Madre e hijo XI La historia de Juana y Martín

Esto se pone muy caliente. Demasiado. Dos relatos en un día para festejar porque Argentina pasó a Octavos en el mundial!

Al atardecer volvieron a la posada y abrieron la heladera. Sacaron dos botellas de cerveza y se sentaron en la cama mirándose. Martín levantó la botella para brindar y Juana golpeó y sonrió.

-          ¡Por estas vacaciones! Martin arrancó

-          ¡Por estas vacaciones! ¡Que la sigamos pasando así de bien como hasta ahora! Juana se sonreía

-          ¡Por la madre más hermosa del mundo! Martín la miraba a los ojos

-          ¡Por el mejor hijo del mundo! Juana le sostenía la mirada

-          ¡Por la madre que está más buena de todo el planeta!

-          ¡Por el hijo más calentón del planeta! Jajaj Juana se reía

-          ¡Por las mejores tetas que ví en mi vida! Martín se las miró con detenimiento

-          Por… Por… Por el hijo que tiene…. ¡La pija más linda del mundo!!! ¡Chau me voy a bañar! Y se metió vestida en el baño y con la botella de cerveza en la mano

-          ¿No seguimos brindando? Martin del otro lado de la puerta del baño estaba erecto nuevamente

-          No, No! ¡Mejor me voy a bañar! ¡Ya me estoy sacando la ropita! Juana estaba encendida

-          Mmmmm, yo también me la voy a sacar… Martin estaba desencajado

-          ¡Ya me estoy metiendo en la ducha! Juana se metió bajo el agua

-          Mmmm, como me gustaría enjabonarte toda! Martin del otro lado de la puerta se terminaba de desvestir

-          ¡No empieces con esas cosas! Juana gritaba para ser escuchada claramente.

-          ¡Si te gusta! Martin sabía que su madre era tan caliente como él

-          ¡Cómo me conoces, eh! Juana se reía

-          ¡Y sé que tenes ganas de que entre a enjabonarte! Martin abrió la puerta para decirlo y Juana lo escuchó claramente

-          Mmmm, eso sería muy peligroso!! Juana se dio vuelta quedando de espaldas a la puerta

-          ¿Pero no te gusta el peligro? La voz de Martin se escuchaba cada vez más cerca, señal de que se estaba acercando

-          Mmmm, si, pero…Juana se estremeció cuando sintió las manos de su hijo en su cintura

-          Tranquila mami, solo nos enjabonamos un rato…Martin la quería tranquilizar

-          Si si, eso no te lo cree nadie, Juana directamente le agarró las manos a su hijo y las depositó sobre sus tetas y le alcanzó la esponja de baño

-          Mmmmm, Martín se adelantó apoyándole la pija en la cintura a su madre.

-          Ayy Cuidado con eso! Juana se divertía.

-          ¡Vos me pones así! Martín se agachó un poco y le paso la punta de la pija por el centro del culo todo mojado. Fue lo más fuerte que hizo y se arrepintió en el momento por si su madre se asustaba. Había que ir poco a poco y eso era demasiado

-          Mmmmm. Martin! ¡¿Qué haces?!! ¡Ojo! Juana se asustó con ese movimiento y se movió para ponerse de frente. Le pidió la esponja a su hijo y empezó a enjabonarlo

-          Mmmmm, dale enjaboname bien mami! ¡Todo el cuerpo! Martin buscaba traspasar un nuevo límite en la relación con su madre

-          ¡Como te gusta hablar y relatar a vos, eh! Sos chanchito! Juana divertida le pasaba las manos por todo el pecho y el cuello y no perdía tiempo en apoyar sus tetas contra el pecho de su hijo

-          Mmmmm si! ¡Me gusta decirte cosas sucias y sé que a vos te gusta escucharlas!!! ¿O me equivoco?

-          ¡No te equivocas! ¿A ver cómo está esto? Juana agarra el pesado pene de su hijo y lo empieza a mojar con agua

-          ¡Esto es una pija! Martin se la agarra

-          Mmmm es verdad, vamos a lavar esta pija! Juana se estremecía…

-          ¡Dale! ¡Fíjate bien!  que quede bien limpia! ¿Te gusta mi pija? Martin la alentaba

-          ¡Me encanta tu pija! ¡Y lo miraba a los ojos! Juana no se achicaba

-          ¡Y a mí me gustan tus tetas! Martin seguía

-          ¿Si?  te gustan las tetas de mami? Juana se las ofrecía

-          Me encantan, Martin las acariciaba, pero no se animaba a dar ese paso

-          ¿Mucho te gustan las tetas de mami? Juana estaba en llamas

-          ¡Si! ¡Mucho! ¡Y me gustaría chuparlas! Martin baja lentamente la cabeza hacia esos pechos mojados

-          Mmmmm no sé si está bien! ¡Pero estoy muy caliente! Juana no sabía si lo había dicho o lo había pensado

-          Mmmmmm, Martin se abalanzó a chupar esos pezones, primero uno y después el otro. La posición hizo que Juana tuviera que dejar de agarrar la pija de Hernán

