Madrastra
Una tarde de sexo con mi madrastra en la que nos sorprende mi papá.
Este es un relato que me pasó hace un año pero no me había entusiasmado a escribir. En ese entonces tenía 20 años y estaba en el primer año de la universidad.
Mi padre llevaba 2 meses de casado con una mujer de 30 años que por supuesto era mi madrastra, ella es una mujer que en ocasiones aparenta mayor edad y otras menor edad haciéndose pasar por una chica de unos 25 años, ella es delgada un poco bajita, piel morena, cabello ondulado y largo, pechos medianos, buenas piernas y con un excepcional culo, nosotros nos la llevamos bastante bien y solo vivimos los tres en la casa, ese día era verano y estaba haciendo un calor tremendo, por lo cual acostumbro a dormir en boxer en esos días.
Esa mañana no tenía ninguna clase durante el día por lo cual me había levantado un poco pasado de las nueve, recorrí la casa y noté que no había nadie por lo que no le puse reparo y me serví el desayuno, terminado de desayunar entra Claudia (mi madrastra) que había salido a comprar unas cosas a la tienda, llevaba una camisa de mi papá y un short licrado, me sonrojé un poco porque yo seguía en boxer y sin camisa pero ella no le importó, le pregunté por una camisa que me quería poner y no encontraba por lo cual me dijo que estaba en el último cuarto, junto a la ropa de planchar, entré al cuarto pero no la encontraba, enseguida entró mi madrastra y serró la puerta, se dirigió a una canasta y se agachó para buscarla, apuntando su redondo trasero a mis caderas, mientras que en mi mente pasaban cientos de malos pensamiento con mi madrastra, seguidamente, no se como y por que, tal vez por simple instinto froté mi bulto con las nalgas de Claudia, estaba un poco asustado de la reacción que podía tener, pero pasaron unos cuantos segundos y no pasó nada, me quedé un poco perplejo de que no reaccionó, en el instante seguido se levantó y dio la vuelta para mirarme, tenía una cara seria y un poco enojada, no nos dijimos nada, cuando entonces se quita la camisa para quedarse en sostén y me dice:
Ya he probado mucho sexo con tu padre, y siempre me había preguntado como sería el sexo con el hijo.
Estas palabra fueron mágicas porque terminado de decirlas mi verga empezó a crecer y a crecer mientras que ella lo observaba y se humedecía los labios.
Nuestros cuerpos semidesnudos se juntaron mientras le plantaba un beso en la boca, nuestras lenguas se movían en bocas ajenas, y mis manos recorrían su espalda y sus nalgas, mientras que las manos de ella posaban sobre mis caderas empujándolas a las ella, mi pene palpitaba como la primera vez, ya que era una situación muy inusual. Mis manos hábilmente desabrocharon el sostén que llevaba dejándolo caer al piso, suavemente mi madrastra empieza a bajar por mi cuerpo en busca de lo que me estaba imaginando, queda de rodillas frente a mí y me baja el boxer bruscamente, mi polla salta con fuerza y le golpea el rostro a mi madrastra, ella se retira, la toma en las manos y dice:
Es un poco más grande que la de tu padre.
Y empieza a frotarla con esas pequeñas y suaves manos; me acaricia los huevos y se introduce la mitad de mi polla en su boca. Yo la tomo de sus cabellos y la empujo para que se la trague toda pero no le alcanza, siento que mi pene choca con lo más profundo de su garganta alcanzando a golpear su campanilla, después de unos minutos en ese plan ya siento que me voy a venir y la tomo fuerte por la nuca para que no se le escape ni una gota de semen, y así fue, un chorro largo de leche bien espesa, y ni una sola gota se le salió de su boca.
Se levanta y dice:
Que tal eh? Te gustó? Y eso que es solo el principio.
