Madre

Sus tetas brincaban con cada salto que ella daba sobre mi pene, que desaparecía en medio de tan deliciosa carne. Tenia toda la entrepierna mojada de sus fluidos, estábamos sudados, de tanto divertirnos.

Ella caminaba desnuda hacia mí, detrás de ella un caballo negro.Ella era Andrea mi amiga.

--¡Te amo! -- dijo casi susurrando.

Todos los que estaban en la cafetería del colegio estaban en sus asuntos, el tiempo se detenía entre los dos. Andrea se sentaba en la mesa, levantando su falda me mostraba su lindo coño de labios hinchados y húmedos.

Sus pies tocaban mi pene que sentia quería escapar de mi pantalón color marrón.

Sus labios pronunciaban esa frase que tanto deseo escuchar. Al momento que la besaba. Sus carnosos labios me apresaban en un beso. Y finalmente era mía.

El mismo sueño se llevaba repitiendo cada noche, y ahora que ella había terminado con su novio era mi oportunidad.

Aun no había logrado follar con nadie. Y quería que ella fuera la primera Andrea.

Solo me quedaba conformarme con una masturbación.

Luego terminar, miro mi habitación llena de restos de comida y mi ropa.

Hoy inicia la vacación y estaré con mis padres, principalmente ayudando a mama con el restaurante.

Después de bañarme y vestirme salgo a la sala. Donde papá desayuna antes de trabajar en su taller.

El repara autos y botes, se la pasa la mayor parte del tiempo en su taller.

El pantalón corto negro, pegado a los glúteos de mi madre muestran la razón por la que es tan famoso el restaurante.

La mayoría de los pescadores y trabajadores, asisten a ver las carnes de mi mamá.

Luego de desayunar.

Al retirarse mi papa me llamo cuando él ya estaba en su camioneta. Corrí hacia él, mientras el sonriendo me decía.

--Me gustaría tener más tiempo para hablar de esto contigo, hijo, a pesar de que aún no estas completo--Dice mirando mi entrepierna.

Sé que sabes las practicas que tu mamá y yo realizamos, nuestras fiestas con sus amigos y mis amigas. No sé cómo decirlo sin que suene fuerte, pero, te observe como veías el culo de tu mamá. No lo veo mal.

---¡Papá! digo mirando el suelo.

--No te voy a regañar ni nada, ya hemos hablado del sexo antes y lo que tienes que hacer, soy tu padre y te apoyo.

--No lo controlo.

Intento que no vea mi rostros.

--Mírame--dijo tomándome del hombro, y aproximándome a la puerta de su auto--te estoy dando permiso que folles con mi esposa.

Mi corazón dejo de latir rápido a parecer una máquina, no podía creer lo que acaba de escuchar.

--Ya hablé con ella, y está de acuerdo, me comento que lleva tiempo observándote y viendo cómo te masturbas. Nada que no haya visto.

Él suelta una sonrisa, enciende el auto y solo deja el humo que sale al dirigirse a su taller.

Luego de terminar de cocinar el ultimo Mangu del día, el ultimo cliente se retiró.

--Tu ayuda siempre me hace bien Miguel--dice mi madre tocando mi cara con sus uñas acrílicas color morado.

Mi respiración se acelera. No veo a mi madre igual después de la información que me dijo mi padre, ella suele observarme en mi intimidad.

--Ven vamos a dejar todo limpio para mañana, puedes barrer todo y cierra la puerta. tengo un plato tostones dominicanos listo para mi querido hombre. —Dice dándome un abrazo, los pechos me presionan y se sienten suaves, mi cuerpo reacciona ante tan hermoso cuerpo.

Luego de terminar de limpiar y comer. Me retiro al baño y cepillo mis dientes. Papá llamo diciendo que saldría con sus amigos a ver el partido Argentina vr Brasil, final de la copa America.

En la habitación de mis padres sale una música de Bad Bunny.

--Miguel ven a ayudarme.

Escucho provenir de la habitación. La puerta semi abierta deja escapar un olor a canela.

Al entrar, ahí estaba, con las piernas abiertas, totalmente desnuda.

Sus pechos eran más grandes de lo que imaginaba y sus ojos estaban llenos de lujuria.

Me hace señales para que me aproximen, mi garganta se seca, no puedo creer lo que veo.

intento dar un paso y no lo logro. Ella se da cuenta, se pone de pie y me toma de la mano.

--Respira, relájate.

Me siento sobre la cama. Sus manos recorren mi espalda. No te sientas mal, si no quieres está bien.

Solo logro girar la cabeza, y sus ojos cafés me atrapan. El beso, su boca carnosa juega con mis labios mientras su mano toca mi entrepierna.

Desabrochando mi pantalón dejando libre mi pene.

Sus labios pasan de mi boca a mi cuello y una corriente recorre mi pecho. Veo mi pene palpitar.

Sus labios empiezan a chupar me la cabeza del pene, no podía creer que tan bella mujer este haciéndome sentir tanto placer.

Sus nalgas al aire me hacen querer tocar tana abundante sexo. En mi mano se siente cálida, húmeda.

Se complace al hacerlo y me complace.

--Es mejor de lo que pensé.

Luego sin decir nada. Ella se pone sobre mí y me quita la ropa. Coloca el pene en la entrada de su coño.

A medida que entra siento como la carne me presiona, me está follando.

Se siente genial.

Hacerlo con mi madre.

Sus tetas brincaban con cada salto que ella daba sobre mi pene, que desaparecía en medio de tan deliciosa carne. Tenia toda la entrepierna mojada de sus fluidos, estábamos sudados, de tanto divertirnos.

Sentia que iba a llegar el momento y la abrace, entregándole lo mejor de mí.