-          Aghhhh si! Chupame las tetas, chupale las tetas a mami!! Juana estaba totalmente desenfrenada

-          Siiii, te voy a chupar toda! Martin la apoyó a su madre contra la pared mientras el agua le caía sobre los pechos se agachó y le empezó a meter dos dedos en la concha mientras le chupaba las tetas. Era un espectáculo tremendo, y muy morboso

-          ¡Me encanta como me chupas las tetas, Martin! ¡Seguí dale! Seguí metiéndome los dedos en la concha, Juana estaba al borde del orgasmo

-          ¡Quiero chuparte! Martin tomó una pierna de su madre la subió y le apoyó el pie en el costado de la bañera y al mismo tiempo se arrodilló en el piso para sumergirse en la concha de Juana

-          Ahhhh Agggggg Martin Aghhhh si mi amor ¡Chupame la concha! ¡Dale! ¡Si! ¿Tenías ganas? Juana mira para abajo y ve la cara de su hijo feliz asintiendo mientras se sumerge nuevamente

-          Mmmmm Martin no dejaba de meterle dedos, Con una mano apagó la ducha porque ya le molestaba y se dedicó a seguir chupando esa vagina que no paraba de emanar flujos

-          Aghhh Voy a acabar! ¡Voy a acabar! Notaba que no iba a poder resistir mucho mas

-          Mmmm, Martín seguí chupando el clítoris y metiendo dos dedos dentro. En un momento le metió tres dedos para sacarlos totalmente empapados

-          Agggg Agggg Aggg acabo acabo Martin! Mi amor! Estoy acabandooooooo Juana estaba a punto de caerse, le temblaban las piernas

-          Mmmmm Martin volvió a meter dos de los dedos mientras con el tercero empezó a hurgar el ano de Juana

-          Ahhhh basta Martin pará! Paraaaaa! Ahhhhhhh Juana se iba desvaneciendo y sentándose para recuperarse

-          Vení! Martín la besó en la boca. Él arrodillado y ella sentada en la bañera se empezaron a besar.

-          Mmmmm, Ella sentía su propio sabor y se excitaba aún mas

-          Mmmmm él le agarró una mano y se la llevó a su pija para que lo pajee

-          No, dijo ella

-          ¿Que? Martin con cara de no me dejes así

-          Parate! Y lo ayudo a levantarse mientras ella se quedó sentada

-          Mmmmm, Ahí Martín quedó sorprendido

-          Dejame pajearte así! Juana lo empezó a pajear con la pija frente a su cara

-          MMMM mami! ¡No voy a aguantar mucho!

-          No importa, quiero verla bien cerca, Juana estaba pajeando la pija de su hijo a 5 cm de su cara. La miraba con deseo

-          ¿No queres chupármela mami? Martin iba nuevamente

-          Mmmm, Juana decía que no con la cabeza, pero la miraba con una excitación tremenda

-          Me parece que sería justo! ¡Yo te chupe la concha! Martin rezongaba

-          Mmmmm, Juana le dio un beso en la cabeza Juana seguía hipnotizada por la poronga de su hijo

-          Mmmmm siii, Mami chúpame la pija dale!

-          Mmmm, Juana le pasó la lengua alrededor del glande

-          Mmmmm si, mami, siiiii! Martin no podía creer lo que sus ojos estaban viendo

-          Mmmm queres que te chupe la pija? ¿Si? Juana levanta la vista para mirar a los ojos a su hijo

-          Ahhhh siiiii! Martin la mira a los ojos asintiendo

-          Aummmmm Juana se mete la mitad de la pija de su hijo en la boca y mueve la cabeza hacia atrás y adelante sin dejar de mirarlo a los ojos

-          Ufff aggg acaboooo, Martin la miró como pidiendo disculpas

-          Mmmmmsssiiiiiii! Juana atinó a sacarla y apuntar a sus pechos y su cuello

-          Aggggg Ahhhh Ahhhh si mami me encanta, Ahora era Martin el que estaba con las piernas temblando

-          ¿Te gustó? Mirá como me dejaste! Y le mostraba las tetas llenas de su leche

-          Mmmm Así estas más linda que nunca, mami!

-          Mmmmm Juana se para y se abraza a su hijo besándolo en la boca y pegando sus pechos llenos de semen al pecho de él

-          Mmmmm, tenes un poco de gusto a pija! Martin ya estaba totalmente suelto

-          Y vos a concha! Mmmmm y lo besaba más.

