Madre adoptiva pide auxilio (2)

La situación en casa era inimaginable y tormentosa, con un Roberto de casi diecisiete años que buscaba y fustigaba constantemente a mi amiga Victoria para tener sexo con ella, haciéndola vestir incluso con mi propio vestuario, incluyendo mi ropa interior y como si esta licencia no le bastara me asediaba constantemente para llevarme con él a la cama.

MADRE ADOPTIVA, CUIDADO, UN GRITO DE ALERTA. II.-

(EL AMOR FILIAL ES MUY GRANDE, PERO EL DESEO FUE MAS FUERTE)

SUSAN...

La situación en casa era inimaginable y tormentosa, con un Roberto de casi diecisiete años que buscaba y fustigaba constantemente a mi amiga Victoria para tener sexo con ella, haciéndola vestir incluso con mi propio vestuario, incluyendo mi ropa interior y como si esta licencia no le bastara me asediaba constantemente para llevarme con él a la cama. Ya a Victoria le quedaban un par de días a nuestro lado y yo debía tomar una determinación. Solicité unos días de permiso en mi trabajo para poner algo de orden al interior de mi hogar, en primer lugar y contando con la irrenunciable colaboración de Victoria, obligué a Roberto a no tener sexo todos los días y a la hora que a él se le erectara el miembro, le obligué a estudiar en casa y a acostarse sólo en su cuarto, ambas mujeres dormíamos bajo llave en mi dormitorio, mientras él hacía imploraciones tras la puerta para que le liberara a Victoria, haciendo mil promesas que yo sabía no iba a cumplir.

Nuestra dureza de esos días , irremediablemente y para suerte de él, se vio debilitada ya que justo en esa fecha, cumplía sus diecisiete años y aprovechando que Victoria retornaría a su casa, decidimos celebrarle su cumpleaños tal como él lo solicitó, sólo los tres. Nos fuimos a cenar a un buen restaurante, donde nos prodigó de atenciones y se encargo de que nuestras copas siempre estuvieran llenas, me daba cuenta que este era otro Roberto y de aquel niño mimado ya no quedaba nada, lo pasamos muy bien y reímos como nunca.

De vuelta a casa se sentó conmigo en el asiento trasero del automóvil, mientras Victoria conducía, lo notaba muy contento y sus locas manos no se las podía controlar mientras me susurraba locuras junto a mi oído y gritaba de gozo cuando le daba como respuesta a sus requerimientos con un "SI", o "Está bien". y lo hacía así pues me sofocaba y por otra parte me sentía como un volcán a punto de erupcionar.

Ya en casa, propuso reunirnos en mi alcoba, y se ofreció voluntario para preparar los tragos, los que pronto estuvieron en nuestras manos, las dos mujeres sobre la cama y él en un taburete comentaba la velada recién pasada. Su mirada no se despegaba de nuestras piernas, ya que al estar sobre la cama mostrábamos más de lo normal cosa que lo mantenía excitado a full, especialmente con los movimientos de Victoria, que inteligentemente adivinaba lo que se proponía el muchachito y quería desviar su atención hacia ella para que no me siguiera acosando a mí.

Súsan por favor no seas egoísta. Me decía riendo.

¿Qué cosa quiere mi amor? --- Respondía yo con cierta inocencia.

Me prometiste un regalo especial en mis diecisiete, te has portado estupendamente bien pero es hora que empieces a quitar el envoltorio al regalito.

¿Qué cosas mi amor, de que envoltorio me hablas nenito mío.?

  • Lo que te quiero decir - es que cooperes un poquito más con el espectáculo y muestra un poquito más – me respondía maliciosamente , mientras llevaba la copa a sus labios y yo pícaramente accedía abriendo un poco más mis piernas permitiendo que sus ojos me escudriñaran completamente..

¿De dónde sacas a tu edad tantas cosas de hombre grande muchachito le reprimí cerrando mis piernas.

Ya, no discutamos por favor y hagamos algo más entretenido --- dijo mi amiga para no ahondar la discusión.

Les propongo un juego corto y entretenido --- dijo Roberto.

¿De que se trata? --- respondimos las dos mujeres a coro.

El juego consistía que él nos perseguía en la habitación con la vista vendada, mientras nosotras lo eludíamos, pero si tomaba a alguna de nosotras ,él nos quitaba una prenda de vestir y él también perdía otra. Bien extraño el juego para un muchacho de esa edad, pero nosotras estábamos en otro mundo con todos los tragos que nos habíamos tomado, que le seguíamos el juego y especialmente Victoria. Yo me confieso que en el transcurso del juego, me fui soltando y perdiendo mis aprehensiones por lo que al parecer decidí dar rienda suelta a mis desenfados y cumplir con entusiasmo todos los caprichos de nuestro dominante regalón.

