por debajo de la remera de Juana
- ¡Paremos Martín! Juana intentaba detenerlo.
- ¡Por favor mami! Martín volvía a ser el niño que pedía permiso
- ¡Es que debemos controlarnos de ahora en más! Juana lo besaba con unos besos cortos mientras lo iba separando
- ¡Esta bien! ¡Va a ser una tortura vivir con vos y no poder hacer nada! Martín le buscaba el lado flaco a su madre
- Ya lo sé hijo…Juana sonaba comprensiva, pero no aflojaba
- Mmmm y no podemos hacer una despedida acá en el avión? Martín le rozó el estómago con la mano para subirla lentamente por un pecho
- ¡Pará Martín! Juana lo detuvo y lo miro seria
- ¡Perdón! Martín se quedó seco y pensó “la cagué”
- Voy al baño…, Juana se acercó a la boca de su hijo
- Esta bien, Martín no sabía que decir
- …de la derecha, Juana le metió la lengua en la boca al tiempo que le agarró el paquete que había perdido un poco de firmeza producto del susto de recién
- Mmmm, voy en 2 minutos…Martín sonreía
- Tomalo como una despedida, Juana se levantaba y moviendo el culo se metió en el baño
A los dos minutos, o menos, Martín se levantó e ingresó a pequeño cubículo. Como recién empezaba el vuelo el baño estaba limpio así que Juana bajó la tapa y se sentó sacando la verga de su hijo del pantalón y comenzando a chuparla. Mirándolo a su hijo a los ojos se la tragaba todo lo que podía mientras le bajaba el calzoncillo del todo para tener mejor acceso a sus huevos los cuales comenzó a acariciar suavemente provocando en su hijo una excitación tremenda
- Mmmm, mami, me vas a matar!
- Mmseee? Juana con la verga en la boca trataba de hablar
- Levantate, vení! Martín la hizo pararse y se sentó en la taza con su verga como un mástil
- Mmmm, Juana que entendió que quería su hijo, se giró de espaldas a él y se bajó el pantalón y la bombacha
- Esssoooo, vení, sentate…Martín agarró su poronga por la base y la puso en posición
- Mmmm, Juana fue bajando lentamente y se la fue clavando en la concha
- Aghhh, Siiiii, Martin la tomó de los costados y comenzó a ayudarla para que suba y baje
- Siiii, cogeme así! Juana se agarraba de la pileta para poder moverse mejor
- Aghhh, me encanta…Martín con su brazo rodeó el cuerpo de su madre y metió la mano en su vagina sin dejar de penetrarla y comenzó a acariciar el clítoris
- Aghhh, Mart… Aghhh voy a acab… aaarrrr aghhhh si si si Juana acabó al instante
- Mmmm, me encanta hacerte acabar mami! Martín susurraba al oído
- Mmmm aghhhhh Juana se relajaba, pero sabía que no tenía mucho tiempo. No se podían quedar largo rato
- Aghhh que rico se siente tu concha! Martín disfrutaba
- Vení! Juana se paró y se puso con el culo en pompa para ser penetrada desde atrás por su hijo
- Aghhh siiii! Martín la agarró por las caderas y empezó un rápido bombeo.
- Ah AH Ah Juana se volvía a excitar y ella misma empezó a masturbarse ahora
- Agh ah ah Martín seguía como loco
- Aghhhhhhhh Juana volvió a temblar de un orgasmo corto pero muy intenso
- Ah AH ¿Otra vez mami? ¿Acabaste de vuelta? ¡Voy a acabar yo también! Martín no daba más de excitación
- Mmmm si, Juana en ese momento hizo algo que no pensó. Se dio vuelta sacándose la pija de su hijo de su interior, y pese a estar en un baño público se arrodilló en el piso volviendo a meterse el pene de su hijo en la boca
- Aghhhh mami!!! Martín cuando sintió que su verga era devorada por su madre
- Mmmm, vení abrí más las piernas! Juana separó las piernas de su hijo mientras volvía a acariciarle los huevos y lo miraba chupándosela
- Aghhh mami no voy a aguantar más! Martín la miraba como esperando su aprobación que no tardó mucho en llegar
- Mmmm, Juana lo miró sonriente y apoyó su dedo mayor en el ano de su hijo haciendo presión y metió el dedo
- Aggghhhhh, Martín acabó largando un grueso chorro que fue a parar directamente al fondo de la garganta de Juana
- Ggggg, mmmmm, Juana sintió como impactó el chorro al tiempo que el ano de Martín apretaba su dedo y así varias veces
- Aghhh Aghhhh Aghhh ah ah ah ah. Martín se timaba de la cabeza de su madre y hasta tuvo que apoyarse sobre la puerta para no caerse
- Mmmmm, Juana seguía moviendo la cabeza y tragando el semen de su hijo
- Mmmmm, Martín la miraba
- Aghh mmm Juana se la fue sacando lentamente de la boca sin dejar de mirar a su hijo
- Mmmm, me encanta! Martín la ayudó a pararse y la besó tiernamente, pero con mucha lengua sintiendo su propio sabor
- MMmm, Juana se recomponía
- Vamos saliendo…Martín se acomodó la ropa mientras Juana hacía lo propio
- Salí vos primero, Juana ordenó a Martín
Martín salió y afuera había un hombre esperando, cuando este hizo el gesto de entrar la puerta volvió a cerrarse del lado de adentro. EL hombre se asustó y tardó en entender lo que sucedía, al rato siguió a Martín con la mirada y le hizo una sonrisa cómplice. El otro baño se desocupó y el hombre ingresó. Juana oyó el ruido del otro baño cerrarse y salió. Cuando llegó al asiento se sentó. Martín le contó lo sucedido y cuando el hombre pasó los miró sonriente. Ellos le sonrieron también.