En ese momento tomo yo el mando del asunto y le quito la licra que llevaba puesta para quedarse solo en ropa interior, le doy una embestida con todo mi cuerpo para llevarla contra la pared, en ese momento introduzco mi mano entre su tanga y noto que estaba ya bastante humedecida listo para penetrarla, saco la mano con mis dedos humedecidos con sus jugos y se los introduzco en su propia boca, mientras con la otra mano corría su tanga para darle paso a mi verga que otra vez estaba que reventaba buscando carne y sin mucha dificultad se la introduzco completa de un solo tirón con bastante fuerza y levantando a mi madrastra varios centímetros del suelo ya que ella mide mas o menos 1,60mt. y yo mido 1,92mt. A cada embestida mía ella gemía como una perra mientras que sus manos rodeaban mi cuello, y las mías masajeaban sus nalgas.
Ya cuando notó que la estaba cansando de levantarla cada segundo me tomó fuerte por mi nuca y sus piernas rodearon mis caderas para quedar completamente aferrada a mi cuerpo sin tocar el suelo.
No podía creer que me estaba tirando a mi madrastra y de esa forma tan espectacular.
Con esa postura no tardé mucho en venirme y esta vez en su conchita, cuando sintió que estaba llenando sus entrañas de semen se soltó de mi nuca y arqueó su cuerpo para atrás mientras que la tomaba fuerte por las caderas y como en cámara lenta empezó a bajar su pies al suelo, cuando puso los pies en la tierra me dijo:
Siento como si me hubiera bajado de una montaña rusa de sexo.
Algo que me dio un poco de gracia ya que no era la primera vez que me lo decían.
Nos estuvimos besando por un rato y mientras le besaba los pechos siento que abren la puerta y era nada más y nada menos que mi padre.
En ese momento se me congeló la sangre al ver la cara de mi padre mirando tremenda escena, hasta que mi madrastra rompe el frío silencio y me explica que era algo que tenían planeado desde hace ya un tiempo atrás, era como una especie de fantasía erótica de mi propia madrastra que había logrado convencer a mi padre para que nos la cogiéramos entre los dos.
Me sentí un poco extraño por la situación pero vi que mi padre ya estaba terminando de desnudarse, solo le quedaba la comisa y los interiores cuando toma a Claudia de la mano para sacarla del pequeño cuarto y ella toma mi mano para que los siguiera, nos dirigimos hacia la sala y ella se pronuncia diciendo:
Es mi fantasía por lo cual harán lo que yo diga.
Por lo que me empuja hacia un mueble y me dice que me quede hay sentado. Termina de desvestir a mi padre mientras toma su verga con una mano y mete la punta del pene en su vagina que estaba otra vez lubricando en forma, se aleja de mi padre y con sus manos se toma las nalgas para poder apreciar un pequeño anillo en toda mi cara, reacciono enseguida y le pego una lamida por todo su culo para humedecerlo completamente con mi saliva, seguidamente empieza a bajar hasta mi regazo que tenía una tranca apuntando hacia arriba, cuando siente la cabeza de mi pene empieza a tirar duro para que se le introduzca la parte mas gruesa de mi tronco, cuando noto que no encajaba la tomo fuerte por las caderas y la tiro fuerte hacia mí para que desgarrara un grito de satisfacción que rompiera la habitación, ya con mi verga totalmente introducida en su recto, mi padre se abalanza hacia ella enfundado su pene en su mano para podérselo meter en su concha.
Esta mujer estaba recibiendo una cogida bestial por dos pollas de buena envergadura, no se contenía de la emoción y gemía bastante fuerte a las 11:00am.
Mi padre fue el primero en venirse dentro de Claudia por lo que terminado de eyacular sacó su pene y se fue a bañar, mi madrastra sin sacar mi verga de su culo se giró para quedar frente a frente con una postura bastante estimulante.
Mientras que ella cabalgaba en forma, siento que me iba a venir por tercera vez y mi madrastra en pleno orgasmo recibe un nuevo chorro de semen en su culo que se empieza a regar luego de haber subido por todo su cuerpo recorriendo todo su intestino para acabar en una de las experiencias sexuales más sugestivas que nunca había tenido.
FIN