Llegó un momento de la euforia en que él quedó completamente desnudo, sólo con la vista vendada y su imponente miembro tieso en todo su esplendor. Yo le hacía gestos a Victoria, para que le viera el lindo pene, ya a esa altura me moría de ganas por tenerlo. En una de las vueltas del juego, mi amiga con mucha picardía me empujó en contra de mi muchacho, quien me tomó en sus brazos cayendo ambos sobre le cama revolcándonos sobre ella. Sentí que sus hábiles manos arrancaban el pequeño calzoncito negro que cubría mi ardoroso sexo, mientras él luchaba por meterse entre mis suaves y voluptuosas piernas. Parte del juego se trataba que ninguna de las dos pronunciara palabra alguna, para que él no supiera cual de las dos era quién., pero el astuto muchacho al meterme sus manos por todas mis partes pronunciaba el nombre de Victoria, Aunque yo sabía que sólo era un ardid de engaño que nacía de su enfermiza mente. Pronto sentí el pene duro y potente buscando afanosamente mi palpitante vagina para penetrarme, le hacía señas desesperadas a Victoria, para que me auxiliara de tan comprometedora posición, pero el muchacho fue más rápido y antes que ella reaccionara, sentí meter con ansias su duro y formidable miembro en mi caliente vagina , lo sentí perderse completamente, era algo realmente delicioso, fue como una estocada a fondo y por más esfuerzos que hacía por zafarme de mi atlético fornicador, el muchacho me tenía físicamente dominada y a su completa voluntad, iniciando así una fornicación con ansias diabólicas, que empezó a encontrar en mi una cooperación cada vez mas activa, era como ver a un bebe hambriento en que su madre le acerca el pecho para alimentarlo. Mi amiga quedó como paralizaba deleitándose del espectáculo, entiendo que no quiso intervenir pues esto ya era irremediable y así como se estaban dando las cosas, no podía hacer nada más, caliente como se encontraba, tomó palco para ver en acción a tan especial pareja.

En un instante la miré como pidiendo su consentimiento para responder a las exigencias del muchacho. Moviendo la cabeza aceptó mi decisión. Fue en ese momento en que dejé de pedir auxilio y ahora empezaba a seguir el ritmo con mi cuerpo, bajo la desnuda y fornida envergadura del enloquecido muchacho, quien sabía perfectamente que por fin su tan ansiado y delirante deseo sexual hacia su madre adoptiva, se estaba cumpliendo a la perfección. . La trémula boca del juvenil macho, que ya se había quitado la venda de sus ojos, buscaba con ansiedad mis labios, encontrando en los míos la generosidad que buscaba sellándolos al gemido placentero de una electrizante fornicación. Victoria me escuchaba gemir de placer y veía como mi muchachito me estremecía a profundas clavadas. El sintió mi primer gran orgasmo, me estrechó y besó con mayor ímpetu y sus empujes se hicieron más fuertes y continuos, bufaba de contento, me había hecho acabar y había sentido mis convulsiones bajo su desnudo cuerpo, había visto desviar mi vista al infinito presa del placer que él ,mi niño me producía. El continuó bombeando súper excitado, sus caricias y palabras me volvían loca y resistía como buena hembra todas sus locuras y en el paroxismo de nuestra entrega me dice muy agitado: ¡Súsan, dime que eres mi mujer ¡ --- Te quiero escuchar ---

¿si mi amor soy tu mujer y tu eres mi hombre que me hará feliz, muy feliz!--- le dije al borde de un nuevo orgasmo – Si yo soy tu hombre y te haré muy feliz mi amorrrr --- Sentí dentro de mi un fuerte chorro de su semen juvenil que me hizo estallar de placer infinito --- escuchaba de sus labios --- ¿Oh Súsan – Ohhhhhhh ......Ahhhhh --- y en mi desesperación orgásmica le besé, lo mordí, arañé su espalda, mientras ambos sudábamos copiosamente y muy agitados soportábamos con deleite el clímax de nuestra entrega

Poco después y mientras trataba de normalizarme a su lado le dije ---- ¡Oh, Me lo hiciste gran locuelo, me lo hiciste! --- le repetía yo, sudorosa y agitada --- mi voz era como un murmullo --- ¡Robertito mi amor¡--- ¿te das cuenta, que has hecho con mamita?--- Tanto retener tus locos deseos hacia mi, cuando mas temprano que tarde íbamos a llegar a esto?--- ¿Te sientes satisfecho mi hombrecito? --- Este es el mejor regalo de cumpleaños que te pudo dar mamita mi amor --- En mis expresiones que me salían una tras otra ,dejaba ver mi complacencia por lo sucedido y mi sumisión a complacerle en todo.

¡Oh, Súsan, mi Súsan! --- Me llamaba aún agitado --- Soy feliz, ahora soy muy feliz como tú no te lo imaginas me repetía él sin despegarse del desnudo cuerpo de su madura amante.

Vi que mi amiga Victoria, testigo fiel de mis locuras, lo nuestro la había conmocionado, ardía en una fuerte ebullición, cual olla a presión, y aproveché de pedirle que se uniera a nosotros y aunque me di cuenta que ardía de deseos, me dijo: Esta noche es de ustedes y quiero que la disfruten a solas, ya habrá oportunidad y hablaremos del futuro --- ¿les parece?