F I N
EPÍLOGO
Al regresar a Buenos Aires las cosas cambiaron radicalmente. La relación entre Juana y Martín pasó a ser como la de una madre y un hijo más. Todo esto de puertas del departamento para afuera. Cuando la puerta del departamento se cerraba y ambos estaban adentro daban rienda suelta a la lujuria y al deseo que sentían el uno por el otro. Volvieron a tener sexo de todas las formas y en todas las posiciones posibles, y en todos los lugares de la casa habidos y por haber. Eran como dos adolescentes que se veían solos y no podían controlarse.
Pasaron mucho tiempo así, como madre e hijo afuera, y como amantes adentro. La cosa se empezó a salir de los carriles cuando una tarde en que estaba Agustina tomando algo con Juana. Martín pasó en bóxer por delante de ellas y Agustina le hizo un comentario muy atrevido a su amiga respecto al niño. Juana al principio sintió celos, pero después se relajó y comenzó a soltarse con Agustina. ¿Te calienta mi hijo? La verdad que sí, mucho le soltó Agustina. ¿Que le harías? Agustina entendió el juego y le contó con lujo de detalles las cosas que le haría a su hijo. Juana se calentaba escuchando a Agustina. En un momento la charla se fue diluyendo y Juana llamó a su hijo que volvió, pero esta vez con un pantalón puesto. Martín, te puedo pedir un favor? Agustina necesita algo. Si mami, ¿qué pasa? Agustina la miraba y no entendía a qué se refería su jefa y amiga. ¿Le podrás mostrar la pija? Hace un tiempo que se la imagina y no quiero que se la imagine más. Agustina la miraba como no entendiendo nada e hizo un pequeño amago de levantarse. Juana la agarró. Como no, dijo Martín y sin preámbulos se fue bajando el pantalón y calzoncillo a la vez dejando aparecer la verga. Ambas estaban sentadas y con Martín en el medio de pie y con la pija casi a tope. ¿Así está bien? Martín sonreía. ¿Te gusta, Agus? Tocásela, dale! Juana actuaba como una jefa y Agustina que se sentía muy nerviosa no sabía cómo reaccionar. Fue acercando su mano y la agarró. Vení Martín acércate más. Juana lo agarró del culo y lo puso con la verga a centímetros de la cara de ambas. ¡Viste lo que es! Agustina lo empezaba a pajear sin sacarle la vista de encima. ¿Te animas a chupársela? Juana ayudaba a pajearlo y Agustina no entendía nada. Veía a su jefa con la verga (hermosa) de su hijo en mano y ofreciéndosela para que la chupe. Era demasiado. Aun así, Agustina acercó su boca y la fue abriendo atrapando el glande de Martín. Juana por su parte con una mano encima de la de Agustina lo pajeaba mientras con la otra le acariciaba los huevos. Aghhh, Martín comenzó a acariciarle el pelo a ambas mujeres. No podía creer lo que estaba viviendo. Agustina comenzó a subir y bajar chupando la pija y Juana se acercaba. Cuando Agustina sintió la respiración de su jefa en su mejilla un escalofrío recorrió su cuerpo y lentamente se fue sacando la pija de la boca para ofrecérsela a ella. Juana la miró y la besó en la boca con mucha lengua y en medio de ese beso fueron metiendo la cabeza de la verga entre sus bocas. Así fueron soltándose y terminaron cogiendo los tres en la cama de Juana.
Ahí comenzó una nueva etapa en la que incorporarían a Ana y Daniel, el matrimonio de recién casados que habían conocido en la playa. Juana volvería a estar sola con Agustina y a hacerse de todo. Martín por su parte también buscó a Agustina para estar con ella solos.
Gracias a todos por los comentarios y el apoyo durante estos 20 relatos
pueden escribirme a reybaco2005@hotmail.com