-          Mmmmm me encantan estos sabores! Martin se agachó un poco y le pasó la pija morcillona por la concha a su madre

-          Basta Martin bañémonos y salgamos! No lleguemos mas lejos por favor, Juana quiso establecer un nuevo límite

-          Ok Ok Martin se resignó a no seguir avanzando en lo que quedaba del día

A un costado estaban las dos botellas de cerveza por la mitad. Se terminaron de bañar y salieron. Sin ningún pudor se cambiaban y se miraban el uno frente al otro. Juana estaba muy alegre y Martin directamente exultante.  Se cambiaron y fueron a cenar. Al regreso, ya se besaban como una pareja de enamorados. Juana en un momento quiso poner un poco de cordura, pero esta vez no se puso seria ni solemne como la noche anterior ya que eso no le había traído resultados

-          Ya ni me acuerdo cuando eramos madre e hijo, dijo Juana

-          Jaja, yo tampoco. Martín se reía

-          Bueno, en realidad acá todos piensan que somos una pareja, sonreía Juana mientras caminaban hacia el hotel

-          Y eso mejor, así podemos hacer lo que queramos sin llamar la atención. ¿No mami? Martin, hábil, le tiraba el fardo a su madre

-          Jeje, sos tremendo. Igual hasta acá llegamos! ¡Y no me refiero a la posada! Justo estaban llegando a la puerta y Juana estaba por entrar

-          Esperá! Martin la tomó de la mano y la trajo hacia él besándola en la boca

-          Mmmm paremos un poco Martin, sino no vamos a poder contenernos y debemos hacerlo!

-          ¡No quiero contener nada, mami! Martin parecía ese niño que se encaprichaba cuando no le daban lo que quería

-          Vos sabes que no podemos ir más lejos que esto que acabamos de hacer y que lo mejor sería que nos comportemos con más tranquilidad

-          No quiero perder esto que vivo con vos

-          No me refiero a dejar de hacer nada, pero hoy fuimos muy lejos…Juana intentaba razonar junto a su hijo

-          ¿Y qué problema hay? ¡Si nos gusta y lo pasamos bien!

-          ¡No es tan simple! Somos madre e hijo. No lo olvides

-          ¡No lo olvido, pero no puedo dejar de verte como una mujer! Martin no tomaba dimensión del tema que le planteaba su madre

-          Vamos a la habitación y hablemos más en privado, dijo Juana cuando vio que la recepcionista estaba merodeando

-          ¡Ok Vamos! Martin la tomó de la mano y subieron a la habitación

Esa noche no habría caipiriñas. Solo habría tiempo para hablar seriamente y con mucho amor.

-          Martin, Está claro que no podemos ir más lejos de lo que fuimos hoy, ¿no? Juana se empieza a desvestir mientras habla con su hijo

-          ¡Es medio raro que me digas eso mientras te sacas la ropa! Martin quiso ponerle humor a esta situación

-          ¡Te hablo en serio, Martin! Juana lo cortó

-          ¡Porque te pones tan seria mami! ¡Nos calentamos y nos sacamos las ganas, no se por qué haces tanto rollo! Martin buscaba desdramatizar

-          ¿A vos te parece algo normal? Juana lo miraba seria

-          ¿Y quién determina que es normal? Martin no sabía que decir para tranquilizar a su madre

-          No sé, no sé. Juana estaba contrariada

-          ¿Mami, te puedo decir una cosa?

-          SI, decime.

-          Por favor, no me interrumpas. Martin, lacónico, miró a su madre

-          Ok, Juana quería saber lo que su hijo tenía para decir

-          Sé que estás nerviosa porque fuiste, debería decir fuimos, muy “lejos” por llamarlo de alguna manera. El tema es que tenemos algo en común y es que no podemos programar lo que va a suceder. Porque cuando llega el momento y empezamos, porque los dos somos iguales, a calentarnos no podemos parar. Y damos rienda suelta a nuestros deseos. Y vos estás preocupada porque te gusta y sabes que a mí también. Y sabes que yo voy a querer volver a tocarte…

-          No lo que…Juana quiso interrumpir

-          Te pedí que no me interrumpas. Cortante Martin siguió: voy a querer volver a tocarte y vos vas a querer que lo haga. Y esta conversación queres plantearla ahora porque nos vamos a ir a la cama después de lo que hicimos hoy y tenes miedo.

-          No lo que…

-          Tenes miedo y deseo y esos dos sentimientos te están haciendo daño. Pero yo no puedo hacer nada. Yo lo único que puedo hacer es decirte que no te hagas tanto rollo porque lo que tenga que pasar va a pasar y si resultara que mañana tenemos que volvernos a casa creo que vas a recordar este viaje como algo maravilloso y yo te puedo asegurar que también.

-          Gracias…Juana no sabía que decir

-          Y para que te quedes tranquila, esta noche te prometo que no voy a intentar tocarte ni hacer nada. No puedo prometer nada más allá de esta noche, pero empecemos por esto. Martín dio por terminada la charla y se fue al baño a cambiar y volvió con un bóxer blanco y una remera y se acostó

-          Juana se terminó de vestir delante de su hijo, se puso una remera y el corpiño se lo sacó con la misma puesta y se acostó al lado de Martín

-          Hasta mañana, mami. Que duermas bien, mañana va a ser otro día

-          ¡Hasta mañana, Martin! Y gracias por entenderme y ayudarme

-          No, ma. No me agradezcas nada. Sos la mejor del mundo y nunca voy a hacer nada que considere que pueda hacerte daño

-          Sos un amor! Juana se incorporó y le dio un beso largo en la mejilla.

-          Hasta mañana

-          Hasta mañana

(Continuara…)

Si les gustó pueden escribirme a reybaco2005@hotmail.com