Bajé de mi cama dejando a Roberto, reponiéndose y acompañé a mi amiga hasta la cocina donde nos fuimos en busca de un refresco.

¿Qué voy a hacer ahora? --- le pregunté en voz baja.

Ya está todo hecho mi amor --- Me dijo tomándome las manos --- desde el instante en que abriste tus piernas y fuiste penetrada, tu destino quedó marcado y ahora hay que seguir adelante, tu débil cerco de resistencia quedó desbordado y ahora estas a merced del enemigo que ya te hizo ver estrellitas en el cielo y que tu amiga por más que quiso, el final era tan evidente y era tan enfermizo su deseo de hacerte suya, que de nada valió mi empeño..

Tienes razón en lo que dices y no quiero vivir culpándome de nada, mi destino seguramente estaba trazado así y dejaré al destino que me indique cómo va a terminar todo esto. Le volví a insistir si quería acompañarnos a la cama y darle así un buen regalo de cumpleaños a mi Daniel, pero siempre en sus proféticas palabras me dijo:

Esta es tu noche y él se ha erigido como en tu hombre, por lo tanto debes disfrutarla como si fuera tu noche de bodas, mi amor y no permitas que este bribonzuelo ni en presencia, ni en ausencia tuya, se meta en tu cama con otra mujer.

Eso lo tengo claro, le respondí --- agregando --- pero a los novios siempre se les regala algo el día de la boda y creo que el mejor regalo que tu puedes hacernos es que formemos un trío en mi cama.

-No me tientes mi amor, yo ya he probado ese muchachito y tu sabes que me ha dejado inflamada mi pobre vagina de tanto bombear, ahora te toca a ti y mañana hablaremos.

Mi amiga Victoria me acompañó de regreso a la alcoba, donde presumíamos que se encontraba Roberto durmiendo, pero este nos sorprendió pues en cuanto entramos a ese cuarto se me fue encima tendiéndome nuevamente en la cama, notaba su nueva excitación y lo que mas deseaba era seguir probándome con sus fuertes penetraciones. Ya no estaba en mi el seguir resistiéndome a sus ardientes deseos y me fornicaba delante de mi amiga que nos observaba curiosa, de ver como este joven muchachito de recien cumplidos diecisiete, con una mujerzaza de mi edad y me manejaba y me hacía suya con su más sórdido antojo, provocándome unos orgasmos estridentes en gemidos y erotizantes de placer, dignos de la mejor película pornográfica.

Empezamos así a vivir una vida casi marital con mi Roberto, yo pude instalar una oficina de consultorías en casa, más la mesada que recibía de mi ex marido y mis ahorros en el Banco, nos permitía darnos buenos goces. Roberto, se ordenó en sus estudios y logró ingresar a la Universidad a estudiar Informática, encontrando en mi su mejor soporte. Nadie sabía de nuestras relaciones, y todos nos miraban como una madre normal con su hijo estudiante, viviendo bajo el mismo techo. La verdad de lo nuestro sólo lo conocía mi amiga Victoria, que nos visitaba de vez en cuando, dándonos con ella unas sesiones de sexo propias de la época de Calígula el Romano.

Hoy ya han transcurrido ocho años de lo nuestro y estoy llegando a los cincuenta y él 25, nos mudamos hace seis a Los Ángeles y manejamos una empresa informática. Yo con bastante actividad física tanto en el gimnasio como en la cama, Roberto es un tipo maravilloso y me demuestra su cariño y su pasión por mi en todo momento y libremente cuando nos encontramos solos. Me ha transformado en su esclava del placer en la cama y nos hemos dado unas vacaciones maravillosas, ello me hace mantener muy bien en todo aspecto, aunque debo reconocer que a medida que pasa el tiempo, ya no es el potrito inagotable de antes para quien siempre estaba dispuesta, ahora soy yo quien busca la iniciativa, y lo exprimo con demasiada rapidez. El en este último tiempo se ha mostrado deseoso de verme experimentar con otros tipos y me ha insistido en ello, llenando mi cabecita con los fogosos comentarios de su atlético amigo Carlos, con quien juega tenis en sus ratos de ocio y me dice que al ducharse juntos le ha visto un miembro potente y grandote y que está seguro yo sabría doblegarlo a mi entera satisfacción. Me dice que Carlos está deseoso de ello y sólo falta mi palabra. Todo ello me calienta de sobremanera y creo no lo voy a poder seguir resistiendo más..

Queridas amigas y amigos, aveces la vida nos tiene reservada grandes sorpresas y a mi me ha tocado una de ella, o a lo mejor aún vendrán otras, hoy, no las he querido callar y es por eso mi relato. Quizás a muchas amigas que leen estas líneas, les ha tocado vivir este tipo de experiencias, pero por razones que yo les respeto, las callaran para siempre .¡"Atrévanse "!.

Súsan.